jueves, 10 de octubre de 2013

OSIRIS, HORUS Y SETH


OSIRIS, HORUS Y SETH
El tratamiento Egipcio del par luz y tinieblas justifica generalmente el punto de vista que la teología temprana Egipcia estaba “completamente libre de aquellas lógicas que eliminan uno de los dos conceptos contradictorios y empujan las ideas religiosas a los dogmas”(1), ofreciendo más evidencia de la “profundamente enraizada tendencia Egipcia para entender el mundo en términos dualistas como una serie de pares de contrastes centrados en un incambiable equilibrio”(2). En la religión Egipcia luz y tinieblas son vistas como partes de la misma totalidad cósmica y una tendencia pronunciada en mantener o alcanzar equilibrio, simetría entre los dos elementos de otras polaridades o dualidades se puede observar en otras esferas de la vida religiosa Egipcia. 

La reconstrucción del dinamismo religioso y la realidad teológica o histórica detrás de este legendario ciclo se hace difícil dadas las inevitables oscuridades que rodean las primeras formas y evolución de los cultos a Osiris, Horus y Seth en el antiguo Egipto. Tanto Osiris como Seth eran miembros de la Gran Enéada, los nueve dioses de la cosmogonía de Heliópolis y ambos eran hijos del dios de la tierra, Geb, la diosa del cielo, Nut, quien primero generó a Osiris y su hermana-esposa, Isis, y después esto trajo a Seth y su hermana-esposa, Nephtys. Tanto los Textos de las Pirámides como Plutarco afirman que ya desde su nacimiento, Seth manifestó su funesta proclividad al desorden y violencia.

En tanto que dios pre-dinástico antiguo, representado por su enigmática apariencia animal-híbrida,(3) Set estuvo asociado con el Alto Egipto. La Teología Menfita registrada en la “Piedra Shabaka”, relata que el dios de la tierra, Geb, actuó como juez entre Horus y Seth. Para acabar con el enfrentamiento entre ambos, dividió Egipto en dos partes, el Bajo Egipto perteneciente a Horus y el Alto Egipto a Seth. Esta división tenía como objetivo la paz, pero el segundo decreto de Geb ensalza a Horus como único gobernante sobre todo Egipto, dado que Horus era el hijo de Osiris.

Esta legendaria división de Egipto entre Horus y Seth ha sido interpretada tanto en términos cosmológicos como políticos. Una línea influyente de investigación dentro de la lectura histórico-política de este separación Horus-Seth trata de explicarla como reflejo de un conflicto que tuvo lugar hacia finales del Periodo pre-dinástico(5300-3100 a.C). Este supuest conflicto entre devotos de Seth en el Alto Egipto y devotos de Horus en el Bajo Egipto parece haber ocurrido antes de la unificación de Egipto bajo Manes o Narme (3100-3050 a.C.)habiendo estado precedido por una unión pre-dinástica de Egipto bajo un rey histórico devoto de Osiris(4). Los seguidores de Horus en el Bajo Egipto son vistos algunas veces como forasteros en la zona del Delta; se ha conjeturado ocasionalmente que Osiris fue su rey humano que fue asesinado  por compañeros de Seth del Alto Egipto que fueron, sin embargo, a su vez vencidos por los forasteros del norte.       
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1.     R. Anthes, “Egyptian Theology en the Third Millennium B.C.”.,JNES, 18:3, 1959, July, p. 170.
2.     H. Frankfort, “Kingship and the Gods: A Stuydy of Ancient Near Eastern Religion and the Integration of Society and Nature”(Chicago, 1948), p. 19; Cf. H. Kees, “Ancient Egypt, A Cultural Topography”, tr. I.F.D. Modrow (London, 1961), p. 150. I.M.E. Shaw and P.T, Nicholson, “British Museum Dictionary of Ancient Egypt”, Duality(London, 1995), p. 88; B.J. Kemp, “Ancient Egypt: Anatomy of a Civilization”(London, 1989), pp. 27-8, 50-1; M. Rice, “Egypt´s Legacy: The Archetypes of Western Civilization 3000-30BC”(London 1997), pp. 35-6, 95.
3.     ver P.H. Boussac, “L´animal sacré de Set-Typhon et ses divers modes d´interpretation”, RHR, 82, 1920, pp. 189-208; P.E. Newberry, “The Pig and the Cult-Animal of Seth”, JEA, 14, 1928, pp. 211-25; H. Te Velde, “Seth, God of Confusion” (Leiden, 1967), pp. 13-27. 
4.     Ver K. Sethe, “Urgeschichte und älteste Religion der Ägypter”(Leipzig, 1930), pp. 70-133; cf. Los argumentos referentes a Seth como dios principal del Alto Egipto indígena de la zona de Ombos (cerca de la moderna Nagada)antes de su supuesta sujeción por una raza dinástica que daba culto a Horus en W.B. Emery, “Archaic Egypt”(Harmondsworth, 1961), pp. 120; cf. También, S.A.B. Mercer, “The Religion of Ancient Egypt”(London, 1949), pp. 50, 57-8.  

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