miércoles, 21 de enero de 2015

JUAN BAUTISTA EN MARCOS

ENCARCELAMIENTO Y MUERTE DE JUAN EL BAUTISTA
Después que Juan fue arrestado, Jesús vino a Galilea, predicando el Evangelio de Dios(1:14). Según Marxsen, Marcos ha creado, donde anteriormente no la había, deliberadamente una impresión de sucesión de los hechos. Por qué habría de insertar el informe del arresto de Juan en 1:14 y posponer el relato de su muerte hasta 6:14ff.? Dado que παραδοθήναι (“ser entregado, arrestado”) es usado en 1:14 en sentido absoluto, igual que es usado por Marcos en otras partes solo para Jesús, Marxsen piensa que Marcos está creando un paralelismo entre los dos. Históricamente, el arresto de Juan tiene lugar más tarde; teológicamente está bien aquí donde está como anticipo de la pasión, al igual que los capítulos 1-13 contienen anticipos de la cruz. El complejo que trata con el Bautista está separado y situado antes del complejo que trata con Jesús. Marcos 1:14 es pues, según Schmidt, una “unchronologische Chronologie” situada en un “heilsgeschichtliche Schematismus”(1).

Las obras de Vincent Taylor(2), W.L. Knox(3) y M. Albertz(4), a diferencia de Marxsen, tratan de afirmar cuan restringido era Marcos con sus fuentes, algunas veces incluía bloques enteros sin cambio substancial (ej. 2:1-3:6). Marcos realiza sus demostraciones de la misma manera como “usa” su material al igual que en la manera como lo modifica. Por lo tanto el punto no carece de importancia: “inventa” Marcos la impresión de continuidad sucesiva, o la encuentra ya en la tradición? Tiene él una concepción prior de sucesión que fuerza sobre las tradiciones, o está el punto de vista de Marcos ya formado por las tradiciones?

Marcos 6:14 muestra concluyentemente que las actividades de Jesús y Juan estaban ambas cronológicamente y espacialmente separadas. Jesús es tomado como Juan el Bautista resucitado de entre los muertos. Aquellos que expresaron esta opinión podrían no haberlos visto a ambos trabajando juntos, o estado al corriente del bautismo de Jesús a cargo de Juan o de un periodo como discípulo de Juan. Mientras aún Juan bautizaba y predicaba, al menos parte de la gente no debe haber notado la presencia de Jesús. Esto no excluye la posibilidad que Jesús fuese al comienzo más o menos un discípulo de Juan; significa que la actividad pública que le llevó a ser conocido por el pueblo solo pudo haber comenzado después que Juan fue eliminado de la escena, i.e. arrestado (1:14). La gente tiene la impresión de sucesión, no de contemporaneidad(5).

Juan está muerto. Aparece Jesús, y su conducta asemeja tanto a la de Juan que la gente llega a la conclusión que es Juan resucitado de entre los muertos. La creencia expresada aquí no es que Juan ha sido resucitado (άνάστασιζ) sino que ha sido físicamente resucitado (άγήγερται -6:14): resucitado del sepulcro, no traído de vuelta desde el cielo(como, i.e., Elías, que nunca murió)(6). Encontramos aquí no una confesión de fe en la reivindicación de Dios de Juan mediante su resurrección, sino más bien una superstición popular, una reacción de esperanza, miedo, o, en el caso de Herodes, culpa. Esta superstición presupone que Jesús era desconocido de los oponentes de Juan hasta después de la muerte de Juan(7).

El hecho que esta sucesión sea histórica no significa que Marcos 1:14 o 6:17ff., sean estrictamente cronológicos. Pero sí significa que Marcos está haciendo lo mejor que puede para reconstruir la relación cronológica entre Jesús y Juan implícita en la tradición. El papel de Juan como precursor puede ser enfatizado por Marcos 1:14 precisamente porque de hecho “corrió primero”, y fue encarcelado antes del comienzo del ministerio público de Jesús.

Lo que es significativo no es la cronología implícita en un pasaje como 6:14-29, sino el hecho que este relato no-edificante de la muerte de Juan esté incluido(8). Marcos está fascinado por el sangriento relato. Pero quiere resaltar un punto. Lo sitúa después del informe del aumento de la popularidad y éxito de Jesús, y comenta cómo el informe reaccionó en la conciencia culpable de Herodes por haber matado a Juan. Herodes, más supersticioso que nunca, teme que Juan haya regresado para darle caza(6:16). Se hace necesario, pues, en este punto narrar la muerte de Juan, incluso cuando los vv. 14-16 asumen que Juan ya estaba muerto desde hacía algún tiempo. Marcos intenta aparentemente trazar un paralelo entre Juan y Jesús e indicar que Jesús en este punto estaba ante el mismo peligro que fue fatal para Juan(9). Pero Marcos falla en desarrollar esta línea; en lugar de presentar el retiro de Jesús después de la muerte de Juan como una huida ante Herodes(como lo hace Mat. 14:13), Marcos lo presenta como una retirada-descanso(6:31). Aparentemente interviene la necesidad de rechazar cargos de sedición política, de manera que ofrece la mínima sugerencia que a Jesús le esperaba el mismo destino de Juan.

Igualmente no hay indicación de que el relato de la muerte de Juan intente servir un propósito polémico. Dibelius concluye de la creencia que Juan había resucitado (6:14-16; 8:28) que el pueblo se negó a creer en la muerte de su héroe. El informe de Marcos sobre la muerte de Juan es tan escueto en los detalles, y la noticia que los discípulos de Juan habían enterrado su cuerpo está tan al final, que uno podría concluir que Marcos buscaba contrarrestar esta creencia(10). Pero si éste fuera el caso, no obstante, Marcos seguramente habría suprimido 6:14-16 y 8:28, dado que otorgan credibilidad a la creencia en la resurrección de Juan. Aunque la única fuente para la creencia que Juan había resucitado son esos versículos en Marcos. Se puede concluir, pues, que no hay polémica.

Tampoco hay evidencia de polémica contra los discípulos de Juan en otras partes del Evangelio de Marcos. Marcos 1:7 lee “inclinarse y desatar”, una frase no pareja en ningún otro de los Evangelistas. Aunque no hay certeza sobre si Marcos la ha añadido o si es uno de los vívidos detalles irrelevantes aportado por sus fuentes. En cualquier caso su presencia indica que no hay un deseo especial en subordinar a Juan dado que el acto de desatar sandalias necesariamente involucra inclinarse(11). De nuevo, en Marcos 2:18-19 Jesús es criticado porque sus discípulos (muchos de los cuales con toda probabilidad habían sido discípulos de Juan) no ayunan como lo hacen los discípulos de Juan. La implicación es que hasta ahora Jesús y sus discípulos han sido considerados parte del movimiento de Juan; ahora las divergencias comienzan a aparecer(cf. Mat. 11:16-19). Pero en el curso de la transmisión, dos adiciones al pasaje han transformado completamente su significado. Primero, 2:20 fue añadido, indicando que la iglesia veía el ínterin hasta el retorno de Cristo como tiempo de ayuno, y buscaba mediante esta interpolación justificar la práctica corriente. Mediante este cambio se pierde, sin embargo, la diferencia radical entre el trabajo pre-mesiánico de Juan y el banquete mesiánico de Jesús, y la distinción entre sus movimientos se disuelve. Segundo, la frase, “y los Fariseos” fue añadida en orden a transformar el dicho en un contraste entre Judaísmo y Cristianismo; para esto se adjuntó el logion sobre remiendo y vino nuevo(12). Aparentemente el contexto original ya no era relevante. Se puede concluir de esto que no había ningún tipo de conciencia en el curso del desarrollo posterior de 2:18-20 de conflicto con el movimiento Bautista.

Tampoco refleja Marcos conflictos con Bautistas en otro sitio. Si hubiera tenido noticias de conflicto de algún tipo seguramente no habría subordinado Jesús a Juan en el bautismo(1:9-11), ni descrito a Jesús como el sucesor de Juan(1:14), ni deja caer de los labios de Herodes la opinión que Jesús es el retorno de Juan para darle caza a él(6:16). Ni habría hablado Marcos de los “poderes” de Juan(6:14), ni permitido que Jesús reivindicara su autoridad basándose en la de Juan(11:30-32). No es con propósito polémico, pues, que Marcos ha incluido el relato de la muerte de Juan.

En el centro de 6:14-29, por lo tanto, no hay una advertencia a Jesús ni polémica anti-Bautista, sino simplemente el sufrimiento de Juan. Aunque no es retratado como mártir. Nada se dice de su coraje frente al sufrimiento o de su inquebrantable fe en el triunfo final de su causa. De hecho apenas aparece en la escena de su muerte. El énfasis está más bien en lo que le hicieron(13). Aparentemente el sufrimiento de Juan es de tal importancia para Marcos que incluye todo este episodio para enfatizar este único punto. Lo que Marcos entiende por esta enigmática escena de sufrimiento está en 9:9-13.                                    
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1.     (1)Marxsen, “Der Evangelist Markus”, pp. 22-4.
2.     (2)The Gospel According to St. Mark(1952).
3.     (3)The Sources of the Synoptic Gospels, vol. I(1953).
4.     (4)Die Synoptischen Streitgesprache (1921).
5.     (5)Cullmann, “The Cristology of the New Testament”, tr. Por S.C. Guthrie y C.A.M. Hall (1959), pp. 31; Bultmann, “The History of the Synoptic Tradition”, p. 302 n. I: “…. La conclusión que sigue es que en contraste con la presentación en Juan, el ministerio de Jesús no comenzó hasta después de la muerte de Juan el Bautista”.
6.     Cullmann, “Christology”, p. 33.
7.     Mat. 11:2-6 se basa en la memoria que el ministerio público de Jesús surgió solamente después que Juan fue encarcelado –si no, por qué necesitaría Jesús decirle a Juan lo que ha hecho? Hechos 13:24f. deja claro que Jesús solo comenzó a llamar a sus discípulos poco antes del arresto de Juan: “… al final de la carrera de Juan….” Y en Marcos 8:28 Jesús es de nuevo tomado como Juan resucitado, una opinión que sólo podía surgir si Jesús era comparativamente desconocido durante el ministerio de Juan. Por otro lado, Juan 3:22ff. Puede indicar que hubo un periodo durante el cual Jesús bautizó al mismo tiempo que Juan(cf. C.H. Dodd, “Historical Tradition in the Fourth Gospel”, 1963, pp. 285-301). Si fue este el caso, el periodo de su actividad conjunta fue tan breve(Juan. 4:1-3) que incluso en el Cuarto Evangelio la impresión de sucesión prevalece(cf. Juan 1:15, 30; 10:40ff.).    
8.     Hay que señalar cuan drásticamente Mateo y Lucas condensan esto. W.L. Knowx, “The sources of the Synoptic Gospels”, I, 50, demuestra el carácter popular de 6:17-29. Llama esto, siguiendo a Rawlison, un “rumor en el Bazar”, y añade: “ni siquiera afirma que venga de los discípulos de Juan”. Las inexactitudes en la narrativa son patentes(Maurice Goguel, “Jean-Baptiste”, p. 53 n.3).
9.     T.W. Manson, “The Servant Messiah”(1956), pp. 40 f. Cf. También Ernest Best, “The Temptation and the Passion: The Markan Soteriology”(1965), p. 135: …….. La Pasión de Juan es una indicación de la Pasión de Jesús”.
10.   Martin Dibelius, “Johannes der Täufer”, pp. 85 f.
11.   No hay justificación para la afirmación de Bultmann (“The History of the Synoptic Tradition”, p.246) que el dicho acerca del “más poderoso” en Marcos 1:7 es una adición Cristiana que refleja la rivalidad entre la iglesia y los discípulos de Juan.
12.   V. Taylor, “The Gospel According to St Mark”(1952), pp. 208-12. Bultmann ve 19a como una mashal (alegoría) secular usada por la iglesia en unos momentos cuando el conflicto con la secta del Bautista era agudo. Dado que es la conducta de los discípulos la que es cuestionada, y que Jesús defiende su acción, no la suya propia, Bultmann siente que la iglesia está apelando a Jesús en defensa de su práctica (The History of the Synoptic Tradition”, pp. 18 f.). Pero qué autoridad tendría una apelación a Jesús contra los Bautistas? Y por qué habría la iglesia de deberle a los Bautistas cualquier tipo de defensa de sus acciones? Si la iglesia hubiera inventado la escena, habría que esperar una constitución similar a Mat. 3:14 o Luc. 3:15, con una apelación a Juan contra las prácticas de sus discípulos, como: “y Juan dijo a sus discípulos”, “Pueden los invitados a la fiesta ayunar…..? Cf. También Juan 3:28. En p. 105, no obstante, Bultmann considera la posibilidad que el “mashal” en Marcos 2:19a fue originalmente aplicado a sí mismo por Jesús. E. Percy, “Die Botschaft Jesu”(1953), p. 234, mantiene que 2:18 es esencialmente auténtico, dado que la iglesia veía la fiesta de las bodas mesiánicas como esperanza futura(Apoc. 19:7ff; Mat. 25:1-13), y el pasaje desalentadoramente anticipa una época de tristeza sin referencia a la resurrección.
13.   Es posible que Herodes y Herodia traten de evocar el cuadro de Ajab y Jezebel unidos contra Elías.               


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