viernes, 13 de julio de 2012

APÉNDICE: LIBRO DE LOS JUBILEOS


APÉNDICE: EL LIBRO DE LOS JUBILEOS

Hemos tenido ocasión de señalar algunas de las afinidades del libro de los Jubileos con la literatura temprana de Enoch, de la que lo más notable es el calendario. Jubileos presupone claramente el Libro de los Vigilantes y el Libro Astronómico y posiblemente alude al Libro de los Sueños, el Apocalipsis de las Semanas, y la Epístola(1). Incluso en el uso del material derivado de Enoch tienen lugar variaciones significantes. Según Jubileos el descenso inicial de los ángeles fue para que “instruyesen a los hijos de los hombres, y juzgaran la tierra y realizaran justicia” (4:15). O sea, no hubo rebelión en el cielo. Su pecado inicial fue con las hijas de los hombres. Posteriormente, después del diluvio, a una décima parte de su descendencia le fue permitido permanecer con Mastema (Satán) para afligir a la humanidad (10:11). En 1 Enoch 15:9-12 los espíritus de los gigantes se alzarán contra la humanidad, sin límites. La escatología de Jubileos está menos elaborada que la de los libros de Enoch, y Jubileos tiene áreas de intereses que no son paralelas con Enoch. O sea, la conformidad entre Jubileos y la literatura de Enoch no es completa. Tanto Jubileos como la literatura de Enoch pueden derivar de los Hasidim, aunque si es así habría que aceptar que el movimiento aceptaba algunas diferencias de opinión y tradición teológica(2).

El libro de los Jubileos es introducido como “la historia de la división de los días de la ley y del testimonio, de los eventos de los años, de sus (año) semanas, de sus Jubileos a lo largo de todos los años del mundo, como el Señor habló a Moisés en el Monte Sinaí cuando subió a recibir las Tablas de la Ley y de los Mandamientos”. De hecho es una paráfrasis expansionista del libro del Génesis y, de manera más breve, del Éxodo hasta la revelación del Sinaí. El foco de la obra es sobre cuestiones halákicas que regulan el modo de vida Judío. Así, el relato de la creación resalta el Sabbath en el cap. 2, y el libro concluye con instrucciones para el Sabbath en el cap. 50. Se presta gran atención a las fiestas y rituales como el de la circuncisión. Una preocupación principal de la obra es defender el calendario de 364-días y advertir contra “las fiestas de los Gentiles” y la aberración de la luna (6:32-38). La narrativa bíblica es ampliada para mostrar como los patriarcas observaban la Torah. Los intereses prácticos del libro pueden ser ilustrados según el discurso desde el lecho de muerte de Abraham en los caps. 20-22. Abraham advierte a sus hijos que practiquen la circuncisión, renuncien a la fornicación e impurezas, se abstengan del matrimonio con las mujeres Cananeas, eviten la idolatría, no coman sangre, y realicen los lavamientos antes y después de los sacrificios. El matrimonio con los Gentiles es enfáticamente prohibido en la historia de la destrucción de Siquem (Jubileos 30)(3).

Algunos énfasis especiales de Jubileos adquieren puntos añadidos con referencia al periodo de la revuelta Macabea. La historia de Adán y Eva es mencionada para mostrar que “debían cubrir sus vergüenzas y no descubrirse como se descubren los Gentiles” (3:31). La desnudez en el Gimnasio era un escándalo mayor en Jerusalem poco antes de la revuelta (1 Mac. 1:14-15). Hacer la guerra durante el Sabbath es explícitamente prohibido en 50:12. En 1 Mac. 2 leemos acerca de aquellos que fueron masacrados porque se negaron a defenderse durante el Sabbath. Después los Hasidim se unieron a Matatías, que decidió hacer una excepción de esta ley. Jubileos, parece ser, representa una posición purista sobre el tema.

Un estudio detallado sobre las posiciones halákicas y técnicas exegéticas del libro no tiene cabida en este estudio(4). El contenido del libro de los Jubileos es evidentemente bastante diferente de lo que normalmente encontramos en un Apocalipsis. Pero la obra como un todo es presentada como una revelación comunicada a Moisés por el ángel de la presencia(5). Las leyes se dice a menudo haber sido escritas “en las tablas celestiales” (3:10, 31; 4:5, 32; etc.)(6). Aunque no hay descripción de una visión o viaje celestial, la manera de revelación es claramente apocalíptica.

Moisés, más bien que Enoch, es el recipiente de la revelación aquí. Más claramente que los libros de Enoch, Jubileos funciona dentro de la tradición Mosaica. Pero la elección de Moisés como recipiente no ha de oscurecer el hecho que Jubileos re-escribe la ley de Moisés y la modifica en varios puntos. Es significante que el que habla –y en definitiva la figura autoritativa aquí- no es Moisés, sino el ángel(7). Jubileos corrige la ley tradicional basándose en las palabras del ángel y las tablas celestiales.

La revelación del ángel es presentada como un relato de los jubileos de la historia. Se puede comparar el papel de jubileos en el Apocalipsis de las Semanas, Daniel 9, y 11 QMelquisedek. En Jubileos, el relato se extiende sólo hasta la revelación del Sinaí. Pero en la introducción el relato dice cubrir “todos los años del mundo, y hasta que Dios descienda a morar entre ellos para toda la eternidad”(1:26). No hay razón para creer que el relato fuese completado(8), aunque Jubileos concibe la historia como un todo, con una conclusión escatológica. Hay unos cuantos vistazos anticipatorios hacia el final de la historia, lo cual puede satisfacer la afirmación de la introducción.

El final escatológico de la historia es desarrollado especialmente en dos lugares. Jubileos 1:23-29 anticipa un tiempo cuando los Judíos se volverán hacia Dios y Él vivirá entre ellos eternamente. Habrá una nueva creación, y el cielo y la tierra serán renovados “y todas la luminarias (serán) renovadas para sanación y paz y para la bendición de todos los elegidos de Israel”. El otro pasaje en Jubileos 23 es más explícito. Aquí obtenemos una visión rápida de todas las generaciones desde tiempos de Abraham. Hay un relato amplio del declive de la humanidad y los abusos de “una mala generación” (23:14) de la época Helena. Uno de los cargos contra esta generación es que ha olvidado “fiestas y meses y sabbaths y jubileos”, una posible referencia a un cambio del calendario. Pero entonces (23:26) “los niños comenzarán a estudiar la Ley” y comenzará la transformación. Expulsarán a sus adversarios y vivirán en paz. Finalmente, “sus huesos descansarán en la tierra y sus espíritus tendrán mucha alegría”, una referencia aparente a la vida después de la muerte sin resurrección(9).

Aunque Jubileos no concluye con una predicción escatológica, el prospecto de un juicio final es de crucial importancia: “El juicio de todos quedó establecido y escrito en las tablas celestiales en justicia”(5:13). Esta formulación resalta otro aspecto típicamente apocalíptico de Jubileos –su determinismo. Ya en 1:29 se refiere a “las tablas de la división/distribución de los años”, una indicación de que el curso del futuro está escrito de antemano. En 32:21 se le permite a Jacob leer en las tablas todo lo que le habría de ocurrir a él y a sus hijos a lo largo de los años. Es pues aparente que el marco determinista funciona como mecanismo exhortatorio. Si “el juicio de todos está establecido y escrito en las tablas celestiales en justicia”, es una advertencia para “todos los que transgredan la conducta que les ha sido asignada seguir” que “si no cumplen con esto, la sentencia está escrita para cada naturaleza y cada especie” (5:13). La inevitabilidad del juicio es la sanción final de las leyes de los Jubileos.

El horizonte escatológico es, pues, crucial para Jubileos, como lo es para cualquier Apocalipsis. El mundo celestial no es menos importante. Jubileos no persigue los intereses especulativos de los primeros libros de Enoch, aunque está empero interesado en el orden de la naturaleza. El relato de la creación (2:2) lista los ángeles de los espíritus de los elementos. El mundo de Jubileos está tan estrictamente supervisado por seres angélicos como lo está el Libro Astronómico de Enoch. Además de los ángeles de los elementos hay ángeles de la presencia y de la santificación. Éstos interactúan con la humanidad transmitiendo mensajes y protegiendo a los elegidos de sus adversarios demoniacos. Éstos últimos son los descendientes de los Vigilantes y su líder es Mastema o Beliar (1:20). Como resultado, la humanidad está entre dos caminos, cada uno controlado por poderes sobrenaturales, de manera similar a lo que encontramos en Qumran(10).

Jubileos representa una línea divisoria en el género apocalíptico. La confusión acerca de su género está reflejada en los varios títulos que se usan para con el libro: Jubileos, que sugiere un tratamiento de la historia; el Pequeño Génesis, que sugiere una paráfrasis bíblica (algunas veces llamada midrash); y también Apocalipsis de Moisés(11). Testuz veía la obra como un género compuesto, combinando aspectos históricos, legales, cronológicos, apocalípticos, y testamentarios(12). Jubileos difiere de los demás Apocalipsis en su cercana dependencia de la narrativa bíblica y sus haláquicos intereses, y a estos factores hay que darle su peso en una descripción completa del género. Es cierto, no obstante, que el Rahmengattung o marco genérico de Jubileos es un Apocalipsis(13). Es una revelación mediada por un ángel a una venerable figura del pasado. Las leyes que presenta están reforzadas por la inevitabilidad del juicio predeterminado y son guías del conflicto entre los ángeles y los demonios. Las ideas apocalípticas de la revelación, escatología, y los espíritus buenos y malos constituyen el punto de vista del mundo dentro del cual las leyes de Jubileos son de vital importancia. Podemos comparar el papel del marco apocalíptico aquí con el Libro Astronómico de Enoch. El mensaje específico del Libro Astronómico se refiere a la observancia del calendario de 364-días, que no es en sí misma distintivamente apocalíptica. Tanto en Enoch como en Jubileos, sin embargo, a las ideas haláquicas y sobre el calendario les es dada una estructura de apoyo, en una visión del cosmos y la historia que es distintivamente apocalíptica.

Jubileos no está relacionado con una crisis histórica de manera tan obvia como el Apocalipsis Animal o Daniel. Aunque es también producto de la era Macabea. Una pista para la fecha del libro se encuentra en la sección escatológica del cap. 23. Como se señaló arriba, los “niños” que comienzan a estudiar las leyes y se alzan y expulsan a sus adversarios pueden ser plausiblemente identificados con los Hasidim o un ala de este partido, y las prohibiciones contra la desnudez, casamientos con los Gentiles, y hacer la guerra en Sábado tienen sentido en este contexto. Se ha argumentado que “posiblemente en un caso, Jub. 34:2-9, y seguramente en otro, 37:1-38:14, el autor de Jubileos compuso los relatos de las batallas cuya inspiración fueron las victorias de Judas Macabeo”(14). Una indicación posterior de las fechas la encontramos en la relación de Jubileos con los Rollos de Qumran(15). Se sabe que Jubileos comparte doctrinas claves y observancias con Qumran: el calendario, determinismo, dualismo (ético y ángelico), y una escatología que no incluye, o al menos minimiza, la idea de la resurrección. Aunque en Jubileos falta cualquier indicio de organización en una comunidad separada y está más bien interesado en la nación de Israel, los “niños” que estudian las leyes son un grupo distinto dentro de éste. A la vista de estas consideraciones, Jubileos se piensa viene de una etapa pre-Qumran de un movimiento que culminó en los Esenios y debe ser asociado con los Hasidim(16). Doron Mendels ha argumentado que las referencias territoriales en Jubileos requieren una fecha no más temprana que el 120: Jubileos 38 “debe referirse a la conquista final de Idumea… en el 125 a.C.”(17). Los fragmentos de Qumran requieren una fecha no posterior al 100 a.C.(18). Jubileos, pues, es un producto del periodo temprano Hasmoneo, e indirectamente de la crisis Macabea. La crisis percibida en Jubileos, no obstante, no es la crisis política de la persecución, que domina el libro de Daniel. Es más bien la crisis piadosa, ocasionada por el abandono del calendario solar y la indiferencia hacia las leyes. La crisis es primariamente dentro de la comunidad Judía: de ahí la llamada a la autoridad de Moisés y el intento de re-escribir la ley para incorporar los intereses especiales de Jubileos. Jubileos responde a la crisis no sólo reafirmando la ley de Moisés y adjudicándole a éste sus propias disputadas leyes (o mas bien, más allá de Moisés, al ángel y las tablas celestiales). También ofrece una visión del cosmos y de la historia donde los ángeles buenos y sus seguidores prevalecerán y los pecadores serán condenados a un juicio inevitable.                            
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1.    VanderKam, “Enoch Traditions”, 229-45. Para el texto Etíope de Jubileos, ver VanderKam, The Book of Jubilees: A Critical Text (Leuven: Peeters, 1989).
2.    Hay también diferencias entre los varios libros de Enoch. Según el Apocalipsis Animal (89:6), los descendientes de los Vigilantes perecieron en el diluvio. 1 Enoch 98:4-5 insiste que el pecado no ha sido enviado sobre la tierra, sino que fue creado por los humanos. Ambos puntos contradicen implícitamente el Libro de los Vigilantes.
3.    Ver M. Testuz, Les Idées Religieuses du Libre des Jubilés (Paris: Menard, 1960) 101-19; Nickelsburg, Jewish Literature, 73-80.
4.    Ver J.C. Endres, S.J., Biblical Interpretation in the Book of Jubiless (CBQMS 18; Washington, D.C.: Catholic Biblical Association of America, 1987.
5.    En el texto Etíope Moisés es algunas veces considerado el autor del libro, otras veces el ángel, pero esta confusión puede ser un problema de traducción. VanderKam argumenta que en el Hebreo original Moisés sólo escribió lo que le dictó el ángel (The Putative Author of the Book of Jubilees. JSS 26 [1081] 209-17).
6.    R.H. Charles, The Book of Jubilees or the Little Genesis (London: Black, 1902) 25; J.C. VanderKam, Textual and Historical Studies in the Book of Jubilees (HSM 14; Missoula, MT: Scholars Press, 1977) 262-63.
7.    La tradición de que la Ley fue dada por los ángeles se encuentra en el Nuevo Testamento (Hechos 7:53; Gal. 3:19; Heb. 2:2)
8.    Es interesante señalar que el Testamento (Asunción) de Moisés comienza donde termina Jubileos. El título “Testamento de Moisés” precede una cita de Jubileos en el Catena de Niceforo (Charles, APOT, 2:2). Una conexión entre las dos obras es posible, aunque muy hipotética.
9.    Nickelsburg, Resurrection, 31-33; G.L. Davenport, The Eschatology of the Book of Jubilees (Leiden: Brill, 1971) 32-46.
10. Testuz, Les Idées Religieuses, 75-92; VanderKam, Textual and Historical Studies, 265-67.
11. Charles, APOT 2:2. El título “Apocalipsis de Moisés” es aplicado de manera más común a una variante de la Vida de Adán y Eva (Nickelsburg, Jewish Literature, 253-56).
12. Testuz, Les Idées Religieuses, 12.
13. Comparar Rowland, The Open Heaven, 51-52.
14. VanderKam, Textual and Historical Studies, 217-24.
15. Ibid., 258-80; Testuz, Les Idées Religieuses, 179-95; K. Berger, Das Buch der Jubiläen (JSHRZ 2/3; Gütersloh: Mohn, 1981) 295-98.
16. VanderKam, Textual and Historical Studies, 283. Comparar Testuz, Les Idées Religieuses, 33; A. Jaubert, La notion d´alliance dans le Judaisme (Paris: Seuil, 1963) 93-94, 115, 475.
17. D. Mendels, The Land of Israel as a Political Concept in Hasmonean Literature (Tübingen: Mohr-Siebeck, 1987) 80. Cf. Jub 38:14: “Y los Edomitas no han podido quitarse el yugo de servidumbre que los doce hijos de Jacob le impusieron hasta hoy”.
18. VanderKam y Milik, “Jubilees”, en H. Attridge et al., eds., Qumran Cave 4-VIII: Parabiblical Texts (DJD 13). Nickelsburg prefiere una fecha cerca del 168 dado que Jubileos 23 no contiene mención de Antíoco Epífanes (Jewish Literature, 77; comparar J.A. Goldstein, “Jewish Acceptance and Rejection of Hellenism”, en E.P. Sanderes, A.I. Baumgarten, and A. Mendelson, eds., Jewish and Christian Self-Definition [3 vols.; Philadelphia: Fortress, 1981] 2:64-87). B.Z. Wacholder también argumenta a favor de una fecha anterior a la revuelta (The Dawn of Qumran [New York: Ktav, 1983] 41-42). Berger argumenta a favor de una fecha entre 145 y 140 (Das Buch der Jubiläen, 300). Davenport distingue tres etapas: el cuerpo de la obra está datado con anterioridad a la revuelta Macabea; 1:4b-26, parte de 1:29, 23:14-31, y 50:5 están datadas en 166-160; 1:27-28 y algunos otros versículos fueron añadidos posteriormente (Eschatology). Las razones de este división no son convincentes. Finalmente, hay que señalar los comentarios cautelares de R. Doran, The Non-dating of Jubilees: Jub 34-38; 23:14-32 en Contexto Narrativo, JSJ 20 (1989) 1-11.  













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