viernes, 31 de octubre de 2008

EL ZOROASTRIMO Y ZARATUSTRA

El Zoroastrismo y Zaratustra

Una religión cuyas raíces van hacia atrás al comienzo del segundo milenio A.C. Antiguamente era una de las religiones dominantes del mundo. Su influencia puede ser vista en el Judaísmo y Cristianismo, en el Maniqueísmo y otras formas de gnosticismo, en el budismo Mahayana, y en el Islam. La fase más antigua pertenece al tercer milenio A.C., un tiempo cuando los Indo-Arios e Iranios todavía componían un solo grupo. Esta religión Indo-Irania es una reconstrucción hipotética, basada primeramente en los textos del Avesta Iranio y del RgVeda Indio. Con el tiempo se dividieron los Indo-Iranios; un grupo, los Indo-Arios, emigró a India y partes del Cercano Oriente, el otro, los Iranios, se establecieron a lo largo de la meseta Iraní. La religión de estos Iranios es conocida como antiguo Iraní. También ha de ser reconstruida, primariamente sobre las bases del Avesta y en un grado menor sobre las de las inscripciones Aqueménidas, notas en los autores clásicos, y otras diversas evidencias. La religión reformada del profeta es llamada Zoroastrismo. Después de la muerte del profeta, su religión estuvo sometida a un periodo de cambio, el resultado del cual fue una religión nacional hecha de Zoroastrismo y muchos elementos de la religión Irania Antigua que fueron reintroducidos, contrarios a la reforma original. Esta final, más bien religión ecléctica, la cual es la fuente de casi todo el Avesta, es el Zoroastrismo. La religión a la que se refieren las inscripciones Aqueménidas es sujeto de controversia, dado que no se puede demostrar sí o no los Grandes Reyes, Dario y Jerjes, estuvieron influenciados por el Zoroastrismo. Lo más fácilmente simple es dejar la cuestión abierta.

ZARATUSTRA

Ningún profeta ha surgido nunca de un vacío cultural o ideológico. La creatividad de un profeta, su habilidad en comunicar una nueva revelación, permanece en su familiaridad con su tradición y en su destreza a la hora de interpretar esta tradición. Cuando uno estudia la enseñanza religiosa de Zaratustra, la habilidad para comprender sus a menudo oscuras afirmaciones dependerá en como uno aprecia su origen.

Desafortunadamente, muchos de los hechos referentes a Zaratustra y sus circunstancias históricas permanecen en la oscuridad. El Avesta Sasánida aparentemente contiene leyendas acerca de su vida y algunas de estas se relatan de nuevo en el Pahlavi Denkard. Poca credibilidad se le puede dar a estas historias, dado que pertenecen a un género de literatura mágica. Sólo unos cuantos hechos pueden ser recuperados del Avesta, especialmente de los Gathas (Canciones) de Zaratustra.

La principal razón para establecer una fecha temprana para la aparición del profeta Zaratustra es la apariencia arcaica de los Gatas tanto en términos de lenguaje como de referencia cultural. En lingüística los arcaísmos no implican necesariamente una más grande antigüedad, dado que los lenguajes y dialectos no sufren modificaciones en pautas uniformes.

El dualismo de Zaratustra, en contradicción al del Avesta temprano y ortodoxo de periodo Sásanida, no es absoluto: o sea, las fuerzas opositoras de la Verdad y la Falsedad no son primordiales. Vinieron a ser, parece, como emanaciones o creaciones de Ahura Mazda. Ahura Mazda está rodeado por un grupo de seres, o Entidades (hatam) como son llamados, quienes aparecen como emanaciones de los aspectos de su propia personalidad. Partiendo de un mito muy antiguo Indo-Europeo de los Gemelos en los cuales la vida y la muerte se originan, Zaratustra elabora su propia variante donde Ahura Mazda ha creado dos Espíritus como hermanos gemelos (yama), Spenta Mainyu y Angra Mainyu, el primero buen y el segundo malo. Juntos establecen la vida y la muerte. Aunque sus propias naturalezas difieren en cada aspecto, la distinción crucial entre los dos está en su ejercicio de la elección, o sea, en la voluntad libre. Este ejercicio original de la voluntad libre, incluso antes de la creación del mundo material, permanece paradigmático para el hombre. Esta es la verdadera esencia del Zoroastrismo. El hombre tiene libre voluntad y debe elegir entre la verdad y la mentira. La misma elección implica dedicación a la trilogía Zoroastriana de “buen pensamiento, buena palabra, y buena acción”. Aquél que ha elegido una vida por la Verdad (Asha) es un ashawan “(hombre) justo (lit. Verdadero posesor”); mientras que el que ha elegido la Mentira (Druj) es un drug-want (lit. “posesor de la Mentira”).

Spenta Mainyu, el Espíritu Benéfico, pertenece también al grupo de Entidades, que en la literatura post-Gática, son llamadas los Amesha Spentas o Inmortales Benéficos. La palabra Spenta es un término técnico religioso. Aunque su etimología ha sido muy debatida, parece más probable que esté relacionado con palabras en otros idiomas Indo-Europeos que significa “santo”. No obstante, la tradición Zoroastriana muestra que, a parte de su etimología, Spenta (así como otros términos Avésticos relacionados) implica nociones de “aumento, incremento, recompensa”. Verdadera a su herencia Aria, el Zoroastrismo ha sido una religión por la vida; es mundana en apariencia, al ver en un mundo en progreso el triunfo del bien sobre el mal.

Los estudiosos tienden a ver como modelo de la creación según Zaratustra de los Amesha Spentas rodeando a Ahura Mazda a un grupo de deidades, los Adityas, quienes rodean, aunque también incluyen a Varuna. Algunos ven en ellos, débilmente disfrazadas, sublimaciones de las deidades tradicionales supuestamente ilegalizadas por Zaratustra. La comparación con los Adityas es al menos vaga e imprecisa, mientras que la teoría de la sublimación está simplemente equivocada. Zaratustra parece, más bien, haber desarrollado una complicada teología de los aspectos de Ahura Mazda sobre la base de conceptos claves de la antigua cultura intelectual Iraní. Esto se hace claro cuando echamos un vistazo a los nombres de esos aspectos. En adición a Spenta Mainyu, están: Asha=Verdad, Wohu Manah=Buena mente, Xshathra=Dominio, Armaiti=Devoción, Haurwatat=Totalidad, y Ameretat=Vida.

Otro dualismo prominente en el pensamiento de Zaratustra que ha mantenido su importancia a lo largo de la historia del Zoroastrismo, es el de materia y espíritu. Hay que enfatizar el punto que, al contrario de la mayoría de los sistemas Gnósticos, que igualan la materia con el mal y el espíritu con lo bueno, el Zoroastrismo nunca ha conocido semejante dualismo. El mundo material es la creación de Ahura Mazda o de su aspecto creativo Spenta Mainyu. Como tal era originalmente bueno. Desafortunadamente también contiene demonios (daewas) y criaturas nocivas (xrafstras), que son la creación del Espíritu Malo, Angra Mainyu. En términos humanos, el mas es siempre un producto de la voluntad, nunca una criatura.

No sólo era Zaratustra un pensador religioso y un poeta, sino también un ritualista. Será recordado que era un sacerdote (zaotar) de profesión. Igual que en temas teológicos, así como en el ritual, Zaratustra instituye una reforma de las antiguas prácticas. Precisamente cuales eran esas reformas es sujeto de desacuerdo entre los estudiosos, debido, como siempre, a la oscuridad de los Gathas. Hay general acuerdo en dos puntos. Uno es que Zaratustra enfatiza en extremo las diferencias en el ritual entre los Daewas y los Ahuras. Como ya he comentado, en la literatura tardía Védica de los Brahmanas, los devas (dioses) y los asuras (demonios) están en un estado de lucha perpetua sobre el sacrificio (yajña). Desde el punto de vista de Zaratustra los daewas eran demonios. Para adorarlos, realizar sacrificios, era promover la Mentira y todo lo que esta representaba. Los Gathas nunca dicen específicamente quienes son los daewas. El joven Avesta es vago sobre este sujeto, dado que su demonología comprende mayormente entidades abstractas (Polución, Estupor, etc.), algunos monstruos y otras figuras que corresponden a los devas Védicos, Indra, Nanghaithya (que corresponde a los gemelos Nasatyas), y Saurwa (=Sarva, una forma de Rudra-Shiva). Uno puede imaginar que los Daewas incluían ciertos miembros del panteón tradicional más seres demoníacos en general. Si el culto Iraní Antiguo incluía la clase de daiwas heredados se puede comprender fácilmente la resistencia que encontraron las reformas de Zaratustra. El segundo punto sobre el que hay acuerdo es que lo que objetaban en particular era la manera violenta en la que los adoradores de los daewas sacrificaban animales, especialmente el ganado. Hay que comprender que no se oponía al sacrificio de animales; el Zoroastrismo, excepto bajo la presión del Hinduismo y los Parsis Hinduizados, siempre ha tolerado los sacrificios de animales. A los ojos de Zaratustra, la vaca era un animal sagrado, y en su religión Alma de la Vaca (Geush Urwan; Yasna 29) era el prototipo de toda la creación animal ahúrica. El extremo sentido de sacralizad ligado a la vaca la hizo necesariamente objeto de solícito cuidado, pero no la eximía del sacrificio.

Mucha controversia hay acerca de la actitud de Zaratustra sobre la bebida del “haoma”. En una cita no muy clara condena “la borrachera” en conexión con los “Karapans” y el mal gobierno. Muchos asumen que esto no puede referirse sino al “haoma”. A favor del argumento está el hecho que el “haoma” o más bien el “soma”, era particularmente importante para el Védico Indra, un deva debidamente demonizado en la Vendidad. Contra esto está la entera historia del Zoroastrismo, en la cual el ritual central, el Yasna, es esencialmente un sacrificio del haoma. Como iba a ser posible para los seguidores de Zaratustra y sus enseñanzas adoptar una práctica que su profeta había condenado tan radicalmente? Ciertamente, no lo hicieron. La conclusión es que al “borrachera” debe referirse a otra cosa.

El conflicto entre los dos principios, la Verdad y la Mentira, estaba manifestado en un número de niveles. Tenía su origen en el mito de los Gemelos. Como resultado de las elecciones realizadas por esos dos Espíritus, sus respectivas creaciones entraron en conflicto. En un nivel, el conflicto es la lucha entre daewas y ahuras sobre el ritual. En otro nivel, el nivel mundano, el conflicto se manifiesta en la elección humana; en la realidad concreta, la elección es realizada empíricamente. O sea, uno puede observar según la conducta de la gente de qué lado está. Nada es más natural que enumerar nuestros enemigos entre las criaturas demoníacas, aquellos que han elegido la Mentira o fueron creados por el Espíritu del Mal. Zatatustra juzgaba a sus enemigos personales de esta manera, pero, de manera más importante, también veía el conflicto cósmico en términos sociopolíticos. Por otro lado, Zaratustra abogó por la causa de una vida pastoral pacífica y ordenada. Por otro lado, este tipo de vida estaba constantemente amenazada por pueblos nómadas bárbaros guiados por el demonio de la Ira (Aeshma) que saqueaba a la gente establecida. Este conflicto que ha afectado a Irán a lo largo de su historia, vino a estar más articulado como el de entre Irán y Turán, o sea, entre pueblos civilizados y bárbaros del norte.

Un elemento final de la religión de Zaratustra era la escatología. Es difícil juzgar sobre la base de los Gathas hasta donde desarrolló sus ideas sobre este tema, pues parece que había formulado el concepto germinal de “Los Últimos Días”. El Zoroastrismo posterior formuló un sistema escatológico en el que el mesianismo Judío encontró su inspiración original. Zaratustra era un realista en el sentido que se centraba en el aquí-y-ahora. Se refiere a menudo a las recompensas de los justos y los malos en términos de signos inmediatos. Su creencia en el poder de Ahura Mazda era tal que no se imaginaba una situación perpetua en la que el malo prosperase y el justo sufriera. Tenía un concepto de figuras salvadoras a las que llamaba Saoshyants entre los cuales él era uno de ellos. Los Saoshyants eran vistos como promotores de la buena religión de Ahura Mazda quienes debían guiar a la comunidad de fieles a la inminente victoria sobre las fuerzas de la mentira. También creía en una vida futura en la que las recompensas no obtenidas durante la vida serían obtenidas después del día del juicio. El juicio final de las almas tenía lugar en el Puente del Juicio (Cinwato peretu). Aquellos que lo cruzaban, debido a sus buenas acciones, obtenían su recompensa en el cielo. Los otros caían en la oscuridad donde hay lamentos y rechinar de dientes, o, en palabras de Zaratustra, en “una larga vida de oscuridad, mala comida, y lamentaciones”, (Y. 31.20).

La comunidad Zoroastriana podía estar esperando al “maravillosa” transformación de la existencia pronto. Cuando esto no ocurrió y el mundo continuó en sus caminos pecaminosos, debió haber tenido lugar una re-adaptación teológica. En lugar de un inminente establecimiento del dominio de Ahura Mazda en la tierra, los Zoroastrianos esperaron el cumplimiento de su religión en el fin de los tiempos: un nuevo concepto en sí mismo. Se desarrolló una teoría de las Edades del Mundo acompañada de una doctrina de sucesivos Saoshyants (nacidos del semen milagrosamente conservado de Zaratustra), culminando en el Saoshyant final, que aparecería al final de la historia en el triunfo final de Ahura Mazda sobre el Espíritu del Mal.

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