GNOSIS III
LAS PRIMERAS ESCUELAS Y SISTEMAS
SIMÓN EL MAGO
Aunque la investigación moderna sobre la Gnosis ya no
mantiene la convicción que Simón el Mago ha
de ser considerado el fundador de la religión Gnóstica, aún su nombre es de
hecho el primero en aparecer en el contexto de la Gnosis. Aunque la fuente más
antigua, los Hechos de los Apóstoles,
compuesto en el siglo 1 d.C., no le describen como gnóstico propiamente, sino
más bien como mago megalómano y rapaz que seducía a la gente de Samaria(1). Sus seguidores le llamaban “La potencia de Dios llamada la Grande”(se suponía que una emanación del Dios supremo habitaba en
Simón, quien le debía sus poderes sobrenaturales). Convertido y
bautizado por Felipe el Evangelista, quiere negociar la imposición de las manos
que realizaban los apóstoles Pedro y Juan, la cual otorga el Espíritu
Santo(posteriormente llamada “simonía”, o la
compra de oficios eclesiásticos). Por lo tanto es maldecido por Pedro y
excluido de la congregación. Esta descripción difícilmente hace justicia a la
importancia de Simón y lo reduce a un mero charlatán. (Los Hechos de los
Apóstoles también muestran en otras partes una tendencia a quitar importancia a
los conflictos y a idealizar el Cristianismo temprano). El apologista y mártir Justino(muerto en el 167), procedente también de
Samaria, confirma la primera vez que Simón trabajó allí en tiempos del
emperador Claudio(41-54) donde era supuestamente adorado por sus seguidores
como el “primer dios”. También es el primero
que nos dice que “el primer pensamiento(ennoia)fue por él
engendrado”(2). Ireneo ofrece el relato
más completo y conoce el sistema de los Simonianos con más precisión(3). Además del culto divino a Simón en tanto que poder
supremo, añade que afirmaba ser un Cristo. Compró a la prostituta Helena en
Tiro(Fenicia). Siendo ésta considerada la madre de todos que tenía en él su
origen en tanto que “primer pensamiento”(ennoia)
que descendió a las regiones más bajas y creó a los ángeles y los poderes.
Estos, a su vez, crearon el mundo y mantuvieron a Helena cautiva por envidia,
en orden a infligirle todo tipo de ultrajes, de manera que nunca pudiera
retornar. Encerrada en un cuerpo humano, tuvo que vagar a lo largo de los
siglos de vasija en vasija siempre en cuerpos diferentes(también en el cuerpo
de Helena de Troya) hasta que acabó en el burdel donde Simón,
que había descendido como redentor no reconocido, la liberó. La
enseñanza de Simón incluye el rechazo de la creación y la Ley; tiene un
carácter libertino. Hipólito(4) ofrece más
información sobre la doctrina de Simón en extractos de un tratado escrito por
Simón el Mago, titulado “La Gran
Exposición”(Apophasis Megale)(5).
Difícilmente se puede considerar a esta obra de Simón el Mago, aunque es
probablemente una especie de interpretación filosófico-especulativa de dichos
atribuidos a él por su escuela en el siglo II. Su fuerte carácter monoteísta
está conectado con el ciclo del elemento divino a través de los tres periodos –el primordial, el presente y el futuro- en los que
Simón se veía a sí mismo, designándose como “aquel
que (anteriormente) estuvo, está y (de nuevo) estará”. Evidentemente,
esta interpretación se refiere al título honorífico de Simón conocido de otras
fuentes, “aquel que está”, con el que es
descrito su divino carácter. (Los Samaritanos usaban la expresión como
descripción de la existencia humana determinada por Dios).
La etapa final de la leyenda de Simón se encuentra en los
apócrifos Hechos de Pedro y en el romance
pseudo-Clementino(cerca del siglo 3)(6). Aquí,
Simón aparece como el estereotipo oponente de Pedro, un Satán subordinado, que
funda congregaciones en las ciudades de la costa Sirio-Palestina desde Cesarea
hasta Antioquia mediante sus milagros y retórica, aunque las pierde de nuevo a
favor del más exitoso Pedro que le sigue los pasos. En este contexto, aparece
nueva información sobre él aunque su historicidad es dudosa: ej., los nombres
de sus padres(Antonio y Raquel), su educación Griega en Alejandría y el ser
discípulo de Juan Bautista, quien veía en él a sus discípulo más avanzado
aunque no puedo nombrarle su sucesor, dado que Simón estaba en Egipto cuando
tuvo lugar la muerte de Juan. Su otro discípulo, Dositeo(un líder sectario
Samaritano), ocupó el cargo hasta que Simón, a su regreso, se lo arrebató.
Desde entonces comenzó a viajar con Helena y 30 discípulos hasta que,
misteriosamente, encontró la muerte en Roma. Según Hipólito se hizo enterrar
para demostrar su resurrección aunque no volvió a la vida de nuevo. Según otra
versión, hizo un intento de volar a Roma para demostrar sus poderes milagrosos
a Pedro quien, invocando a Cristo, hizo que se estrellara. Se rompió las
piernas y fue llevado por sus seguidores a Aricia(sur de Roma) donde murió
finalmente(7). Así, a los ojos de la comunidad
Cristiana, el mago encontró la muerte debido a sus propias maquinaciones.
Como ya se ha mencionado, estas historias son puras leyendas
que como máximo sólo nos pueden mostrar que evidentemente Simón vino a Roma, o
que sus discípulos llegaron hasta Roma, y que en el siglo II junto con otras
escuelas gnósticas, especialmente la de Marción, presentaban un serio peligro
para la existencia de las comunidades Cristianas. La apócrifa “Epístola de los Apóstoles”(Epistula Apostolorum), de la segunda mitad del siglo II, ve
igualmente en Simón y en el posterior Cerinto a anti-Apóstoles, que quieren
alienar a los Cristianos de su fe(8). Las
disputas de los escritos pseudo-Clementinos posiblemente contenían
reminiscencias de las doctrinas adelantadas por Simón, o transmitidas por su
escuela, como por ejemplo la doctrina del “poder
incomprensible, supremo”, del creador inferior del mundo y de la
cautividad del alma(que aquí aparece como ennoia).
En un pasaje, Simón habla acerca de Pedro como sigue(9):”Pero tú, como si estuvieras perplejo de asombro,
impedirás que tus oídos sean mancillados por blasfemias y tengas que irte, dado
que no encontrarás nada que responder; pero la gente ignorante estará de
acuerdo contigo, es más llegarán a apreciarte, porque enseñas lo que en ellos
es costumbre, y me maldecirán, porque proclamo algo nuevo nunca oído…”(10). Este es un excelente análisis de la manera en que
el profeta gnóstico se ve a sí mismo.
Para con el histórico Simón hay que asumir sin duda alguna
que fundó una comunidad gnóstica en Samaria considerada por el Cristianismo en
expansión un serio competidor, especialmente dado que los Simonianos anexaron
doctrinas Cristianas tratando así de socavar a las comunidades Cristianas, como
hicieron la mayoría de los Gnósticos posteriores. El marco de la enseñanza de
Simón puede ser reconstruido como boceto solamente: debe haber sido una forma
temprana del sistema llamado Barbelognóstico,
según el cual el dios supremo actúa a través de su primera emanación (ennoia), el mundo viene a la existencia, y las almas
caen en la servidumbre. En Nag Hammadi
tenemos el texto “Exegésis sobre el Alma”(11) probablemente una fuente que nos dice más acerca
de todo esto. Simón apareció como redentor del alma humana que estaba, entre
otros, también en Helena; trajo la revelación necesaria para su liberación, la
“llamada”. Así era, a los ojos de sus
seguidores, la encarnación del “poder supremo”,
i.e. del dios desconocido. Este aspecto de su
enseñanza es también una clara indicación de su origen Samaritano, dado que el
término “poder, fuerza” es un atributo divino
popular en la tradición Samaritana-Judía. Detrás de esto se oculta, según la
comprensión Gnóstica, la posesión del pneuma
que eleva al gnóstico por encima de los no-redimidos. “Aquél
que llegue a conocer nuestro gran poder se hará invisible, ningún fuego podrá
quemarle, y será puro…..”(12). Los
informes Cristianos sobre Simón son sean malentendidos, como en el caso de
Helena quien era claramente sólo un símbolo del alma caída que había hecho del
“ burdel” del mundo su morada (quizá
elaborado con medios literarios como en la Exégesis del Alma), o son
tergiversaciones conscientes y calumnias a las que parece pertenecer el título
de “Mago”. Naturalmente, los heresiológos no
tenían una comprensión más profunda de una enseñanza que les era hostil(13).
Simón fue evidentemente un representante del intelectualismo
arriba mencionado de origen Oriental-Judío con cierta medida de educación
Griega.
MENANDRO Y SATORNILO
Lo mismo es verdad de sus discípulos, de los cuales Menandro
es el más cercano. Él, también, viene de Samaria aunque trabajó en Antioquia de
Siria y puede haber vivido hasta el 80 d.C. Se le atribuye una doctrina y
actitud similares a las de Simón, incluyendo, por supuesto, lo mágico(14). Con Satornilo
es diferente(en Latín Saturnino), viene de Siria (Antioquia o Daphne, en la
región donde nace el Jordán) y, según la opinión de los heresiológos, mantiene
puntos de vista que dependen de Menandro(15).
Esto es verdad respecto a la creación del mundo por ángeles inferiores aunque
no de otros rasgos de su enseñanza. Falta (sólo en las fuentes?)la figura
femenina de Ennoia o Sophia, en cambio hay un informe de la manera Gnóstica de
creación y animación del primer hombre y la primera descripción de la figura de
Cristo como redentor cósmico. Además, los
Satornilianos tomaron el camino ascético y diferenciaron estrictamente entre
hombres buenos y malos. En el caso de Satornilos se podría hablar ya de una
Gnosis Cristiana. Su periodo de vida se extiende sin duda a la primera mitad
del siglo II, fue contemporáneo de Basilides.
CERINTO
Procedente de Asia Menor fue contemporáneo del mártir
Policarpio de Smirna(fallecido en 156 o 157), acerca del cual Ireneo dice: “Y aquellos que le escucharon(Policarpio) decir que Juan el
discípulo del Señor fue a bañarse en Efeso y al ver a Cerinto dentro, salió
fuera de los baños sin bañarse, diciendo, ·Huyamos no sea que los baños se
desplomen, dado que Cerinto, el enemigo de la verdad, está dentro….”(16). En otro pasaje, Ireneo afirma que el Evangelio de
Juan fue escrito contra Cerinto(17), una opinión
que un poco después, desde el otro lado, la convirtieron en lo opuesto, siendo
considerado como obra de Cerinto. Pero, como mucho, el Cuarto Evangelio tuvo
más que un ligero contacto con la Gnosis. El mismo Ireneo nos cuenta lo poco
que hay de auténtico en Cerinto(18): las
doctrinas del dios supremo desconocido y del creador inferior del mundo así
como una Cristología docetista.
La historicidad de Carpócrates y su hijo Epífanes ha sido
negada varias veces(19). Algunos han visto tras
su nombre más bien una asociación de culto gnostizante del tardío dios Egipcio
Harpócrates, Horus el hijo de Isis, y le dieron crédito al informe de Celso que
conoció a los Harpocratianos(20). Aunque no es
aquí posible entrar en detalles, parece que hay pocas razones para dudar de la
existencia de la persona de Carpócrates(aunque el nombre puede contener una
alusión consciente a Harpócrates). Se dice que Carpócrates trabajó bajo el
emperador Adriano(117-138), especialmente en Asia Menor, aunque se dice también
que procedía de Egipto(21). Su hijo que murió a
la edad de 17 años, ya jugaba un papel importante (Clemente llega a describirlo
como el fundador de la escuela); el libro ya citado, “Sobre
la Justicia”, fue por él compuesto. Un discípulo femenino de
Carpócrates, Marcellina de nombre, expandió sus enseñanzas(modificadas?)cerca
del 160 en Roma(Celso llama a sus seguidores
“Marcelinianos”). La secta floreció cerca del 130. Sus sistema
desarrolló la tradición gnóstica temprana en un consistente antinomismo, o libertinismo,
que ha de seguir el Alma en el camino hacia su redención, si es necesario
mediante varios nacimientos. Jesús es el ejemplo que hay que esforzarse en
imitar al seguir este camino, un ejemplo que incluso puede ser superado. Solo la fe y el amor son necesarios para la salvación, el
resto, especialmente las leyes y regulaciones, es neutral.
Los Padres de la Iglesia nos ofrecen un cuadro fragmentado.
Una fuente cada vez hecha más accesible por los investigadores modernos es el
Nuevo Testamento, los primeros testimonios tempranos Cristianos que adquirieron
reconocimiento universal en el curso de los siglos segundo y tercero, en parte
en confrontación con la Gnosis contemporánea. En un número de estos se pueden sacar
importantes conclusiones en dos niveles acerca de la Gnosis temprana,
especialmente sobre la variedad Cristiana que estaba a punto de surgir: por un
lado a través de la existencia de elementos
gnósticos en los textos mismos, i.e.
en sus afirmaciones sobre el contenido, por otro en la polémica contra la
enseñanza gnóstica, o las comunidades gnósticas. Los puntos de vista sobre todo
esto están aún muy divididos, en lo que a particulares se refiere, aunque el
estado de todo esto fue aclarado por la investigación crítica hace ya tiempo.
Las contribuciones pioneras las aportó Rudolf Bultmann y su escuela(22). El proceso que ya está claro en el mismo Nuevo
Testamento es doble, la Cristianización de la Gnosis y la gnostización del
Cristianismo. El resultado de ambos procesos es la canonización del
Cristianismo como iglesia Ortodoxa por un lado, y la eliminación de la Gnosis
como herejía por el otro.
LA GNOSIS COMO MOVIMIENTO INTERNO
CRISTIANO
La Gnosis tal como se encuentra en el Nuevo Testamento es
entendida menos como religión alienada pagana, y más bien es tratada como “fenómeno dentro del Cristianismo”(23). Los Gnósticos se sentían Cristianos y se
presentaban como tal en las primeras comunidades Cristianas. Era, pues, un
peligro más desde dentro que desde fuera sobre el que advirtió Pablo(24). De todo esto se sigue que ya el Cristianismo
pre-paulino Heleno, dado que se había desarrollado en las ciudades de la costa
de Palestina, Siria y Asia Menor(especialmente en Antioquia), había tenido
contactos con la Gnosis, aparentemente mediante el intermediario de un ya
existente Judaísmo-gnóstico Heleno que se puede asumir como punto de comienzo
de la Gnosis en la misma zona geográfica. En esta región la historia de la
Gnosis continuó su simbiosis con el Cristianismo, alcanzando en su posterior
curso expansión a nivel mundial (Alejandría, Roma), lo que forma parte de las
presuposiciones de los sistemas de la “alta-gnosis”
de los siglos segundo y tercero.
Una figura importante fue el apóstol Pablo, artesano Judío
en Cilicia. Se convirtió en el misionero y teólogo Cristiano de más éxito. Sus
cartas, compuestas entre el 41 y el 52, contienen repetidas expresiones de
oposición apasionada a las falsas doctrinas que se extendieron entre la mayoría
de las congregaciones por él fundadas, que incluían doctrinas gnósticas. Esto
quedó claro en Corinto donde Pablo fundó una congregación cerca del 41 d.C., a
la que posteriormente (entre el 49/50)dirigió sus dos famosas cartas (que son
más precisamente una colección de cartas). El origen
gnóstico de sus opositores surge claramente de la polémica(25). Son los pneumáticos(espirituales)
y “perfectos”, gente que está orgullosa de
su “conocimiento”(26),
a los que todo les está permitido(27). Por lo
tanto buscan a los débiles(28). En tanto que
poseedores del espíritu ya tienen la resurrección(29).
La asamblea de la congregación se convierte en una demostración de la presencia
gnóstica del Espíritu(30); las mujeres
participan en esta esfera(31). La Eucaristía es
degradada a una mera comida para saciar el apetito(32).
Los hombres se dejan bautizar por los muertos(33).
El jesús terrenal es despreciado a favor del Cristo celestial(34), rasgo que también se da en los Ofitas(35). La comprensión gnóstica de la libertad parece
haber corrompido a la congregación de Pablo. El origen Judío de esos “apóstoles” es afirmado explícitamente(36). Condiciones similares, que surgen debido a la
propaganda Gnóstica, existían evidentemente no solamente en Corinto sino
también en otras comunidades Paulinas, como, por ejemplo, Tesalónica (hoy
Salónica), Filipo (Macedonia), Colosas y Éfeso (en estas dos últimas sólo
después de Pablo). Aunque Pablo parece ser no es inocente de todo esto, sus
propios conceptos no están libres de rasgos de doctrinas gnósticas, y los gnósticos
tardíos se apoyaron en él como testimonio (un punto insinuado en Hechos)(37). Conoce las diferencias entre psíquicos y
pneumáticos; los últimos son una nueva creación, los que participan en la
gloria(38) y están libres de la Ley(39). Carne y espíritu, como oscuridad y luz, son
contrastes irreconciliables(40). Este mundo en
tanto que creación caída está gobernando por Satán y los poderes demoniacos(41). La Ley Judía, también, viene de los poderes
angélicos(42). Prevalece una actitud de rechazo
del mundo, y el matrimonio es considerado peligroso(43).
La caída de Adán trajo el pecado y la muerte al mundo(44)
y, desde entonces, la humanidad permanece caída bajo la influencia del ámbito
de existencia terreno-psíquico(45). Sólo la
redención a través de Cristo es el punto decisivo que hizo posible una nueva
humanidad del Espíritu(46). El redentor es para
Pablo un ser celestial que desciende sin ser reconocido y retorna de nuevo a
Dios(47). Sólo este Cristo espiritual es
decisivo, no el Cristo “según la carne”(48). Él nos libera de los poderes demoniacos y de la
caída del mundo que dura desde Adán. Los redimidos se unen con él en un solo
cuerpo, en contraste con la humanidad Adámica no redimida(49). La unidad de la comunidad de salvación así
creada, la Iglesia, es supranacional, gobernada por el Espíritu. Esta
concepción de la comunidad orientada hacia el Espíritu y el carisma, aún era
mantenida en la Gnosis Cristiana cuando ya no era un factor vital en la Iglesia
en general. La fe va acompañada por el conocimiento de las verdades de
salvación(50). El espiritual Cristiano tiene
libertad y poder, aunque esta sujeto al amor y la obediencia(51). Se puede encontrar en Pablo un elemento de
conceptos e ideas gnósticas, evidentemente derivados de la herencia del
Cristianismo Heleno y de su propia experiencia, que le hacen interesante para
la historia de la Gnosis; él pertenece a esta, no sólo como oponente. A través
de él, el Cristianismo vino a ser una religión de salvación en la antigüedad y
la Gnosis tuvo su participación en ello.
------------------------
1.
Hechos 8:9-25.
2.
Justino, “Apología”
1 26: 1-3.
3.
Ireneo, “Adv. Haer.”,
1 23:1-4.
4.
Hipólito, “Refutation”
VI 9-18.
5.
Ver J. Frickel, “Die
Apophasis Megale”.
6.
E. Hennecke/W. Schneemelcher, “Neutestamentliche Apokryphen”, 2da. Ed. 215ff. Y
231ff.; 3ra. Ed., vol. 2, 188ff.(ET 276ff).
7.
Hechos de Pedro
32; Martirio de Pedro 3.
8.
Epistula Apostolorum,
7/18.
9.
“Die
Pseudoclementinen”. II Rekognitionen in Rufins Übersetzung, ed. B. Rehm,
Berlin 1965(GCS 51) 73f. Citado también en H. Jonas, “Gnosis
I 357. La orientación anti-Marcionita no es afectada por esto.
10.
Recognitions II
37,6f.
11.
NHC II 6.
12.
NHC VI 4:36, 3-7.
13.
ThR 37(1972)
322-347 y 42(1977)279-359. Ver K. Beyschlag y G.
Lüdemann los dos tienen obras acerca de Simón.
14.
Justino, “Apología”
I 26; Ireneo, “Adv. Haer.” I 23,5.
15.
Ireneo, Adv. Haer.
I 24,1-2 = Hipólito, Refutatio VII 28.
16.
Ireneo, Adv. Haer.
III 3,4 = Eusebio, Eccles. Hist. IV
14,6(Loeb Classical Library).
17.
Ireneo, Adv. Haer.
III 11,1.
18.
Ireneo, Adv. Haer.
I 26,1.
19.
“Die
Karpokratianische Gnosis”, 1938(mantiene la historicidad); H. Kraft, “Gab es einen Gnostiker Karpokrates?”, en Theol.
Z.8(1954) pp. 434-443. M. Smith “Clement of
Alexandria and a Secret Gospel of Mark”, Cambridge, Mass. 1973, pp. 266-278,
295-350(fuentes).
20.
Orígnes, “C. Celsum
V 62”.
21.
Clemente de Alejandría, “Stormata”, III 5.2.
22.
“Theologie des Neuen
Testaments”, Tübingen 1953; E. Haenchen, “Gnosis
und Neues Testament”, RGG II. J.M. Robinson, “Gnosticism and the New
Testament”, y G.W. MacRae, “Nag Hammadi and the New
Testament”, en Jonas Festschrift Gnosis, ed. B. Aland, 125-157.
23.
Bultmann, “Theologie
des Neuen Testaments”.
24.
Hechos,
20:29.
25.
W. Schmithals, “Die
Gnosis in Korinth” (FT 1971); id. “Zur
Herkunft der gnostischen Elemente in der Spracher des Paulus” en Jonas
Festschrift “Gnosis”. U. Wilckens, “Weisheit und Torheit”. Sobre la situación social
de la iglesia en Corinto ver G. Theissen, ZNW 65
(1974), pp. 232-272.
26.
I Cor. 8:1-3.
27.
I Cor. 10:23.
28.
I Cor. 10:23-31.
29.
I Cor. 15:29-32.
30.
1 Cor. 12:13;
14:2-19.
31.
1 Cor. 11:5.
32.
1 Cor. 11:17-34.
33.
1 Cor. 15:29.
34.
1 Cor. 12:3.
35.
Orígenes, “Contra
Celsus”, VI, 28.
36.
2 Cor. 11:22.
37.
Hechos, 20:27.
38.
1 Cor. 2:10 – 3:18.
39.
Gál. 3:28; 1 Cor.
12:13.
40.
Rom. 8:5-10;
13:11-13; 1 Tes. 5:4-6.
41.
1 Cor. 2:6-8; 2 Cor.
4:4; Gál. 4:3-9.
42.
Gál. 3:19.
43.
1 Cor. 7:32-34.
44.
Rom. 5:12.
45.
1 Cor. 15:21,44,49.
46.
op. cit.
47.
2 Cor. 8:9; 1 Cor.
2:8; Filp. 2:6-11.
48.
2 Cor. 5:16.
49.
Rom. 5:12-14; 12:4f.; 1 Cor. 15:22,48f.; 12:12-27.
50.
Filip. 3:8-10; 1
Cor. 2:6ff.
51.
1 Cor. 9:1-23.
No hay comentarios:
Publicar un comentario