domingo, 5 de abril de 2009

DIOSES Y DIOSAS EN LA TRADICION INDO-EUROPEA

DIOSES Y DIOSAS

Los Indo-Europeos hablaban acerca de “los dioses” colectivamente y acerca de los dioses como individuos. Quizás tuviesen diferentes palabras para diferentes categorías de seres sobrenaturales. Pero el término más importante, uno que dejado representaciones en casi todas las ramas de la familia Indo-Europea, estaba basado en la raíz “*diw/dyu”, que denotaba el cielo brillante o la luz del día. Posteriormente tomó la forma de “*deiwós”. De aquí viene el nombre Védico “devá”, Avesta “daeva”, Antiguo Frigio “devos” (Neo-Frigio dativo-locativo plural “deos”, Latín “deus”, proto-Germano “*tiwaz”, Antiguo Irlandés “día”, Antiguo Eslavo eclesiástico “divu” (=demonio), Antiguo Prusiano “deiws/deywis”, Lituano “Dievas”, Letón “Dievs”. Un derivativo parece estar atestiguado como “deiwios” en el Miceno “de-wi-jo, de-u-jo-i”. En Anatolia se encuentran formas derivadas de “*dyeus”: Hitita “sius”, “siun” (=dios), una declinación construida sobre el antiguo acusativo “*siun”; similarmente tenemos, con la raíz temática, en Palaico “tiuna” (=divino). Los dioses o aquellos designados por esta palabra, eran literalmente “los celestiales”; pertenecían al cielo. Aunque los Griegos hacía tiempo que habían abandonado “*deiwós” por otra palabra diferente, el concepto de localización en el cielo sobrevivió: los dioses de Homero son presentados como viviendo en el cielo, y son designados con frases tipo fórmula como “los celestiales” (ouraníones).

Otros términos para “dios” en algunas áreas particulares pueden ser explicados sobre la base de dobletes Indo-Europeos. Una palabra proto-Germana “*guda” es representada en Gótico “gup”, Antiguo Noruego “god”, Antiguo Alto Alemán “got”, Inglés “god”. Tiene la particularidad de ser neutra, quizás, como dice Schulze, porque se originó como término plural colectivo para “dioses y diosas”; En Germano el neutro era usado para grupos que incluían tanto el masculino como el femenino. La palabra es evidentemente una formación tipo participio (palabra con características de verbo y adjetivo), “*g(h)u-to”, el verbo subyacente corresponde al Védico “hu” (=verter, derramar, realizar una libiación); el sumo sacerdote en el ritual Védico era llamado “hotar”. El “*gudo” eran “aquellos adorados (con libiaciones etc.).

Otro término Germánico es más difícil de relacionarlo con raíces extra-Germánicas. La palabra estandar para las deidades paganas en la literatura Noruega es “áss”, plural “aesir”. Corresponde al Antiguo Inglés “os” y al título “anseis” (=semidios) con el cual los Godos, de acuerdo con Jordanes (Getica 78), exaltaban a sus reyes victoriosos. Una forma proto-Germánica “*ansuz” ha sido reconstruida, y conectada por un lado con el Hitita “hassu” (=rey) y por el otro con Védico “ásura”, Avesta “ahura”, un título aplicado a las divinidades. Sin embargo, algunos trabajos recientes ponen en duda esta construcción.

En Iranio y Eslavo encontramos una palabra diferente: Antiguo Persa “baga”, Avesta más reciente “baya”; Antiguo Eslavo Eclasiástico “bogu”, Ruso “bog”, Polaco “bóg”, Checo “buh”, etc. En la India Védica “Bhaga” es el nombre de un dios individual, que aparecen en los listados junto a Mitra, Varuna, Aryaman, y otros como los Adityas, los hijos de Aditi. No misterio en esto: “baj” significa “dar, conceder”, y “bhága” es la fortuna dispensada por los dioses, o divino dispensador, como el “daimon” Griego.

Finalmente, el Griego “Teos” un palabra atestiguada en las tablillas Micénicas. Compuesto tales como “Tés-fatos” (=dios ha dicho, hablado) que puede haber sido creada incluso antes de la pérdida de la “intervocálica” (s), demuestra que esta relacionada con “*d(h)es-ós”. Tiene un doblete en Armenio “dik” (*d(h)eses) (<=dioses), y quizás en el “desa, disa, diza” que aparece como elemento en algunos nombres personales Tracios. Esta misma raíz puede ser seguida hacia atrás en cierta palabras Itálicas con connotaciones religiosas: Ascanio “fiísnú” (templo), Latín “fanum” (<*fas-nom); Latín “feriae” (<*fes-ya), “Festus dies” (día santo, de fiesta).

No es probable que los Indo-Europeos tuviesen un canon fijo de deidades o asignado un número específico a estas. Los Hititas hablaban de mil, los poetas Védicos de treinta y tres. Grupos de doce hacen esporádicas apariciones en varias culturas, peor parece el resultado de sistematizaciones secundarias, no continuaciones de ninguna tradición ancestral. Lo que sí parece ser más antiguo, al menos Greco-Ario, es la práctica de invocar a “todos los dioses”, sin que haya una noción definida de todas sus identidades individuales. Unos cuarenta himnos Védicos son dedicados a todos los dioses, “visve deváh”. Zarathushtra (Y.32.3) usa la frase etimológicamente correspondiente “daeva vispanho” aunque de forma menos halagadora: para él los Daevas son demonios no merecedores de culto, nacidos del Pensamiento Malo. En Homero, “todos los dioses” o “todos los inmortales” es una fórmula común. Dedicaciones a “todos los dioses” están documentadas en tiempos Micénicos, a menudo citadas como testimonio en los tratados y juramentos.

Algunas veces, en lugar de “todos” los dioses, se toma una deidad mayor y se le adjunta el resto como colectivo, de manera que se obtiene la fórmula “X y los otros dioses”. Zarathushtra usa dos veces está expresión “Mazdasca ahuranho”, (Mazda y Dioses/Señores), o sea, los demás dioses (Y.30.9,31.4). En el himno a Mitra del Avesta más Reciente encontramos una acoplamiento similar, con Mitra añadido en adición: Yt. 10.139 “Ni Ahura Mazda ni los otros Generosos Inmortales ni Mitra el de amplios pastos”. Darío en la gran inscripción de Bahistun declara (DB iv.69) “Auramazda-maiy upastam abara uta niyaha bagaha tyaiy hatiy” (Ahuramazda me ayudó, y los otros dioses que existen”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario