EL LIBRO DEL APOCALIPSIS
INTRODUCCIÓN
El primer rollo con los siete sellos en Apocalipsis 5 es a menudo usado como símbolo de la
confusión que muchos lectores sienten cuando se ven confrontados a la profusión
de imágenes en el libro y su aparente falta de estructura.
Los problemas resultantes de la oscuridad del Apocalipsis
están compuestos por ciertas consideraciones dogmáticas. Desde Ireneo e
Hipólito hasta “Los Niños de Dios”, el libro del Apocalipsis ha sido
interpretado en términos de escatología literal milenaria. La popularidad de
esta línea de interpretación ha hecho al libro ofensivo para aquellos que son
teológicamente más liberales.
Finalmente, la interpretación del Apocalipsis ha sido
obstaculizada por una variedad de posiciones de estudiosos dogmáticos respecto
al contexto en el que el libro ha de ser comprendido. Gran parte de la
dificultad que tienen los lectores modernos con este libro es debida al hecho
que sus imágenes no son familiares. Aunque se puede demostrar que sus patrones
narrativos e imágenes se entienden mejor en el marco de los antiguos mitos del
combate. Estos mitos involucran una lucha entre dos seres divinos por la
realeza universal. Uno de los combatientes es a menudo un monstruo
representante de las fuerzas del caos. Cada una de las principales culturas del
antiguo Mediterráneo oriental tiene al menos una versión nativa de este mítico
combate: Marduk y Tiamat en Babilonia; la lucha entre Baal y el Mar(Yamm) en la
literatura Cananita; el conflicto entre Horus y Seth en Egipto; y el de Apolo
contra Pytón en Grecia. El bestial oponente está asociado con el desorden en la
sociedad y la esterilidad en la naturaleza, mientras que el campeón está
relacionado con el orden y la fertilidad. El conflicto entre ambos tiene
significado universal y el orden y fertilidad del cosmos dependen del resultado
de este.
APOCALIPSIS: SERIES DE SIETE COMO
PRINCIPIO ORGANIZATIVO
Muchos exegetas han señalado que la primera llave para el
plan de visiones en el libro del Apocalipsis es el hecho que están, en su gran
mayoría, organizadas en series de siete(1). Esta
observación fue el punto de partida de Austin Farrer en su análisis de su
primer libro sobre el Apocalipsis, “A Rebirth of Images”(2).
En esta obra enlazó las series de siete con los días de la creación y con el
calendario y leccionario festivo Judío. La teoría de Farrer donde afirma que
las series de siete en Apocalipsis reflejan el calendario y el leccionario es
bastante especulativa y no obtuvo la aceptación general. En su comentario,
cambió su énfasis de los paralelos litúrgicos a las correspondencias entre las
series de siete en el Apocalipsis y la “tribulación
Danielica de media semana”. Esta interpretación no es menos arbitraria.
A pesar de su fracaso en formular una interpretación de la estructura del
Apocalipsis, el análisis de esta estructura sugerida en “A Rebirth of Images” sigue
siendo el más fiel respecto a las indicaciones de organización literaria dentro
del libro de todas las hasta hoy publicadas(3).
Según este esquema, el libro está dividido en seis secciones, incluyendo los
capítulos 1-3, y cada uno está basado en el número siete. Aquí su visión de las
principales secciones del libro:
Siete mensajes 1-3
Siete sellos 4-7
Siete trompetas 8:1
- 11:14
Siete visiones no numeradas 11:15
– 14:20
Siete copas 15-18
Siete visiones no numeradas 19-22(4)
RECAPITULACIÓN EN EL LIBRO DEL
APOCALIPSIS
Entre las opciones básicas para interpretar el libro del Apocalipsis
Bornkamm realizó importantes contribuciones restableciendo la teoría de la
recapitulación(5). Aunque hay dos críticas
respecto a su aplicación de esta teoría: (1) no
se pueden aceptar sus argumentos estructurales que afirman que la revelación del
contenido de los siete sellos comienza en 8:2,
y que en 15:1 comienza el segundo gran ciclo
de visiones; (2) se ha indicado que la
recapitulación en Apocalipsis es más extensa de lo que Bornkamm se dio cuenta.
Se ha argumentado que, a parte del prólogo y el epílogo, el
libro está dividido en seis secciones, cada una caracterizada por siete
elementos numerados o no numerados. La recapitulación no se extiende hasta las
seis secciones, sino que comienza con la revelación del contenido del rollo con
los siete sellos, i.e., en 6:1. Hay pues
cinco series de visiones que manifiestan recapitulación:
1.
Los siete sellos(6:1
– 8:5)
2.
Las siete trompetas (8:2
– 11:19)
3.
Las siete visiones no-numeradas (12:1 – 15:4)
4.
Las siete copas (15:1-
16:21); apéndice Babilonio- (17:1 – 19:10)
5.
Las siete visiones no-numeradas (19:11-21:8); apéndice de Jerusalem(21:9 – 22:5)
Los motivos recurrentes con más regularidad en las cinco
series son: (a) persecución, (b) el castigo de las naciones, seguido por (c) el triunfo de Dios, el Cordero, y/o los fieles.
EL MITO DEL COMBATE EN APOCALIPSIS
Aunque el libro del Apocalipsis es presentado como una carta
celestial, su imaginería no cayó simplemente del cielo. Pocos intérpretes
mantienen hoy día la opinión que el libro fue dictado palabra por palabra al
vidente y que éste escribió mecánicamente lo que oyó y vio. Incluso si el libro
está basado en experiencias extáticas reales, está claro que el vidente hizo
uso de imágenes y formas tradicionales para comunicar su experiencia(6). El carácter tradicional de la imaginería también
pone una limitación en nuestra comprensión de la naturaleza del genio creativo
del vidente.
La mayoría de las imágenes no son metáforas creadas por una
mente poética individual, sino que son imágenes tradicionales con una larga
historia y una rica variedad de connotaciones y asociaciones. En orden a
comprender esas imágenes, uno ha de ser consciente de su carácter tradicional y
familiarizarse con las connotaciones que conllevan.
El patrón subyacente en el Apocalipsis y mucha de su
imaginería tiene fuertes afinidades con el patrón mítico del combate muy
extendido en el antiguo Cercano Oriente y el mundo clásico. Este patrón
describe una lucha entre dos seres divinos y sus aliados por el reinado
universal. Uno de los combatientes es normalmente un monstruo, muy a menudo un
dragón. Este monstruo representa el caos y la esterilidad, mientras que su
oponente está asociado con el orden y la fertilidad. El conflicto entre ellos
es una batalla cósmica cuyo resultado constituirá o abolirá el orden en la
sociedad y la fertilidad en la naturaleza.
En el siglo primero d.C., este patrón básico era corriente
en una variedad de formas; casi cada tradición étnica principal tenía una o más
versiones. El patrón se puede encontrar en las tradiciones Judía, Siro-Fenicia,
Egipcia y Greco-Romana. Joseph Fontenrose, en su estudio sobre la tradición
mitología Délfica, argumenta que esos varios mitos de combate están
históricamente relacionados, i.e. derivan de un prototipo común(7). Dice que los mitos de Apolo-Tifón
y Zeus-Tifón son variantes muy de cerca
relacionadas de un mito de combate más temprano que llegó a Grecia desde Siria
y Cilicia y que puede ser de origen Semita o Sumerio(8).
Según Fontenrose, el ciclo Egipcio de Horus-Osiris-Set
es una variante del mismo prototipo(9). Otras
variantes del mismo mito de combate básico incluyen el conflicto entre el dios
de la tormenta (el) “illuyankas”(i.e., el “dragón” o “serpiente”)
en la tradición Hitita(10); la lucha entre Baal y Yamm en la literatura Cananita-Ugarítica(11); las batallas de un dios-héroe con el dragón Labbu
y el pájaro Zu(12) y de Marduk con Tiamat(13) en la literatura Acadia.
El tema de la interrelación histórica de esos mitos no es relevante
en este estudio. El punto de interés aquí es que había un número de mitos del
combate en circulación en el siglo primero d.C. y que todos tenían un patrón
común. Es a este patrón que nos referimos cuando hacemos referencia al “mito del combate”. El uso del término no implica
ninguna teoría particular sobre el origen histórico y las interrelaciones de
las versiones individuales del mito.
La imaginería del Apocalipsis en sus varios motivos no puede
haber derivado de una sola tradición. La mayor parte de la imaginería puede ser
entendida en un contexto Semita. El término Semita se refiere aquí al AT, a la
literatura no-canónica Judía, y a la mitología Mesopotamia, Ugarítica, y
Siro-Fenicia. Aunque un cierto número de motivos, incluidos algunos bastante
importantes como la persecución de la mujer a cargo del dragón en el Cap. 12 y la herida en la cabeza de la bestia en
el capítulo 13, no pueden ser entendidos
adecuadamente en este contexto. Parece que el autor del Apocalipsis intentaba
de manera consciente ser internacional incorporando y fusionando elementos
tradicionales de varias culturas.
Los pasajes en el Apocalipsis que mejor ilustran estas
características arriba citadas –la naturaleza tradicional de las imágenes, las
afinidades con el mito del combate, y la fusión de diversas tradiciones- es el capítulo 12. Apocalipsis 12 refleja el mito del
combate de manera más extensa y vívida que cualquier otro pasaje del libro. El
ataque del dragón a la mujer refleja la fase del mito del combate en la cual el
rebelde (el dragón) tiene poder y trata de impedir a aquel destinado a ser rey
(el hijo de la mujer) que le quite el poder. La batalla entre Miguel y el
dragón en el cielo refleja fuertemente la forma del mito del combate en el que
el dios rebelde (el dragón) y sus aliados (sus ángeles) intentan tomar el poder
de los dioses, pero son derrotados y expulsados del cielo. El capítulo 12
refleja claramente el mito del combate, lo que fue reconocido ya a finales del
último siglo por Hermann Gunkel en su famosa obra, “Schöpfung
und Chaos in Urzeit und Endzeit”(14). Fue
esta visión de la naturaleza de Apocalipsis 12 la que le llevó a centrar su
estudio en el fondo mitológico del Apocalipsis en este pasaje.
EL PATRÓN DEL MITO DEL COMBATE Y
APOCALIPSIS 12
Fontenrose demostró la similitud entre los varios mitos del
combate demostrando que muchos temas similares tienen lugar en cada uno de
ellos(15). Este es el patrón que forman los
temas básicos:
A.
El Par de Dragones – el oponente es a menudo
un par de dragones o bestias: (1)marido y
esposa y/o (2a)hermano y hermana o (2b)madre e hijo.
B.
Caos y Desorden – fuerzas que el oponente
representa.
C.
El Ataque – el oponente quiere (1a)impedir que el dios principal (o dioses más
jóvenes) alcancen el poder, y/o (1b)expulsarle
después de haber obtenido el poder.
D. El Campeón
E.
La Muerte del Campeón.
F.
El Reino del Dragón – mientras el dios está
muerto y confinado en el mundo subterráneo, el dragón gobierna
destructivamente: (1)saquea y satisface sus
diferentes lujurias; en particular (2)ataca a
la esposa del dios o a la madre.
G.
Recuperación del Campeón – (1) la esposa del dios, hermana y/o madre luchan para
recuperarlo (a)mediante la magia, o (b)seduciendo al dragón, o (c)luchando
ella misma contra el dragón; o (2)su hijo le ayuda
(a)recuperando el poder/potencia perdido por el
dios, o (b)asumiendo el papel de campeón él
mismo.
H.
Nueva Batalla y Victoria.
I.
Restauración y Confirmación del Orden(16).
En Apocalipsis 12 el
oponente (A) es un solo dragón (vs. 3); el
motivo de una multiplicidad de adversarios bestiales tiene lugar en el cap. 13. El hecho que el dragón del cap. 12 esté asociado con caos y desorden (B) está
demostrado por sus amenazas contra el orden del cosmos expresada en su barrido
de las estrellas del cielo a la tierra (vs.4a).
El ataque del dragón (C) consiste en su intento de devorar al niño(vs.4). Está implicado que la meta del dragón era
prevenir el cumplimiento del destino del niño: “Gobernar
las naciones con una vara de hierro”, i.e. impedir que el joven héroe llegara
al poder.
El campeón (D) es introducido en la mención de su nacimiento
vs. 5. La alusión a Salm.
2:9 indica que es una figura mesiánica(17).
La muerte del campeón no es descrita en el cap. 12.
Al contrario, la narrativa describe su rescate del dragón (vs. 5). Pero el traslado del niño al trono de Dios
traerá a la mente de los lectores Cristianos la muerte y exaltación de Jesús.
El tema de la recuperación del campeón (G) sigue
inmediatamente al desplazamiento del campeón (E) en Apocalipsis
12. Cap. 12 es característico en lo que el papel del campeón en la lucha
contra el dragón no es realizado por el héroe, su aliado femenino (esposa,
hermana, madre o hermana), ni por su hijo, sino por un aliado angélico, Miguel(vs. 7). La batalla renovada y la victoria (H) son
descritas en vss. 7-9---- la batalla en el
cielo y la expulsión del dragón fuera del cielo. La restauración confirmación
del orden (I) son anunciadas y celebradas en el himno y asociadas con “el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo”(vs. 10).
El orden es restaurado, sin embargo, sólo en el cielo, como
indican los ayes sobre la tierra en v.12. En
los vvs. 13-18, tenemos el reino del dragón
(F) expresado en su ataque a la madre del héroe(F2).
El patrón del mito del combate es así presentado en Apocalipsis 12:
A.
El Dragón (vs.3)
B.
Caos y Desorden (vs.4a)
C.
El Ataque (vs.4b)
D.
El Campeón (vs.5a)
E.
“La Muerte” del Campeón (vs.5b)
G.
Recuperación del Campeón(vs.7ª)
H.
Nueva Batalla y Victoria (vss. 7b-9)
I.
Restauración y confirmación del Oreden (vss.10-12ª)
F El Reinado del Dragón (vss. 12b-17).
Hemos visto que el conjunto del patrón de Apocalipsis 12 corresponde al patrón básico del
mito del combate. Surge la cuestión de a qué forma o formas del mito del
combate se asemeja Apocalipsis 12 más de cerca. Habrá que investigar este punto
investigando primero los paralelos del ataque del dragón a la madre del héroe.
EL ATAQUE DEL DRAGÓN A LA MUJER
Hay dos maneras básicas en las que una diosa asociada con el
campeón puede funcionar en el mito del combate. Puede aparecer en el reino del
dragón (F) como esposa del héroe o madre siendo atacada por el dragón (F2); o
puede funcionar como aliada del campeón, sea luchando junto a él en la batalla
(H), o ayudando en su recuperación y/o luchando contra el dragón en su
lugar(G1)(18).
PARALELOS ACADIOS E HITITAS
En el mito Acadio de Zu, el héroe es alentado y ayudado por
su madre, la diosa Mah o Mammi(19). La diosa
Inaras hace posible que el dios de la tormenta venza al dragón en el mito
Hitita de Illuyankas(20). Inaras era
aparentemente considerada la hija del dios de la tormenta(21). En ambas tradiciones las diosas juegan un papel
en la recuperación del campeón (G1) o en la victoria (H), aunque no en el
reinado del dragón (F).
PARALELOS UGARÍTICOS
Hay poca evidencia de que el tema del ataque del dragón a la
consorte del héroe fuese corriente en la mitología Cananita. Un ataque de este
tipo puede ser una expresión de la lujuria del dragón. La única evidencia de
este motivo en los mitos Cananitas son las tradiciones acerca de la lujuriosa
persecución de Tifón a Afrodita, un evento localizado cerca del Éufrates o
Ascalón. La asociación de la tradición con el Este puede ser una indicación de
que el mito originalmente se refería a Yamm y Anat(22).
En los textos Ugaríticos que tratan de las batallas de Baal
contra Yamm y Mot, Anat es la-diosa-aliada del Campeón. Es hermana y esposa a
la vez(23). Le ayuda primeramente en la batalla
contra Yamm y sus aliados (H)(24). Cuando Baal
es vencido y asesinado por Mot, Anat realiza elaboradas acciones de duelo para
él(25). Después lucha contra Mot para vengar a
Baal(26). Los textos implican que los efectos de
la victoria de Anat sobre Mot fueron traer de vuelta a la vida a Baal, i.e.,
que Anat hace posible que Baal regrese del mundo subterráneo donde había estado
prisionero(27).
El tema del ataque del dragón a la consorte del campeón como
expresión del “reinado del dragón” (F) no
aparece en los textos Ugaríticos disponibles. El papel de Anat, por
consiguiente, no pertenece al reinado del dragón, sino a los temas de
recuperación del campeón (GLc) y de la batalla y victoria (H).
PARALELOS EGIPCIOS
Un número de temas que aparecen en los mitos Ugaríticos
también lo hacen en los Egipcios. Como Anat, Isis es hermana y esposa del
campeón, Osiris(28). También realiza rituales
elaborados de duelo cuando muere su consorte(29).
Isis restaura a la vida a Osiris; no a su estado anterior de rey universal,
sino que hace posible su vuelta a la vida en un estado nuevo como rey del mundo
subterráneo(30).
Igual que Anat en los mitos Ugaríticos, Isis aparece como la
diosa aliada del Campeón, ayudándole en combate. En este caso no es el Osiris
recuperado el que participa en la batalla; su hijo Horus toma el papel de
campeón(G2b). En la literatura más temprana Egipcia, los
Textos de las Pirámides, no aparece tradición alguna de Isis ayudando a
Horus en su batalla contra Set(31). Este tema,
sin embargo, deviene muy importante en el reino medio, y aparece mencionado en
los Textos de los Sarcófagos y en otros
restos de material literarios de los reinos medio y nuevo(32). Diodoro de Sicilia, escribió a cerca de esto en
el 60 a.C., aunque probablemente dependía de material escrito muy anterior(33) y le otorga a Isis un papel activo en el combate.
“ten de Isin…. Metelthein ton phonon,
synagonizomenou tou paidos autes Horou, anelousan de ton Typhona…..”(34).
La tradición Egipcia también contiene el tema del ataque de
Set-Tifón a Isis como expresión del reino del
“dragón”(35). Este ataque es algunas
veces motivado por la lujuria. Bien conocidas son las insinuaciones sexuales de
Set a Horus y Anat(36). También hay tradiciones
que hablan de la lujuria de Set hacia Isis y su persecución amorosa(37).
En la tradición Egipcia, sin embargo, es más habitual que la
persecución de Set-Tifón esté motivada por el deseo de impedir el nacimiento o
la llegada de la edad de Horus, el hijo del héroe, dado que este último ayudará
o vengará a su padre cuando sea lo suficientemente fuerte. Según una tradición
del reino medio, Isis buscó la protección de Ra para el niño en su vientre
contra Set(38). Las tradiciones más tardías
hablan del encarcelamiento de Isis a manos de Set, su búsqueda del infante
Horus, y su intento de asesinato de este(39).
Así, en esas versiones del mito, el ataque del “dragón” a la esposa del héroe
no es sólo un aspecto del “reinado del dragón”(F), sino que es también un nuevo
“ataque” (C), en lo que está motivado por el mismo deseo de reinar que dio
lugar al ataque original contra Osiris.
En el material mitológico conservado por Herodoto en la
Estela de Metternich (c. 378 a.C.), el papel de Isis en la lucha contra
Set-Tifón es el de dar nacimiento y proteger a Horus hasta que crezca y sea lo
suficientemente fuerte para luchar contra Set(40).
El examen que hace Plutarco del papel de Isis en el ciclo mítico está más cerca
del de Herodoto y del de la estela de Metternich. Indica una hostilidad general
entre Isis y Set, aunque limita su papel activo a dar a luz y nutrir a Horus(41).
PARALELOS GRIEGOS
La ayuda brindada a Zeus y Apolo por aliados femeninos es un
tema menor en las versiones Griegas del mito del combate. Según Nicandro,
citado por Antonino Liberal (28.2), y Valerio Flaco (Argonautica
4.237-38) Atenea ayudó a Zeus contra Tifón. Artemisa era algunas veces
mencionada o descrita como aliada de Apolo en la batalla contra Pitón(42).
El tema del ataque del dragón a la esposa del campeón
durante el “reinado del dragón” está
reflejado en la versión de Nono del mito de Zeus-Tifón. La lujuria de Tifón era
una amenaza para las ninfas y las diosas(43). Su
deseo de unirse a Hera parece estar fundado en un lujurioso deseo de humillar a
Zeus(44).
En la mayoría de las versiones el mito de Apolo-Pitón-Leto,
los rasgos (E), la “muerte del campeón”, y
(F), el “reinado del dragón”, no aparecen,
aunque hay cierta evidencia de que formaron parte del mito en época más
temprana(45). En cualquier caso, en la mayoría
de las versiones, la persecución de la madre del héroe pertenece a la etapa del
ataque original del dragón. Se podría esperar que la motivación del ataque
fuese impedir la toma del poder a cargo de Apolo.
Algunas tradiciones presentan el conflicto de Apolo con
Pitón simplemente como una lucha por el control del oráculo de Delfos(46). Otras relacionan la batalla con su nacimiento y
describen el ataque como acto de venganza por el ataque del dragón a Leto, sea
mientras estaba embarazada de los gemelos, Apolo y Artemisa(47), o después de su nacimiento(48). W. F. Otto opina que las versiones que relacionan
la lucha del dragón con Delfos son secundarias, apoyándose en el hecho que
muchas localidades además de Delfos habían adoptado como leyenda local la lucha
del dragón contra Apolo(49).
Si Otto está en lo cierto respecto a que la relación de la
lucha del dragón con el oráculo de Delfos es un desarrollo secundario, aquellas
tradiciones que hablan de una alianza entre Pitón y Hera son primarias. Su papel
en el mito Pitón-Apolo es análogo al de la diosa Gea en el mito Zeus-Tifón.
Después de las derrotas de sus hijos mayores, los Titanes y los Gigantes, Gea
trajo a Tifón incitándole a atacar y expulsar a Zeus y los demás dioses(50). También se dice que Hera era la madre de Tifón(51). Así, en la etapa temprana del desarrollo del mito
de Apolo-Pitón-Leto, el propósito del ataque puede haber sido impedir la
ascensión al poder de Apolo para gobernar sobre los dioses, i.e., al reinado
universal.
APOCALIPSIS 12
Volviendo de nuevo a Apocalipsis
12, es evidente que el papel de la mujer no es el de aliada de la diosa,
el cual pertenece al tema de la recuperación del campeón (G) o al tema de la
batalla y victoria (H). Ella es la madre amenazada del héroe, un papel que
pertenece al tema del ataque (C) o al del reinado del dragón (F). así, sus más
cercanos análogos no son la Anat del ciclo de Baal, ni Isis en su papel de
vengadora de Osiris y aliada de Horus en su enfrentamiento a Set(52), sino más bien la Isis de la Estela de Metternich
y tradiciones relacionadas, y Leto(53). La mujer
en Apocalipsis 12, como las dos diosas posteriores, es descrita como madre de
un personaje heroico atacado por el dragón debido a la amenaza que suponía el
niño.
Las similitudes temáticas entre Apocalipsis 12, y los mitos
Pitón-Apolo y Set-Isis-Horus pueden ser mejor elucidadas haciendo un listado y
comparando los temas básicos de cada uno. Utilizaremos la “Fabulae 140” de Higinio
como punto de partida para la tradición de Leto, dado que es el testimonio más
completo de este mito en forma narrativa(54).
Desafortunadamente no hay narrativa sistemática comparable de este aspecto en el
ciclo de Isis. El “Himno de Amen-Mose” y la
estela de Matternich serán aquí tenidos en cuenta como el testimonio más
completo de la secuencia de eventos. Los comentarios realizados por Herodoto,
Plutarco y Arístides indican que el patrón mítico así reconstruido era conocido
fuera de Egipto desde el siglo quinto a.C. hasta al menos el 140 d.C.:
I. El mito Pitón-Leto-Apolo
1.
Motivación del ataque de Pitón(posesión del oráculo;
Fab. 140. 1; cf. 2,3)
2.
Leto embarazada de Zeus (140.2)
3.
Pitón persigue a Leto con intenciones de
matarla(140.2)
4.
Por orden de Zeus, el viento del norte rescata a
Leto (140.3). Poseidón ayuda a Leto(140.3,4); cf. Luciano, Dial. Mar. 10)
5.
Nacimiento de Apolo y Artemisa(140.4)
6.
Apolo derrota a Pitón(140.5)
7.
()
8.
Apolo establece los juegos Pitios(140.5).
II. El mito Set-Horus
1.
Motivo del ataque a cargo de Set-Tifón contra
Osiris(reinado)
2.
Isis embarazada por Osiris
3.
(5)Nacimiento de
Horus
4.
(3)Set Tifón
persiguen a Isis e hijo en orden a matar al niño
5.
(4)Isis ayudada
por Ra y Thoth
6.
Horus derrota a Set-Tifón
7.
Reinado de Horus.
III. Apocalipsis 12
1.
()
2.
Una mujer a punto de dar a luz (vs.2)
3.
Un dragón trata de devorar al niño (vs. 4)
4.
()
5.
Nacimiento del niño (vs. 5)
6.
()
7.
Reinado del niño(vs. 59
8.
(4)La mujer es
ayudada por Dios (vs. 6); Por el Águila(vs. 14); por la tierra (vs. 16)
9.
(6)Miguel derrota
al dragón (vss. 7-9).
El motivo del dragón (1) no es hecho explícito en
Apocalipsis 12, aunque la descripción del destino del hijo en vs. 5 (“que ha de gobernar a todas las naciones con cetro de
hierro….”) implica que se trata de la disputa del reinado universal.
Aunque el orden varía, se puede ver que una cantidad de los
mismos temas ocurren en las tres narrativas: el ataque a cargo del dragón a la
madre del héroe con la intención de asesinar al hijo (3); el nacimiento del
héroe (5); la madre del héroe obtiene ayuda divina (4).
La narrativa de Apocalipsis 12 tiene pues clara afinidad con
los temas de una forma del mito del combate. Esta forma particular del mito
describe un tiempo cuando el dragón estuvo en el poder. Durante este periodo de
tiempo atacó a la madre del héroe en un intento de destruir a su hijo, su
prospectivo rival.
Si uno se pregunta qué ejemplo de esta forma del mito del
combate se asemeja más a Apocalipsis 12, la respuesta es el mito de Leto. La
similitud entre Apocalipsis 12 y la versión de Higinio del mito de Leto es
sorprendente. Ambos describen el ataque de un monstruo serpentino a una mujer
embarazada de su hijo. El vuelo-huida de la mujer en Apocalipsis
12:14 con las dos alas de águila es análogo al vuelo-huida de Leto
alejándose de Pitón con la ayuda del viento del norte. La ayuda de la tierra personificada en vs. 16 es análoga a la
ofrecida a Leto por Poseidón, dios del mar. La fuente última de la ayuda a la
mujer en Apocalipsis 12 es Dios, como muestra la referencia a “un lugar preparado para ella por Dios” (vs.6).
este motivo es análogo al papel de Zeus en el mito de Leto: ella es rescatada “Jouis iussu”(140.3).
Las similitudes entre las dos
narrativas son demasiado grandes para ser accidentales. Indican claramente
dependencia. Dado que el mito de Leto es el más antiguo de los dos, hay que
concluir que Apocalipsis 12, al menos en parte, es una adaptación del mito del
nacimiento de Apolo.
CONCLUSIÓN
Apocalipsis 12 también comparte
algunos temas con los textos de Qumran 1QH 3:3-18 y con el Apocalipsis de Adán
78:6-26. Ninguno de estos pasajes comparte la característica más sorprendente
de Apocalipsis 12, i.e., el ataque del dragón a la mujer en un intento de
destruir al niño y su persecución de la madre del niño. Los mitos de los
nacimientos de Horus y Apolo, por otro lado no sólo comparten simples motivos
aislados con Apocalipsis 12 sino que tienen también en común el mismo patrón
como base narrativa.
El paralelo más cercano al
capítulo 12, como se ha señalado arriba, es el mito Leto-Apolo. Las numerosas
similitudes temáticas entre las dos narrativas hace la conclusión de
dependencia muy probable. Podría parecer que el autor de Apocalipsis 12 esta al
tanto del mito Leto-Apolo adoptándolo para un nuevo propósito.
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1.
Lohmeyer, “Offenbarung
des Johannes”, p. 181-85; Charles, “Revelation
of St. John”, 1.xxiii-xxv; Bousset, “Offenbarung
Johannis”, p. 152-53; Eduard Lohse, “Die
Offenbarung des Johannes”(NTD 11, 10th ed.; Göttingen: “Vandenhoeck und Ruprecht”, 1971) 8-9
2.
Austin Farrer, “A
Rebirth of Images: The Making of St. John´s Apocalypse”(Westminster:
Dacre, 1949), p. 36-58.
3.
Para la comparación que hace Farrer del
Apocalipsis con el tema de media semana, ver “Revelation
of St. John”, 7-13. En esta obra, Farrer mantiene gran parte de su
análisis temprano sobre la estructura, aunque argumenta que hay sólo cuatro
secciones en el libro, que corresponden a las cuatro series numeradas. Para
mantener esta teoría, se ve forzado a argumentar que 12:1-14:20
y 19:11-21:9 está relacionado con las trompetas y las copas,
respectivamente. Este argumento no es convincente por razones que se verán más
adelante.
4.
Farrer, “Rebirth of
Images”, 45.
5.
Allo reconoció un limitado grado de
recapitulación en el libro, y lo explicó como un consciente artilugio literario
que llamó la “loi des ondulations”. Se
refirió al artilugio mediante el cual una visión esquemática está relacionada
primero, seguida por un relato más amplio que da al mensaje más precisión y
claridad (“L´Apocalypse”, LXXXV-LXXXVI).
6.
Sobre el tema de la experiencia extática vs. la
actividad literaria, ver Johannes Lindblom, “Die
Gesichte der Johannes-apokalypse”. Humanistiska Vetenskapssamfundet i
Lund 65; Lund: Gleerup”, 1968) 206-39.
7.
Joseph Fontenrose, “Python:
A Study of Delphic Myth and Its Origine”(Berkeley and Los Angeles:
University of California Press, 1959) 2-3, 145, 176, 262.
8.
Ibid., 145.
9.
Ibid., 177-93. Ver también J. Gwyn Griffiths, “The Conflict of Horus and Seth , from Egyptian and
Classical Sources”(Liverpool: Liverpool University Press, 1960); H. Te
Velde, “Seth, God of Confussion: A Study of His
Role in Egyptian Mythology and Religión”(Probleme der Agyptologia 6;
Leiden: Brill, 1967).
10.
Ver ANET, 125-26; Ver también Hans Güterbock, “Hittite Mythology”, en “Mythologies
of the Ancient World”(ed. Samuel N. Kramer; Garden City, N.Y.:
Doubleday, 1961) 148, 150-51.
11.
CTA, 2, 3; ANET,
130-31, 135-38. Ver también Cyrus H. Gordon, “Ugaritic
Literature”(Roma: Pontificium Institutum Biblicum, 1949) 9-56; idem, “Canaanite Mythology”, en Kramer, “Mythologies”, 183-218; G.R. Driver, “Canaanite Myths and Legends”(Old Testament Studies
3; Edinburgh: Clark, 1956); John Gray, “The Legacy
of Canaan: The Ras Shamra Texts and Their Relevance to the Old Testament”(VTSup
5; Leiden: Brill, 1957) 18-72; Arvid S. Kapelrud, “Baal
in the Ras Shamra Texts”(Copenhagen: Gad, 1952) 98-109; Fontenrose, “Python”, 129-38.
12.
No está claro que dios o dioses derrotaron a
Labbu y Zu, dado que los textos están fragmentados. Sobre el Mito de Labbu, ver
Alexander Heidel, “The Babylonian Genesis: The
Story of Creation”(2ª ed.; Chicago: Universtiy of Chicago Press, 1951)
141-43. Sobre el Mito de Zu, ver ibid., 144-47; ANET, 111-13.
13.
Enuma Elish
I-V; ANET, 60-68; ANESTP,
501-3. Ver también Samuel N. Kramer, “Mythology of
Sumer and Akkad”, en Mythologies”, 120-37; Heidel, “Babylonian Genesis”; Thorkild Jacobsen, “Mesopotamia”, en “The
Intellectual Adventure of Ancient Man” (Henri Frankfort et al.; Chicago: University of Chicago Press,
1946)125-219; Fontenrose, “Python”, 148-51.
Jacobsen argumentó que la batalla de Marduk y Tiamat deriva de un mito
Semítico-occidental(“The Battle between Marduk and
Tiamat”, JAOS 88 (1968) 104-8.
14.
Herman Gunkel, “Schöpfung
und Chaos in Urzeit und End-zeit: Eine religionesgeschichtliche Untersuchung
über Gen 1 und Ap John 12”(Göttingen: Vandenhoeck und Ruprecht, 1895).
15.
Por “tema”, Fontenrose significa “un rasgo o episodio recurrente en los relatos
tradicionales”(Python, 6). Ver su
exposición de los temas del mito de combate y su discusión sobre sus
transformaciones (Ibid., 6-11). Sobre los temas que el mito del combate Egipcio
tiene en común con el Griego, ver ibid., 177-93.
16.
Ibid., 262-64.
17.
Cf. La alusión a Salm.
2:9 en Salm. de Sal. 17:26(24), donde
el pasaje es aplicado al mesías Davídico.
18.
Fontenrose, “Python”
11 (7D), 263(F2, Gl).
19.
ANET, 111-12
20.
ANET, 125-26
21.
Güterbock, “Hittite
Mythology”, en Kramer, “Mythologies”,
148 y nota 10.
22.
Diognetos Erythraeus citado por Higinio “Astron”. 2.30; Ovidio “Fasti”
2.461-64; Manilio 4.580-81, 801; ver también Franz Cumont, “Dea Syria”, PW 4. 2241; Fontenrose, “Python”, 84, 143 nota 46, 190.
23.
Kapelrud, “Baal”,
66.
24.
CTA, 3.3; ANET, 136-37; ver también W.F. Albright, “Anath and the Dragon”, BASOR 84 (1941) 14-17.
25.
CTA, 6; ANET, 139.
26.
CTA, 6; ANET, 139-40.
27.
Ver Gordon, “Canaanite
Mythology”, 212-13.
28.
Hymn of Amen-Mose
14-15; en Inglés en E.A. Wallis Budge, “From Fetish
to God in Acient Egypt”(Oxford: Oxford University Press, H. Milford,
1934) P. 422-23; traducción al Alemán en Günter Roeder, “Urkunden zur Religion des alten Ägypten”(Religiöse
Stimmen der Völker; Jena: Diedrichs, 1915), p. 24. Ver también Plutarco “De Isis y Osiris”, p. 12.
29.
Hymn of Amen-Mose
14-15; Plutarch “De Isis y Osiris”, p. 14.
30.
La inmortalidad de Osiris se hizo posible
uniendo las partes de su cuerpo esparcidas a cargo de Isis; ver E.E. Wallis
Budje, “The Gods of the Egyptians”; o, “Studies in Egyptian Mythology”(Chicago: Open
Court, 1904).
31.
Maria Münster, “Untersuchungen
zur Göttin Isis”: Vom Alten Reich bis zum
Ende des Neuen Reiches (Münchner Ägyptologische Studien 11; Berlin: B.
Hessling, 1968), p. 13.
32.
Ibid., p. 13-17.
33.
Griffiths, “Conflict”,
p. 99.
34.
Diodoro de Sicilia 1.21.3.; ver también 1.88.4,
6; 1.27.1.
35.
El oponente en las varias formas del mito del
combate no es invariablemente el dragón, i.e., un monstruo serpentino, aunque
es normalmente no-humano, i.e., de apariencia bestial. Set fue identificado con
muchos animales; uno de ellos era una serpiente y parece que Set en tanto que
oponente fue asimilado con Apep (Apophis), el enemigo serpentino de Ra. Ver
Fontenrose, “Python”, p. 185-88. Sobre el “reinado del dragón” Set-Tifón, ver Plutarco, “De Isis y Osiris”, p. 27.
36.
Sobre las insinuaciones de Set a Horus, ver J.
Gwyn Griffiths, “Conflict”, 41-46; Te Velde,
“Seth”, 35-52. Sobre las relaciones sexuales
de Seth con Anat, ver Griffiths, “Conflict”,
42 nota 5; Te Velde, “Seth”, 37. Según
Plutarco (De Isis y Osiris, 31), Seth – Tifón es caracterizado por la lujuria.
En “The Contendings of Horus and Seth” (o
“The Contest of Horus and Seth for the Rule), la diosa Neith sugiere que Seth
sea compensado por el rechazo de su pretensión a la realeza duplicando sus
propiedades y mediante el regalo de Anat y AStarte (3.4-5;
ANET, 15).
37.
The Contending of
Horus and Seth 6.5-7. Seth es presentado salvajemente enamorado de Isis
cuando se le apareció como hermosa doncella; Seth persigue a Isis con intención
amorosa según el Papiro Jumilhac 3.1-3
(citado por Te Velde, “Seth”, 41).
38.
En un encantamiento usado un número de veces en
sarcófagos de la duodécima dinastíaa (2000-1800 a.C.), Isis se regocija de su
embarazo; predice que el niño, Horus, acabará con Seth, el enemigo de su padre,
y le arrebatará el poder. Ella dice que Seth destruiría al niño mientras aún “un huevo” si pudiera, pero proclama que Ra ha
garantizado la seguridad del niño. Cf. Encantamiento 148 en Adriaan de Buck, “The Egyptian Coffin Texts”(The University of
Chicago Oriental Institute Publications 49; Chicago: University of Chicago
Press, 1938) 2.209c; una traducción parcial la ofrece Griffiths en “Conflict”, 52-53, una más completa de Münster, “Untersuchungen”, 6-8
39.
El “Himno de
Amen-Mose” (c. 1400) implica que Seth era hostil al niño Horus: “ella
(Isis) hizo a un heredero, amamantó al niño en soledad, el lugar donde estaba
era desconocido (por todos) y lo llevó cuando ya su brazo era fuerte a la
residencia de Gebb”(16); Traducción a cargo de Budge, “Fetish
to God”, 423; cf. Roeder, “Urkunden”,
24. Ver también Herodoto 2.156: “Isis entregó a Apolo (Horus) a Leto cuando
Tifón(Seth) vino buscando por todas partes al hijo de Osiris. Sobre la
identificación de Leto con la diosa Egipcia Wedfoyet, ver Griffiths, “Conflict”, 93-95. Los intentos de Seth para
asesinar a Horus están reflejados en la estela de
Metternich, con fecha 378-360 a.C.; ver la traducción parcial de Te
Velde, “Seth”, 38. La misma tradición está
implícita en la “Apología” de Arístides 12
(c. 140 d.C.); ver J. Rendel Harris, “The Apology
of Aristides” 12 (c. 140 d.C.); ver J. Rendel Harris, “The Apology of Aristides on behalf of the Christians”
(Texts and Studies 1,1; Cambridge: University Press, 1891) 45.
40.
C. E. Sander-Hansen, “Die
Texte der Metternichstele”(Analecta Ägyptiaca” 7; Copenhagen:
Munksgaard, 1956); el texto fue publicado por vez primera por Vladimir S.
Golenishchev con una traducción parcial en “Die Metternichstele in der
Originalgrösse”(Leipzig: Engelmann, 1877); una transcripción del texto fue
publicada por E.A. Wallis Budge con una traducción en Inglés en “Egyptian Literature”, vol. I: “Legend of the Gods: The Egyptian Texts”(London: K.
Paul, Trench, Trübner, 1912) 142-44. La traducción citada aquí es la de Budge
en “Fetish to God”, 491-503; ver también
Roeder, “Urkunden”, 82-97.
41.
Plutarco “De Isis y
Osiris” 2, 27, 40.
42.
Clearco de Soli 46.2.318m; Ant. Pal. 3.6: Séneca
“Medea” 700; Pausanias 2.7.7. Según
Pausanias(3.18.15), Artemisa también ayudó a Apolo en el castigo de Tityos,
cuyo ataque a Leto está relacionado con el de Python; ver Fontenrose, “Python”, 22-24.
43.
Nonnos, “Dionysiaca”
2.113.62, 208-36.
44.
Dionysiaca
2.314-33, 581-86.
45.
Fontenrose, “Python”,
85-99.
46.
Himno Homérico 3.182-387; Simonides frag.
26A(Bergk), VH 3.1; para más referencias, ver Fontenrose, “Python”, 14, notas 5 y 6.
47.
Lactantius Placidus, Theb. 5.533 y Ach. 206;
Lucano 5.79-81; Luciano, Dial. Mar. 10; Higinio, Fab. 140; para más
referencias, ver Fontenrose, “Python”, 18,
nota 9.
48.
Eurípides IT 1239-51; Clearco de Soli 46.2.318m;
para más referencias, ver Fontenrose, “Python”,
18 nota 8
49.
Walter F. Otto, “Mythen
von Leto, dem Drachen und der Geburt”, en Das Wort der Antike (Stuttgart: Klett, 1962) 107-8. Ver también los
estudios de Theodor Schreiber, “Apollon
Pythoktonos: Ein Beitrag zur griechischen Religions –un Kunstgeschichte”(Leipzig:
Teubner, 1887) 532-40; ver también Albrecht Dieterich, “Abraxas: Studien zur REligionsgeschichte des spätern Altertums”(Leipzig:
Teubner, 1891)111-26.
50.
Apolodoro 1.6.3; ver también H. J. Rose, “A Handbook of Greek Mythology including its Extension to
Rome”, 2da. Ed. (London: Methuen, 1933) 56, 73 nota 73.
51.
Himno Homérico 3.305-55.
52.
ver notas 27 y 29 arriba.
53.
Albrecht Dieterich fue el primero en proponer
que Apocalipsis 12 estaba modelado según el mito de Pitón-Leto-Apolo (Abraxas,
116-22); en un estudio reciente sobre la vida social y religiosa en Patmos en
los periodos Heleno y Romano temprano, H.D. Saffrey, O.P., ha llamado la
atención otra vez sobre la tesis de Dieterich la cual él acepta (Relire
l´Apocalypse à Patmos”, RB 82[1975] 416-17). Gruppe (Culte und Mythen, 1. 534) ha argumentado que había un mito
Siro-Fenicio similar al mito de Leto-Pitón-Apolo. Su evidencia respecto a este
mito está contenida en el material mitológico conservado por Eusebio(Praep. Evang.
1.9-10; ver Karl Mras, ed., Die Praeparatio
evangelica [Eusebius Werke 8; GCS 43, 1-2; Berlin: Akademie, 1954-56]).
Eusebio cita a Filón de Biblos que tiene como fuente a Sanchuniaton. Los
motivos citados por Gruppe son: (1) la
derrota de Urano seguida de la captura de su concubina, que dio nacimiento a su
hijo Demaro después de ser dada en matrimonio por el vencedor a Dagon(Praep. Evang. 1.10.18-19); (2) una batalla entre Urano, ayudado por Demaro, y
Ponto; Demaro es derrotado (aparentemente temporalmente) por Ponto(1.10.128). Ponto (Mar) puede estar relacionado con
el monstruo del caos. Los textos a los que Gruppe se refiere, no obstante, no
constituyen un patrón similar al del mito de Leto. La concubina de Urano da
nacimiento a Demaro antes del nacimiento de Ponto(cf. 1.10.18-19 con 10.26). El
nacimiento no se ve amenazado en absoluto por un monstruo o dios asociado con
Caos.
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