lunes, 4 de abril de 2016

TEODICEA I

Los que buscan una teodicea en el libro de Job se equivocan como los amigos que tratan de reconfortarlo. Dios no ofrece ninguna justificación intelectual a Job respecto a su sufrimiento, aunque finalmente rompe su silencio y acaba con el sufrimiento de Job. Lo que el sufriente quiere no es una explicación sino una prescripción, algo que él pueda hacer para reactivar a Dios después de esta penosa quietud y argumentar el "lado benevolente" de Dios a expensas de su malevolencia, convirtiendo la furia en favor. La prescripción que funciona es la total sumisión al misterio e incomprensibilidad de la deidad.

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