domingo, 14 de mayo de 2017

EL GÉNESIS Y LA CAÍDA

COMENTARIO SOBRE EL GÉNESIS
Entre los estudiosos de la Biblia es de común conocimiento que la Biblia Hebrea contiene tradiciones que difieren de la narrativa del Génesis, por ejemplo en Ezekiel 28. En la literatura parabíblica, como es el libro de Enoch, hay aún tradiciones más divergentes acerca de la historia primordial de la humanidad. Esto ha llevado a la hipótesis que esas tradiciones puedan ser dependientes de un relato más antiguo el cual Paul Ricoeur ha llamado “el Mito Adámico”. Sin embargo, hasta ahora este mito sigue siendo evasivo. No hay evidencia de que el motivo del Paraíso fuese copiado de la literatura extrabíblica. 

Hay nuevas interpretaciones basadas en un número de tablillas Ugaríticas que datan de finales del siglo trece a.C.. En esta época Ugarit era una capital floreciente de un pequeño reino Cananita de la costa de la actual Siria, opuesto en el mapa a la isla de Chipre. Ugarit es importante para la interpretación bíblica porque su lenguaje está muy de cerca relacionado con el antiguo Hebreo y se escribía en tablillas de arcilla con escritura alfabética. 

CONCEPTOS DE LA CREACION EN UGARIT
En Ugarit y otros estados Cananitas el Creador de Todo era El llamado en Ugarit Ilu. La u final era una declinación que desapareció en el primer milenio a.C. Ningún otro gran creador o creadora en el antiguo Oriente Próximo tenía el mismo nombre, con la excepción del Dios de Israel. Parece pues lógico suponer que la religión de Israel ha de ser vista como enraizada en su medioambiental Cananita (Korpel 1990; De Moor 1997). 

El creaba de varias maneras. Su esposa principal era Ashera, madre de sus setenta hijos y creadora por derecho propio. La creación mediante la palabra o el pensamiento está atestiguada en ambos. Sin embargo, como otros creadores en el Antiguo Cercano Oriente, El también “creaba” dejando embarazadas a otras diosas y mujeres terrenales. En otras ocasiones creaba moldeando la arcilla como un alfarero (Gén. 2:7). El creó no sólo al comienzo del Cosmos sino en muchas otras ocasiones después. Así que los Cananitas creían en un proceso de creación continuo, igual que algunos escritores bíblicos -un hecho muchas veces no tenido en cuenta por los teólogos. Algunas deidades inferiores en el panteón Ugarítico también podían crear, aunque fuese a un nivel más bajo. 

El vivía en una “tienda” en el cuádruple nacimiento del Eufrates y el Tigris. posiblemente esta “tienda” era el firmamento celestial mismo, aunque también es descrita como un lujurioso palacio, tanto en Ugarit como en la Biblia. Hay fuertes rayanos para asumir que se pensaba que El habitaba sobre el Monte Ararat, el pico más alto de Turkía/Armenia y la montaña sobre la que según los relatos Mesopotamios como Bíblicos se posó el Arca. El Monte Ararat es un volcán extinguido con dos picos, uno de los cuales es llamado “el Crater del Panadero” en Ugarítico. La gente creía que el Sol descendía entre estos dos picos llevando consigo a los muertos. Una tablilla Ugarítica menciona una “viña de los dioses” que parece haber sido la predecesora del Jardín del Edén Cananita. 

LA HISTORIA PRIMORDIAL EN UGARIT
Según las principales religiones del antiguo Oriente Próximo, con excepción de la religión Israelita, la primera rebelión contra el Creador tuvo lugar en el mundo de los dioses, no entre los humanos. En los pocos casos donde los humanos primordiales se vieron involucrados en rebeliones contra el dios principal éstos eran aún seres divinos o semi-divinos. Este es un punto importante para comprender el concepto Cananita del jardín de los dioses. El estatus Divino implicaba proporciones enormes, también de su medioambiente. El jardín debe haber sido pensado como abarcando todo el país de Armenia, y quizá más. Inicialmente había probablemente sólo un Árbol de la Vida en la versión Cananita del Paraíso, un enormemente alto “Árbol del Mundo” cuya cima tocaba el cielo.

En Ugarit el dios rebelde era Horon, también conocido en las literaturas Fenicia, Egipcia, Hebrea y Griega. Hay fuertes indicaciones de que se rebeló contra El y fue castigado con la expulsión de la montaña volcánica de El y desterrado en el Hauran, parte del desierto Sirio, donde comenzó su propia actividad volcánica. Su venganza parece haber consistido en hacer inaccesible para los dioses el Árbol de la Vida colocándose él mismo en el árbol como una gran serpiente, un gran monstruo como el Leviatán bíblico, cuyo veneno convirtió al Árbol de la Vida en el Árbol de la Muerte. Como resultado el mundo entero comenzó a marchitarse y una niebla venenosa lo envolvió todo. 

Así la identificación del Diablo con una serpiente venenosa tiene una larga historia. Se cree que la serpiente era enorme y con cuernos. De ahí los cuernos del Diablo. Los grandes dioses decidieron enviar a uno de ellos, Adam, a la tierra con la misión de acabar con esta situación deplorable. Le dieron poder total sobre la tierra (Gén. 1:28), pero cuando llegó al Árbol de la Vida, la serpiente le mordió y comenzó a morir. Sin embargo, la diosa sol tuvo compasión de Adam y convocó a todos los dioses para hechizar a la serpiente antes que fuese demasiado tarde. Dado que su propia descendencia, las serpientes, también serían destruidas mediante esta masiva alianza, Horon entró en el jardín, arrancó el Árbol de la Muerte y lo desintoxicó eliminando sus brotes mórbidos. Aquí el texto:

La cara de Horon palideció
Porque su posteridad sería estéril.
Abandonó la ciudad en el este.
Y se dirigió derecho
al Gran Arashikh
[El Gran Arashikh y el Pequeño Arashikh son los nombres de dos ríos tributarios del Tigris]
Eliminó el junípero de los árboles,
sí, el Árbol de la Muerte de los matorrales.
El junípero -lo arrancó,
El racimo de dátiles -lo desechó,
La cáscara -la eliminó……
Horon fue a su casa
y marchó a su residencia.
El veneno se debilitó como un arroyo,
fluyó fuera como una acequia.

Aparentemente el Árbol de la Muerte era un repugnante híbrido. La eliminación de este árbol significa que la vida podía continuar su curso, aunque fuera reducida a un estado mortal. El Árbol de la Vida que les había otorgado vida eterna desapareció para siempre. Después de este giro Horon vino a ser el autorizado ejecutor de otros rebeldes como él, tanto en el cielo como en la tierra. 

En su manifestación astral Horon era llamado Hilal, la brillante estrella Aldebaran que a veces es ocultada por la luna creciente temprano en la mañana de manera que la estrella parece desaparecer del cielo nocturno. El bien conocido simbolismo de la bandera Turco-Otomana deriva del fenómeno de Aldebarán reapareciendo cerca del creciente. Las representaciones iconográficas de este evento ya se encuentran en artefactos del segundo milenio a.C., también encontrados en Ugarit. 

En cuanto a la esposa de Adán, ella también era una diosa en Ugarit (y muchos otros países) con el nombre de Kubaba que en la tradición Griega vino a ser Cibeles, la madre de todo. En las partes conservadas del mito Ugarítico ninguna transgresión de mandamiento divino alguno es mencionada. Se cree que la inculpación de Eva en Génesis 3 fue la consecuencia de culparla por la caída de Jerusalem debido a la práctica de la idolatría por las mujeres. La influencia de la cultura Griega sobre el Judaísmo temprano puede haber promovido esta manera de pensar que no tiene paralelo en el mundo antiguo. Después que Adán hubo recibido la mordida letal, la diosa del sol Ugarítica parece haberle prometido “una buena esposa” para comenzar el ciclo eterno de procreación con ella, así asegurando la preservación de la vida humana a pesar de la muerte inevitable de todo individuo.

En su manifestación astral como estrella matutina Hilal, Horon engendró las Kotharat, siete divinas matronas que vinieron a ser responsables de la conservación de la vida mediante la concepción y el parto. En el texto Ugarítico esto se celebra con una liturgia para una novia y un novio. Horon pues es un dios ambiguo cuyo carácter tenía un lado malo y otro positivo. Esta ambigüedad también es discernible en posteriores representaciones del Diablo(Charlesworth 2010). Varios epítetos Ugaríticos de Horon son idénticos o similares a las designaciones Árabes de Iblis, el Diablo en el Islam. 

VIDA FELIZ DESPUÉS DE LA MUERTE SOLAMENTE PARA ALGUNOS   
Desde tiempos antiguos, los grandes reyes y heroes en el mundo Cananita podían esperar un destino brillante en el más allá. En Ugarit se creía que sus reyes eran deificados después de la muerte. En tanto que deidades obtenían nuevos nombres que terminaban en “El”, “Baal” o “Haddu/Hadad”, indicando la división del panteón al que pertenecían. Esos nombres asemejan a los de los antepasados reales deificados de la dinastía Ugarítica los cuales eran consultados por el rey en sesiones nocturnas alrededor de piedras que representaban al fallecido en el culto. Estos nombres eran semejantes a los de los arcángeles en la posterior literatura bíblica y Judía.

Cuando el rey Kirta, héroe de una gran leyenda Ugarítica, yace muriendo, su esposa le dice a sus amigos, Kirta está camino para unirse a El.

El término usado para la unificación del rey, con su patrón personal El es un participio derivado de la misma raíz como herejía -Shirk- vehemente opuesta en el Islam. Se trata del pecado de asociar a cualquier otro ser con Dios. Es remarcable ver este término siendo usado en sentido positivo en un documento auténticamente politeísta del Cercano Oriente. Aquí describe la fusión de un ser humano como deidad inferior -Kirta ya era un “hijo” de El- con su creador El. Dado que hay razón para asumir que Ilu habitaba en una lujuriosa viña en las laderas del Monte Ararat, este pasaje parece implicar que a Kirta también le era permitido habitar en el “Paraíso” de Ilu en las faldas inferiores del Monte Ararat donde florecían la viñas desde tiempos inmemoriales.

RENOVACIÓN DE LA VIDA EN EL CULTO
Varias tablillas de Ugarit combinan una narrativa mitológica con un ritual o una encantación. La conexión entre mito mito y ritual es normalmente muy clara, dando apoyo al punto de vista que el mito servía para explicar el ritual y era recitado o simbólicamente representado en el culto. 

Uno de los textos Ugaríticos de este género es muy interesante dado que describe algunas ceremonias de la fiesta del Año Nuevo que se celebraba en Otoño cuando las tan deseadas lluvias señalaban el final del caluroso y seco Verano estación atribuida a Môt, dios de la muerte. El vino nuevo era prensado durante esta fiesta y todos podían beber hasta hartarse (De Moor 1972; 1987, 117-128). La fiesta del Año Nuevo celebraba la renovación de la vida simbolizada por un rito de matrimonio sagrado en el cual el rey, la reina y una sacerdotisa parecen haber estado involucrados. Hay muchos paralelos de este rito en el mundo antiguo (ver especialmente Assmann 1982; Botero & Kramer 2011). Mark Smith describe el propósito de la fiesta muy bien,

“En la sección ritual de 1.23 (líneas 1-29). Las metáforas de las líneas 8-11 describen la destrucción de la Muerte en el lenguaje de la vid, señalando implícitamente al combustible de la vida que esta destrucción implica. Implícitamente la fiesta que celebraba la vida requería una cosecha, la muerte y destrucción de los componentes naturales consumidos; no hay bebida del vino, ni fiesta, sin la destrucción o muerte del fruto de la vid. Los elementos de la fiesta vienen de un proceso de muerte de la Muerte, la vida en cierto sentido se alimenta de la muerte; de la muerte viene la vida (M. Smith 2006, 17).

La poda de la vid durante la fiesta del Año Nuevo conmemoraba la poda del Árbol de la Vida por Horon, el Príncipe (shar) que inicialmente era un aliado de la muerte. Era un acto que hacía posible la eterna renovación de la vida mediante la procreación. 
“Mot y Shar  están sentados con el báculo del dolor en una mano, el báculo de la viudez en la otra. La podadora de la vid ha de podarle a él, los que atan la vid habrán de atarle a él, le dejarán caer en la terraza como una rama de vid”! 

La muerte y el príncipe -los dos aparecen aquí unidos para formar un dios dual, como muchas otras deidades en Ugarit. El “luto” de Horon es dado a entender en otro texto Ugarítico. Aparentemente Horon, el Diablo Cananita, era representado como una especie de espantapájaros hecho con una especie de tallos nudosos de la vid durante el ritual del Año Nuevo. En cualquier caso está claro que el Diablo no era una invención de los Persas, como muchos afirman, sino que ha debido ser un oponente de Dios (El) mucho antes. 


LA DERROTA DE LA SERPIENTE 

Las tablillas de Ugarit describen la derrota de la serpiente del mar primordial el yerno de El Baal y su consorte Anat. Una encantación Ugarítica ofrece detalles importante referentes a esta lucha.

“Has de ir al país de Mahanaim.
Solidificar el Mar (cuya) lengua bífida toca el cielo, has de solidificar el Mar con su cola bífida.
Has de poner el bozal al Atún, has de atarlo a las montañas del Líbano.
Cae! Será humillada, Oh Mar, tu rugido está destrozado, oh Arroyo.
Verá la Fosa, 
Serás embadurnado con arcilla”!

Para el lector moderno, parecerá extraño que el dios desconocido al que se dirige se le pide que solidifique el mar aquí identificado con un monstruo serpentino. Sin embargo, en la mitología Ugarítica la derrota de las fuerzas del mal nunca es definitiva. El Mar, la Muerte y el Diablo puede resurgir de nuevo. El país de Mahanaim es la cordillera de Bashan que era vista como el cuerpo petrificado de una gran serpiente que se alargaba hasta el desierto Sirio. Bashan significa “dragón del mar”. La palabra usada para solidificación del mar es “congelar sus aguas” para que se conviertan en hielo, una substancia semejante al cristal. Se puede conectar esto con Éxod. 15:2 y Apoc. 4:6; 15:2.

RECEPCIÓN CRÍTICA EN LA BIBLIA HEBREA
Las diferencias con la tradición canónica Hebrea son muchas. El nombre Horon, sobrevive solamente en nombres geográficos, aparentemente porque no se toleraba a ningún rival de Dios. Pero muchos elementos en la tradición Hebrea revelan que los escribas estaban bien al corriente de la mitología Cananita. Sin embargo, no fueron críticos con estos elementos a la hora de usarlos. Isaías 14 y Ezequiel 28 incluso llegaron a ridiculizar la religión de sus vecinos Cananitas, en particular la creencia que después de la muerte sus reyes y grandes héroes se unían a El en su magnífico de las delicias. Posteriormente este concepto sería democratizado de manera que todo los justos podían alcanzar este estado bendecido. La expulsión del Diablo Cananita Horon, el opuesto a El, de la montaña de los dioses le ofrecía a los profetas Israelitas un argumento perfecto contra la idea que el estatus divino garantizaba indemnidad contra el castigo por los pecados cometidos.

CONTINUACIÓN PARCIAL EN LA LITERATURA PARABÍBLICA Y EL NUEVO TESTAMENTO
Se pueden indicar algunas correspondencias entre el material Ugarítico y los escritos parabíblicos y el Nuevo Testamento lo que sugiere que vale la pena tener en cuenta el Material Cananita.

Es evidente que la tradición canónica sobre Adán y Eva ha tenido gran influencia en las obras apócrifas, sectarias y pseudográficas. Aunque se cree que algunas tradiciones sobre Adán Cananitas que fueron omitidas en la Biblia fueron reintegradas en estas parabíblicas composiciones. Si esto se dio vía oral o consultando antiguas fuentes Cananitas es difícil de dilucidar. En cualquier caso el material Cananita ofrece nueva luz sobre las tradiciones sobre Adán parabíblicas también. 

LA RENOVACIÓN DE LA VIDA
La restauración del paraíso para los piadosos es un tema en la literatura parabíblica y el Nuevo Testamento. Ya en el Libro de las Luminarias en Libro de Enoch (siglo IV a.C.) 77:3 se menciona el “Jardín de la Virtud” que está situado en el norte según el punto de vista del autor. El Libro de los Vigilantes (siglo III a.C.) describe un bello árbol fragante, que crece en la montaña de Dios. Su fruto será dado a los justos al final de los tiempos (1 Enoch 24:3-25:6). Posteriormente muchos otros textos parabíblicos y del Nuevo Testamento mencionan un jardín paradisiaco en el que los justos vivirán después de su muerte.

Es remarcable también como el jubilante dicho de Pablo “Dónde está, oh muerte, tu victoria? Dónde está, oh muerte, tu aguijón  en (1 Cor. 15:55) enlaza con Oseas 13:14 y con las tradiciones Cananitas acerca del primer Adán. El Aguijón era un hijo de la Muerte en Ugarit y la serpiente en la viña de los dioses mató al primer hombre con sus “aguijonantes colmillos”. 

La historia de Adán estaba conectada con la renovación de la vida durante la Fiesta de Año Nuevo en Ugarit. En esta conexión es interesante como incluso una versión de la posterior obra rabínica conocida como el Abot de Rabbi Natán dice “El Día de Año Nuevo fue creado el primer hombre. En la primera hora vino a la existencia como pensamiento en la mente de Dios”.

CONCLUSIÓN
Las tradiciones mitológicas Cananitas, especialmente las de la ciudad de Ugarit, arrojan nueva luz sobre los pasajes sobre Adán y Eva en la Biblia Hebrea, el Nuevo Testamento y la literatura parabíblica. Varios elementos que no pueden ser relacionados retrospectivamente con la Biblia Hebrea canónica parecen estar presentes en los textos Cananitas que son unos mil doscientos años más antiguos. Esto nos permite postular la hipótesis que ha existido una cadena de tradición popular que fue deliberadamente reprimida en el Judaísmo rabínico, aunque ocasionalmente aparece recortada en las obras no canónicas. Hay que seguir explorando estos elusivos lazos.   


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