DUALISMO II

DUALISMO PLATÓNICO

El dualismo alma-cuerpo típico de Platón, expresado en los diálogos de Platón del Timeo y el Fedón, influenciaron de manera importante a las tradiciones Judías y Cristianas. Una oposición dualista espíritu-materia junto con un riguroso ascetismo fue cultivado en las tendencias esotéricas-iniciáticas del Orfismo y los Pitagóricos en la antigüedad. La enseñanza Órfico-Pitagórica que define al cuerpo físico como una tumba del alma inmortal y divina también es compartida en el tipo de religión Gnóstica con su foco implícito en el rescate de la prisión del cuerpo en el cual está atrapado el Demiurgo de la “chispa divina” en el hombre –preocupación compartida por las herejías medievales de los Cátaros (i.e. Los Puros -de Katharsis = Purificación, en Griego) y los Bogomilos (i.e. del Eslavo =Bogha =Dios; milos =amigo –amigos de Dios).

DOS EN UNO

Al igual que otros sistemas religiosos antiguos la religión Egipcia atribuye una variedad de significados mitológicos y simbólicos al par alternante “luz y tinieblas” que era también un rasgo importante de las cosmogonías arcaicas Egipcias. En la doctrina de la creación en Hermópolis, el centro de culto de Thoth, el dios lunar de la escritura y el conocimiento, dos de los ocho dioses primordiales, Kuk y Kauket, están asociados con las tinieblas y eran descritos nadando con las otras seis primordiales deidades “en las tinieblas de padre Nun”, el abismo acuoso(1). Mientras que los ocho dioses (ogdóada) son retratados como creadores de la “Luz”, a los dioses “tinieblas”, Kuk y Kauket, se les otorga un papel benéfico, pues traen respectivamente a la vida la “Luz” y el amanecer solar y crean la noche y traen a la existencia el día(2). Puesto que la “Luz” viene a la existencia después y procedente de las tinieblas, esta última puede ser vista como prerrequisito necesario para su existencia(3).

La doctrina cosmogónica en Heliópolis, la “ciudad del sol”, y el antiguo culto centrado en el dios sol Ra, también describen al dios creador “resplandeciente”, Atón, como surgiendo no solo del Océano Primordial de Nun sino de las Tinieblas también(4).   

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1.     Ver “Textos de los Sarcófagos” en su referencia a las ocho deidades en P. Lacau, “Sarcophages antérieurs au nouvel Empire” (Cairo, 1902), I, p. 270, 58. Cf. The cosmogonic system and the allusions to “kek” (tinieblas) en Coffin Text Spell 76 en R.O. Faulkner, “The Ancient Egyptian Coffin Texts” (Warminster, 1973), vol. I, pp. 77-80. 

2.     Texto en K. Sethe, “Amun und die acht Urgötter von Hermopolis, Eine Untersuchung über Ursprung und Wesen des ägyptischen Götterkönigs”, APAW, 4, Berlin, 1929, p. 76.

3.     H. Rineggren, “Light and Darkness in Ancient Egyptian Religion”, en Liber Amicorum, p. 76.

4.     Ver Pyramid Texts, 605, en “The Ancient Pyramid Texts”, tr. R.O. Faulkner, (Oxford, 1969), p. 118.