miércoles, 5 de febrero de 2025

PSEUDOCLEMENTINAS-RECOGNITIONES-HOMILIAS VII

 EL JUDEOCRISTIANISMO DE LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN 

La ideología de la Historia de la Salvación es judeocristiana, pero todo indica que se trata de una ideología bastante primitiva y anterior a la fragmentación del judeocristianismo en sectas enfrentadas con la iglesia de los gentiles. Joseph THOMAS, en sus estudios sobre el movimiento bautista, juzgaba la interpretación que HS da del bautismo, como sustituto de los sacrificios, de carácter moderadamente judeocristiano y anterior en el tiempo al "elkasaísmo" que daría un paso más en el movimiento bautista, añadiéndole algunos aspectos mágicos al rito bautista. En los fragmentos del "Libro de Elkhai" transmitidos por Hipólito y Epifanio encontramos las siguientes fórmulas rituales bautistas: 
"Hijos, si alguno entonces ha tenido una relación sexual con un animal de cualquier especie, o con un varón, o con su hermana, o incluso con su hija, así como si ha cometido adulterio o fornicación, y quiere obtener el perdón de los pecados, apenas habrá escuchado este libro, sumérjase por segunda vez en el nombre del Dios Grande y Altísimo y en el nombre de su Hijo, el Gran Rey. Purífiquese y límpiese y llame a testimoniar por él a los Siete Testigos que están escritos en este Libro (...) Os lo digo de nuevo, adúlteros, adúlteras y falsos profetas, si queréis convertiros a fin de que os sean perdonados los pecados  y os sea concedida la paz y la comuníón con los justos, apenas hayáis escuchado este Libro, haceos bautizar la segunda vez con los hábitos (...) Si un perro hidrófobo y enloquecido, en el que hay un espíritu de corrupción hubiese mordido, herido o tocado a un hombre o una mujer, un niño o una niña, en ese momento mismo, vaya rápidamente a meterse con toda su ropa en un río o en una fuente donde la cavidad sea profunda, sumérjase con toda su ropa e invoque al Grande y Altísimo dios con la fe del corazón y entonces llame en testimonio a los Siete Testigos escritos en este Libro: He aquí que llamo en testimonio al Cielo, al Agua, los Espíritus Santos, los Ángeles de la Oración, el Aceite, la Sal y la Tierra. Juro por estos Siete Testigos que no pecará más, no cometeré adulterio, no robaré, no seré injusto ni arrogante, no llevaré odio, no prevaricaré, no me complaceré de ningún mal. Después de haber dicho esto, sumérjase con todas sus ropas en el nombre  del Grande y Altísimo Dios" (Hipólito: Ref. IX, 15, 1-6).
Hijos, no os acerquéis a la imagen del fuego, porque seríais engañados, en verdad una cosa de tal naturaleza es un error: De hecho, dice, lo ves muy cerca, pero está muy lejos, no os acequéis a su imagen, corred mejor hacia la voz del agua (...) Si uno de ellos cae enfermo o es mordido por una serpiente, baja al agua y llama a los nombres que son mencionados en Elkhai: Cielo, Tierra, Sal, Agua, Viento, Ángeles de la Justicia, como dice, y Pan y Aceite de Oliva, y entonces comienza con estas palabras "¡Ayúdame y aleja de mí el dolor!" (Epifanio: Pan. XIX, 3, 7 y XXX, 17, 4).
Se trata de un bautismo de tipo mágico. Las fórmulas rituales no tienen nada que ver con la de HS, que es la primitiva fórmula cristiana, en el nombre de Jesús (la fórmula trinitaria se generalizaría más tarde). Y no hay nada de mágico ni curativo en el bautismo de HS, que tiene tan sólo como objeto perdonar los pecados en sustitución del rito de iniciación, HS propone un bautismo diferente, que no se realizaría exclusivamente en el momento de ingreso a la comunidad judeocristiana, sino cada vez que un creyente cometiese un pecado, o se hubiese manchado por alguna violación de la Torá. Pero también es posible que el carácter iniciático del bautismo se generalizara más tarde y en un principio tuviera más bien el sentido de sustituto de los pecados. Téngase en cuenta que para los Judeocristianos no se trataba de ingresar en una nueva religión, sino de realizar una práctica mnás fervorosa de la religión Judía en un contexto mesiánico. Sólo para los gentiles del bautismo tenía un sentido iniciático puesto que seuponía el abandono de su religión politeísta y el ingreso en una religión judía pero son la exigencia tradicional iniciática de los judíos: la circuncisión. Bernabé, Pablo, Marcos y otros evangelizadores de los gentiles, al no exigirla y limitarse a a bautizar a los neófitos para significar su ingreso en el cristianismo, comenzaron a modificar el sentido primitivo del bautismo, que sería probablemente el expresado en HS. 
La idea de que Jesús estaba en contra de los sacrificios es plenamente judeocristiana y viene claramente expresada en el "Evangelio de los Hebreos", versión judeocristiana de "Mateo: He venido a abolir los sacrificios y si no dejáis de sacrificarme no se apartará de vosotros mi ira". Este evangelio, según las diversas fuentes patrísticas, era utilizado tanto por los ebionitas como por los nazarenos. En este evangelio aparece el concepto de Ruah como "Madre" de Jesús, presente en este evangelio, que cuadra con el concepto judío de Sabiduría y con la relación de éste con los profetas y reyes de la casa de David.
Pero, aunque el tipo de bautismo nos indique que nos hallamos ante un texto anterior al elkasaísmo,  son muchas la conexiones entre HS y el elkasaísmo. En primer lugar, la consideración de la astología. Frente al rechazo Judío por la astología, enunciado claramente en Deuteronomio y seguido por el cristianismo en general, HS da unavisión positiva al tratar la figura de Abraham. En cuanto a Elkhai, demuestra creer en los astros al prohibir "bautizar ni hombre ni mujer en los días de su poder, cuando la luna los atraviesa y se encuentra en conjunción con ellos". Otro pequeño aspecto común es el de la veneración por Jerusalén, el Lugar sagrado de HS, destinado a la oración, hacia el cual miraban los elkasaítas cuando rezaban. También se encuentra en Elkhai una doctrina revisionista sobre la Torá, que no la niega, pero la revisa. A lo que hay que añadir los parecidos entere la teología de HS y la cristología elkasaítas de tipo angélica, mencionada en el capítulo anterior, así como la doctrina de "Ruah-Sabiduría" como pareja femenina de Cristo (en HS del Verdadero Profeta). 
Sin embargo, la cristología elkasaítas (Cristo-Ángel como Adán primordial que se reencarna una y otra vez en los profetas) no se corresponde exactamente con la de HS, no obstante. En cuanto a la doctrina sobre las falsas Escrituras procedía, como el mismo Epifanio manifestaba, de los esenios, y el resto son doctrinas comunes a todos los judeocristianos en general, por lo que sólo la positiva consideración de la astrología acerca ligeramente HS a los elkasaítas.
En cambio, la cuestión de la Ley y la consideración hacia los gentiles los aleja. Elkhai era un judeocristiano intransigente que obligaba a la circuncisión y al cumplimiento del sábado, mientras que HS se muestra bastante ambiguo con ambas cuestiones, suprimiendo. La referencia al sábado en la narración de la Creación y relativizando, aunque valorando, la circuncisión. Frente al odio a los romanos de Elkhai, HS muestra un gran entusiasmo por la evangelización de los gentiles.
Lo mismo cabe decir de los ebionitas, aunque hay que reiterar que Epifanio cometió un error al considerar "Períodos de Pedro" como libro Ebionita. La Cristología Ebionita era angélica. Algunos estudiosos dudan de la asignación de esta idea a los ebionitas por parte de Tertuliano(TERTULIANO: De carne Christi, 14) y Epifanio(EPIFANIO: Pan. XXX, 3, 5-6). Primero porque el propio Tertuliano (que no conoció a los Ebionitas porque atribuye la secta a un inexistente Ebión, cuando en realidad el término significa "los pobres" y fue utilizado también por Pablo para definir a la Iglesia de Jerusalén) dice que consideraban a Jesús como un ser humano normal, hijo de José, y como un profeta. Pero algunos creen que esta cristología don es incompatible: Jesús era un hombre de carne y u hueso, hijo de José y María,en el que, como en anteriores profetas, penetró el Ángel-Cristo que lo transformó. Con respecto a Epifanio, que pudo haber conocido a los Ebionitas durante sus años de estancia en un monasterio cercano a Belén y al Mar Muerto, antes de ser obispo de Salamanca de Chipre, Klijn y Reinink piensan que atribuye a los Ebionitas doctrinas de otras sectas y libros, dado que expone doctrinas variadas e incluso contradictorias sobre Cristo: era un hombre, hijo de José, era el Adán primordial, era un ángel, Señor de los Ángeles, el primero de los Arcángeles, que descendió sobre Jesús el día del bautismo en el Jordán y retornó a los cielos el momento anterior a su muerte("Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado"). Pero quitando la doctrina del Adán primordial, de procedencia elkasaita, el resto es perfectamente compatible, en el caso de Tertuliano. Esta doctrina del Cristo-Ángel de rasgos tan paleocristianos, considera a Cristo como un ser espiritual creado al principio de la creación, por lo que sería considerada una herejía posteriormente, puesto que en el Credo de Nicea, Cristo fue "engendrado, no creado", de carácter eterno y diferenciado tajantemente del resto de los ángeles y criaturas espirituales (incluso el Espíritu Santo), por su carácter de Unigénito.
La diferencia de esta doctrina con respecto a HS (Historia de la Salvación) es que en nuestra fuente se prefiere usar el término Profeta de la Verdad para referirse al ser angélico que ilumina a Jesús, Moisés y Abrahám, etc. Aunque las relaciones entre HS y el ebionismo son claras, no parecen de tipo filial, es decir, no parece que HS fuese obra de un ebionita, sino más bien al contrario, los Ebionitas realizan una interpretación más radical de la ideología que se aprecia en HS, sobretodo teniendo en cuenta, al igual que cuando se compara con los elkasaítas, que HS es moderada en lo que se refiere a la Torá y optimista en lo que se refiere a la misión a los gentiles, mientras que los Ebionitas eran férreamente judíos y no se mostraban de acuerdo con la misión de Pablo, al que consideraban enemigo número uno del judeocristianismo.
No podemos relacionar HS con el judeocristianismo de Cerinto porque, a pesar de su proximidad cronológica, le aleja la doctrina gnóstica que distingue dos dioses, el Altísimo y el Demiurgo. En cuanto al judeocristianismo de Símmaco, es posterior en el tiempo. Sí podría establecerse una filiación de HS con respecto a la secta de los nazarenos, pero la existencia de esta secta, aunque incuestionable, es compleja, puesto que el término nazareno era el que utilizaban los judeocristianos palestinos desde tiempos de Jesús y porque el carácter heterodoxo de este grupo de judeocristianos es discutible. Nazareno era el discípulo de Jesús. Algunos autores han intentado relacionar el término "nazareno" con la institución del nazireato, pero lo más probable es que se refiera tan sólo a Nazaret, patria de Jesús, ya que, el "nazir" o "consagrado a Dios" tenía, en primer lugar, que abstenerse de vino, hecho que se contradice con la figura de Jesús y el ritual de la eucaristía. El término nazareno aparece en los Evangelios, el Corán y el Talmud,. Para nterpretarlo es fundamental tener en cuenta la "birkat ha-minim" o "bendición contra los herejes", pronunciada por Samuel el Pequeño a instancias del Rabino Gamaliel II, cuando este último ejerció la jefatura de la escuela de fariseos exiliados en Yasmina, entre el año 80 y el 90. El texto, tal como aparece en la Geniza de El Cairo, es el siguiente: 
"Que los apóstatas no tengan esperanza y que el reino de la maldad sea desarraigado en nuestros días. Que los notsrim y los minim desaparezcan en un abrir y cerrar de ojos. Que sean borrados del libro de los vivos y no sean inscritos con los justos. Benito seas tú, Adonai, que abates a los orgullosos."
"Nostrim" es "nazareno" y "minim" es un término peyorativo de difícil traducción que designaría en la inmensa mayoría de los textos tálmudicos a los cristianos. ¿Por qué menciona por separado a los nazarenos y a los minim por separado? Para algunos autores se trata sólo de una forma de destacar que los principales herejes son los nazarenos. Para otros, el hecho de que la birkat ha-minim diferencia entre ambos se deba a que los nazarenos en sí no eran considerado herejes, aunque sí una secta enemiga. En la época de Yamania, cuando fue pronunciada la "bendición" (Ber 28b, 29a). El matiz diferenciados radica en la apostasía. Los judíos del periodo interbélico (70-135) aplicarían el término "hereje" a aquellos cristianos que de una forma u otra habrían apostatado de la Torah y de la Alianza, mientras que los "nazarenos" serían aquellos seguidores de Jesús que pretendían mantenerse fieles al judaísmo. Hasta entonces, los nazarenos eran una secta judía. En el siglo IV aún existían, como testimonian tanto Eusebio como Epifanio y Jerónimo, pero si para Epifanio tenían un carácter totalmente herético, para Eusebio no tanto y para Jerónimo eran más bien ortodoxos, aunque continuaran practicando las costumbres judaicas. Aceptaron el evangelio de Mateo con las sucesivas interpolaciones, según parece incluyendo también el esposo dio de la conecpción virginal de Jesús (aunque excluyendo, al parecer, las genealogías, según Epifanio por diferenciarse de los ebionitas que atribuían a José la paternidad de Jesús, cosa que no tiene mucho sentido porque por otra parte dice el propio Epifanio que los nazarenos seguían considerando a Jesús, como los ebionitas y elkasaítas, hijo de José). Aunque no es mucho lo que se sabe de los nazarenos, a pesar del esfuerzo de algunos académicos, sí podemos concluir que son el núcleo original de los judeocristianos, huidos a Pella durante la Guerra Judía (66-74) bajo el patriarcado de Simeón ben Cleofás, primo de Jesús. En tiempos de Nerea la comunidad nazareno retornaría a Jerusalén según los testimonios patrísticos. Allí Simeón ben Cleofás y los nietos de Judas ben José, uno de los hermanos carnales de Jesús, serían ejecutados durante el gobierno de Ático en Judeo (en torno al 100 d.C.). Es precisamente a la muerte de Simeón ben Cleofás cuando surgen las primeras herejías, según Hegsipo, testimonio que se refuerza por la cronología que Hipólito atribuye a la predicación del Elkhai, en el año 100. En Pella se prduciría por el mismo tiempo la escisión de los ebionitas. Posiblemente, uno de los temas que más dividió a ebionitas y nazarenos fue su postura respecto a los gentiles, un poco más moderada en los nazarenos, como demuestra su posterior evollución cristológica, acorde con la del cristianismo gentil, y evangélico (Mateo), además de las buenas relaciones con cristianos romanos como Jerónimo. 
Detrás de todo esto está el proceso romanización, entendido como interacción cultural entre los romanos y los pueblos a ellos sometidos. Los ebionitas y los elkasaítas son nacionalistas judíos antirromanos que se resisten a la romanización del cristianismo (a su vez judaísmo romanizado), mientras que la postura de HSes diferente: el autor (o la comunidad a la que pertenece) está dispuesto a obviar temas tan relevantes de la Torá como el sábado o la circuncisión para facilitar la misión en el mundo romano, pero mantiene aún puras las concepciones teológicas judías. No se ha dado todavía el proceso de divinización de Jesús que radicalizaría incluso más las posturas. En realidad, este es un momento preciso del proceso evolutivo del judeocristianismo, concreta en el momento inmediatamente anterior al surgimiento de la secta elkasaíta. 


sábado, 18 de enero de 2025

PSEUDOCLEMENTINAS-RECOGNITIONES-HOMILIAS VI

 PSEUDOCLEMENTINAS-RECOGNITIONES-HOMILIAS

EL CRISTO ÁNGEL
El concepto de Cristo - Ángel se dio también en Padres Apostólicos como Justino y Hermes. Justino sigue a Filón en la identificación del Logos con el ángel Israel. Hermes y el Pseudo-Cipriano, ven al Logos como el ángel Miguel. Otros textos identifican claramente al Logos con el ángel Gabriel: "La Epístola de los Apóstoles Los Oráculos Sibilinos", interpretación que también seguía el gnóstico Marcos el Mago según Ireneo, que condena como herética su doctrina cuando en realidad estaba enraizada, en lo que se refiere a la cristología, en el pensamiento de los primeros Padres Apostólicos. La aplicación al Logos del carácter angélico  implica la consideración de Cristo como criatura celestial, lo cual se contradice con el Credo que triunfaría entre los católicos (engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre). Por ello, los autores católicos atribuyeron esta doctrina a herejes, destacando los ebionitas. 
El Cardenal Daniélou, siguiendo a Michaelis (W. Michaelis: Zur engelchristologie in Urchristentum, Bâle, 1942), intenta salvar esta doctrina para evitar la condena de autores como Hermes o Justino. Argumenta que la aplicación del término ángel a Cristo es la forma primitiva de decir "persona" trinitaria, es decir, sustancia espiritual. No deja de ser este un insuficiente argumento a posteriori, que pretende conciliar categorías del primer cristianismo con conceptos creados a partir de los debates teológicos que se producirían en el Bajo Imperio Romano. El mismo Daniélou reconoce en cierto modo que los argumentos de Michaelis son insuficientes cuando dice que es inconstestable que, en muchos casos, una tendencia subordinacionista está implícita en esta terminología. Y el subordinacionismo fue condenado en Nicea.
JESÚS EL CRISTO ETERNO
El Cristo eterno, que aparece en Recognitiones I, 43-71:
Pablo dijo que Cristo era "fuerza De Dios y Sabiduría De Dios" (1 Cor. 1, 24), con lo que está dando un paso más respecto a los judeocristianos, un paso trascendental, puesto que si para estos Jesús (el Mesías) estaba subordinado a la Sabiduría, que era su "madre" en sentido evidentemente espiritual, no carnal, Pablo está realizando una identificación entre Mesías y Sabiduría. Si bien para Pablo esta idea es compatible con la filiación carnal de Jesús respecto a José y María, puesto que entendía a Cristo como la "fuerza De Dios" que entró en Jesús, para otros que malinterpretarían posteriormente sus palabras Jesús sería, como la Sabiduría, eterno.
En la misma línea se sitúa el Evangelio de Juan. Nunca menciona a la Sabiduría pero Jesús se autoidentifica con la Sabiduría, sin mencionarla, al aludir a Proverbiosk y Sirácida (Jn 6, 35b cita de Prov 9, 5-6; Mat. 11, 28, cita de Si 24, 19 y 51, 23). Juan sigue al filósofo Judío Filón de Alejandría, que identificó la Sabiduría con el Logos. No se trata de un concepto totalmente extraño a la tradición Judía, como ha demostrado Muñoz-León (MUÑOZ-LEÓN: Dios-Palabra, 1980). Se trata, simplemente, de atribuir a Sabiduría el término hebreo "Memra", "Palabra", que tiene género femenino como "Ruah Hokma". Si para "Proverbios" la Sabiduría estab a en el Principio de la Creación junto a Dios, para Juan: "en el Principio estaba el Logos, y el Logos estaba con Diosy el Logos era Dios! (Jn. 1, 1). Todo lo que se decía de la Sabiduría, que fue creada al principio de la Creación como "Ruah" o Espíritu de Dios, fue aplicado por Juan al Logos. El problema no es el carácter judío ortodoxo de esta asimilación (también la realizaron los Rabinos)(Targum Neofiti, Gén. 1, 3-5; 26-29; Éx. 11, 4; 12, 13-29; 15, 26; 19, 3), sino su interpetación por parte de los lectores gentiles, ya que el Logos tenía un sentido importantísimo en la cosmología estoica y se unirá al concepto platónico de Uno-Bien en el platonismo medio, por lo que sería también especialmente atractivo para los gnósticos (cristianos platónicos). Hay otros dos escritos neotestamentarios que usan el término Logos como potencia creadora: las epístolas de Pedro y Santiago,(Santiago 1, 18-25: "nos engendró por su propia voluntad, con Palabra de verdad" (sinónimo de Torá perfecta de libertad); 1 Pedro 1, 23: "habéis sido reengendrados de un germen no corruptible, sino incorruptible, por medio de la Palabra De Dios vivo y permanente" (pero luego dice: "y esta es la Palabra: la Buena Nueva anunciada por vosotros).pero en Pedro como sinónimo de Evangelio y en Santiago como sinónimo de Torá. Este fue el origen del concepto, que sólo Juan asemejó al Espíritu de Dios.
Si a esto unimos la idea encarnacionista de Juan, que es realmente su gran innovación teológica, hallamos el origen de la nueva religión. En Pablo y los sinópticos teníamos un Jesús de carne, hijo de José, adoptado por Dios como Hijo suyo mediante la penetración en él del Espíritu y mediante la resurrección, pero ahora se dice que el Logos "no nació de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios. Y el Logos se hizo carne y habitó entre nosotros" (Jn 1,13-14). Tenemos ya no a un "Hijo De Dios" en el sentido tradicional judío, que supone una simple "adopción" de un ser humano, hijo de hombre y mujer, por parte de Dios, sino a un ser humano compuesto de carne y Logos. Frente a la visión eclesiástica de la Hisstoria del Dogma, la Historia crítica de las ideas demuestra que primero fue el adopcionismo (condenado posteriormente por los Padres De la Iglesia gentil) y después la doctrina trinitaria. Es posible que Juan no estuviese pensando más que en la filiación de Ruah-Hokma-Memra, como demuestra su enfoque profundamente humano de Jesús, pero en cualquier caso, sus palabras serían interpretadas simplemente como que Dios se hizo hombre y, por tanto, que Jesús era Dios. 
Finalmente, al decir que "nació De Dios", Juan insinúa una nueva idea más, la del Logos como engendrado, no como creado. Sin embargo, hasta aquí podía entenderse al Logos como un ángel, idea que se dio de forma bastante extendida no sólo entre elkasaítas y ebionitas, sino también entre los Padre Apostólicos. La superación de la cristología angélica vendría como consecuencia de las especulaciones, probablemente de influencia gnóstica, realizadas por Aristón de Pella sobre el Principio y el Primogénito, que supondrían el rechazo del carácter de criatura que tenían los ángeles y la Sabiduría del Antiguo Testamento (en el principio fui creada) y proporcionando al Logos un carácter superior (engendrado, no creado). Está mezcla la realizó Aristón de Pella a partir de especulaciones sobre el término "Principio", aunque también se aprecia en la Epístola a los Colosenses. La Biblia griega de los Setenta comienza con las palabras "En arjé", y la Vulgata traduce directamente al latín "In principium", al igual que HS I, 27. Sin embargo, el propio autor de la Vulgata, San Jerónimo, dice que la versión hebrea original está sujeta a diferentes interpretaciones, porque algunos, como Aristón de Pella en su "Diálogo de Jasón y Papisco" traducen el primer versículo como "In filio fecit Deus coelum et terram". Por Orígenes sabemos que Aristón es un cristiano de origen hebreo. Hilario explica claramente el origen de esta traducción: "Bershit verbum hebraicum est"... La palabra hebrea "reshit" puede traducirse por principio o por primogénito. Esta idea se apreciaba ya en Colosenses 1, 15-18: 
"Él es Imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación, porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tromos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por Él y para Él, Él existe con anterioridad a todo, y todo tiene en él su consistencia. Él es también la Cabeza del Cuerpo, De la Iglesia: Él es el Principio, el Primogénito de entre los muertos, para que sea Él el primero en todo, pues Dios tuvo a bien hacer residir en Él toda la Plenitud".
Fuera quien fuera el autor de esta carta, conocía el hebreo y realizó en este pasaje una interpretación de Génesis 1, 1 similar a la de Aristón de Pella, basada en el triple significado de la palabra hebrea "Bereshit": primogénito, principio, e incluso cabeza De la Iglesia. Deniélou interpreta esta versión del Génesis como Cristología judeocristiana. Diferimos de Daniélou tan tanto en su concepto de Judeocristianismo como en la selección de Fuentes que realiza. En este caso concreto, la doctrina del "Hijo como Arjé" no es verdaderamente judeocristiana. Está interpretación del "Arjé o Principio" como "Hijo de Dios" fue adoptada por muchos teólogos antiguos, ya que permitía conmciliar el Antiguo (Génesis) y el Nuevo Testamento (Juan), justificando la presencia de la segunda persona de la Trinidad antes de la creación. Clemente Alejandrino, que se basa en la fuente gnóstica "Kerigma de Pedro", dice:
"Único es realmente Dios, que ha hecho un Principio de todas las cosas, como escribe Pedro, designando al hijo Primogénito y refiriéndose, evidentemente, a: En el Principio Dios hizo el cielo y la tierra".
El origen gnóstico de esta idea está atestiguado por Ireneo (Adv. Haer. I, 18, 1) que menciona entre las doctrinas de Marcos el Mago la siguiente:
"Moisés, dicen, al abordar la cuestión de la creación, muestra enseguida en el Principio a la Madre del Universo: En el Principio, creó Dios el Cielo y la Tierra".
Está madre es la Sabiduría o "Ruah". La doctrina de Marcos el Mago está aún más ligada a las especulaciones teológicas judías que la del autor de Colosenses o la de Aristón, que han añadido a la interpretación de Sabiduría como Principio realizada ya por "Proverbios", el carácter de Primogénito, mezclándolo con el concepto griego de Logos introducido por Juan. De este modo, el Mesías judío, un simple rey, devino el Logos eterno de los filósofos. Pero además, el Logos-Cristo se convirtió en superior a la Sabiduría-Espíritu Santo y a los ángeles, porque el Logos fue engendrado, mientras que la Sabiduría y los ángeles fueron creados. El Logos era, pues preexistente a la Creación: un Cristo eterno. 
Todo esto no tiene nada que ver con la "Historia de la Salvación", donde Jesús es un simple Profta como Moisés , de carácter por tanto humano, y la Sabiduría o Ángel denominado Verdadero Profeta son los que intervienen iluminándolo, como a sus antecesores y a sus discípulos, pero sí con Recognitiones I, 43-71 y muy especialmente con el discurso atribuido a Santiago sobre el Unigénito que procede de Dios inefablemente (Rec. I, 69, 6-7).