miércoles, 21 de enero de 2009

CRISTIANISMO, PRISCILIANO Y EL APOSTOL SANTIAGO

PRISCILIANO

PRISCILIANO
Prisciliano{Biografía} {Religión} Nació en Galicia en el año 340. Fundador del priscilianismo, herejía gnóstica que se extiende por la parte más occidental del Imperio, perdurando hasta mediados del s. VI. Sulpicio Severo dice de Prisciliano que es un hombre de origen noble, rico, de gran ingenio, pero soberbio y corrompido por una pésima formación intelectual. Su gnosticismo, de tintes maniqueistas, está repleto de conceptos mágicos. Construye un rigorismo moral que intenta hacer extensivo al resto del pueblo. Granjeándose la amistad de los obispos hispanos Instancio y Silvano, consigue dividir el episcopado, pero el concilio de Zaragoza (380) condena su ascetismo. Ordenado obispo por los anteriores y perseguido, realiza una multitudinaria peregrinación a Roma. Ni el papa S. Dámaso ni S. Ambrosio, entonces obispo de Milán, les reciben. Prisciliano recurre a las autoridades civiles, sobornando a algunos funcionarios. Muere en Tréveris en el año 385 condenado por un tribunal civil.
La herejía española de Prisciliano
Desde Siria y Egipto, la tradición nazarea empezó a difundirse aún más allá. Siria controlaba la mayor parte del comercio mediterráneo con la Galia y con España. Cada día zarpaban de Alejandría barcos con rumbo a la costa atlántica de Europa. Así pues, no es extraño que vestigios importantes del pensamiento nazareo llegaran a la citada costa. Cuando el cristianismo paulino llegó allí por tierra desde Roma, los mencionados vestigios ya se habían consolidado. Probablemente, la figura más importante del desarrollo del cristia- nismo primitivo en España fue el maestro Prisciliano de Avila, que vivió en las postrimerías del siglo iv. Nacido en el seno de una familia de elevada alcurnia, Prisciliano fue seglar toda su vida, jamás recibió la ordenación de Roma. Aunque se inició en el sur de España, su movimiento se extendió rápidamente hacia el oeste y el norte y, finalmente, echó sus raíces más tenaces en Galicia, que pasaría a ser su centro. Parece ser que allí, en la costa atlántica del noroeste de España, recibió una nutrición y un ímpetu que se renovaban constantemente a través de las rutas comerciales marítimas entre dicha región y Egipto y el Mediterráneo oriental. Poco a poco fue filtrándose por los Pirineos hacia la Galia y se transformó en la variante de cristianismo que gozaba de mayor predominio en Aquitania. Al mismo tiempo, Prisciliano intentó adquirir material que era ajeno a la esfera de la Iglesia de Roma. Así, entre 381 y 384, uno de sus principales discípulos, una mujer llamada Egeria, hizo un viaje especial al Oriente Medio. Allí buscó textos no canónicos. Visitó Edesa, el centro de la enseñanza «tomasiana». Realizó una gira prolongada para visitar las iglesias mesopotámicas, cuya orientación era nazarea y nestoriana La importancia de esto no debe minimizarse. Indica el medio que, una forma de cristianismo que evitaba por completo la ortodoxia paulina de Roma, empleó para establecerse en la Europa occidental. La enseñanza del propio Prisciliano se caracterizaba por su acentuado tono nestoriano, así como por ciertas dosis de maniqueísmo gnóstico. Al mismo tiempo, se inspiraba en gran medida en un cuerpo de material estrictamente judaico, incluyendo la numerología y otrasformas de cabalismo primitivo, las cuales se hallaban firmemente en raizadas en fuentes esenias /sadoquitas/ nazareas. Además, parece ser que Prisciliano exigía la adhesión a, como mínimo, ciertos principios de la ley judaica. En contraste con el cristianismo paulino, cumplía con el precepto del sábado el mismo sábado. Negaba la Trinidad. Y útilzaba gran número de libros de orientación específicamente nazarea, entre ellos los Hechos de Tomás. Al igual que sus precursores en Egipto, Siria y el Asia Menor, Prisciliano afirmaba que Judas Tomás era hermano gemelo de Jesús.
En el año 386, Prisciliano y por lo menos cinco de sus discípulos fueron los primeros herejes que murieron ejecutados. La sentencia se cumplió en Trier, pero el cuerpo de Prisciliano fue llevado de vuelta a España y enterrado en Galicia. Allí se le acogió como mártir y su tumba se convirtió en un santuario, un lugar sagrado, un centro de peregrinaje. Como mínimo, una autoridad en la materia, el profesor Henry Chadwick de Oxford, arguye que el santuario de Santiago de Compostela es en realidad la tumba de Prisciliano. Santiago de Compostela es testimonio de la eficacia con que la tradición nazarea se estableció en España. Como hemos visto, la Iglesia paulina de Roma veía en Jaime, el hermano de Jesús, una especie de estorbo y se desvivía, siempre que ello era posible, por evitarle a él y al papel que había desempeñado. En el Nuevo Testamento canónico sólo se conserva una carta fragmentaria de Jaime. Por lo demás, sólo figura brevemente, de paso, en los Evangelios y como personaje periférico y de segundo plano en los Hechos. Sin embargo, Santiago de Compostela s decir, la iglesia de San Jaime en Compostela- pasó a ser, con la excepción de la propia Roma, el más importante de los santuarios y centros de peregrinaje de la cristiandad medieval. Desde Santiago se inició la Reconquista, es decir, la cruzada cuyo objetivo era arrebatarles España a los moros. A decir verdad, Santiago engendró su propia orden militar de caballería, la orden de Santiago, cuyo modelo eran los Templarios y los Hospitalarios.

Según la tradición española del siglo VII, san Jaime visitó realmente España, donde predicó. También se afirmaba que, al morir, su cuerpo fue llevado de Jerusalén a Santiago y enterrado allí Ambas afirmaciones, aunque discutibles, atestiguan la importancia que tenía Jaime en lo que suele considerarse como una esfera de influencia puramente paulina. Santiago de Compostela puede considerarse legítimamente
como un santuario a la supervivencia del pensamiento nazareo, lo que representa un desafío implícito a Roma. A principios del siglo Ix, en Santiago de Compostela se exhumaron unos huesos humanos. En aquel entonces se creyó que eran los huesos de Jaime. Excavaciones mucho más recientes, entre 1946 y 1959, encontraron varias tumbas de los siglos IV y V. Las tumbas estaban orientadas hacia el este, o sea, hacia Jerusalén, como hacian los nazareos al rezar. Actualmente, se cree que las tumbas son de primitivos cristianos españoles y que se instalaron en la proximidad del mausoleo de algún hombre santo acreditado. Como hemos dicho, por lo menos una autoridad moderna afirma que el mausoleo en cuestión es el de Prisciliano, y así lo acepta la mayoría de la población del lugar. De hecho, se dice que la principal ruta de peregrinación a Santiago es la que se utilizó para llevar el cuerpo de Prisciliano a allí desde Trier

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