viernes, 27 de noviembre de 2020

EL ARCA DE LA ALIANZA

La asociación entre el arca con las tiendas ha llevado a los estudiosos a buscar paralelos para con esta asociación en las prácticas cultuales de otros lugares del Medio Oriente. Existe la evidencia en la historia de los Beduinos Árabes. Esta incluye la utfa, el mahmal y la qubba, esta última puede preceder a las otras dos históricamente. La qubba era una tienda de cuero rojo, transportable en camellos. Albergaba a los ídolos tribales y a los betilos (piedras sagradas), y eran usadas para la adivinación, acompañando a las tribus en tiempos de guerra como palladium de guerra (Cross, 1961; Homan: 90-93). El uso de la qubba está atestiguado en un bajorrelieve del siglo I AC en el templo de Bel en Palmira, donde se describe a un camello en procesión, portando una tienda roja, y en varios otros textos en Palmira (Zobel: 367). Más recientemente se han citado otros paralelos, notablemente la gran tienda pública (hurpatum) en Mari del siglo 18 AC. Estas tiendas eran grandes, eran transportadas por grupos de hombres, y tenían bastidores de madera (qersü). El término qersü está relacionado etimológicamente con la qrs de la tienda de El en el mito Ugarítico de Baal, así como con los tabernáculos qerashim de madera, bastidores (Fleming). El enlace etimológico con la tienda de El es importante, dado que El, el dios principal del panteón Ugarítico, es descrito habitando en una tienda en el mito de Baal. La asociación con la tienda de El indica las funciones sagradas para las que servían las tiendas como albergue temporal para los dioses (Fleming: 491; Homan: 89-128).

B. Trono de Escabel. Mientras la evidencia de cómo las tiendas eran usadas en el antiguo Medio Oriente para alojar a los dioses ayuda a explicar la asociación del arca con las tiendas, una diferencia significativa ha de ser señalada en las prácticas Israelitas. La residencia de los dioses de otras culturas en tiendas era representada situando las imágenes de esos dioses o ídolos en tiendas. En Israel, el arca no es la imagen del ídolo de la deidad, debido a la fuerte tradición anicónista en Israel. Esto da lugar a la pregunta de qué se entiende que simbolizaba el arca en la Biblia Hebrea / Antiguo Testamento.

Se puede encontrar una explicación en la asociación del arca con el Querubín. Cuando se construyó el arca en el Éxodo, estaba cubierta por el kapporet, la cubierta que tenía dos Querubines sobre ella (Éxod. 25:17-20). En el templo de Salomón, el arca estaba situada debajo de los dos Querubines en el espacio más interior. (1 Reyes 8: 6-7; 2 Crón. 5:7-8). La evidencia material de Siria-Palestina en este periodo ofrece evidencia de tronos tallados con Querubines a sus respectivos lados. El sarcófago de Ahiram de Biblos (ca. Siglo X AC), así como marfiles de Meggido uno una placa, el otro un modelo pequeño, ofrecen evidencia material de tronos reales con Querubines tallados a sus lados (Mettinger: 19-24). La asociación del arca con el Querubín puede ser comprendida simbolizando el trono de la deidad, especialmente dado que el arca estaba situada en el Tabernáculo y en el Templo.

Esta explicación del simbolismo del arca no está exenta de problemas. Principalmente el arca Israelita no es descrita con Querubines tallados a sus lados, así que su descripción no encaja con la evidencia iconográfica de los tronos para Querubines (Mettinger:21-23). Más bien el Querubín es descrito situado sobre el arca, con el arca situada bajo ellos. Mettinger y otros argumentan que el arca no es el trono de la divinidad, sino los Querubines mismos que funcionan como trono, mientras el arca es su escabel (Mettinger: 23-24; Zobel 371). El simbolismo del arca como escabel encuentra justificación y evidencia material en algunos textos Bíblicos (1 Crón. 28:2; Salm. 99:5; 132:7). El sarcófago de Ahiram y la placa de marfil de Meggido ofrecen evidencia de estos escabeles para tronos en el Medio Oriente antiguo, ANP 158, 159, 161, 168).

De Vaux argumentaba que el arca funcionaba como caja-depósito para documentos legales, que era puesta a los pies de la deidad. De Vaux cita como evidencia el tratado entre Ramses II de Egipto y Hattusilis III de Hatti situado en contenedores que eran puestos a los pies de los dioses de cada país, sirviendo como escabeles (de Vaux).

C. Construcción de las Cajas-Depósito. En P, no obstante, el arca tiene un simbolismo y función diferente a la de un trono, o escabel, o caja deposito legal. Su simbolismo se refiere a la particular colocación del arca en P, como “arca del testimonio”, aron ha edu, y su construcción como parte del Tabernáculo.

Hurowitz demostró que la forma literaria de las narrativas sobre el tabernáculo en Exodo 25-31, 35-40 sigue las inscripciones en los edificios reales que se pueden encontrar en el Cercano Oriente, particularmente en Mesopotamia. Sobre la base de este análisis, argumentó que las narrativas sobre el tabernáculo se conforman a la forma que ofrecen los relatos sobre los edificios reales. Las inscripciones en los edificios reales eran puestas a menudo dentro del edificio cuya construcción describían.

La combinación del uso que hace P de la forma literaria de las inscripciones en los edificios reales, la colocación de la tablas en una caja que después era puesta en el tabernáculo, y la designación particular de P del arca como “arca del testimonio”, sugieren que el arca funcionaba para P como casa depósito. El “testimonio”, ha edut, contenido en el arca consistía de las instrucciones divinas para el tabernáculo, que la deidad dio a Moisés en el Monte Sinaí (Éxod. 25-31). Es por ello que P nunca utiliza testimonio, `edut para referirse a objetos tangibles, específicamente, las tablas de piedra (Seow 1992:392), pues el contenido de esas tablas no es la alianza, berit, sino más bien las instrucciones y mandamientos para construir el tabernáculo. En otras palabras, para P, “el arca del testimonio”, no simboliza un trono, escabel o caja de depósito legal, sino un edificio-depósito real, que contenía la inscripción del edificio real, situada dentro del edificio cuya descripción está inscrita en las tablas. Esta función sufre un giro único por parte de P: El edificio y el edificio-depósito que contenía ambos eran portables.











































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