HELENISMO Y RELIGIÓN
En tiempos de Alejandro la idea Helena de
cultura había evolucionado hasta tal punto que era posible decir que uno era
Heleno no de nacimiento sino por educación, así uno nacido bárbaro podía
convertirse en un verdadero Heleno. El entronamiento de la razón como parte más
elevada en el hombre llevó al descubrimiento del hombre como tal, y al mismo
tiempo a la concepción de las costumbres Helenas como cultura humanista
general. La última etapa en este camino la tomaron cuando los Estoicos
propusieron que la libertad, el más alto bien de la ética Helena, es una pura
cualidad interior no dependiente de las condiciones externas, de manera que la
verdadera libertad puede muy bien encontrarse en un esclavo si éste es sabio.
La teoría prevaleciente no situaba ya al hombre primariamente en el contexto de
la polis, como hizo Platón y aún Aristóteles, sino en el del cosmos, algunas veces llamados “la verdadera y
gran ciudad de todos”. Ser un buen ciudadano del Cosmos, un “cosmopolita”, es el fin moral del
hombre; y su calificación para esta ciudadanía es su posesión del logos, o razón, y nada más. El punto
culminante de esta ideología se alcanzó bajo el Imperio Romano; aunque en todos
sus rasgos esenciales la etapa universalista del pensamiento Griego ya estaba
presenta en tiempos de Alejandro.
El primer universalismo de la cultura Griega
fue seguido de una época de diferenciación; una nueva diferenciación basada
principalmente en temas espirituales, participando sólo secundariamente en un
carácter nacional, regional y lingüístico. La cultura secular común se vio
grandemente afectada por una polarización mental en términos religiosos.
Llevando finalmente a una ruptura de la anterior unidad en campos exclusivos.
Pero la marea creciente de la religión se tragó
al “pensamiento” Griego transformando su carácter. La cultura secular Helena
cambió en una pronunciada cultura pagana religiosa, tanto como auto-defensa
contra el Cristianismo como por necesidad interna. Esto significa que en la época
del surgimiento de la religión mundial, el Helenismo mismo vino a ser un credo
denominacional. Así es como Plotino y aún más Juliano el Apóstata concibieron
su Helenismo(i.e. causa pagana) fundando con el Neoplatonismo una especie de
Iglesia con su propio dogma y apologética.
En los momentos de su ocaso el concepto de
Helenismo fue al mismo tiempo ampliado y reducido. Ampliado en el sentido que
en el atrincheramiento final, incluso creaciones puramente orientales como las
religiones de Mithras y Attis fueron contadas dentro de la tradición Helena que
debía ser defendida; reducida en lo que toda causa se convirtió en la causa de
un partido, y cada vez más en la de un partido minoritario.
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