DEL MITO A LO APOCALÍPTICO: DUALISMO
EN LA BIBLIA HEBREA
La cuestión de cuanto dualismo hay en la Biblia Hebrea, o
incluso si hay alguno, es uno de esos temas perennes que aún no se han
resuelto. Además, este tema ha sido siempre asociado con el problema
concomitante de la influencia del Zoroastrismo en la Biblia, que ha llevado por
fuerza a muchos investigadores a la era pos-exílica cuando la influencia Persa
estaba en su apogeo y la religión Zoroastriana comenzaba a florecer. Era la
religión del Zoroastrismo Persa antiguo la que percibía la historia como una
lucha entre las fuerzas del bien y del mal, entre los poderes de la luz y las
tinieblas. Está, pues, presente dicho dualismo en la Biblia Hebrea? Si lo está,
algo que creo, de dónde procede? Y por qué está presente en los registros
bíblicos y que función tiene?
El punto de vista dominante parece ser que el dualismo
penetró en el pensamiento Hebreo después de la destrucción del Templo en el 586
a.C. y después del Exilio, y de ahí el subsiguiente giro hacia el pensamiento
Persa para la líneas maestras de desarrollo. Sin duda, se pueden encontrar
influencias Iraníes, pero hay que considerar también otras fuentes, incluyendo
la propia naturaleza del pensamiento Hebreo, muy en ligada a temas de la
literatura del Cercano Oriente que datan del siglo sexto a.C. Por lo tanto un
“incipiente dualismo” o “dualismo complementario”(1)
existe en el pensamiento bíblico desde etapas muy tempranas, probablemente
desde el periodo del Primer Templo. Basado fuertemente en la obra de Jon D.
Levenson, proponemos que la base mítica de la Biblia Hebrea no es radicalmente
monoteísta, que a menudo describa a Dios en lucha contra fuerzas oscuras del
caos(2).
Como resultado del diálogo P. Oktor Skyaervo(3), creemos que el proceso para demostrar la dependencia
de las fuentes bíblicas de fuentes Iraníes es una cuestión muy difícil que ha
de ser tratada con mucho cuidado. Con esto no se quiere decir que el dualismo
Iraní o Zoroastrismo no ha contribuido al desarrollo del pensamiento bíblico,
sino que no estamos seguro cómo ocurrió esto. El surgimiento de los
apocalíptico y del dualismo apocalíptico(4) en
la literatura pos-exílica de la Biblia Hebrea ha sido influenciado sin duda por
la experiencia de del Exilio en lugares administrados por los Persas, pero esto
solo toma forma cuando es combinado con modos más tempranos del pensamiento
Israelita. De igual manera, un préstamo selectivo del corpus mitológico
Cananita también ha influenciado el desarrollo del pensamiento Hebreo,
especialmente el dualismo y la apocalíptica. El resurgir del mito en la
literatura pos-exílica vino a ser un vehículo importante para la comunidad
Judía al tratar con las muchas incertidumbre de la vida bajo la ocupación
imperial y con una esperanza limitada en de renovación del reino Davídico(5). El trauma del Exilio contribuyó en gran manera la habilidad de Israel en tratar
con un amplio rango de temas teológicos, y la disponibilidad de construcciones
literaria míticas incluyendo las dualistas hizo de este periodo un momento
clave en la evolución del pensamiento Judío pos-exílico. El comienzo del
periodo Griego también, con su nueva manera de entender al ser humano como
cuerpo físico y alma inanimada, contraria a la visión Hebrea de la unidad de nephesh como una persona o individuo que
combina el cuerpo físico con la personalidad de individuo vivo o fallecido,
también puede haber contribuido a la posterior evolución de las formas de
literatura del Segundo Templo.
Como bien se puede apreciar, recientes esfuerzos para
comprender el dualismo en el
contexto bíblico se han centrado en el corpus de Qumran y algunos escritos
inter-testamentales que están mayormente situados entre el 200 a.C. y el 70
d.C. Esto es comprensible en vista del hecho que la comunidad del Mar Muerto
comprendía un grupo apocalíptico que creía que estaban viviendo en el fin de
los tiempos, de cara a una inminente batalla del fin-de-los-tiempos entre las
fuerzas del bien y las del mal. Además, eran un pequeños grupo sectario dentro
una comunidad Judía más amplia y diversa. En la medida que tanto la comunidad
de Qumran como otros grupos de Judíos Palestinos en el periodo tardío del
Segundo Templo se unieron a ideologías restaurativas y en gran parte mesiánicas
para expresarse ellos mismos(i.e. algunos aspecto del reino ideal en el que el
rey y los sacerdotes jugaron papeles especiales), el desarrollo de una especie
de dualismo filosófico en Filón y otros apuntaban hacia una completa nueva
dirección(6).
El dualismo no es un categoría de pensamiento fácil de
definir, y la mayoría de los estudiosos subscriben una definición general como
que “el dualismo es un modo de pensamiento que separa la realidad en dos
fuerzas opuestas”. Dado que la mayoría de los estudiosos asocian normalmente
este fenómeno con la apocalíptica, se sigue que los comienzos del dualismo en
el antiguo Israel han sido tradicionalmente asignados a la época pos-exílica
Persa cuando las desgracias de Israel, según pensaban muchos, eran el resultado
de un conflicto cósmico entre Yahvé y las fuerzas personificadas del mal
ejemplificadas por los Babilonios. La mayoría de los escritos apocalípticos que
surgieron en este contexto consistían sea de cierta clase de especulación
nomológica o incluían una evaluación de eventos históricos importantes por
época(7). Al tratar la realidad de esta manera,
los Apocalipsis pudieron interpretar el presenta a la luz del pasado y en
anticipación del futuro. La información que ofrece la apocalíptica es
presumiblemente nueva y recibida por revelación divina, y por lo tanto por
definición no está disponible para todo el mundo. Los Pseudónimos estuvieron
asociados con estas revelaciones también. Uno de los rasgos más comunes del
género apocalíptico es el dualismo, junto con una muy desarrollado angeología,
una anticipación de la catástrofe cósmica, y el consiguiente periodo de gloria
en el Reino de Dios después del encuentro final entre las fuerzas del bien y
del mal. El periodo final o era es considerado a menudo como un periodo de gran
tribulación, a menudo asociado con los “dolores de parto del Mesías” (heble mashiah)(8).
Quizá se podría usar el término “dualismo apocalíptico” para el pensamiento
dualista pos-exílico.
La Apocalíptica también se puede asociar con la escatología
profética, cuyo mensaje está mediado mediante la revelación al profeta; a
menudo, como en Ezequiel y Zacarías, contienen mensajes o revelaciones que son
comunicados en visiones, frecuentemente centrados en temas familiares tomados
de la rica herencia literaria Israelita y el universo simbólico: el
Templo(Ezeq. 40-70), la Menorah (Zac. 4), el rollo escrito que vuela(Zac.
5:1-4), etc. Pero desde el siglo sexto hacia delante, el pensamiento
apocalíptico también se basó en la mitología Cananea y de las mitologías de
otras culturas vecinas(9). De hecho, la crisis
de fe que tuvo lugar como resultado e la destrucción del Templo en el 586 a.C.
y el trauma del Exilio para amplios sectores de la población Judía forzó a los
Judíos a interpretar su situación de muchas maneras diferentes, y la
escatología profética y apocalíptica, junto con los escritos sapienciales como
el Libro de Job, vino a ser uno de los nuevos vehículos literarios para la
comprensión de esta situación. El surgimiento de la apocalíptica, que puede ser
asociado con el dualismo, puede ser entendido como respuesta a la tragedia
humana que supuso la destrucción y el exilio, llevando a grupos dentro del
antiguo Israel a confrontar las nuevas y cambiantes realidades del fin del
periodo del Primer Templo empleando elementos internos de sus propias
tradiciones literarias y así volviendo a usar tradiciones míticas más antiguas
tomadas en su mayor parte de la cultura Cananea.
Esta transformación de las tradiciones del Antiguo Israel
tuvo lugar principalmente durante el periodo Persa a al final del periodo del
Primer Templo (i.e., el final de la Edad de Hierro), aunque continuó hasta bien
entrado el periodo Helénico. El periodo más temprano puede ser ilustrado por
los textos de Isaías 24-27, el Tercer Isaías, Ezequiel, y Zacarías; los
profetas de Israel insistieron que sólo Dios era la fuente del bien y del
mal. La literatura de Enoc y el Libro de Daniel representan el periodo
tardío. El corpus tardío de la literatura apocalíptica revela una visión
bíblica alternativa de cómo el Dios de Israel se vio amenazado por los oponentes
de Israel y sus dioses. En esta literatura los ángeles, los demonios, y las
fuerzas que tienen poder para desafiar el orden de la creación de Dios –creado
por el Dios de Israel- habitan el mundo cada vez más. Cuando el orden del mundo
se vio verdaderamente amenazado por las fuerzas cósmicas del mal, como se da el
caso en el Royo de la Guerra en Qumran, por ejemplo, el mundo fue interpretado
como caminando al borde del abismo, en peligro inminente de un cataclismo
durante el cual las fuerzas del bien, de Dios, vencerán e inaugurarán una nueva
era. Aquellos que tengan conocimiento directo de semejante evento escatológico
serán salvos al final, yendo a parar a la vida eterna en la nueva y final
época.
Los amplios esbozos del surgimiento de la apocalíptica con
su núcleo dualista son bien conocidos por los estudiantes de la Biblia Hebrea y
el Judaísmo del Segundo Templo(10). Esto culminó
en la literatura de Qumran, lo que no ha de sorprender, dado que muchas de las
ideas indiosincráticas de los sectarios eran ya conocidas desde hacía muchos
años anteriores al descubrimiento de Qumran mediante las fuentes clásicas y el Documento de Damasco.
Influencia Iraní?
En cualquier consideración del dualismo en el antiguo Israel,
uno tiene que contar con el tema perenne de si hay huellas de influencia Iraní,
sea lingüística o textual, en la Biblia Hebrea. Es una asunción común en los
estudios bíblicos que durante el periodo del dominio Persa en el Cercano
Oriente, desde Ciro el Grande hasta Alejandro Magno (ca. 538-333 a.C.), más de
dos siglos, la influencia Persa sobre las culturas Semíticas locales se dejó
sentir. En Israel (llamada Yehud en esta época) Zorobabel fue nombrado pehâ, gobernador a comienzos de la
época, no se permitió ningún rey(11). Los Persas
fueron lo suficientemente inteligentes como para permitir que las tradiciones
religiosas continuaran en todas sus satrapías. Se pueden comprender el por qué
muchos estudiosos se inclinan a percibir en la situación pos-exílica la
atmosfera apropiada para una fertilización transcultural.
Pero los Persas, al menos en sus territorios más lejanos
como es el caso de Yehud, fueron igualmente astutos como para mantener las
distancias de los pueblos oriundos, por lo que no pudo haber tanta oportunidad
para un intercambio lingüístico o cultural como uno podría pensar. Los reyes
Iraníes trataban los asuntos exteriores de las satrapías en Arameo “imperial”,
y no tenían disposición para Iranizar el imperio fuera de Irán. Aunque
Zorobabel se crió en Persia, posiblemente en la élite cercana a la corte, él,
como Nehemías más de setenta años después, no revelan virtualmente nada sobre
la corte Persa ni muestran cualquier conocimiento de la religión Persa(12). De hecho, la mayoría de las fuentes bíblicas no
revelan virtualmente ninguna información sobre la religión Persa. Las
autoridades Persas eran vistas con respeto por los líderes Judíos desde el
comienzo de la era Persa cuando el edicto de Ciro referente al retorno no sólo
fue bien recibido sino que se le dio importancia escatológica-mesiánica(Isa.
44:28 y 45:1)(13). Debido a la disposición de
los estudiosos para invocar la influencia Persa cuando explican la emergencia
de los temas apocalípticos y escatológicos, uno ha de preguntarse por qué
Israel habría de mirar hacia la religión Iraní en primer lugar, y si es así,
cómo estos puntos de vista mediaron en Israel. Es este un tema bastante
difícil, y se respondiera afirmativamente se podría esperar encontrar un amplio
rango de insinuaciones léxicas en el texto Hebreo además de concepciones que
surgen de las ideas religiosas tardías Iraníes (ej. Los ángeles en la
literatura de Enoc se pueden relacionar con los “espíritus guardianes” Iraníes).
Un factor importante en la consideración de la influencia Iraní en el periodo
Persa es que los Griegos in sus escritos (especialmente Herodoto) presentaron
las ideas y creencias Iraníes a sus lectores Europeos. Es, por lo tanto,
bastante posible que los Judíos obtuviesen gran parte de su conocimiento de las
religiones Persas de los mismos Griegos en el periodo Heleno.
La principal fuente Persa que puede haber influenciado los
texto bíblicos es el Avesta, escrito
ca. 500 d.C. aunque oralmente transmitido partiendo de materiales más tempranos
con algunas secciones más antiguas que se remontan a un periodo mucho más
temprano(Skjaervo)(14). El hecho que la mayor
parte del contenido de la religión Iraní sea difícil de datar hace que se haya
de ser prudentes respecto a mucha de la literatura sobre este sujeto. Los
recientes estudios sobre este tema son escasos, un buen sumario de estos
aparece en el artículo de 1985 JAAR de
Barr(15). No obstante las importantes reservas
de Skjaervo en sus artículo programático de 1999(16),
ofrece una visión metodológica de más de un siglo de estudios sobre el tema. Lo
que hace es señalar los paralelos entre las partes antiguas del Avesta y las más antiguas inscripciones
de los reyes Persas tanto del Cercano Oriente como Persas de los siglos sexto y
quinto a.C. Cuando hay correspondencia, se puede concluir que es aceptable usar
el material Iraní para la reconstrucción de ideas en el imperio Persa y en
particular en la provincia Persa de Yehud.
En cualquier caso, la doctrina Mazdea que ha atraído a mucha
atención respecto a la influencia Zoroastriana en la Biblia Hebrea es la que
trata con el fuego(Atar). Al Fuego se le otorga el más alto honor en la
tradición Zoroastriana, es llamado el “hijo de Ahura Mazda”(Y. 36.2), y el
señor de la casa ora para que el fuego sea mantenido siempre en su casa (Y.
62.3). por lo tanto la preparación del fuego sagrado involucraba purificación y
consagración como elemento esencial en los ritos religiosos Persas. Algunos
Judíos pos-exílicos se pueden haber sido atraídos hacia esto, Isa. 50:10-11
quizá sea una condena de este rito. Isa. 66:17 puede también ser una condena de
esta ceremonia.
Argumentar que el Tercer-Isaías está asociado con un rito
particular Zoroastriano no es como decir que las ideas dualistas Zoroastrianas
han influenciado la apocalíptica Judía, aunque Morton Smith argumentó en 1963
que todo tipo de ideas Persas, incluyendo las cosmológicas, han influenciado
incluso el Deutero-Isaías(17). A este respecto
quizá habría que estar de acuerdo con Paul Hanson, cuyo libro sobre la
escatología apocalíptica propone que no hay que implicar las fuentes Iraníes
para comprender este fenómeno; la reutilización del mito Cananeo, que fue un
desarrollo interno Judío, es todo lo que es necesario para comprender el
surgimiento de lo apocalíptico en el periodo Persa(18).
El artículo de Morton Smith es innovador en algunos
aspectos. En una sugestión que ha sido ampliamente ignorada, sobre le era
Persa, Smith sugiere que los agentes Persas que informaron a Isaías de la
Proclamación de Ciro incluso antes que fuese hecha pública ofrece indicios para
argumentar a favor de una influencia más amplia sobre el Deutero-Isaías. El
caso para la dependencia es muy fuerte, y el Deutero-Isaías parece haber
adaptado su teodicea a la versión de la Proclamación de Ciro que caracteriza
Marduk-Nabónido. En la versión de Isaías, YHWH está disgustado con su pueblo
Israel porque no ha observado correctamente la alianza y es por esto que lo
entregó a los Babilonios como castigo. Los neo-Babilonios, sin embargo, fueron
demasiado lejos, por ello YHWH se enfadó con ellos y designó a un gobernante
justo para liberar a los Israelitas y castigar a los Babilonios. Esta narrativa
aparece en Deutero-Isaías(47:5, 40:1, 42:6, 45:1, 42:1, 48:14, 43:14, 44:28,
41:2, 45:2, 47:3-10) siguiendo el orden establecido en la Proclamación. Las
similitudes entre las dos versiones son sorprendentes, e Isaías 40 y 45 se
asemejan en gran manera al Yasna 44
respecto a los temas cosmológicos que trata. En palabras de David Winston: “Es
ciertamente sorprendente que ambos grupos de cuestiones señalen los poderes
creativos de Dios apadrinando la justicia y el justo pensamiento, mapeando los
cielos y sus huestes, estableciendo la tierra, regulando las aguas y las
plantas, y formando la luz y las tinieblas”(19).
Smith sugiere que el que el Deutero-Isaías se centre y
enfatice en la cosmología en Isaías 40-48 no estaría tan claramente expuesto y
tan obviamente exagerado de no haber penetrado las ideas Zoroastrianas en
Mesopotamia en tiempos de Ciro el Grande. El Yasna 44, ya mencionado, uno de los Gathas de Zoroastro dirigida a
Ahura Mazda en forma de una serie de cuestiones retóricas, influenció a Isaías
también a nivel estilístico o consideraciones literarias. En Deutero-Isaías las
respuestas de Ahura Mazda se convierten en las respuestas de YHWH a las
preguntas cosmológicas. El caso de M. Smith respecto a cierta especie de
dependencia literaria es muy fuerte y está apoyado por Winston en su importante
artículo unos años después(20).
Según este argumento sería posible que parte del lenguaje
mítico en la literatura exílica y pos-exílica no sea necesariamente Cananeo
solamente, sino más bien un lenguaje mitológico Mesopotamio con temas que
resurgieron debido a la influencia Persa en los antiguos centros Mesopotamios
de estudio y cultura. El por qué Deutero-Isaías eligión usar parate de este
material estaría ligado a la emergencia de temas teológicos que fueron
desarrollados para unir a la comunidad Israelita después del Exilio y animarlos
con la inminencia del retorno a Sión prometido por Ciro y los nuevos políticos
de la región. Esta línea de investigación no tiene por que contradecir la
teoría de Levenson; más bien, ofrece una razón más para comprender el
surgimiento de lo apocalíptico que puede de hecho incluir elementos de los
mitos Cananeos y Mesopotamios, estos últimos traídos por los Persas.
Por otro lado, parece haber bastante consenso en que la
periodización asumida por el autor del Libro de Daniel en los capítulos 2 y 7
en la presentación de la sucesión de los cuatro reinos es también derivada de
las fuentes apocalípticas Persas. El reinos nombrados son Babilonia, Media,
Persia, y Macedonia, los cuales finalmente desembocan en el reino mesiánico
Davídico. Este tipo de pensamiento es bastante cosmológico, y Zoroastro habría
venido justo al comienzo del periodo final, tratando de explicar cómo el mal
vino a ser en el mundo y cómo había de ser eliminado. La idea de la sucesión de
los reinos es seguramente una de las mejores razones para el surgimiento del
dualismo en el mundo Iraní.
Otra zona de posible influencia Iraní es la concepción de la
resurrección que los estudiosos de la Biblia Hebrea han asignado
tradicionalmente a la influencia Persa(21). Se
ha afirmado normalmente que Zoroastro creía que los mundos material y
espiritual eran polos opuestos de un todo unitario que en la resurrección
serían unidos. O sea, la realidad espiritual convertiría ella misma en una
realidad física, un punto de vista profundamente arraigado en el pensamiento
cosmológico. Pero el surgimiento de la idea de la resurrección en el Judaísmo
puede muy bien ser comprendida en términos de la concepción unitaria de lo
individual en la cual la materialidad es el ser humano completo. El término
Hebreo nephesh (alma) connota la
mezcla de todos los aspectos de una persona: el cuerpo en todas sus partes y la
personalidad de lo individual. Por lo tanto, la unidad está ahí al comienzo y
al final. Si la idea Mazdea de la resurrección vino a ser conocida en el
periodo Persa en Israel, esta noción pudo haber influenciado el proceso que
desarrolló la creencia en la resurrección en Israel.
De todas formas no está claro si la noción Griega del
dualismo mente-cuerpo dejó mucha huella en la Biblia Hebrea excepto quizá en el
Libro del Coheleth. En el capítulo 3:1-8 la lista de opuestos y contrastes o
catálogo de polaridades sugiere una especie de visión binaria o dualista del
mundo. Si esto surge de alguno de los dualismos o simplemente de la frustración
del predicador cuyo gran sentido de la realidad deriva de la muerte, el gran
ecualizador al que finalmente toda vida sucumbe, es imposible de decir con
certeza. La lista de oposiciones crea una especie de sinergía dinámica en la
retórica del texto, que la mayoría de los lectores encuentran convincente. El
autor se siente preocupado por la ausencia de una justicia retributiva póstuma.
Sin embargo termina el libro con una nota más positiva cuando afirma que toda
la humanidad será hecha responsable de su conducta en la vida(12:13). Por lo
tanto no es del todo cierto que el dualismo Griego haya tenido un gran impacto
en la Biblia Hebrea. En los tiempos rabínicos, sin embargo, los puntos de vista
Judíos sobre la vida después de la muerte tuvieron en cuenta los puntos de
vista Griegos, que continuaron existiendo junto a los más tradicionales de
acuerdo con la manera de pensar Semita respecto a la vida después de la muerte
y la creencia en la resurrección(22).
CONCLUSIÓN
Está claro que el pensamiento dualista aparece de manera
prominente en el pensamiento bíblico. Cómo ha llegado hasta ahí es otro tema.
Se pueden comprender los aspectos fundamentales de la cosmología Israelita
dentro del marco del contexto más amplio de la mitología del antiguo Cercano
Oriente. Además, los aspectos fundamentales del pensamiento Hebreo,
especialmente tal y como están reflejados en el relato sacerdotal de la
creación, demuestra una clara dependencia de ideas pre-existentes de antiguos
mitos cuya influencia en el antiguo Israel, lejos de decrecer con el paso del
tiempo, aumentó. Además, la recrudescencia del lenguaje mitológico es
particularmente precisa y notable en los textos apocalípticos Israelitas,
numerosos ejemplos de los cuales los ofrecen el Salterio y el Génesis. El
estatus de loa “malo” o “tiniebla” dentro de las especulaciones y comprensión cosmológicas
del antiguo Israel está especialmente relacionado con el tema del dualismo, y
de acuerdo con Levenson la Biblia Hebrea en muchos lugares y le ha otorgado
poder y estatus a esta entidad, sea el Leviatán u otra designación, resaltando
el poder y fuerza de YHWH cuando es victorioso.
Con el surgimiento de la apocalíptica bíblica en el periodo
Persa, numerosos otros rasgos del pensamiento Iraní resurgieron, y muchos de
estos están relacionados con temas dualísticos que aparecen en el pensamiento cosmológico.
Dado que muchos elementos del pensamiento Iraní formaban parte y parcela del pensamiento
del antiguo Cercano Oriente y especialmente de origen Mesopotamio, algunos de
los cuales están representados en los registros de inscripciones estando
atestiguados en las antiguas formas literarias Indo-Iraníes, es muy probable
que el imperio Persa y el naciente Zoroastrianismo sirvieran como tamiz para la
emergencia de lagunas nuevas formas de especulación cosmológica en Israel. La
idea de la sucesión de reinos en el libro de Daniel está tomada de las ideas
del Cercano Oriente. El Deutero-Isaías parece particularmente bien informado
sobre temas del pensamiento Iraní, lo cual refuerza el caso de un entorno en
los círculos Israelitas que era tanto familiar con y estaba de alguna manera
influenciado por este pensamiento. Los ritos religiosos Zoroastrianos, dentro
de lo que sabemos, fueron rechazados y condenados (ej. Isa. 50:10-11), lo que
sitúa la copia Israelita de otras culturas en una propia perspectiva como es el
caso con la cultura Cananea: sus ritos y rituales fueron rechazados, pero sus
mitos y estilos literarios fueron adaptados y transformados de acuerdo con las
necesidades Israelitas. En algunos casos aquellas imitaciones llevaron a
influencias más significativas, como es el caso del incipiente dualismo
bíblico, o la aceptación por Israel de la vibrante concepción pagana del mal, o
del caos y su desafío al orden creado por Dios.
Con el comienzo de la era Griega a finales del siglo cuarto
a.C., otra fuente cultural de influencia se hizo evidente, especialmente en
forma de dualismo filosófico reflejado en los posteriores escritos de Filón de
Alejandría. Con su concepción de lo individual compuesto de una mezcla de
materia inanimada y animada, o de un yo más elevado y otro más bajo, la visión
Israelita del nephesh como entidad
unitaria fue puesta en duda. Las influencias de esta manera de pensar Helena
penetraron finalmente el pensamiento Judío, aunque llevó un tiempo para que
esto ocurriera bastante después de que se cerrase el canon bíblico. Esto está
más claramente reflejado en el pensamiento rabínico sobre la vida después de la
muerte lo cual difiere de la visión más antigua sobre la resurrección. Los
puntos de vista de Filón, por otro lado, se afianzaron y vinieron a ser parte
de la ideología de los tempranos Padres de la Iglesia(23).
---------------------------------------------------------------------------
1.
Ver Kyle McCarter, cuya definición de este tipo
de dualismo puede ser descrita como una manera de mirar al mundo en el cual hay
dos principios causales y opuestos que están insertos en un sistema
cosmológico.
2.
Jon D. Levenson, Creation and the Persistence of Evil; The Jewish Drama of Divine
Omnipotence (Princeton: Princeton University Press, 1994)
3.
Skyaervo, “Zoroastrian Dualism”(paper) y otras
referencia que ofrece son bastante relevantes para una revaluación de algunas
de las asunciones que han operado en los estudios bíblicos durante
generaciones. De especial importancia es el hecho que muchos de los textos que
tratan con el dualismo Zoroastriano datan del periodo medieval temprano, siglo
noveno d.C. Por lo tanto el proceso para demostrar la dependencia del texto
bíblico de fuentes dualistas Iraníes es muy complicado.
4.
Esto es lo que otros, sobretodo Kyle McCarter,
llaman “dualismo escatológico”, cuya fecha data del 500 a.C., aproximadamente.
5.
Las tensiones creadas por la incapacidad de
recrear realísticamente el reino Davídico son especialmente evidentes en el
Segundo Zacarías(9-14) con sus numerosas referencias a la casa de David y la
esperanza mesiánica que implicaba. Ver Carol L. Meyers y Eric M. Meyers Anchor
Bible Commentary sobre este tema, Zechariah
9-14: A New Translation with Introduction and Commentary (AB 25C; New York:
Doubleday, 1993).
6.
Michael Rosenthal señaló este aspecto del
pensamiento de Filón.
7.
Paul Hanson, The
Dawn of Apocalyptic (Philadelphia: Fortress Press, 1975).
8.
La noción de “dolores de parto” es una idea
tardía, pos-bíblica que significa las desgracias o sufrimiento que precederían
la consumación de la historia en el fin-de-los-tiempos. Su origen está
generalmente asociado al periodo de Bar Kochba o segundo siglo d.C.
9.
Hanson, The
Dawn of the Apocalyptic, se basa ampliamente en la obra de Frank M. Cross,
especialmente en Canaanite Myth and
Hebrew Epic (Cambridge: Harvard University Press, 1973).
10. Ver
John Collins, The Apcalyptic Imagination:
An Introduction to Jewish Apocalyptic Literature (Grand Rapids, Mich,: Wm.
B. Eerdmans, 1998).
11. Ver
Meyers and Meyers, Zechariah 9-14, 15-22;
y Carol L. Meyers y Eric M. Meyers, Haggai,
Zechariah 1-8; A New Translation with Introduction and Commentary (AB 25B;
New York: Doubleday, 1987) 9-13.
12. Meyers
and Meyers, Haggai, Zechariah 1-8, 13-14.
13. Ver
Kenneth Hoglund, “Cyrus”, en Eerdmans
Dictionary of the Bible, ed. David N. Freedman (Grand Rapids, Mich.: Wm. B.
Eerdmans, 2000), 305-6.
14. Skjaervo
señala que algunas partes del Avesta se pueden remontar a la segunda mitad del
segundo milenio a.C. basándose en consideraciones lingüísticas y las partes más
tardías a la primera mitad del primer milenio a.C. Señala que el corpus del
material perteneciente a la época de los reyes Aqueménidas de los siglos sexto
y quinto a.C. también comprende una importante base de datos con la que
comparar los diferentes materiales. Es decir, si el material en los datos se
conformas o encaja con material no-Iraní se podría tener entonces considerar la
posibilidad de influencias y una datación más temprana.
15. James
Barr, “The Questions of Religious Influence: The Case of Zoroastrianism,
Judaism, and Chritianity”, JAAR
53(1985): 201-36.
16. Prods
Oktor Skjaervo, “Avestam Quotations in Old Persian? Literary Sources of the Old
Persian Inscriptions”, Irano-Judaica 4(1999):
1-64; ver también su paper, “Iranian Elements in Manicheism; A Comparative
Contrastive”, Res Orientales 7 n.d.
17. Morton
Smith, “II Isaiah and the Persians”, JAOS
83(1963):415-21.
18. Hanson,
The Dawn of Apocalyptic, 60.
19. David
Winston, “The Iranian Component in the Bible, Apocrypha, and Qumran: A Review
of the Evidence”, History of Religions 5
(1966): 188-89.
20. David
Winston, “The Iranian Component”, 183-216. Enfatiza más la influencia Iraní
sobre el Judaísmo que sobre la Biblia y afirma que especialmente fuerte es la
relación entre el Zoroastrianismo y la teología de Qumran. Afirma que textos de
Qumran como el Manual de Disciplina y los Himnos de Acción de Gracia contienen
temas Zoroastrianos incluyendo la eterna tensión entre el bien y el mal y el
juicio por fuego. También señala como Zoroastro es descrito en las fuentes
rabínicas. Para información adicional sobre el Judaísmo del Segundo Templo y el
Judaísmo temprano, ver Shaul Shaked, “Iranian influence on Judaism: First
Century B.C.E. to Second Century C.E.”, en The
Cambridge History of Judaism, vol. I: The Persian Period, ed. William D.
Davis and Louis Finkelstein (Cambridge: Cambridge University Press, 1984),
308-26.
21. La
resurrección, se cree, es una idea Persa, y aunque no hay una referencia clara
a este punto de vista anterior al libro de Daniel en el siglo segundo a.C.,
algunos han tomado la referencia en Ezequiel 37 para anticipar esta visión.
22. Ver
el artículo clásico sobre las creencias Judías en la vida después de la muerte
escrito por Saul Lieberman, “Some Aspects of After Life in Early Rabbinic
Literature”, en el Harry Austryn Wolfson
Jubilee Volume, vol. 2 (Jerusalem: American Academy for Jewish Research,
1965).
23. Est
es el punto de vista de Harry Wolfson que se puede encontrar en Philo: Foundations of Religious Philosophy
en Judaism, Christianity, and Islam (Cambridge: Harvard University Press,
1948).
No hay comentarios:
Publicar un comentario