NABÓNIDO EN ARABIA
Cuál es la conexión entre Nabónido en Arabia y Judá en el periodo Neo-Babilonio, acerca del cual tan poco sabemos?
Incluso si, de acuerdo con los comentaristas más modernos (por ejemplo, Wilkie 1951:41; Sack 1983:66; D´Agostino 1994:93; Ackerman 1997:34), Daniel 3:31—4:3 se refería originalmente a Nabónido y no a Nabucodonosor, el último rey Neo-Babilonio (556-539) no aparece en la Biblia Hebrea y, hasta hoy, no hay textos contemporáneos que lo conecten con la provincia de Judá (Albertz 1998).
Por lo tanto, parece que estamos condenados a elaborar basados en el texto literario que conecta a Nabónido y un Judío, o sea, la llamada “Oración de Nabónido” encontrada en Qumran y designada 4Q242. Sin embargo, después de muchos estudios queda claro que sólo tenemos el comienzo de esta:
“Palabras de la oración que Nabónido, rey del país de Babilonia, el gran rey, oró cuando estaba afligido por una inflamación maligna, por decreto del Dios Altísimo, en Temán… “
Aparentemente trata con Nabónido en Temán –no en Judá- y la figura del exorcista Judío que lleva a cabo el papel positivo no es un Judío de Judá sino un Judío en el exilio..” (WH´[GBR] YHDY M[NBNY GLWT´…], al menos si aceptamos la restauración conjetural generalmente propuesta.
Además, el carácter legendario de este texto literario fragmentado es evidente, aunque esté basado en tradición histórica, especialmente en dos puntos:
1. La estancia de Nabónido en el Oasis de Temán, cambiando solamente sus “diez años históricos” en unos simbióticos siete años (SNYN SB`): por una vez, la leyenda es menos que la verdad!
2. Las inusuales ideas religiosas de Nabónido, famoso por exaltar la posición dios Sin (Lewy 1946) sobre Marduk.
Esta competición entre Sin y Marduk para decidir cual era el Dios Más Grande (Ackerman 1997:55-57) puede haber terminado en una especie de asimilación de ambos dioses (Beaulieu 2000:311) y parece, a primera vista, una simple disputa entre teólogos. Sin embargo, ilumina la atmósfera religiosa en tiempos en los que nació el monoteísmo, junto con la clara afirmación del profeta Deutero-Isaías:
“Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí”. (Isa.45:5)
La conexión precisa entre el reino de Nabónido y el nacimiento del monoteísmo es ciertamente valiosa como para ser investigada por los historiadores (ver, por ejemplo, Vanderhooft 1999:169-88), especialmente historiadores interesados en la provincia de Judá. Pero también está el problema del lugar de origen del Deutero-Isaías.
Aunque la mayoría de los comentaristas piensan que Babilonia es el lugar de origen del Deutero-Isaías 40-55 (Ver recientemente Vanderhooft 1999:169-71; Korpel 1999:90; Bedford 2001:63; Weippert 2001:36), Hans M. Barstad ha tratado recientemente de demostrar que los textos quizás no estén tan claros y que, “de hecho, se puede probablemente reclamar un escenario Palestina tan poco como se puede reclamar un escenario Babilonio” (Barstad 1997:93). Actualmente, quizás se podría considerar a Temán como la capital de Nabónido en el desierto. Al menos ciertos versículos del Deutero-Isaías aluden claramente a una conexión con el desierto:
“Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios” (Isa. 40:3)
“Alcen la voz el desierto y sus ciudades, las aldeas donde habita Cedar; canten los moradores de Sela, y desde la cumbre de los montes den voces de júbilo”. (Isa. 42:11)
“He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad. Las fieras del campo me honrarán, los chacales y los pollos del avestruz; porque daré aguas en el desierto, ríos en la soledad, para que beba mi pueblo, mi escogido”.
Si estos versículos no muestran conclusivamente que Isaías él mismo estaba en el desierto, iluminan de alguna manera la atmósfera del tiempo durante el cual Nabónido se estableció en el Oasis de Temán durante diez años.
Gracias a varios textos Neo-Babilonios, la estancia de Nabónido en Temán (ca.552-543) es ahora claramente admitida como histórica, especialmente después de los estudios de R.P. Dougherty (1922, 1929, 1933), W. Rölling (1964), W.G, Lmabert (1972), I. Eph`al (1984: 179-91), y P.A. Beaulieu (1989:149-203). Nabónido él mismo declara en su estela de Harán:
“Sin me hizo dejar mi ciudad, Babilonia, de camino a Temán, Dadanu, Padakku, Hibra, Yadihu incluso tan lejos como Yatribu. Durante diez años, estuve viajando entre esas (ciudades) y no entré en mi propia ciudad, Babilonia”. (ANET,562; D´Agostino 1994:90; Beaulieu 1989: 151).
Esta estancia ha sido posteriormente ilustrada por dos nuevos tipos de documentos: el relieve de Sela y los graffitis del Norte de Arabia.
1. La escultura de Sela fue descubierta en 1994 por Hamad Qatamine de la Universidad de Mu´ta, estudiada por una pequeña expedición dirigida por Anne Goguel en 1996, y publicada por Stephanie Dalley y Anne Goguel (1997), así como Fawzi Zayadine (1999). La roca de Sela`est´á localizada en el flanco occidental de la Meseta de Edom, unos 3 kms al noroeste de Buseirah y cerca de 1200 m sobre el Arabah. El relieve de la roca está localizado a mitad de camino de la parte alta. Está grabada en un receso de 3 m de ancho por 2 m de alto y es visible desde el fondo de la roca una distancia de cerca 200 m. Muestra la figura de un rey Mesopotamio de pie cuyas características nos permiten identificarlo con casi total certeza como Nabónido. Desafortunadamente la inscripción Neo-Babilonia a la derecha es prácticamente ilegible.
S.Dalley y F.Zayadine afirman que este relieve estaba conectado con la campaña de Nabónido contra Edom en su camino hacia Temán a finales del 553 o, más probablemente, a comienzos del 552 a.C. (Beaulieu 1989: 169). “Presumiblemente la inscripción erosionada podría haber narrado detalles de esta campaña” (Dalley y Goguel 1997: 174).
Quizás es posible que este relieve conmemorase la batalla entre Nabónido y Edom en Sela. Sela es conocida como el lugar de la batalla contra Edom en la tradición Bíblica de la guerra de Amazias de Judá (2 Reyes 14:7; 2 Cr. 25:11-12) y tres pasajes bíblicos aluden probablemente a esta batalla: la referencia a Sela en Isa. 42:11 y Sal. 137:9. Este último, un salmo típicamente exílico, pide venganza contra la gente de Edom (v.7) porque tomaron parte en la destrucción de Jerusalem. El último versículo dice:
“Dichoso el que tomare y estrellare tus niños contra la peña (hassela`)”.
Además de la mención de Sela`(Savram 2000:56), este versículo es en cierto sentido iluminado por 2 Cr.25:12:
“Y los hijos de Judá tomaron vivos a otros diez mil, los cuales llevaron a la cumbre de un peñasco, y de allí los despeñaron, y todos se hicieron pedazos.”
Esta adición del libro de las Crónicas a la batalla de Amazias contra los Edomitas probablemente se refiere a al mismo lugar llamado Sela`, mencionado en 2 Reyes 14:7, pero también podría aludir a la manera en que los prisioneros de guerra Edomitas, quiás sus jefes (ver Sal. 141:6), fueron condenados a muerte después de la batalla. Dado que falta en 2 Reyes 14:7, es probable una especie de midrash inspirada sea por Sal. 137:9 o, quizás, por la batalla de Nabónido contra los Edomitas.
2. El graffiti del Norte de Arabia: en 1999, en un libro Árabe titulado “Dirasa Tahliliya Muqarana li-Nuqus min Mintaqat (RAmm) Ganub garb Tayma” (Una Estudio Analítico y Comparativo de las Inscripciones de la Región del “Rum”, Suroeste de Tayma –Temán), Khalid M. Eskoubi publicó varias inscripciones Nor-Arábigas, más exactamente, Teymanitas (Temanitas). Entre estas, dos contienen el nombre de Nabónido. Esas inscripciones han sido estudiadas recientemente por Hani Hayajneh (2001a; 2001b; ver también Müller y Al Said 2001; Gruntfest y Heltzer 2001) con comentarios bien desarrollados filológicamente. Winnett y Reed (1970:88) ya pensaban que las inscripciones Taymanitas estaban entre las primeras inscripciones Nor-Arábigas, y esas últimas inscripciones son una clara confirmación de que al menos algunas de las inscripciones Taymanitas han de ser fechadas en el siglo sexto A.C. (Lemaire 1995: 59-63). Aparentemente fueron grabadas por sirvientes de Nabónido de la siguiente manera:
1.´N.MRDN.HLM.NBND.MLK.BBL
2.´TWT.M`.RBSRS…
O más simplemente:
´N´NDS HLM NBND MLK BBL
Yo, ´NDS, siervo de Nabónido, rey de Babilonia.
Otra inscripción se refiere sólo al “rey de Babilonia”:
´N.´NDS.SDN.MLK.BBL.NTRT
Yo, ´NDS supervisor del rey de Babilonia, he guardado, mientras que otra menciona sólo al Rab-saris:
1. SKTRSL.BN.SRTN.´T(W)
2. M`.RBSR(S)
1.SKTRSL, hijo de SRTN, vino
2. con el Rab-sari.
Esas inscripciones le dan cuerpo a la estancia de Nabónido en Temán, generalmente consideradas como muy enigmáticas (Eph`al 1984: 179). En realidad, para la mayoría de comentadores, “el propósito de esta visita a Arabia y el oasis de Temán permanece sin aclarar” (Sack 1992: 974). Varias proposiciones han sido realizadas (Beaulieu 1989: 178; D´Agostino 1994: 97):
--razones económicas (control de las rutas comerciales de Arabia a Mesopotamia)
---enfermedad (=impureza),
---quizás incluso locura?
La última –extrema- interpretación no parece muy posible. Quizás, uno podría llamar a Nabónido un “visionario” (ver von Soden 1983:68), pero su cambio hacia Temán parece haber sido consciente y planificada. Hay dos hechos que podrían explicar este movimiento, al menos parcialmente (Beaulieu 1989:190):
a. Nabónido quería seguir la tradición del Imperio Asirio que lanzaba expediciones contra el Norte de Arabia.
b. Nabónido no podía expandirse hacia el norte porque el poder de Ciro lo impedía; trató pues de expandirse hacia el sur, y al tomar el Norte de Arabia haría su Imperio greográficamente mucho más coherente. Temán era, después de todo, una capital más central que Babilonia.
Cualesquiera sean las razones, la toma del Norte de Arabia era una gran realización, y la ocupación de Temán significaba la desaparición del reino de Edom, la integración probable de su territorio dentro de la gran Arabia con su capital en Temán, y un control más firme Neo-Babilonio del sur de Palestina, no digamos la introducción del Arameo en Arabia.
La desaparición del reino de Edom su probable integración en Arabia parece confirmado por la tradición bíblica así como por la epigrafía:
a. La tradición bíblica de numerosas maldiciones contra Edom es bien conocida, especialmente Isa. 34:1-15; Jer. 49:7-22; Ezequiel 35; y Obadias (Dicou 1994: 105-14; Glazier-McDonald 1995). Uno puede comprender que, puesto que los Edomitas tomaron una gran parte del territorio del Reino Judío (1 Esdras 4:50) y ayudaron a Nabucodonosor a tomar Jerusalem (1 Esdras 4:45; Myers 1971:379), los Judíos se alegraban en gran manera cuando, unos 30-35 años después, el reino de Edom desapareció . algunos de los Judíos pueden hasta haber tomado parte en esta campaña (Gadd 1958: 86); sin embargo, esto es sólo conjetura. La desaparición del reino de Edom significa que, desde el 552 en adelante, hacia el sur, la provincia de Judá tenía una frontera con Arabia. Este contexto político explica la mención de Geshem/Gashmu, el Árabe, en el libro de Nehemías (2:19; 6:1, 2, 6) y de acuerdo con la tradición de Herodoto del control Árabe del sur de Palestina (2.158; 3.5, 7, 9; Lemaire 1990:45; Laperrousaz y Lemaire (1994:24).
b. Durante los últimos 20 años, más de 1,000 ostracas Arameas han sido descubiertas entre Hebrón y Lakis y están ahora en colecciones privadas o públicas. Más de 400 han sido ya publicadas, y unas cien más serán publicas próximamente. Esas ostracas contienen muchos nombres personales, principalmente Arameos, Edomitas, y Árabes, con una minoría de nombres Judíos. El número de nombres Árabes está de acuerdo con el hecho que este país era parte de la Arabia Neo-Babilonia y más tarde parte del reino Árabe de Qedar antes de la creación de la provincia Persa llamada Edom/Idumea a comienzos del siglo cuarto a.C. (Lemaire 1999b). En realidad, esas ostracas Arameas están probablemente conectadas con la administración de esa provincia de Edom/Idumea entre el 363 y el 313/312 (Lemaire 1999:13; 2000).
Las ostracas confirman que la frontera sur de la provincia de Judá probablemente no cambió desde el 582 hasta que fue anexada Idumea por Juan Hircano en el 112/111 –o sea, Beth-Zur era la última fortaleza, mientras que Laquis (Lemaire 1974), Maresha, y Hebron estaban en Edom/Idumea o Arabia. Esas ostracas mencionan al menos dos topónimos Idumeos: Maqueda (probablemente Khirbet el-Qôm: Lozachmeur y Lemaire 1996:131; Lemaire 2000:133) y `Idna (Lemaire 2001; 2002), quizás el lugar donde fueron escritas. No sólo el Negev sino la mayor parte del Shephela Judío y una parte de las montañas de Judá estaban fuera de la provincia Neo-Babilonia, Persa, y Helena de Judá.
En este contexto geográfico e histórico, es conveniente considerar el problema de la capital de la provincia de Judea. Dado que la parte sur del reino de Judá no era ya parte de esta provincia, en cierto sentido es normal que su capital se moviese hacia el norte, la nueva capital fue establecida en Mizpa con el nombramiento de Gedalía como gobernador. La cuestión es: cuando tuvo lugar, de nuevo, el cambio a Jerusalem?
No parece este un problema muy discutido por los estudiosos, probablemente porque, si aceptan la teoría de Alt que Judá era parte de la provincia de Samaria, este problema no existe. Jerusalem fue capital de la provincia de Judá sólo cuando fue creada, o sea, con Nehemías. Pero la hipótesis de Alt, todavía defendida no hace mucho por S. McEvenue (1981) y P.R,. Bedford (2001:45), no tiene un fundamento serio y no es actualmente tenida en cuenta. Entonces, donde estaba la capital de la provincia de Judá antes de Nehemías? Según lo que sabemos acerca de Nabónido y su probable control directo del sur de Palestina, no hay razón para que la capital Judía tuviera que moverse durante su reinado. Mizpa era probablemente la capita de Judá hasta al menos el fin del periodo Neo-Babilonio.
Blenkinsopp 1998:42 escribe, en una nota a pie de página: “En Nehmías 3:7 aparece que Mizpa siguió siendo el centro administrativo de Judá hasta el tiempo de Nehemias”. Ese versículo habla acerca de gente de Gibeon y Mizpa pertenecientes al área del gobernador (pahat) de Transeufratia y puede sólo ser un argumento indirecto.
Sin embargo, uno llega a la misma conclusión tomando en cuenta el papel de la capital de una provincia en los Imperios Neo-Babilonio y Persa. Generalmente, una capital provincial semejante es llamada “birtha” una ciudad fortificada (Lemaire y Lozachmeur 1987: 1995). Ahora sabemos que Jerusalem no era ya más una ciudad fortificada después del 587, porque “las fuerzas Caldeas con el capitán de la guardia tiró abajo los muros de Jerusalem” (2 Reyes 25:10). Era todavía la misma situación cuando Nehemías estaba en la corte de Susa: “el muro de Jerusalem estaba roto y las puertas habían sido destruidas por el fuego” (Neh. 1:3). Es poco probable que el gobernador Persa tuviera su asiento en una ciudad arruinada y no fortificada. De hecho, la primera cosa que Nehemías hizo cuando llegó a Jerusalem como gobernador fue construir los muros tan pronto como pudo (Neh. 2:11-17). Por lo tanto Mizpa era muy probablemente la capital de Judá no solo bajo Gedalias sino durante 142 años, desde el 587 al 445 a.C. Esto da algo de luz al problema de la arqueología de Jerusalem durante este periodo y hace necesario un cuidadoso estudio de la fascinante arqueología de Mizpa.
En este punto sería necesario prestar atención a dos enigmáticas inscripciones en Tell en-Nasbeh:
1. Una inscripción probablemente en Hebreo, fue grabada antes de ser quemado y, siguiendo a W. F. Albright (en McCown 1947: 168), es normalmente (Renz 1995) leída como sigue:
[¿?B]N MRSRZR[KN] [¿?h]ijo de Mar-sarri-zera-[ukin].
La forma de estas letras es difícil de clasificar, y puede que sea una inscripción Aramea (Delavault y Lemaire 1979). Una mejor solución es, la propuesta por Renz (1995:223), que fue grabada por una mano no entrenada, dado que se puede comparar la forma de las letras, especialmente M,N, y R, con las mismas letras en el ostracón Hebreo de Ahiqam de Horvat `Uza, escrito por alguien con muy poca destreza (Beit-Arieh 1986-87:36). Esta comparación muestra que esta escritura puede ser tan tardía como el 600 a.C.
Además, por un lado, hay un claro trazo vertical pequeño a la izquierda del llamado Z, y así, se lee mejor como un S que como un Z. En el otro lado, si una B ha de ser restaurada antes de la primera letra visible (N), uno puede esperar ver algunos trazos de esta. En este contexto, uno puede pensar en un nombre como:
[¿?]N MRSR”S”R[¿?,[¿?]¿? Mar-sarri-usur[¿?
Este nombre sería paralelo a ´SRSRSR, BLSR(´)SR, NBSRSR, SNSRSR (WSS 850) (Maraqten 1988:233) con MR como teónimo (APN257; WSS 1094). Sin embargo, semejante nombre parece seguir la tradición Asiria de transcripciones de los sibilantes, no la Babilonia (Millard 1976). En este caso no se debería usar para el periodo Neo-Babilonio! Sin embargo, después del descubrimiento de las tablillas de Seh Hamad/Dur Katlimmu, sabemos que la tradición de la escritura Asiria continuó en el periodo Neo-Babilonio temprano (Postgate 1993). Bajo estas condiciones, el uso de la escritura Hebrea por parte de la administración provincial de Judea bajo Gedalias no parece imposible, y uno podría tentativamente fechar en este periodo la inscripción de Mosah sobre el asa de una jarra publicada por N. Avigad (1972). A esta inscripción le siguió muy de cerca las impresiones en los sellos Arameos de Mozah (Zorn, Yellin, y Hayes 1994:175).
2. Un inscripción cuneiforme fragmentada con 11 caracteres Neo-Babilonios incisos en un delgado anillo de bronce. Generalmente leída (McCown 1947:150; Zorn 1997:66):
¿?]a-ia-da-ra sar su(/kissati)? Ana balat napisti-su [¿?
¿?]Ayadara, su rey(/rey del mundo) por su vida […..
Pero el Rey “Ayadara” o “?]ayadara” es desconocido, y la inscripción es muy enigmática!
Concluyendo, los principales cambios durante el reinado de Nabónido conciernen a una clara afirmación de monoteísmo, por un lado, y la probable integración de Edom en Arabia, por otro. Aunque no se conozcan los nombres de los gobernadores en Mizpa, durante el reinado de Nabónido, el control Neo-Babilonio aún era muy fuerte, mientras que la provincia estuvo limitada al sur por la Arabia Neo-Babilonia, que incluye sitio como Laqis, Maresha, Ìdna, Maqeda, Hebron, y probablemente En-gadi.
Tenemos dos hipótesis:
1. Antes de usar el Arameo (y el Acadio?), la provincia Judía de Babilonia puede aún haber usado la escritura Paleo-Hebrea bajo Gedalias.
2. Mizpa era la capital de la provincia desde 587 al 445 a.C.
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