GNOSIS VS FE
En el Evangelio de Felipe está escrito “El que tiene el
conocimiento (gnosis) de la verdad es
libre. La ignorancia es esclavitud”. Aunque no sólo la ignorancia está en
contraste con el conocimiento de Gnósticos, sino también la fe, dado que no
sabe nada referente a sí misma y permanece atada a lo que está inmediatamente
en primer plano. Es esta oposición entre “fe” y “conocimiento” la que era el
tema central en los debates de la Iglesia con la herejía Gnóstica. No se
trataba solamente de una cuestión de los derechos y reivindicación de la fe
como único medio de salvación, sino también del problema de la doble-verdad que
vino a ser tema de discusión con la entrada de la gnosis esotérica en la
Iglesia temprana.
Hay elementos específicos de la Gnosis; un cierto número de
ideas que se dan repetidamente en la mayoría de las tradiciones y forman su
marco básico. Es en este sentido que se entiende la cuestión de “estructura” y
“naturaleza”. Es una cuestión de “articulación” de la Gnosis. Estas son algunas
de la características aducidas como idea central –mito central- del
Gnosticismo: “La idea de la presencia en el hombre de una “chispa” divina…..,
la cual procede del mundo divino y ha caído en este mundo de destino,
nacimiento y muerte y ha de ser despertada mediante su contraparte divina en
orden a ser finalmente restaurada. Esta idea…, está ontológicamente basada en
la concepción de un desarrollo hacia abajo de lo divino cuya periferia (a
menudo llamada Sophia o Ennoia)ha caído víctima de una crisis y
ha debido –aunque sea indirectamente- producir este mundo, del cual no se puede
desinteresar, dado que ha de recuperar la “chispa” divina (a menudo designada
como pneuma, “espíritu”).
En la base de la Gnosis hay una visión dualista del mundo
que determina todas sus afirmaciones a nivel cosmológico y antropomórfico. Este
dualismo está entrelazado con una idea monista expresada en el desarrollo hacia
arriba y hacia abajo de la chispa divina que es la base para la identificación
del hombre con la deidad (manifiesta en la idea del Dios “Hombre”). Inserta en
este “dualismo con fondo monista” está la doctrina de Dios en la Gnosis,
determinada sobretodo por la idea del “Dios desconocido” más allá de lo que es
visible o sensible, e incorpora una “plenitud” (Pleroma) de ángeles y otros seres celestiales, sea como ideas
personificadas (abstracciones) o hipóstasis.
En cuanto a la Cosmogonía (Creación del Mundo), esta intenta
ofrecer una explicación de la presente condición del hombre, alejado de Dios,
ocupando un considerable espacio en los textos.
Finalmente hay en la Gnosis una “doctrina del fin del mundo”
muy de cerca conectada con la cosmología y soteriología como un todo, una
escatología que consiste no sólo en la liberación del alma celestial sino que
también tiene un significado cósmico.
DUALISMO
La historia de las religiones conoce varias ideas de la
actividad de dos deidades o principios independientes responsables de las
diferentes situaciones del mundo. Uno de los mejor conocidos es el dualismo
Zoroastriano Iraní, que establece un dios bueno y otro malo en el comienzo de
la historia del mundo, viendo la historia como el conflicto entre los dos,
hasta que el dios bueno con la ayuda de sus seguidores obtenga la victoria al
final de los tiempos. Este dualismo está esencialmente orientado éticamente,
dado que otorga una importancia decisiva a la actitud religiosa y moral, donde
los opuestos “bien” y “mal” no coinciden con lo “espiritual”, “corporal” o
“material” sino que están mezclados con estos últimos.
Por otro lado, el dualismo de Platón más orientado
filosóficamente, tuvo gran importancia para el pensamiento Griego y para toda
la antigüedad posterior. Este conoce dos niveles de existencia: la ideas
eternas espirituales y sus contrapartes materiales (espacial) transitorias, que
forman el cosmos; estas últimas significan de hecho una pérdida de Ser, aunque
pertenece a la parte buena de la creación (para la parte mala Platón hizo
responsable a un “alma del mundo” mala). Este dualismo “ontológico” o
“metafísico” es igualmente una presuposición del Gnóstico.
Finalmente hay que tener en cuenta el dualismo Indio entre
el Ser y la Apariencia o Devenir, que ha sido frecuentemente considerado como
paralelo a la Gnosis pero que debido a su diferente orientación no ha sido muy
tenido en cuenta.
El dualismo gnóstico se distingue de estos en un punto
esencial, que es “anti-cósmico”; o sea su concepción incluye una inequívoca
evaluación negativa del mundo visible junto con su creador; es considerado un
reino del mal y oscuridad. La identificación del “mal” y la “materia”, que no
se encuentra en el pensamiento Iraní-Zoroastriano, es en la Gnosis una
concepción fundamental. En el pensamiento Griego, –excepto algunas enseñanzas
Órficas, de fecha incierta- no hay semejante desarrollo anticósmico del
dualismo espíritu-cuerpo. La versión Griega es sin duda pro-cósmica. Plotino
(siglo III d.C.)líder del Neoplatonismo defendía esta posición contra la
depreciación Gnóstica del cosmos. En su tratado “Contra los Gnósticos” dice que
la gradación descendente no es razón para abusar o difamar las etapas
inferiores del cosmos ni estigmatizarlas como “tierra extraña”. El “relato de
horror sobre el terror que según sus creencias se desarrolla en las esferas
celestiales” es ridículo y erróneo, dado que estas esferas son “buenas y están
bellamente preparadas”. Si los cuerpos celestiales se originaron también del
fuego no hay por qué temerlos (como hacen los gnósticos), pues su poder e
influencia son limitados según la ley del universo; no hay tiranía del poder de
las estrellas”. Como resultado de su hostilidad hacia el mundo desdeñan toda
legalidad de este mundo, “la virtud cuya construcción se remonta a los
comienzos del mundo y se mofan de toda disciplina y justicia quitándole toda
importancia”. “Pues de todas las cosas terrenales nada tiene valor para ellos,
sólo un más allá por el que algunas se esfuerzan”.
Según esta polémica Platónica la posición especial de la
visión gnóstica del mundo y sus consecuencias queda muy clara. Ciertamente hay
algunos elementos en común entre los puntos de vista gnóstico y Platónico que
se pueden encontrar en algunos de los textos de Nag Hammadi, sea en la
cosmología o psicología, aunque no se puede pasar por alto el abismo que los
separa. El polo positivo del dualismo gnóstico, al cual se refiere Plotino, es
un mundo más elevado, retratado en muchas y variadas diferentes maneras, que
culmina en la asunción de un nuevo Dios en otro mundo y desconocido, que habita
más allá de la creación visible y es el verdadero señor del universo. El mundo
no es su obra, sino la de un ser subordinado. Aunque, no obstante, ejerce
influencia de varias maneras para el bienestar de los humanos mediante Su Providencia
(pronoia).