miércoles, 17 de junio de 2009

PEDESTALES DE CULTO

PEDESTALES DE CULTO CON VENTANAS Y LISOS
Pedestales de cerámica como los encontrados en ensamblajes cultuales en Ai, Laqis, y Megido no son mencionados en las descripciones bíblicas de la parafernalia cultual. A juzgar por Laqis y Megido, parecen cumplir un papel vis-à-vis a los altares de piedras pequeños similar a la que jugaban los pequeños altares respecto a los grandes altares cuando se encuentra juntos.

Un patrón recurrente en un número de sitios de culto es el par de pedestales: con una especie de ventanas y liso. Los pedestales lisos se encuentran más bien en las casas, pero algunas veces in sepulcros y templos, son considerados un implemento doméstico regular que podía ser usado para el culto. La distribución de los pedestales con ventanas parece más restringido.

Aunque derivados de prototipos Mesopotamios y Egipcios, todos los rangos están presentes en Palestina (Negbi, 1956). Así pues, los artesanos de la Edad de Hierro tenían un rango de diseños convencionales a partir de los cuales los fabricaban. Lo que determinaba lo apropiado de uno u otro modelo no se sabe.

PEDESTALES DE CULTO DECORADOS
Mientras que el elemento decorativo y simbólico principal de los modelos descritos arriba era los modelos –de varios tamaños- con ventanas, los que se describen abajo también llevaban representaciones de plantas, animales, y gente/dioses.

El significado de estos particulares artefactos está en sus aspectos representativos. Asumo que el “lenguaje” de estas representaciones es, como el lenguaje natural, altamente convencionalizado y que, aunque extranjero, puede, con la ayuda de algunas llaves, ser comprendido al menos parcialmente. Las llaves iniciales han de ser encontradas en la Biblia.

El icono más asociado con YHWH es el del querubín (kerub), una criatura alada que podía ser representada con una o dos caras, sea de un león o de una persona, o una de cada (Exod. 25:20; Ezequ. 41:18-19). Sobre la base de una comparación entre la imagen de uno de los apositivos de YHWH, “el que se sienta entre los querubines”, “yoseb kerubim” (1 Sam. 4:4; 2 Sam. 6:2; 2 Rey. 19:15; Isa. 37:16; Salm. 80:2; 99:1 –todos contextos militares), y el trono de Hiram, rey de Tiro, que tiene dos cuerpos-de-león, esfinges con cabeza humana a sus lados, existe un consenso que los querubines son esfinges (Albright, 1983; Keel, 1977).

Los querubines eran parte del diseño del muro interior del templo de Salomón, y, por retrospección, tejidos en las cortinas que penden del Tabernáculo (Exod. 26:1;36:8; 1 Rey. 6:29; 2 Cro. 3:7). La puerta del “debir” del templo, donde se guardaba el arca, y el velo que delimitaba el sagrado cubículo en el templo tenían dibujos de querubines (Exod. 26:31; 36:35; 1 Rey. 6:32; Ezeq. 41:25). Estaban representados en tres dimensiones a cada lado del arca guardada en el templo y por retrospección en el tabernáculo (Exod. 25:18-22; 37:7-9; 1 Rey. 6:23-28; 8:6-7). Las representaciones en dos dimensiones y en relieve de los querubines en el templo estaban acompañadas de palmeras y flores (1 Rey. 6:29, 32, 35; Ezeq. 41:48).

Fuera del edificio del templo, pero dentro del “temenos”, se incorporaban otros animales en el diseño. Doce toros “baqar”, figuras tridimensionales, formaban parte de la base del “mar”, una especie de contenedor de agua semi-esférico (1 Rey. 7:24-25). La estructura de cada uno de los diez “makonot”, pedestales con ruedas sobre los que había colocadas piletas, estaban decorados con leones, toros, y querubines (1 Rey. 7:29), querubines, leones, y palmeras estaban grabadas sobre tableros superiores.

En el reino del norte de Israel, el toro o novillo, “`egel”, era el icono asociado con YHWH. Imágenes de toros/novillos estaban situadas en Betel y Dan en dos santuarios patrocinados por la monarquía (1 Rey. 12:28; 2 Rey. 10:29). Ahí YHWH se consideraba la deidad invisible montando sobre el toro en el pedestal. Se puede deducir esto de lo siguiente: (1) Un Baal visible y otras deidades son a menudo representadas montando un toro o algún otro animal en figuritas, placas, relieves, pinturas, y sellos de la Edad de Hierro en Siria y Palestina; algunas veces sólo el pedestal es representado. (2) En la teología del templo del Judá, el invisible YHWH era considerado entronizado sobre los querubines (Culican, 1968; Keel 1977).

De los dos principales iconos, el querubín y el toro/novillo, el primero, una mitológica mescolanza, es más distintivo que el segundo. Las figuras de esfinges con caras femeninas, cuerpos leoninos, y pies sea de león o toro están atestiguadas en marfiles del siglo IX en Samaria, así como en Arslan Tash y Calah en Siria (Crowfoot y Crowfoot, 1938; Barnett, 1982).

Los querubines han de ser distinguidos del águila alada “lamassu” con cuerpo de bóvido y cabeza masculina que guardaban la entrada de los palacios Asirios de las fuerzas o espíritus malos. Aunque los querubines juegan un papel similar en la historia del Edén (Gen. 3:24), su función primaria parece ser la de guardianes de YHWH y los portadores de su trono.

El papel del becerro /toro joven es bastante común en la mitología Siria-Palestina y grabados, y por lo tanto la imagen no puede ser automáticamente con YHWH dado que también podría ser un icono de Baal, El, Dagon, etc.

EL PEDESTAL DE CULTO DE TA `ANACH


PEDESTAL GRANDE




PEDESTAL PEQUENO


Dos pedestales de culto fueron excavados en Ta `anach (ver figuras). El primero, descubierto en 1902, estaba roto en 36 piezas esparcidas sobre unos cuantos metros cuadrados (Sellin, 1904). El segundo, encontrado en 1968 unos ocho o diez metros de distancia del primero, estaba hecho añicos en el fondo de una cisterna bajo toneladas de cieno (Lapp, 1969).

Algunas consideraciones de los motivos e iconos usados en su decoración en comparación con los de sellos icónicos Israelitas indica que los pedestales vienen de un repertorio desarrollado en Israel en el periodo de transición entre la Edad Hierro I y el II que era esencialmente discontinuo con, y por lo tanto culturalmente independiente de, la Edad de Bronce tardía (Shuval, 1990).

El pedestal grande contiene cinco registros de relieves dispuestos simétricamente. De abajo hacia arriba, consisten de esfinges aladas alternando con leones. La serie comienza con una esfinge en el registro más bajo y concluye con una arriba del todo. Entre las dos esfinges en la parte de abajo hay un relieve de un árbol con cuatro pares de ramas enroscadas. Dos cabras o cabras montesas, una a cada lado, mordisquean la rama del árbol. Proyectándose hacia fuera detrás de las esfinges en el nivel de arriba están la parte superior de lo que parecen ser columnas enrolladas –sólo se ve una. La repisa del pedestal puede haber sido diseñada como para parecer que estaba apoyado arribe de esas columnas. En la pared de la izquierda del pedestal, entre los registros segundo y tercero hay un relieve de una figura masculina curvando (o sosteniendo de manera poco natural una serpiente arqueada (Selling, 1904).

El pedestal pequeño contiene cuatro registros de relieves simétricamente dispuestos. De abajo hacia arriba esos también consiste de esfinges aladas alternando con leones. En este pedestal, sin embargo, el registro de abajo del todo contiene leones. Las esfinges del registro de arriba, al contrario de los otros animales en este pedestal, están representadas sólo de perfil. Además, el contorno de la sola cabeza parcialmente conservada es similar al de la esfinge de la esfinge de nariz-redonda con una especie de mentón algo hundido en el registro superior del pedestal grande.

En el registro inferior, una mujer desnuda con los pies separados, los brazos desplegados, tocando las orejas de los leones a su flancos. Su vagina está claramente indicado por un ligero agujero.

El tercer registro contiene un árbol con tres pares de ramas enroscadas. Dos cabras, una a cada lado, están en la parte trasera mordisqueando las ramas. La cola de cada cabra está enroscada en la pierna de los leones a sus flancos. Esta escena es casi idéntica a la del registro inferior del pedestal grande.

Un sol alado, el “uraeus”, llena la parte superior de la escena central del cuarto registro. Bajo el sol está lo que ha sido descrito como un becerro (Lapp, 1969) o un pony (Glock, 1978). La dificultad en identificar la especie involucra varias fuentes. (1) el torso largo y estrecho del animal está modelado de acuerdo al patrón de las esfinges en el lado del registro. (2) Es retratado con un lomo curvado para dar cabida al sol volador. (3) El hocico distintivo de la especie es indistinto; en el punto crucial se funde con el pedestal.

A pesar de estas dificultades, el que manufacturó el pedestal ofrece indicaciones suficientes que la figura intentaba representar un bóvido y no un équido. (1) Le falta la melena. Las líneas cerca de su cuello forman parte del diseño del sol volante. (2) Las pezuñas son fácilmente aparentes en su pata delantera y posterior. Estudios más detallados de este pedestal revelan que pueden estar representadas con una hendidura. (3) Dos líneas, debajo de las líneas inferiores del motivo del sol, definen una cola sólida ligeramente separada de la cadera. Todo esto no indica una cola de caballo.

Flanqueando al becerro a cada lado está lo que parece ser una columna como enrollada similar a las del pedestal grande. Como escondidos tras la parte enrollada de la columna, en ambos lados, a 45 grados de la parte frontal, está un objeto no determinado que podría ser una planta o un pedestal. Una columna similar está representada en tres sellos Hebreos de procedencia desconocida (Sass, 1993).

La mujer desnuda con los dos leones domesticados es la figura de una “potnia therion”, una “señora de los animales”, un tipo con una rica historia iconográfica que alcanza desde Mesopotamia antigua hasta la Grecia clásica (Kantor, 1962). El motivo de una figura agarrando un mayal, quizás un signo de autoridad o divinidad estando cerca de o montando un león está atestiguado en un sello proveniente de Tel en-Nasbeh (Shuval, 1990). El león del sello, con su cola alzada, mantiene una postura similar a la de la esfinge en el registro superior del pedestal. Los leones, las figuras de la fertilidad, indican que es una diosa de la fertilidad (Beck, 1990).

El tercer registro, en el cual la señora es reemplazada --o es paralela— por las cabras cuyas colas están enroscadas en la pata delantera del león, puede ser explicado de manera similar. El motivo de las cabras o cabras montesas al lado del árbol está atestiguado ampliamente en el Cercano Oriente como una indicación convencionalizada de los poderes de la fertilidad, aunque no de ninguna especie de deidad (Beck, 1990). Más significativo, está atestiguado en las fronteras del antiguo Israel en dos sellos estampados de la E. de Hierro I: uno de Megido y otro de Bet-Semes (Shuval, 1990). Asumiendo que los Israelitas de Cisjordania compartían tanto el motivo como el significado general, puede haber una conexión entre el la señora desnuda del león y las cabras con el árbol dentro del “lenguaje” iconográfico de este pedestal. Es una diosa de la fertilidad que también puede ser un tipo heroico.

Esta imagen puede estar asociada con seres a los que se llama “se`irim” cuyo culto está proscrito en Lev. 17:7. En Levítico, su culto parece ctónico (culto a los muertos, mundo subterráneo), pero la conexión entre deidades ctónicas y de la fertilidad no parece ser tan obvio. De todos modos, una desconocida mitología podría ciertamente haber puenteado las dos. Homero y Hesiodo conocían a Demeter como una diosa del mundo subterráneo así como una diosa de las bendiciones, fertilidad, y resurrección natural (Jayne, 1962).

El sol volante en el registro superior también un símbolo bien atestiguado y conocido de la divinidad en el antiguo Cercano Oriente (Dalley, 1986; Yadin, 1970). Está atestiguado muy a menudo en los sellos Israelitas de la E. de Hierro II y en otros sitios (Sass, 1993). Aunque se infiere que en Israel también significaba la divinidad, el sol volante no revela a que deidad indicaba. En este pedestal, se señala al becerro como figura divina.

El becerro divino está conectado mediante las esfinges del registro superior con las ventanas vacías del segundo. Estos elementos en combinación ofrece indicios de que la divinidad representada por esos signos puede ser YHWH. Primero, dado el contexto geográfico e histórico de hallazgo, ambas esfinges y el becerro indican que la deidad puede ser YHWH. La representación de deidades sobre varios cuadrúpedos es un rasgo ampliamente distribuido del Hierro II en la iconografía de sellos provenientes de Tel el-Fara`ah (Sur), Acre, Tel Keisan, Tel en-Nasbeh, Laqis y Megido (Shuval, 1990). En el norte, el “`egel” era aquello sobre lo que se concebía que YHWH estaba. Segundo, las ventanas vacías, donde se suponía debía aparecer una deidad similar a la señora desnuda, puede señalar al YHWH no representado, o a su representación mediante la ausencia (Taylor, 1993; 1994). Este es un argumento desde el silencio, desde la ausencia de una representación, y en sí mismo es incapaz de llevar a una conclusión definitiva. Baal o alguna otra deidad de la lluvia y/o la fertilidad puede ser prevista. Además, el frente del pedestal más grande contiene tres ventanas vacías en la parte superior de su panel frontal y una cerca de la parte de abajo. El mismo argumento dese el silencio permite pensar en la implícita presencia de tres o cuatro deidades.

La identificación de la diosa en el pedestal pequeño es algo problemática. La llave principal la proveen unas 16 estelas de Egipto en las aparece una diosa desnuda sobre un león que es identificada con el nombre “qds”, pronunciado por conveniencia /Qudshu/(Edwards, 1955; Hestrin, 1987). En un relieve, sin embargo, la diosa sentada sobre el león es identificada con Qudshu-Astarte-Anat, implicando que Astarte y Anat, normalmente diosas distintas y consideradas las hermanas de Ra, iban a ser identificadas con Qudshu (Edwards, 1955). Dado que las dos deidades identificadas con “qds” son dos de las tres principales diosas del Asia Occidental, es razonable concluir que “qds”, que no es Egipcia, es la tercera diosa, “´asera” (Albright, 1968; Cross, 1973).

“Qds” en las estelas lleva una peluca tipo Hator, es presentada desnuda y de cara. El señora del león en el pedestal pequeño comparte solo la tercera característica. Dado que la evidencia tanto bíblica como extra bíblica de inscripciones indican que Asera era adorada en Israel, la identificación propuesta es factible.

Mínimamente, la iconografía del pedestal pequeño de Ta`anach indica que una deidad masculina y otra femenina eran representadas mediante dicha iconografía; máximamente, pueden ser identificadas con YHWH (o Baal) y con Asera (o alguna otra diosa).

La composición iconográfica es mantenida junta por el árbol sobre el que mordisquean las cabras. El árbol tiene tres pares de hojas enroscadas; un cuarto par se encuentra en el cuarto registro. El mismo dispositivo es usado en el pedestal más grande donde el árbol tiene cuatro pares de hojas, el quinto par está situado en el quinto registro.

El pedestal más grande, al contener sólo un panel frontal, las cabras mordisqueando el árbol, es mucho más simple que el pequeño. El icono de la fertilidad está en el mismo registro que el de las esfinges el cual, parece ser, era asociado con YHWH. Sin embargo, la figura masculina asfixiando una serpiente en el panel de al lado entre el segundo y tercer registro podría aludir a un mito de la creación en el cual el creador subyuga a una serpiente primordial (Isa. 27:1; Job 26:13; 40:25-32). Este motivo de un dios (de la tormenta) combatiendo una serpiente es bien conocido por otros artefactos inscritos donde el dios es representado blandiendo un palo en la mano alzada y agarrando sea una lanza o una serpiente con la otra (Keel, 1978; Wlliams-Forte, 1983; Cornelius, 1990). Aunque la figura en el pedestal debería haber sido representada montando a un león, su postura, de cara a la cola del león no hace esto probable. La asfixia de la serpiente con las dos manos en este pedestal es única y puede representar alguna convención artística Israelita o una forma detallada del mito de algún antiguo combate. Además, este motivo, en lado del pedestal, como una glosa sobre un texto, se puede leer simbólicamente como expresando el combate del orden versus caos, luz versus oscuridad, fertilidad vs. Infertilidad. Pero dado que no se puede leer la iconografía, el significado de la glosa permanece oscuro.

La tercera fila de alternantes esfinges y leones en el pedestal grande señalan a las mismas deidades del pequeño mientras que la posición de la esfinge arriba del todo indica que es el icono de la deidad más importante (Beck, 1990).

La superficie plana del “techo” sugiere que estos podrían haber sido pedestales para imágenes (Beck, 1990). El hecho que se elevase un “parapeto” bordeando el techo plano crea como una pila o bañera con un fondo plano y poco profundo que podría haber sido usado para libiaciones ofrece otra explicación posible de su función (Lapp, 1969). Alternativamente, braseros conteniendo incienso o carbón ardiendo pueden haber sido situados en la superficies planas intermedias, o platos con grano o comida preparada.

La forma cuadrada de los pedestales es imitativa de un edificio. El posicionar leones y esfinges a la derecha e izquierda de cada registro es paralelo a la posición de pilares erigidos a la entrada de edificios importantes y templos en el Canán pre-Israelita y en territorios de culturas contemporáneas de la Edad de Hierro.

Todas estas especulaciones acerca de los pedestales de Ta`anach son ustificadas a la luz de la evidencia de pedestales y altares complejos que eran modelos transparentes de edificios con una amplia multi-historia (Galling, 1925; Devries, 1987; Bretschneider, 1991). Es dudoso que los pedestales de Ta`anach fueran modelos de un solo edificio o de dos diferentes, dado que ninguno represnta puertas o ventanas de manera realista ni tampoco indican rasgos estructurales necesarios para soportar un edificio de cuatro o cinco plantas.

Otra última explicación. Los pedestales representan diferentes puntos de vista de un único santuario o de su recinto cuando son vistos sea desde dentro o desde fuera. P. Beck, 1990, propone que el registro de arriba del pedestal pequeño representa un “sanctum” interior de un santuario de verdad con su imagen de culto, el becerro. Los otros registros, entonces, representan las estatuas o relieves con los que se topa una persona que se acerque al lugar santo.

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