domingo, 5 de diciembre de 2010

RUAH

TIERRA, TINIEBLAS, Y UN VIENTO DE DIOS
El uso de “tierra” en el versículo 2, después de su anterior uso en el versículo 1, es sorprendente dado que la misma palabra primero designa parte de lo que existía antes que Dios comenzara a crear en este relato. En el versículo 2, la palabra designa la naturaleza de la materia prima empleada por la divinidad justo cuando comienza la creación. Así, la palabra “tierra” es usada para la situación tanto antes del comienzo de la creación como después de su comienzo (1).

En el versículo 2, el cuadro de la pre-creación es ampliado por la introducción de un segundo sujeto, las “tinieblas”, que es el polo opuesto de lo que va a aparecer con las divinas palabras en el versículo 3: “Dios dijo, “que exista (sea) la luz, y la luz existió (y fue la luz). Como hemos señalado, “tierra” aparece en tradiciones de la creación más antiguas a menudo emparejada con “cielo”. Sin embargo, en su segunda ocurrencia en Génesis 1, “tierra” es inmediatamente asociada con “tinieblas”. Tinieblas es también una condición de la realidad anterior a la creación en los relatos de la creación Mesopotamios(2).Una fuente Griega posterior que contenía tradiciones Fenicias de la creación presenta las tinieblas con el viento primordial: “Propone el comienzo de todo como un aire oscuro y ventoso, o una ráfaga de aire oscuro, y turbio caos oscuro”(3).

El tercer sujeto, “ruah ´elohim”, que he traducido “el viento de Dios”, presenta desafíos formidables para los intérpretes(4). Esta frase es diferente de los sujetos en las dos líneas precedentes. Ya no tenemos la mención estática de la más bien confusa (no-clara) “tierra” de la primera línea o la caracterización de la situación en la segunda línea como “tinieblas”. Más bien, el foco se desplaza para nombrar una fuerza operante dentro de esta situación. Lo difícil de la cuestión es el significado de las dos palabras en la frase, “ruah ´elohim”, dado que ambas palabras han sido interpretadas en una variedad de maneras. La palabra “´elohim” es literalmente “Dios” o “dioses” dado que es una forma plural, pero también ha sido traducida como una especie de superlativo tal como “poderoso” o simplemente como “divino”. Como veremos, el “ruah” en otros sitios es de Dios, y así “´elohim” en Génesis 1:2 probablemente deba ser entendido de manera similar, como un específica designación de la deidad creadora, en lugar de una cualificación generalizada más, tal como “poderoso”. Esta visión está reflejada en muchas traducciones; ambas, la NJPS y la NRSV traducen, “un viento de Dios”. Al menos, si “un viento poderoso” o algo parecido fuera la traducción correcta, ésta es una fuerza propulsada por Dios.

La palabra “ruah” es quizá la más difícil de interpretar, dado su rango de significado en otros contextos de la creación en la Biblia(5). Por un lado señala fuerza divina o viento. Por el otro, la palabra puede ser un matiz más en el sentido de espíritu(6). En Job 26:12-13 vemos el primer significado del divino “ruah” como uno de los instrumentos divinos de la creación:

Con su poder (koah), aquietó el Mar,
Con su destreza (tebunah), aplastó a Rahab,
Con su fuerza(ruah), calmó el cielo,
Su mano (yad), traspasó la Serpiente Tortuosa.

Los cuatro nombres entre paréntesis son todas cualidades de Dios. Los dos primeros, “poder” y “destreza”, conjuran un cuadro de guerreo poderoso. El cuarto, literalmente “mano”, se refiere comúnmente a “poder”, lo que estaría en consonancia con los dos primeros. El tercer nombre en el grupo, “ruah”, puede ser leído en línea similar, como fuerza de Dios, análoga a la fuerza humana. Es como el “ruah” de Samson (Jue. 14:6, 19; 15:14). La historia de Samson también usa la palabra, “fuerza” (koah) para caracterizar sus acciones de “ruah” en varios puntos (Jue. 16:5, 9, 15, 17, 19)(7). La narrativa deja claro que este “ruah” viene de Dios (16:20). Samson, el guerrero humano, obtiene el “ruah” que infunde poder (koah) de Yahvé, el guerrero divino. En breve, la historia de Samson lo describe con “poder” (koah) y “fuerza” (ruah), como en Job 26:12-13 donde se describe la fuerza de Dios.

La palabra “ruah” es también un término importante en los versículos de la creación con el sentido de “viento”. El viento también aparecen en el relato de la creación Fenicia. Esta presentación tiene resonancias en la Biblia; por ejemplo en el Salmo 104:3: Dios “se sirve de las nubes como su carroza, deslizándose en las alas del viento”(8). Este, “ruah” lleva el carro-viento de Yahvé. Para esta idea, los estudiosos comparan el carro de la tormenta del dios Mesopotamio Marduk en la “Épica de la Creación” (9). En el mismo texto, Marduk convoca los vientos para luchar contra Tiamat. Los vientos del dios Baal también son una parte integral de su entorno meteorológico(10). El Salmo 104:4 describe a Dios “teniendo a los vientos como mensajeros”. En Salmo 104:3-4, está claro que la palabra “ruah” significa “viento”, y que éste es divino(11). Muchos estudiosos apoyan este sentido o significado de “ruah” también en Génesis 1:2(12).

Dos pasajes bíblicos que parecen estar relacionados con Génesis 1:2 también favorecen este enfoque. El primer texto es Génesis 8:1. En este pasaje sacerdotal, Dios genera un “viento (ruah) sobre la tierra”, una frase que es reminiscente de Génesis 1:2(13). Dado que ambos textos son sacerdotales, parece que reflejan la idea sacerdotal de “ruah” en la creación. Segundo, los comentaristas señalan que Daniel 7:2 deliberadamente refleja Génesis 1:2: “En mi visión nocturna vi cómo los cuatro vientos del cielo agitaban el Océano”(14). Al tomar como referencia Génesis 1:2, el autor de Daniel 7:2 indica que contextualmente entiende “ruah” como “viento” en el relato de la creación.

Al mismo tiempo, la idea del “ruah” de Dios como aliento divino en la creación también es conocido en el Salmo 33:6-7:

“Por la palabra (debar) del Señor fueron hechos los cielos,
por el aliento (ruah) de su boca, sus ejércitos(15)”.

La imagen indica específicamente que “ruah” es algo que emana de la boca de Dios. Por lo tanto hay cierta base para traducir la palabra como “aliento”. Apoyo para esta aproximación también se puede prescribir en el Salmo 104, aunque esto no es el fin del tema en este Salmo. El final del Salmo 104 implica que “ruah” tiene un rango completo de matices que comprenden “espíritu”, “aliento”, y “fuerza-vital”. Los versículos 29-30 emparejan el “ruah” humano con el “ruah” divino:

“(Si) escondes tu “rostro”, se espantan,
(si) les retiras su “ruah”, perecen(16),
y retornan al polvo que son;
(si) envías tu “ruah”, son creados,
y renuevas la faz de la tierra”.

Este pasaje describe a Dios infundiendo en las criaturas el divino aliento de fuerza de vida(17). La primera instancia de “ruah” en estos versículos es para la fuerza o aliento de vida humana (ver también, Is. 42:5; Salm. 146:4; Ecles. 3:2-1, 11:5, 12:7)(18), mientras que el segundo sería para la fuente divina de este “ruah” humano(19). Para el Salmo 104:29-30, un grupo de importantes estudiosos que han trabajado sobre el arte pictórico antiguo han ofrecido una comparación interesante de este pasaje. Othmar Keel y Christoph Uehlinger han comparado una representación en una placa rectangular de Taanach, que describe a una deidad con los brazos extendidos, que interpretan como gesto de estar soportando los cielos. Un lado de la placa muestra la boca del dios exhalando un aliento abrasador y en el otro aparece su “aliento de vida re-vigorizante (ver Salmo 104:29)”(20). Como sugiere esta observación, Keel y Uehlinger ven en la placa el “aliento” divino (ruah) similar al que tenemos en Salmo 104(21). En suma, Salmo 104 usa “ruah” en ambos sentidos, y quizá el mismo rango semántico se aplica al “ruah” en Génesis 1:2.

Estos pasajes bíblicos muestran como comprender los matices de “ruah” en casos específicos despendiendo de sus contextos. El contexto es un indicador importante, o el más importante del sentido de las palabras en este versículo. En contexto, el “ruah” divino es descrito “moviéndose”(22) “merahepet” sobre la faz de las aguas. El verso denota una actividad física de vuelo sobre el agua. (La misma raíz es usada en Hebreo y Ugarítico para los pájaros volando o aleteando(23). El cuadro quizá es similar al carro-viento del Salmo 104:3 deslizándose en el “ruah”. Este sentido físico del verso funciona con “ruah” entendido como “viento”. Al mismo tiempo, no se trata de un viento ordinario, dado que está específicamente asociado con Dios. Dios habla en el siguiente versículo, por lo tanto cierto sentido antropomórfico de la palabra como expresa la traducción, “aliento” argumentablemente encaja en el contexto(24). En suma, la traducción “viento” trasmite el aspecto natural de la acción, mientras que “aliento” captura el antropomorfismo divino.
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1. Seguiré usando “tierra” en este contexto.
2. (ver Clifford, “Creation Accounts”, 28.
3. Filón de Biblos, Praep. Ev. 1.101.1, en Clifford, “Creation Accounts”, 128, 142; comparar con Attridge y Oden, Filón 36-37. (ver Sabatino Moscati, “The Wind in Biblical and Phoenician Cosmogony”, JBL 66, 305-10. Hay una argumentable relación genética entre las nociones en el relato de Gén. 1:1-2 y el material en Filón de Biblos; la referencia a Zophasemin en 1.10.2, puede parecer que milita a favor de la influencia Hebrea o Aramea en el material conservado de Filón de Biblos. Sin embargo, la influencia si hay alguna, puede haber ido en dirección opuesta.
4. (ver Robert Luyster, “Wind and Water: Cosmogonie Symbols in the Old Testament”, ZAW 93, 1-10; y P.J. Smith, “A Semotactical Aporoach to the Meaning of the Term “ruah ´elohim in Genesis 1:2” JNSL 8,99-104.
5. (ver Tsumura, “Creation and Destruction”, 74-76.
6. El mismo registro aparece en lecturas posteriores haciéndose eco de Gén. 1:2. Por ejemplo, Dan. 7:2 refleja el uso de “ruah” como ”viento”, mientras que el libro de los Jubileos (4Q416, columna V, líneas 2-11) interpreta “ruah” en Gén. 1:2 como “espíritu”, en otras palabras, “espíritus angélicos”. Para el texto de Jubileos, (ver James VanderKam y J. T. Milik, “Jubilees”, en Harrold Attridge et al. Qumran Cave 4:VIII. Parabiblical Texts, Part ¡, DJD XIII, 13-14. Para un acceso conveniente, ver Parry and Tov, “The Dead Sea Scrolls Reader, 48-49. Estos significados así como otros de “ruah” en la literatura de Qumran son tratados por Arthur Everett Sekki, “The Meaning of Ruah in Qumram, SBLDS 110.
7. Para “ruah” como furza militar, ver también Jueces 3:10.
8. Comparar Oseas 4:19 y Zacarías 5:9 para imágenes del viento (ruah) con sus alas. Observar también el uso de “en las alas del viento” en la historia de Adapa; ver COS 1.449; Dalley, Myths (Intro n.6), 185. Para otro ejemplo, ver también Mari, carta ARM vol. 26, # 200; para un acceso conveniente, ver Wolfgang Heimpel, “Letters (ch. 1, n. 79), 255.
9. Enuma Elish, tablilla IV, Línea 50 (ANET 66; COS 1.397; Dalley, Myths, 251).
10. Para texto y traducción, Smith, “The Baal Cycle”, 147.
11. Comparar “ruah” como “viento” en Eclesiastés 2:26; 4:4, 6, 16; 5:15; 7:9; 11:4 y 12:7.
12. Por ejemplo, Harry Orlinsky, “The Plain Meaning of Ruah in Gen. 1:2”, JQR 48/2, 174-82; y Luyster, “Wind and Water”, 1-10. Ver también James K. Hoffmeier, “Some Thoughts on Genesis 1&2 and Egyptian Cosmology”, JANESCU 15,44. Orlinsky (The Plain Meaning”, 181) afirmaba que el significado alternativo de “espíritu” desarrollado bajo influencia Helena (ver pneuma en los LXX Gén. 1:2; comparar “pneumato de” “como viento, aire”, en Filón de Biblos, Praep. Ev. 1.10.1, en Attridg & Oden, Philo, 36-37). De acuerdo con Albright, “ruah Elohim” significa espíritu de Dios, pero sustituido por un “ruah” original (sin Elohim) significa viento. (ver Albright, “Contributions”, 363-93, 368.
13. (ver Robert Kawashima, 2008).
14. Entre los comentaristas de Génesis 1, (ver von Rad, Genesis, 47. Para comentaristas de Daniel 7, ver Louis F. Hartman y Alexander A. Di Lella, “Th eBook of Daniel, AB 23, 211. Comparar John J. Collins, Daniel: “A Commentar on th eBook of Daniel(Editado por Frank Moore Cross; Hermeneia; Minneapolis: Fortress, 1993) 294.
15. Para otro ejemplo de paralelismo entre “palabra” y “espíritu”, ver Salmo 147:18. Para la discusión, ver Grethner, Name (ch. 1, n. 37), 156. Comparar el “ruah” que da la vida a la tierra en Isaías 32:15, y el “ruah” divino destructivo y la benéfica “palabra” ustas en Isaías 40:6-7. Aquí el “ruah”, que seca la hierba del campo, recuerda al viento del este. Para este pasaje, ver Aloysius Fitzgerald, F.S.C., “The Lord of the East Wind”, CBQMS 34, 162 n. 8 y 202-3. Job 4:16 usa “ruah” para “espíritu”, que habla (versículo 17-18).
16. Comparar Job. 4:9 “Ante el aliento de Dios perecen, ante el “ruah” de su boca fenecen ( Biblia New Revised Standard Versión).
17. Comparar el título divino en Núm. 27:15, “´elohe haruhot lekol basar”, literalmente “dios del aliento(s)-vida (perteneciente) a toda carne” (NJPS, New Jewish Publications Society: “Fuente de aliento de toda carne”)
18. El uso aquí quizá recuerda Gén. 2:7, que usa “neshamah” para aliento de vida; comparar la alusión a la creación de Zacarías 12:1, donde se dice que Dios “formó el espíritu del hombre”…
19. Este uso de “ruah” en Salmo 104 ha sido comparado con las descripciones del aliento dador-de-vida del divino Atón en los himnos Egipcios compuestos en Amarna, la capital construida por Akenaton (Amenophis IV) específicamente para su devoción a Atón. Es posible trazar el camino probable de transmisión cultural desde Egipto a través del corpus de Amarna a la costa Levantina, y de la costa al interior en Judá. Desde un punto de vista cultural, se puede sospechar que esta idea del aliento divino fue adoptada en varias culturas reales en la costa, después en Jerusalem (ver Lamentaciones 4:20 para una similitud remarcable; e Isaías 33:17 para la idea de la belleza del rey, una noción estética que quizá tiene resonancias más antiguas que pueden llegar hasta el material de Amarna). Este uso de “ruah” quizá entró en el vocabulario religioso de Judá fácilmente porque ya había un uso similar no sólo para aliento o similares, sino también para la inspiración divina de los profetas (ver Núm. 11:25; Isa. 42:1; 63:1; Joel 2:28-29; Sam. 23:2; Zac. 7:12, y comparar Apoc. 22:6). El particular uso de “ruah” en Salm. 104:29-30 para el “aliento dador-de-vida” Atón, posiblemente influenciado por adaptaciones locales Levantinas de este aliento, se insertó más bien fácilmente en un uso tradicional local de “ruah” como aliento humano. Hay que señalar que el Ugarítico, aunque estaba bastante más allá de la influencia Egipcia, muestra el uso mundano de “rh”; su vida (npsh) salió fuera de él como aliento (rh)” KTU 1.18 IV 36; Parker, “Aqhat”). La semántica específica de la palabra “ruah” estaba en casa en el antiguo Israel, pero su aplicación al aliento divino que infunde la vida en los seres humanos debe algo a este fondo. Hay que decir que esta reconstrucción es bastante especulativa por mi parte.
20. Keel y Uehlinger, Gods, 137.
21. Para un paralelo textual al aliento destructivo de Dios en la iconografía, ver Job 4:9, ante el aliento (neshamah) de Dios perecen, y ante el viento/aliento (ruah) de su cólera fenecen.
22. La mejor o apropiada traducción depende de cómo se entiende el sujeto y el verbo en conjuntamente. Quizá “moviéndose” o “barriendo” se acomodarían mejor a los dos aspectos de “ruah”. Comparar F. M. Cross, “From Epic to Canon, 83: “El viento divino…… planeaba sobre la superficie de las aguas y el vacío.
23. Deuteronomio 32:11; KTU 1.18 IV 21, 31 y 32; ver Parker, “Aqhat”, 66, 68. Ver también la raíz aplicada a Anat en KTU 1.108.8. El verbo en los pasajes Ugaríticos es traducido a menudo como “sosteniéndose/cerniéndose”, pero no está claro que los pájaros se sostengan o planeen así: volando, planeando, deslizándose y descendiendo son caracterizaciones más apropiadas de como se mueven los pájaros. Para un ejemplo iconográfico de un raptor con las alas desplegadas, ver la pieza de oro de la Edad de Bronce Media encontrada bajo el piso del llamado “Templo del Obelisco” en Biblos. (ver, Maurice Dunand, “Familles de Byblos: Volume 2. 1933-1938 (Paris: Geuthner, 1954) 858-59, no. 16732 y 950 placa CXXXIV.Siguiendo con las citaciones de evidencias bíblicas, Brown (Seven Pillars) sugiere: “El sentido en Gén. 1:2 es: el aliento de Dios suspendido sobre las aguas, como un buitre dejándose llevar por una corriente de aire, moviéndose de un lado para otro o fluctuando, pero preparado para actuar (Gén. 1:9); 8:1). Observar la raíz Ugarítica, F.M. Cross (Canaanite Myth, 323) ve su uso en Gén. 1:2 como un “arcaísmo”. Ver también Jacques Duchesne-Guillemin, “Genèse 1:2c, Ugarit et L´Egypte”, CRAI 1982, 512-25.
24. Tsumura (Creation and Destruction, 76) señala la relación entre “ruah” en v. 2 y la palabra divina en v. 3, que el primero “estaba listo para entrar en su (Dios) acción creativa”, señalada por la palabra divina.

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