domingo, 20 de junio de 2021

PABLO Y JUDAS

Es posible que sin nombrarlo, Pablo esté refiriéndose a Judas en 1 Corintios 11:23-24? (23Porque yo recibí del Señor lo que también os transmití: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, 24y dando gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo, que se da por vosotros; haced esto en memoria mía»). Pablo nunca menciona explícitamente a Judas Iscariote ni indica que Jesús fue entregado por uno de sus discípulos. Pero quizá este versículo contiene una referencia a Judas. Se refiere a la noche en que fue “traicionado”!


Una de las razones por la que esto es importante es porque Pablo no dice casi nada acerca de los eventos que se dieron en la vida de Jesús. Parece extraño, pero es que Pablo nunca menciona los milagros de Jesús, la expulsión de demonios, sus argumentos con los Fariseos, predicación a las multitudes, sus enseñanzas en parábolas, su bautismo, su transfiguración, su entrada en Jerusalem, su arresto, juicio, etcétera. Por qué?


Hay, según los estudiosos varias interpretaciones. Específicamente una de las cosas que Pablo no menciona es que Jesús fue traicionado por Judas. Posiblemente Pablo no se esté refiriendo a la entrega de Jesús a manos de Judas.  “Traicionado” es una traducción errónea del pasaje en Griego.


El término que usa Pablo aquí, en Griego, es “Paradidomi”. Esta palabra no significa “traicionado”. Significa “entregado”. La palabra para “traicionado” es “Prodidomi” (palabra relacionada, pero diferente). Por supuesto que si uno es entregado por alguien quizá sea traicionado por esta persona. Pero no necesariamente es así. 


“Paradidomi” es una palabra común en Pablo; en sus siete cartas a él atribuidas la usa 15 veces. De hecho usa esta palabra otra vez en este mismo versículo: “También os transmití (entregué) a ustedes…” En ninguno de estos ejemplos esta palabra significa “traicionar”. No hay más que leer, para darse cuenta de esto Romanos 1:24, 26, 28; 1 Corintios 13:3; 2 Corintios 4:11.


Pero cuando Pablo usa la palabra “Paradidomi” refiriéndose a Jesús como objeto, es más bien cómo “Dios” “entregó” a Jesús a su destino. Esto es lo más probable que Pablo quiere decir en 1 Cor. 11:23. No se está refiriendo a la noche que Judas Iscariote “traicionó” a Jesús (habría usado la palabra “Prodidomi”) sino a la noche que Dios entregó a Jesús a su destino. Probablemente no es una referencia a la traición de Judas. 


Otro punto interesante es cuando Pablo da una lista de gente (1 Cor. 15:5-8) a las que Jesús se apareció en primer lugar: primero a Cephas, después a los doce, y posteriormente a más de 500 etc….. Pero por qué Pablo dice que se apareció a “los doce”? En los Evangelios Jesús se aparece solo a los “once”. Judas ya no está con ellos; ha dejado el grupo. Pero Pablo dice que se apareció a los “doce”. Es que no sabía lo de Judas?


Es extraño que no supiera nada. Quizá lo sabía o quizá no lo sabía. Si no lo sabía es porque posiblemente no sabía mucho acerca de los detalles de la vida y muerte de Jesús. La razón por la que es parece no plausible a muchos historiadores que han tratado este tema (la mayoría) es que Pablo pasó dos semanas con Pedro cundo estuvo en Jerusalem tres años después de su conversión (ver Galatas 1). Seguramente Pedro le contó muchas historias acerca de la muerte de Jesús y de su vida, no? 


Tiene sentido, por otro lado que Pedro y Pablo hablaran mucho sobre cómo convertir a los Gentiles a la nueva fe y no tuvo tiempo de relatarle la pasión y muerte de Jesús. Esto nunca lo sabremos. 

sábado, 19 de junio de 2021

ENTRE SHANKARA Y ECKHART: CONTEMPLACIÓN DE SÍ



CONTEMPLACIÓN DE SÍ

En cualquier caso, lo fundamental es que, desde su punto de vista el conocimiento procedente de la Escritura es solo un indicador que apunta al objeto, y que desaparece tan pronto se produce la contemplación de este. Porque el conocimiento propiamente dicho es aquel que denomina “la contemplación auténtica”, el “darshanam”. Y esta contemplación, lo mismo que el conocimiento en Eckhart, no tiene nada de “visionario”. Se trata, antes bien, de “una interiorización del propio ser del Brhaman/Dios”, y se presenta como intuitus, como irrupción de una evidencia, como realización propia, evidente, de aquello sobre lo que nos ha instruido la Escritura. Esta “interiorización” no puede “producirse” activamente, no puede alcanzarse mediante razonamientos. No es una “obra”. Simplemente, acaece o no acaece, al margen de nuestra voluntad. Tiene que ser “vista”. Su desencadenante es la palabra de las Escrituras sagradas y la meditación continua en torno a la misma (pratyaya/pensamiento). Peros se trata de una contemplación propia. Surge como una especie de aperçu (en el sentido de Goethe). Entonces, todas las palabras de las Escrituras se tornan superfluas, y cesa el estudio y la meditación de las mismas.
O, como lee el comentario a la Gita 11, 54:

“No solo es capaz de comprenderme por medio de la Escritura, sino también de contemplarme verdaderamente de forma inmediata”.

Lo mismo se plantea en Eckhart. Y no sería posible describir con más exactitud el modo de “conocimiento” al que también él se refiere. Solo que, en su caso, esa contemplación tiene, por así decir, un carácter mucho más sosegado. No es algo que surja o irrumpa en un acto particular, no se da a conocer y apenas sabe de sí misma. Se trata más bien de una función durativa y total, de un elemento presente en la totalidad de la vida anímica minuciosamente distribuido en toda ella. Y por ella, en su obra, no encontramos en parte alguna una teoría al respecto tan precisa como la que ofrece Shankara. Sin embargo, Eckhart conoce lo que de “aperçu” tiene este conocimiento profundo, emergente, que se realiza en el acto particular de la conciencia empírica. Y para caracterizarlo acude a una cita de Agustín de Hipona:


“Permanece, si puedes, en ese primer instante, cuando al decir ¡verdad! Parece como si experimentaras un estallido”.


Se refiere aquí Agustín al hecho de que el sentido del concepto de “verdad” se capta de manera instantánea, como un relámpago. Y Eckhart lo aplica al conocimiento De Dios como su propio ser. Su carácter de auto-contemplación pura, incomparable con cualquier tipo de reflexión y de pensamiento acerca de uno mismo, queda caracterizado de la siguiente manera:

“Quien no comprenda tales palabras, que no abrume con ellas su corazón. Pues si un hombre no se ha hecho igual a esta verdad, no entenderá estas palabras. Ya que se trata de una verdad “no pensada” que procede inmediatamente del corazón De Dios (I.. 184)

ENTRE SHANKARA Y MEISTER ECKHART

 MÍSTICA DEL ALMA: ENTRE SHANKARA Y MEISTER ECKHART

Conocer el Atman en el atman solo por medio del atman. Es decir, no por medio de las potencias (los sentidos, el sentido común, la actividad del entendimiento y la razón), sino más bien sin todos estos órganos ni mediaciones, de manera inmediata, mediante el propio atman. Conocer el Atman, es decir, el Atman-Dios. En el atman, es decir, en la profundidad de tu propio atman. Según Shankara, en línea con Echart, Brahman-Atman no es susceptible de prueba ni tampoco la necesita. Es svasiddha, o sea, autoevidente. Pues, siendo en sí mismo inaprensible, constituye la condición de posibilidad de toda captación, de todo pensamiento, de todo conocimiento. hasta quien lo niega lo presupone, en la medida en que por ello mismo lo piensa, reflexiona sobre El y hace afirmaciones al respecto.