viernes, 10 de abril de 2009

CARACTERÍSTICAS DE LA DIVINIDAD

CARACTERÍSTICAS DE LA DIVINIDAD
A pesar del mito ocasional de un dios que muere, Baldr, la inmortalidad es un rasgo básico de los dioses. En los Vedas como en Griego, son llamados los “dioses inmortales”, o simplemente “los inmortales”: “devá amrtah” RV 3.4.11; amrtah 7.63.5; Iliada 1.520 “én átanátoisi teoisin”, etc.; 9.110 “átánatoi”, etc. El sinónimo “ámbrotos”, que corresponde exactamente al Védico “amrta” (*n-mr-to), es usado en el singular “Teòs ámbrotos” (22.9, 358), pero para los dioses en plural la palabra heredada ha sido desplazada por la nueva “átánatoi”. El antiguo lexema aparece en el Avesta como “amesha”, y en la teología Zoroastriana las entidades divinas que Zarathushtra había asociado con Ahura-Mazda son llamadas los “Amesha Spentas”, (los Generosos Inmortales). En Latín, el esperado “*immortus” es reemplazado por la forma “immortalis”. Los dioses son los “di inmortales”, u ocasionalmente “inmortales” solamente.

Dado que los seres humanos son terrestres en contraste con los celestiales dioses, son, por lo tanto, mortales en contraste con las deidades inmortales.

En Iraní generalmente “mortal” vino a ser una palabra para “hombre”: Antiguo Persa “martiya” , Sogdiano “mrtyy”, Persa moderno “mard”. Similarmente en Armenio, “marda” aunque esto puede ser un préstamo del Iraní. Uno tiene la impresión de que la antítesis mortal-inmortal es característica de la familia Greco-Aria más bien que de la Indo-Europea en general, aunque hay que señalar que una palabra del Tochario para “hombre” (en tanto que opuesto a la mujer), en el dialecto A es “onk”, en el B “enkwe”, deriva de “*nku-ó” (mortal).

En Homero los dioses no sólo son inmortales sino siempre jóvenes. Tendemos a asociar la vejez con la muerte, como los mayores inconvenientes en nuestra existencia, y era natural concebir a los dioses como exentos de ambas. Las dos ideas están emparejadas en la formula recurrente “átánatos kaì ágéraos”, con esta anáfora del prefijo negativo “á” (<*n). Esto tiene un paralelo en el Veda y el Avesta. La diosa “Amanecer” en el RV 1.113.13 es “ajára amrta”, donde “ajára” contiene una raíz relacionada con la del Griego “géron, gêras” ( de ahí geriátrico en Castellano). Similares frases son usadas para otras entidades con estatus divino: 3.53.15 “amrtam ajuryám”; AV 10.8.26 “ajára mártiyasyamrta grhé”, (sin envejecer, un inmortal en la casa de un mortal). Los hombres creados por Ahura Mazda reformarán, bajo su soberanía, el mundo para que sea “azaresentem ameresentam afrityantem apuyantem” (sin envejecer, inmortal, sin decadencia, sin pudrirse, Yt.19.11). Atributos similares son predicados del Dios Cristiano.

RELACIONES CON LA HUMANIDAD
Aunque algunas deidades individuales están encargadas de la supervisión de la justicia, contratos, etc., en general los dioses Indo-Europeos no tienen carácter ético. Lo esencial en ellos es el poder, que pueden ejercer a placer. Es importante, pues, tenerlos como amigos. En el ritual Hitita el sacerdote oraba “que Tabarna, el rey, sea querido por los dioses!”. La oración Hindú “pryó devanam bhuyasam”, “que yo sea considerado amigo de los dioses. También era bastante normal para los Griegos: Teognis 653, “que tenga buena fortuna y sea amado por los dioses”; Píndaro fr.155, “qué puedo hacer para ser por ti querido, hijo tronante de Cronos…”.

La relación de dios con la gente era expresada usando términos tomados del mundo de los humanos: rey, padre, pastor. En el RigVeda los dioses son invocados o descritos como “rájan”, (rey), o “samráj”, (gran rey): Varuna (1.24.7-9, 12-14, 156.4), Indra (1.63.7), Soma (1.91.4), Agni (1.79.6), Mitra (3.59.4). Las deidades Griegas también llevan el título “anax” o “anassa”; Wanax aparece como deidad en las tablillas de Pilos. “Basileús”, y “Basileia” son usados especialmente para Zeus y Hera, pero esporádicamente también como nombre divino independiente.

Los títulos “padre” y “madre” señalan especialmente al Cielo y la Tierra. Aunque otros dioses Védicos además de Dyaus son llamados “nuestro padre” o “el padre”: Agni (RV 1.31.10;2.1.9), Tvastr (2.17.6), Varuna (7.52.3). En Grecia la práctica es rara, pero Ion de Quios se dirige a Dionisos como “pater” (fr.26.13; Esquilo, fr. 382. En Roma estaba bien establecido. Catón cita oraciones que contenían los vocativos “Iane pater” y “Mars pater” (De agric. 134.2). Eneas ora al “pater Tiberino”, como lo hace Cocles en Tito Livio (2.10.11).

En el tratado Hitita entre Muwatalli y Alaksandu de Wilusa (CTH 76 iv 1) uno de los dioses invocados es el dios-Sol del cielo, rey de la tierra, pastor de la humanidad”. La metáfora del pastor puede ser un término prestado de la cultura semita, tal como es común uso en la poesía Babilonia y Hebrea. Pero también podía ser una herencia Indo-Europea; era natural para las sociedades pastoriles, también común a los pueblos Indo-Europeos y del Medio Oriente.

Los dioses son donantes. Como vimos a comienzo de este texto, que una palabra que significa “dispensador” vino a ser el término común para “dios” en Iran y el mundo Eslavo. En las oraciones constantemente se le pide a los dioses para que den (otorguen) cosas. Theodor Benfey señaló en 1972, un predicado más específico “donante(s) de buenas cosas” lo cual puede ser inferido (al menos para los Greco-Arios) de expresiones paralelas en el Veda, Avesta y épica Griega (Durante 1962). En Indo-Iranio están basados en las raíces “da” (dar) y “vasu” (bueno) (2.22.3); “data vásunaam” (dador de buenas cosas) (Y. 8.51.5); Agni es “vasudavan” (2.6.4). Similarmente en el Avesta Ahura Mazda es “vanhuda” (Y.38.4) o “data vanhuuam” (Vendidad 22.1, 8, 14), mientras que los Santos Inmortales son “vohunam dataro”, “dadores de buenas cosas” (Y.65.12). Esto se corresponde bastante de cerca con la fórmula de Hesíodo y Homero que llamaba a los dioses “doteres éaon”. El vocativo singular “dotor éaon” es usado para dirigirse a Hermes en la Odisea (8.335) y dos veces en los Himnos Homéricos. Da la impresión que las frases Griegas y Védicas se remontan a un común prototipo, aunque “éaon” –evidentemente una palabra arcaica- es difícil de analizar. La raíz “dar” reaparece en el Antiguo Ruso “Dazibotu”, Eslavo Eclesiástico “Dazdibogu”, “Otorgador de Riqueza”, mientras que un dios Lituano que se escribe “Datanus” y glosado como “donator bonorum seu largitor” en una fuente del siglo XVI.

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