lunes, 9 de marzo de 2009

RUBÉN, ISRAEL

RUBÉN, EL PRIMOGÉNITO DE JACOB
Por qué es Rubén de todas las tribus el primogénito? Según los antropólogos, las genealogías sirven funciones sociales, políticas, o religiosas, y en tanto que instituciones o cambio histórico de circunstancias, las genealogías cambian para adaptarse a las circunstancias o cambios sociales de las realidades. Evidentemente la genealogía de las tribus estaba congelada –en los escritos o en la narrativa épica- cuando Rubén realizó el papel que le garantizó su preeminencia. El Cronista refleja el juicio de que Rubén no era digno de la primogenitura, y que esta de hecho fue a José, aunque Judá vino a ser preeminente (1 Crónicas 5:1-2). Señala, no obstante, que hay que escribir las genealogías con Rubén como primogénito. La opinión de algunos estudiosos es que es posible que el lugar de Rubén en la genealogía presume que Rubén una vez jugó un papel principal en la sociedad Israelita, incluso un papel dominante, sea político o religioso. Esto parece confirmado en la pre-monárquica bendición de Jacob (Gen.49:3):

Rubén, tú eres mi primogénito,
Mi fortaleza,
Y el principio de mi vigor…
Principal en dignidad, principal en poder.

Sin embargo, hay un borrón en la historia de Rubén, el episodio incestuoso en el cual Rubén yace con Bilha, la concubina de su padre (Gen. 35:22). En la bendición de Moisés, otra composición temprana se lee (Deuteronomio 33:6):

“Viva Rubén, y no muera;
Y no sean pocos sus varones”.

La existencia de Rubén estuvo amenazada en el siglo XI si no antes. El relato de Jefté relata la presión de los Amonitas sobre Israel en Gilgal (Jueces 11). Más significativo es el relato en 1 Samuel 11, particularmente un parágrafo nuevo y auténtico perdido en el Texto Masorético pero conservado en 4QSam (el gran manuscrito de Samuel de la Cueva 4, Qumram) y en un texto Griego de Josefo. Relata la destrucción de los Rubenitas y los Gaditas y la huida de siete mil, que escaparon a la muerte o la mutilación, a Jabes-Gilad al norte del Jabbok. Esto tiene lugar a comienzos del reinado de Saúl. Incluso antes se nos dice (Jue. 3:15-30) que Moab había invadido el antiguo territorio de Rubén entre el Arnón y el Heshbon. In tiempos de David, en su censo, oímos sólo los nombres de Gad al norte del Arnón (2 Sam. 24:5); el duodécimo distrito de Salomón menciona sól a Gad, y en la inscripción de Mesha del siglo noveno a.C., el territorio entre el Arnón y el Heshbon, el antiguo territorio de Rubén, reconquistado por Omri, y a su vez por Mesha, rey de Moab, es habitado por los Gaditas. Rubén en tanto que entidad tribal ha desaparecido.

Solamente en la fuente correspondiente al siglo doce, la Canción de Debora, aparece Rubén en pleno progreso (Jue. 5:15):

“En las filas de Rubén
hay grandes ansiedades de corazón.
Por qué te quedaste en tus apriscos
Oyendo las flautas de tus pastores?”

La expresión “filas”, o “secciones”, “pelaggôt”, de Rubén es significativa, sugiriendo la complejidad de la genealogía Rubenita, el gran tamaño de sus contingentes.

Evidentemente la era de prominencia de Rubén tuvo lugar pronto en la historia de las tribus, quizás en la época formativa de la toma de conciencia religiosa y política de Israel. En este caso la época de grandeza de Rubén puede permanecer escondida al historiador, cubierta por una capa de barniz de tradiciones que surgen de centros de poder y prestigio más tardíos, en José y Judá. Pero que eventos, de acuerdo con la tradición bíblica, transpiran en el territorio asignado a Rubén?

En el centro del territorio asignado a Rubén hay un valle bien regado, el valle opuesto Bet Peor (Deut. 3:29; 4:46; 34:6; Jos.13:20). Bet Peo es también llamado Baal Peor (Hos. 9:10; Deut. 4:3), quizás el nombre completo fuese Bet Baal Peor. Peor es también el nombre de la montaña asociada con el santuario (r´s p`r, Num 23:28). El valle es llamado actualmente `Uyun Musa, las “fuentes de Moisés”. Al sur está la cadena montañosa Pisgah-Nebo. Al norte está el Monte (Baal) Peor, moderna Musaqqar.

Los destacados eventos que tuvieron lugar en Rubén, “en el valle opuesto a Bet Peor” merecen ser enumerados:

1. De acuerdo con la tradición Deuteronómica , el valle en Rubén es el lugar donde Moisés da por segunda vez “la ley”, el registro de la ley, y los ritos de la alianza (o renovación de los ritos de la allianza) antes de cruzar el Jordán. La introducción al núcleo antiguo de la ley Deuteronómica (Deut. 4:44-46) dice:

“Esta, pues, es la ley que Moisés puso delante de los hijos de Israel.

45 Estos son los testimonios, los estatutos y los decretos que habló Moisés a los hijos de Israel cuando salieron de Egipto;

46 a este lado del Jordán, en el valle delante de Bet-peor….. “

La ceremonia de la alianza descrita en Deuteronomio 28:69, y especialmente en 29:9-14, también tiene lugar ahí:

“Estas son las palabras de la alianza que mandó Yahvé a Moisés hacer con los hijos de Israel en la tierra de Moab, además de la alianza que con ellos hizo en Horeb”. La forma escrita de la ley, inscrita sobre piedras revocadas con cal (un procedimiento hoy documentado en los textos de Deir `Alla y Kuntillet Ajrud), va a ser llevado a (el futuro santuario de) Siquem (Deut. 27:2-8). Que estos eventos tuvieron lugar, de acuerdo con estas tradiciones, precisamente en el corazón de Rubén no es tenido en cuenta a menudo dado que los términos geográficos “país de Moab”, “estepas de Moab”, o “el valle en la tierra de Moab opuesto a Bet Peor” –son apropiados después que Moab desde hacía tiempo se había movido hacia norte ocupando Rubén- son usadas en el Deuteronomio. Lo que sorprende es que los sacerdotes Levitas que apreciaban esas tradiciones –la casa sacerdotal trazando su linaje hacia Moisés- atribuyó sus tradiciones (mediante el antiguo Santuario de Siquem) al valle de Moisés en Rubén.

Por qué habrían de conservar o crear la afirmación que su tradición legal tenía su origen ahí los sacerdotes Musitas?

2. Hay toda la razón en creer que ahí había un santuario Rubenita bajo el monte Nebo, enfrene del Monte Baal Peor. En la Piedra de Mesha (ca. 850 a.C.), leemos como Qemosh le ordena a Mesha, “Ve toma Nebo (nbh) contra Israel, y fui de noche , y luché contra ellos desde el amanecer hasta el medio día, y la tomé y los maté a todos, siete mil, hombres, y niños varones, mujeres y niñas, y doncellas –dediqué todo esto (hhrmth) a Ashtar-Qemosh. Y tomé los vasos de Yahvé y los llevé ante Qemosh”. No ha habido certeza acerca de la situación de la ciudad de Nebo. En tiempos de los bizantinos la localizada tradicionalmente en alto, en la desolada montaña de Muhayyat, donde de hecho hay algunos restos de la Edad de Hierro e Iglesias Bizantinas. Su fuente de agua, En Juded, está abajo en el valle, una caminata de un hora y cuarto (sin la carga de jarras llenas de agua). Es un sitio poco apto para una ciudad grande, un sitio óptimo para una fortaleza o monasterio Bizantino. Ciertamente, las ruinas no podían dar cabida a siete mil personas, o incluso un número más pequeño. Un sitio mejor está al norte de la cadena montañosa de Nebo (Kirbet Muhayyat está al sur), en bien regado valle de `Uyun Musa, el valle enfrente de Bet Peor. Khirbet `Uyun Musa ha producido una gran cantidad de hierro y cerámica, y el área, en general, es el único lugar apropiado para mantener a una población.

La confirmación de esta identificación, creemos, ha se encuentra en el Sello de Cobre de la Cueva 3, Qumram. Un tesoro, dicen, está enterrado “en la cascada cerca de Kepar Nebo”. Este sólo puede ser la cascada de Ùyun Musa.

La existencia de un santuario de Yahvé en el valle Nebo enfrente de Bet Peor en los días en que Rubén era prominente entre las tribus –restablecido en tiempos de Omri- podría ofrecer una explicación de por qué los sacerdotes que trazaban su linaje hacia el sacerdote Moisés atribuían el origen de su tradición legal Mosaica a Rubén, y específicamente a Moisés dando la ley en este valle. Tradiciones de los rituales de la Alianza y promulgación de leyes que esperamos surgen de la tradición popular y etiologías de un lugar sagrado o santuario. Evidentemente las tradiciones del santuario Rubenita sobrevivieron los suficiente como para convertirse en la historia de eventos que tuvieron lugar en la víspera de la entrada en el país de la tradición Deuteronómica.

3. Tradición, normalmente atribuida al Elohista –en cualquier caso perteneciente a la tradición épica- afirma que Moisés fue enterrado “en el valle en la tierra de Moab enfrente de Bet Peor (Deut. 34:6).
4. Otra leyenda de un evento dramático pero notorio se situa en esta misma localización: el episodio de Baal Peor. El relato en las fuentes épicas (principalmente J) está en tensión con el relato en la fuente P, sacerdotal (Num. 25:1-5 es asignado a J(E); Num. 25:6-16 es P, como lo es la matanza de los Madianitas en Num. 31). El relato épico sitúa el evento en Shittim, unos ocho kilómetros al noreste de Bet Peor, en el campo de batalla del cual, según la tradición, Israel lanzó el cruce del Jordán hacia Gilgal. Se dice que Israel “se sometió” a Baal Peor, una expresión con tonos tanto sexuales como referentes a la alianza (Os. 9:10). Los compañeros de Israel en los ritos de fertilidad se dice son las hijas de Moab. Y es Moisés quien dirige a los “jueces” de Israel para dar muerte a los que participaron en los ritos.

La historia sacerdotal, en contraste, asume que los compañero de Israel en los ritos de fertilidad y apostasía eran los Madianitas. Tiene lugar una plaga, y Finés, el Aarónida, salva el día y detiene la plaga lanzando una lanza que atraviesa a los jefes de la celebración: Cozbi, hija de un príncipe Madianita, y Zimri, hijo de un príncipe de Simeón:

“y fue tras el varón de Israel a la tienda, y los alanceó a ambos, al varón de Israel, y a la mujer por su vientre. Y cesó la mortandad de los hijos de Israel”. Núm. 25:8).

El hecho tuvo lugar, de acuerdo con P, “delante de Moisés” y la congregación de Israel mientras “lloraban en la puerta de la Tienda de la Reunión”. Moisés no es explícitamente condenado. Ahora no es Moisés sino Finés quien lleva a cabo la acción. Esto está en total contradicción con la línea de la tradición épica. En la narrativa Sacerdotal Finés es el héroe, y en esta ocasión Finés es premiado:
“Finés hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha hecho apartar mi furor de los hijos de Israel, llevado de celo entre ellos; por lo cual yo no he consumido en mi celo a los hijos de Israel.

Por tanto diles: He aquí yo establezco mi pacto de paz con él;

y tendrá él, y su descendencia después de él, el pacto del sacerdocio perpetuo, por cuanto tuvo celo por su Dios e hizo expiación por los hijos de Israel.”

La recompensa del sacerdocio a los Aarónidas en este contexto es reminiscente de un episodio más tardío en la historia del sacerdocio. Se trata del conflicto entre Moisés y su partido y Aarón y el suyo, tema, este, recurrente. Hay en el relato de Baal Peor una polémica Aarónida contra los Levitas o casa de Moisés, los Musitas, de la cual Elí de Silo era preeminente en la época de los Jueces. En la historia paralela la casa Siloita de Elí es rechazada del (alto) sacerdocio debido a los dos hijos de Elí “dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión” (1 Sam. 2:22), y el sacerdocio de la casa de Elí, elegido cuando Yahvé mismo se reveló a los antepasados de Elí en Egipto en casa del Faraón (1 Sam. 2:27), fue abrogado, y la alianza del sacerdocio pasó a otro, o sea Sadoc, un Aarónida del clan Hebronita (de Hebrón).

Incluso más sorprendentes son los paralelos en los eventos del Sinaí. El pecado en el Sinaí fue resultado de la fabricación a cargo de Aaron del becerro de oro, y la orgía que le acompaña. Moisés interviene vigorosamente, destruye la imagen del toro, y pide ayudad. Los hijos de Leví una designación interesante en este periodo –se ofrecen voluntarios y matan a tres mil siguiendo las órdenes de Moisés. Como resultado, los Levitas son ordenados para el sacerdocio (Ex.32:39) y les es dada la bendición del Señor por extirpar el pecado de Aaron. Las tradiciones en Exodo 32 (E) están claramente modeladas por la polémica en los círculos Levíticos contra el becerro de los sacerdotes Aaronidas en Betel. La bendición de Leví en el Deuteronomio 33:8-11 está en conformidad; A Moisés y los Levitas les es dado el sacerdocio total. En esas tradiciones los aliados de Moisés son los sacerdotes Levitas enfrentados a los idólatras a cuya cabeza está Aarón!

Hay que señalar los paralelos entre las tradiciones del Sinaí y las tradiciones de Baal Peor:

a. Celebración de la ceremonia de la promulgación de la Ley y la Alianza al pie del monte Sinaí =promulgación de la Ley y la Alianza al pié del monte Nebo.
b. El pecado de Aarón y los ritos orgiásticos =el pecado de Peor, apostasía y ritos de fertilidad.
c. Tres mil celebrantes en el Sinaí mueren a manos de los Levitas =Zimri y la princesa Madianita mueren debido a la lanza que les arroja el Aarónida Finés, y 24.000 mueren debido a la plaga.
d. El sacerdocio otorgado a los Levitas debido a su participación en la matanza de los apóstatas =Finés y los Aarónidas obtienen el sacerdocio eterno por haber matado a la pareja que realizaba los ritos de fertilidad en la Tienda de la Reunión expiando así los pecados de Peor.

Se podría añadir lo que puede ser llamado eco de los eventos en la tradición Israelita.

e. El pecado de Jeroboan y la maldición de Betel y su becerro =el pecado de los Elídas en Silo, yaciendo con mujeres en la Tienda de la Reunión, y la maldición de la casa de Elí, el sacerdocio transferido a “sacerdotes fieles” (Sadoc).

El papel de los Madianitas en Sinaí-Horeb y en Nebo (o Bet Peor) también ha de ser examinado. De acuerdo con la tradición épica (E), Moisés, mientras guardaba los rebaños del sacerdote de Midián, se aventuró en la montaña de Dios, donde le fue revelado el nombre de Dios, Yahvé (Exod. 3:1,13.15). Este texto presume que la montaña está en territorio Madianita. El sacerdote de Madián proveyó a Moisés con una esposa, aparentemente una sacerdotisa. En la montaña, el sacerdote de Madián ofreció sacrificios a Yahvé e instituyó un sistema jurídico según Éxodo 18. Las relaciones entre Moisés y Madián no podía ser mejores, y la casa de Moisés tenía una mezcla de sangre Madianita y Judía. En (el Monte) Baal Peor la relación sexual entre un Israelita y una Madianita fue ocasión de pecado. En la continuación Sacerdotal en Números 31, las mujeres Madianitas (plural) fueron declaradas responsables de la revuelta de Israel y de la ruptura de la fe en Yahvé en la cuestión de Peor, siendo proscritas. Además, Yahvé declaró la guerra santa a Madián y Madián fue “aniquilado”.

5. En la tradición épica tres de los oráculos de Balam fueron promulgados desde la cima de Peor, donde se dice Balam construyó siete altares. En estas tradiciones (JE), Balam es tratado como un converso y, aunque es reprochado por Balak que fue quien lo llamó, se le permitió regresar en paz a casa. En la tradición Sacerdotal en Números 31, Balam es asesinado junto con los cinco reyes de Madián, y la apostasía de Israel en Baal Peor se dice ocurrió por “consejo de Balam”.
Los Madianitas, es importante señalar, no están ausentes en la tradición épica acerca de Balam. En la Yahvista, Moab tomó consejo con los ancianos de Madián, y los ancianos de Moab y Madián son descritos sirviendo de mensajeros para traer a Balam (Números 22:4). La misma línea de tradición épica menciona a Edom luchando contra Madián en los campos de Moab (Gen. 36:35), asociando a las dos naciones en el mismo territorio

En resumen, la actitud de las fuentes épicas, notablemente E, es favorable a Balam, y sus oráculos bendicen a Israel –desde la cima del Monte Peor. La tradición Eloísta menciona sólo a las hijas de Moab en Bet Peor, y sólo a Moab en el asunto de Balam. Curiosamente, la tradición Yahvista enlaza con la tradición Sacerdotal situando a los Madianitas en este terreno. De nuevo la tradición Eloista es favorable a los Madianitas al describir la relación intima de estos con Moisés e Israel en el Sinaí y en el desierto, mientras conservan tradiciones polémicas a cerca de Aarón y a cerca Miriam y Aarón protestando contra el casamiento de Moisés. Los círculos Aarónidas (o Sadoquitas; Sadoc) de P guardan silencio acerca de la conexión Madianita en el Sinaí pero lanzan violenta polémica contra Madián y Balam en el Monte Peor.

En cierto sentido, Peor Y Sinaí devienen imágenes invertidas en la polémica sacerdotal, las tradiciones de los sacerdotes Levitas y la familia de Moisés sobreviven especialmente en la tradición Elohista, las tradiciones de la casa Aarónida sobreviven en la tradición Sacerdotal.

La tradición conservada en las secciones Sacerdotales en Números 25 y 31 probablemente pertenecen a la antigua tradición. Una cierta irregularidad se advierte en estos dos capítulos. “Sûr” es un rey Madianita en el capítulo 31, un “rô´s ´ummôt bêt ´ab” en el capítulo 25, y el episodio de Bet Peor y el episodio de la guerra contra los cinco reyes de Madián (y Balam) están unidas probablemente por P sobre la base de fuentes más tempranas. Hay expresiones arcaicas, no Sacerdotales en el relato señalando esta dirección. Eissfeldt, Albright, y Mendenhall, cada uno desde un punto de vista diferente, han argumentado a favor de la antigüedad del material en estos dos capítulos, incluyendo la primacía de Madián en Bet Peor. Establecer la antigüedad de esta tradición es un cosa. Hacer uso de este material legendario para un propósito histórico requiere diferentes clases de controles.

Una fuente adicional necesita ser examinada en la cual Rubén y su papel en la tradición religiosa temprana Israelita puede haber dejado restos. Se trata de la historia compleja y enigmática del altar de Gad y Ruebén en Jousué 22. La introducción, vv. 1-8, y la edición de toda la perícopa son Deuteronómicas. Pero la antigua narrativa editada deriva de un documento que exhibe terminologías característicamente Sacerdotales, y ha de ser un documento semejante a los usados por la tendencia Sacerdotal en el Exilio. Por lo tanto la narrativa usa “`adat (yisra´el) (Jos. 22:12,16,17,18,20)” repetidamente, “nasi” o “nesî´im” (Jos. 22:14, 30,32), “miskan” (Jos. 22:19,29), y tabnît” (Jos. 22:28). Finés, hijo de Eliazar el sacerdota, es el carácter central, como en la historia Sacerdotal de Peor, y se hace referencia a la plaga, “negep” asociada con el pecado de Peor (Jos. 22:17), un tema solo en P. Finalmente, el editor Deuteronómico ha añadido la mitad de la tribu de Manasés en la primera parte de la narrativa, usando el término “sebet”; al final de la narrativa sólo los hijos de Gad y los hijos de Rubén son mencionados, evidentemente esta es la forma Sacerdotal de la historia (Jos. 22:25,32,33,34). Está claro que el Deuteronomista ha tomado una historia Sacerdotal antigua, una que apoya sus intereses en la centralización del culto en Cis-Jordania, y la retocó.

El relato Sacerdotal se centra en un gran altar construido por Rubén y Gad cerca del Jordán. Finés y sus hermanos Cisjordanos amenazan con la guerra si los Transjordanos sacrifican sobre ese altar, o sea, lo usan para ritos cultuales. Rubén y Gad juran que no es su intención usar el altar para ofrecer sacrificios. Más bien, el altar es un modelo del altar del Tabernáculo (en Canán), un testimonio que las tribus detrás del Jordán tenían el derecho de sacrificar en el santuario central de Israel, un testimonio de que “Yavhé es Dios”.

Efectivamente, el relato afirma una prohibición contra las tribus Transjordanas, concretamente Gad y Rubén, de mantener un culto o santuario, y relata el solemne acuerdo de Rubén y Gad para no establecer un culto independiente. Subyace a todo esto una polémica Aarónida contra un culto o santuario Rubenita (y quizás Gadita). Hay que añadir que esta polémica testifica claramente la existencia de un culto y santuario (o santuarios) importante(s) y tradicional(es) en Rubén.

II
Qué pueden decirnos esas tradiciones localizadas en Rubén, o en el territorio asignado a Rubén, acerca de la historia temprana de Israel y el lugar de Rubén en la emergencia de la religión temprana Israelita? Mediante la combinación de estos datos con descubrimientos extra- bíblicos, el historiador puede hacer cierto progreso.

En los años recientes ha habido intensa búsqueda en los retos arqueológicos en Madián –al norte de Hijaz- de los territorios de Edom, Seir, Moab, y Rubén, y de la península del Sinaí. Lo más sorprendente es el descubrimiento de una civilización desarrollada en Madián a finales de la Edad de Bronce y comienzos de la Edad de Hierro. En Qurayyeh una citadela mayor fortificada ha sido descubierta –un pueblo amurallado y sistemas de irrigación extensos (P.J. Parr). También se ha encontrado cerámica característica, llamada “Madianita” o cerámica de “Hajaz” que irradia hasta Transjordania y sitios cerca de Elat, notablemente Timna. Esta cerámica está ausente del Sinaí.

En la misma era, la ocupación de Edom, Moab, y Rubén era muy escasa –aunque no ausente- y es evidente que aún no habían aparecido los reinos de Edom y Moab. Estos datos sugieren, como argumentaron antes de la disponibilidad de esta evidencia Eissfeld y Albright, que Madián alcanzó la cima de su influencia en los siglos trece y doce y, al adquirir el control del comercio de especies e incienso que comenzó a florecer precisamente en este periodo, establecieron la hegemonía, al menos una hegemonía comercial, sobre el norte de Hijaz y sur de Transjordania, incluyendo Edom, Moab, y los territorios Rubenitas al norte del Arnón. Como los Qedaritas, Lihyanitas, y los posteriores Nabateos, controlaban la ruta de las caravanas que venía de Arabia del Sur.

La ausencia de restos materiales en el Sinaí y la transición de finales de la Edad de Bronce a comienzos de la Edad de Hierro –a parte de los yacimientos mineros Egipcios en Serabit el-Kadem y Timna- es sorprendente. Incluso el sitio tradicional de Qadesh no ha producido restos de ningún tipo. La búsqueda Israelita en el Sinaí ha sido intensa, y la falta de restos arqueológicos pertenecientes a este periodo crucial deviene un muy fuerte argumento (desde el silencio) contra la península del Sinaí como el área donde Sinaí-Horeb y Qadesh estaban localizadas.

Los primeros contactos de Israel con Madián tienen sentido a la luz de nuestro actual conocimiento. Sinaí-Horeb han de ser buscados en el sur de Edom o norte de Madián. Este punto de vista, apoyado por la escuela Alemana pero rechazado por las escuelas Americana e Israelita, incluyendo al escritor, parecen tener sentido ahora. Los arcaicos himnos de Israel tienen una sola voz: Yahvé viene de Temán, Mt. Parán, Madián, y Cushan (Canción de Habacuc); el Cántico de Debora menciona a Yahvé yendo desde Seir, marchando desde Edom; la Bendición de Moisés afirma que Yahvé viene del Sinaí, brillando desde Seir, reluciente desde el Monte Parán. Estas designaciones geográficas no pueden ser trasladas a la península del Sinaí.

Un buen número de estudiosos ha buscado Sinaí-Horeb en la región Madianita porque encontraron en el lenguaje de la teofanía del Sinaí la imaginería de la erupción volcánica. Esta visión está mal concebida. El lenguaje de la teofanía del Sinaí es una forma concretizada y literalizada del lenguaje poético de la teofanía de la tormenta Cananita y no tiene nada que ver con volcanes. Pero la “Hipótesis Madianita” asociada con los nombres de Gressmann, Eduard Meyer, y Gunkel ha de ser reformulada de una nueva manera. M. Noth hizo una importante contribución al demostrar que la lista de estaciones en Números 33 deriva de un itinerario de lugares de peregrinación que llevaba al Sinaí dejando Elat al este. Y los recientes descubrimientos en Kuntillet Ajrud, incluyendo referencias a Yahvé de Temán, tienden a confirmar este punto de vista. Ajrud, aparentemente un lugar de peregrinaje y santuario, está en una ruta primaria que lleva a Elat.

Elementos del Proto-Israel, o “grupo de Moisés”, se movían entre Egipto y Madián, una ruta de caravanas principal en los siglos trece y doce, como bien sabemos por las fuentes Egipcias (M. Weippert (1974). Su movimiento era hacia el norte, a lo largo de rutas controladas por Madián, a través del escasamente habitado Edom y Moab, para establecerse durante un tiempo en el territorio asignado a Rubén y posteriormente ocupado por Moab. Esta área, la meseta (Misor) y las estepas (`arbôt mô´ab), incluyendo el valle enfrente e Bet Peor, estaban escasamente poblados –como las montañas centrales de Canán. Los días de Moisés y Madián en Rubén fueron recordados en las tradiciones del santuario de Nebo y Gilgal.

Rubén también parece haber sido un área de entrada en Canán: “desde Shittim a Gilgal”. Y puede ser que al estar detrás del lenguaje de Oseas, describiendo un nuevo éxodo y una nueva entrada en el país, sea la misma línea de tradición arcaica:

“Pero he aquí que yo la atraeré (Israel) y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.

Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor(A) por puerta de esperanza”.

La liga de Israel tomó forma clásica en el país en el curso del siglo doce, pero hay buenas razones para creer las tradiciones religiosas y las instituciones militares que inspiraron y formaron la liga surgieron de esos elementos de Israel que vinieron de las montañas del sur y entraron Canán desde las tierras de Rubén.

La búsqueda reciente sobre la época del establecimiento de los Israelitas en Canán ha demostrado que los datos arqueológicos e históricos son complejos, y que ningún modelo de los mecanismos de establecimiento comprende los datos. Las recientes e intensas búsquedas en las montañas de Canán, notablemente en Efraín y Manasés, ofrecen fuertes argumentos para identificar muchos elementos del Israel posterior (tardío) como seminómadas pastoralistas, no refugiados de, o rebeldes contra, las ciudades estado feudales Cananeas. Además, las instituciones de la liga, el patrón de doce tribus, la institución de la Guerra Santa, “harem”, la extensión de las obligaciones familiares y entre parientes mediante la alianza, y la elección de un solo dios como Patrocinador tienen sus más cercanos análogos en el sureste, en Edom y Qedar, y en Moab y Ammon. El dios de la liga reflejado en la onomástica de Edom, Moab, Ammon, e Israel (“estados naciones”) no tiene analogía en la onomástica de las ciudades estado con sus panteones o triadas de dioses de la ciudad. Esas instituciones no surgen de la cultura Cananea urbana. La estructura tribal de Israel es una dificultad para los defensores del modelo de revolución social. La noción de “retribalización” en las zonas fronterizas es problemática en ausencia de grupos e ideologías tribales “externos”. En breve, parece haber evidencia de la importación en el País de Canán de instituciones sociales y religiosas e ideología alienada a Canán –pero con lazos en el Sureste.

Por otro lado, hay un fuerte polémica anti-Cananea, patriarcal-igualitaria, y anti-feudal en el temprano Israel, que parece ser auténtica, con fundamento histórico. Las tesis de Mendenhall y Gottwald no son simplemente falsas. Los `Apiru, la clase de los clientes, despreciada o temida por la nobleza Cananea antes de la aparición de Israel en Canán, en Israel devino los `ibrîm, una clase o grupo –tomando tonos étnicos posteriormente- con los que se identificaban los Israelitas y quienes tenían un estatus especial en la tradición legal temprana de Israel. Seguramente en la consolidación de la liga, siervos, clientes, y esclavos fueron absorbidos en la nación, imprimiendo en Israel la conciencia de ser de orígenes bajos, gente fuera de la sociedad Cananea. No creo que el proceso de asentamiento y consolidación fue completamente pacífico. La noción de conquista, muy desacreditada hoy día –con razón en su versión monolítica Deuteronomística- no carece de testimonio, tanto arqueológico como literario. Los himnos pre-monárquicos Israelitas, “canciones de las guerras de Yahvé”, testifican de las guerras y conquistas anteriores a la monarquía. Y no se ha de olvidar que los nómadas no son meramente pastores, sino también guerreros.

Para volver a la tesis: hay en la tradición Israelita evidencia histórica de una migración o incursión desde Rubén de elementos de Israel que venían del sur, con lazos con Madián, y cuyo líder original era Moisés.

Las tradiciones arcaicas de eventos en Rubén sobrevivieron, lo mismo que las tradiciones de las conexiones Madianitas de Moisés: tradiciones demasiado antiguas y bien conocidas como para ser suprimidas y que hoy son oscuras y marchitas. En la fuente Yahvista, Moisés está sólo. En la Elohista, aparece Aarón, pero principalmente como un rival y como blanco de la polémica. En la tradición Sacerdotal, Aarón deviene el alter ego de Moisés y usurpa todas las funciones sacerdotales. Esas transformaciones reflejan, primero, el dominio temprano de Moisés y Transjordania, especialmente la tradición sacra Rubenita, y después la lucha familias sacerdotales rivales, Levitas y Aarónidas, y finalmente el triunfo de los Aarónidas y la casa de Sadoc en Jerusalem. Los Levitas fueron degradados como clero menor y el conocimiento de la familia sacerdotal de Moisés olvidado o suprimido. El fallo de Moisés en entrar la tierra de Canán, y su entierro en el valle en frente de Bet Peor, fue explicado como castigo por un pecado grave (Num. 20:12(P) (Deut. 32:51), no mencionado en la cita paralela de la tradición épica (Exod. 17:1b-7).

También se borró de la memoria la época de prominencia de Rubén, excepto su lugar en la genealogía de los hijos de Jacob: Rubén es el primogénito.

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