APÉNDICE: EL LIBRO DE LOS JUBILEOS
Hemos tenido ocasión
de señalar algunas de las afinidades del libro de los Jubileos con la literatura temprana
de Enoch, de la que lo más notable es el
calendario. Jubileos
presupone claramente el Libro de los Vigilantes
y el Libro Astronómico y posiblemente alude al Libro de los Sueños, el Apocalipsis
de las Semanas, y la Epístola(1). Incluso en el uso del material derivado de Enoch tienen lugar variaciones significantes.
Según Jubileos el descenso inicial de los
ángeles fue para que “instruyesen a los hijos de los
hombres, y juzgaran la tierra y realizaran justicia” (4:15). O sea, no hubo rebelión en el cielo. Su
pecado inicial fue con las hijas de los hombres. Posteriormente, después del
diluvio, a una décima parte de su descendencia le fue permitido permanecer con Mastema (Satán)
para afligir a la humanidad (10:11). En 1 Enoch 15:9-12 los espíritus de los gigantes se
alzarán contra la humanidad, sin límites. La escatología de Jubileos está menos elaborada que la de los libros de
Enoch, y Jubileos
tiene áreas de intereses que no son paralelas con Enoch.
O sea, la conformidad entre Jubileos y la
literatura de Enoch no es completa. Tanto Jubileos como la literatura de Enoch pueden derivar de los Hasidim, aunque si es así habría que aceptar que el
movimiento aceptaba algunas diferencias de opinión y tradición teológica(2).
El libro de los Jubileos es introducido como “la historia de la división de los días de la ley y del testimonio, de
los eventos de los años, de sus (año) semanas, de sus Jubileos a lo largo de
todos los años del mundo, como el Señor habló a Moisés en el Monte Sinaí cuando
subió a recibir las Tablas de la Ley y de los Mandamientos”. De hecho es
una paráfrasis expansionista del libro del Génesis
y, de manera más breve, del Éxodo hasta la
revelación del Sinaí. El foco de la obra es sobre cuestiones halákicas que regulan el modo de vida Judío. Así, el
relato de la creación resalta el Sabbath en el
cap. 2, y el libro concluye con instrucciones para el Sabbath
en el cap. 50. Se presta gran atención a las fiestas y rituales como el de la
circuncisión. Una preocupación principal de la obra es defender el calendario
de 364-días y advertir contra “las fiestas de los
Gentiles” y la aberración de la luna (6:32-38). La narrativa bíblica es ampliada para
mostrar como los patriarcas observaban la Torah.
Los intereses prácticos del libro pueden ser ilustrados según el discurso desde
el lecho de muerte de Abraham en los caps. 20-22. Abraham advierte a sus hijos
que practiquen la circuncisión, renuncien a la fornicación e impurezas,
se abstengan del matrimonio con las mujeres Cananeas, eviten la idolatría, no
coman sangre, y realicen los lavamientos antes y después de los sacrificios. El
matrimonio con los Gentiles es enfáticamente prohibido en la historia de la
destrucción de Siquem (Jubileos 30)(3).
Algunos énfasis
especiales de Jubileos adquieren puntos añadidos con referencia al periodo de
la revuelta Macabea. La historia de Adán y Eva es mencionada para mostrar que “debían cubrir sus vergüenzas y no descubrirse como se
descubren los Gentiles” (3:31). La
desnudez en el Gimnasio era un escándalo mayor en Jerusalem poco antes de la
revuelta (1 Mac. 1:14-15). Hacer la guerra
durante el Sabbath es explícitamente prohibido
en 50:12. En 1
Mac. 2 leemos acerca de aquellos que fueron masacrados porque se negaron
a defenderse durante el Sabbath. Después los Hasidim se unieron a Matatías, que decidió hacer
una excepción de esta ley. Jubileos, parece
ser, representa una posición purista sobre el tema.
Un estudio detallado
sobre las posiciones halákicas y técnicas
exegéticas del libro no tiene cabida en este estudio(4).
El contenido del libro de los Jubileos es
evidentemente bastante diferente de lo que normalmente encontramos en un Apocalipsis.
Pero la obra como un todo es presentada como una revelación comunicada a Moisés
por el ángel de la presencia(5). Las leyes se dice a menudo haber sido escritas “en las tablas celestiales” (3:10,
31; 4:5, 32; etc.)(6). Aunque no hay
descripción de una visión o viaje celestial, la manera de revelación es
claramente apocalíptica.
Moisés, más bien que Enoch,
es el recipiente de la revelación aquí. Más claramente que los libros de Enoch, Jubileos
funciona dentro de la tradición Mosaica. Pero la elección de Moisés como
recipiente no ha de oscurecer el hecho que Jubileos
re-escribe la ley de Moisés y la modifica en varios puntos. Es significante que
el que habla y en definitiva la figura autoritativa aquí- no es Moisés, sino el ángel(7).
Jubileos corrige la ley tradicional basándose
en las palabras del ángel y las tablas celestiales.
La revelación del
ángel es presentada como un relato de los jubileos de la historia. Se puede
comparar el papel de jubileos en el Apocalipsis de las
Semanas, Daniel 9, y 11 QMelquisedek. En Jubileos,
el relato se extiende sólo hasta la revelación del Sinaí.
Pero en la introducción el relato dice cubrir “todos
los años del mundo, y hasta que Dios descienda a morar entre ellos para toda la
eternidad”(1:26). No hay razón para
creer que el relato fuese completado(8), aunque
Jubileos concibe la historia como un todo, con una conclusión escatológica. Hay
unos cuantos vistazos anticipatorios hacia el final de la historia, lo cual
puede satisfacer la afirmación de la introducción.
El final escatológico
de la historia es desarrollado especialmente en dos lugares. Jubileos 1:23-29
anticipa un tiempo cuando los Judíos se volverán hacia Dios y Él vivirá entre
ellos eternamente. Habrá una nueva creación, y el cielo y la tierra serán renovados
“y todas la luminarias (serán) renovadas para
sanación y paz y para la bendición de todos los elegidos de Israel”. El
otro pasaje en Jubileos 23 es más explícito. Aquí obtenemos una visión rápida de todas
las generaciones desde tiempos de Abraham. Hay un relato amplio del declive de
la humanidad y los abusos de “una mala generación”
(23:14) de la época Helena. Uno de los
cargos contra esta generación es que ha olvidado “fiestas
y meses y sabbaths y jubileos”, una posible referencia a un cambio del
calendario. Pero entonces (23:26) “los niños comenzarán a estudiar la Ley” y comenzará
la transformación. Expulsarán a sus adversarios y vivirán en paz. Finalmente, “sus huesos descansarán en la tierra y sus espíritus tendrán
mucha alegría”, una referencia aparente a la vida después de la muerte
sin resurrección(9).
Aunque Jubileos no concluye con una predicción escatológica,
el prospecto de un juicio final es de crucial importancia: “El juicio de todos quedó establecido y escrito en las
tablas celestiales en justicia”(5:13).
Esta formulación resalta otro aspecto típicamente apocalíptico de Jubileos su determinismo. Ya en 1:29 se refiere a “las
tablas de la división/distribución de los años”, una indicación de que
el curso del futuro está escrito de antemano. En 32:21
se le permite a Jacob leer en las tablas todo lo que le habría de ocurrir a él
y a sus hijos a lo largo de los años. Es pues aparente que el marco
determinista funciona como mecanismo exhortatorio. Si “el
juicio de todos está establecido y escrito en las tablas celestiales en
justicia”, es una advertencia para “todos los
que transgredan la conducta que les ha sido asignada seguir” que “si no cumplen
con esto, la sentencia está escrita para cada naturaleza y cada especie”
(5:13). La inevitabilidad del juicio es la
sanción final de las leyes de los Jubileos.
El horizonte
escatológico es, pues, crucial para Jubileos,
como lo es para cualquier Apocalipsis. El mundo celestial no es menos
importante. Jubileos no persigue los intereses especulativos de los primeros
libros de Enoch, aunque está empero interesado en el orden de la naturaleza. El
relato de la creación (2:2) lista los
ángeles de los espíritus de los elementos. El mundo de Jubileos
está tan estrictamente supervisado por seres angélicos como lo está el
Libro Astronómico de Enoch. Además de los ángeles de los elementos hay ángeles
de la presencia y de la santificación. Éstos interactúan con la humanidad
transmitiendo mensajes y protegiendo a los elegidos de sus adversarios
demoniacos. Éstos últimos son los descendientes de los Vigilantes y su líder es
Mastema o Beliar
(1:20). Como resultado, la humanidad está
entre dos caminos, cada uno controlado por poderes sobrenaturales, de manera
similar a lo que encontramos en Qumran(10).
Jubileos representa una línea divisoria en el género
apocalíptico. La confusión acerca de su género está reflejada en los varios
títulos que se usan para con el libro: Jubileos,
que sugiere un tratamiento de la historia; el Pequeño
Génesis, que sugiere una paráfrasis bíblica (algunas veces llamada
midrash); y también Apocalipsis de Moisés(11). Testuz veía la
obra como un género compuesto, combinando aspectos históricos, legales,
cronológicos, apocalípticos, y testamentarios(12).
Jubileos difiere de los demás Apocalipsis en su
cercana dependencia de la narrativa bíblica y sus haláquicos intereses, y a
estos factores hay que darle su peso en una descripción completa del género. Es
cierto, no obstante, que el Rahmengattung o marco genérico de Jubileos es un Apocalipsis(13).
Es una revelación mediada por un ángel a una venerable figura del pasado. Las
leyes que presenta están reforzadas por la inevitabilidad del juicio
predeterminado y son guías del conflicto entre los ángeles y los demonios. Las
ideas apocalípticas de la revelación, escatología, y los espíritus buenos y
malos constituyen el punto de vista del mundo dentro del cual las leyes de Jubileos son de vital importancia. Podemos comparar
el papel del marco apocalíptico aquí con el Libro
Astronómico de Enoch. El mensaje específico
del Libro Astronómico se refiere a la
observancia del calendario de 364-días, que no es en sí misma distintivamente
apocalíptica. Tanto en Enoch como en Jubileos, sin embargo, a las ideas haláquicas y sobre
el calendario les es dada una estructura de apoyo, en una visión del cosmos y
la historia que es distintivamente apocalíptica.
Jubileos no está relacionado con una crisis histórica
de manera tan obvia como el Apocalipsis Animal
o Daniel. Aunque es también producto de la era
Macabea. Una pista para la fecha del libro se encuentra en la sección
escatológica del cap. 23. Como se señaló arriba, los “niños”
que comienzan a estudiar las leyes y se alzan y expulsan a sus adversarios
pueden ser plausiblemente identificados con los Hasidim
o un ala de este partido, y las prohibiciones contra la desnudez, casamientos
con los Gentiles, y hacer la guerra en Sábado tienen sentido en este contexto.
Se ha argumentado que “posiblemente en un caso, Jub.
34:2-9, y seguramente en otro, 37:1-38:14, el autor de Jubileos compuso los
relatos de las batallas cuya inspiración fueron las victorias de Judas Macabeo”(14). Una indicación posterior de las fechas la
encontramos en la relación de Jubileos con los Rollos
de Qumran(15). Se sabe que Jubileos
comparte doctrinas claves y observancias con Qumran:
el calendario, determinismo, dualismo (ético y ángelico), y una escatología que
no incluye, o al menos minimiza, la idea de la resurrección. Aunque en Jubileos
falta cualquier indicio de organización en una comunidad separada y está más
bien interesado en la nación de Israel, los “niños”
que estudian las leyes son un grupo distinto dentro de éste. A la vista de
estas consideraciones, Jubileos se piensa viene de una etapa pre-Qumran de un
movimiento que culminó en los Esenios y debe ser asociado con los Hasidim(16). Doron Mendels ha
argumentado que las referencias territoriales en Jubileos requieren una fecha
no más temprana que el 120: Jubileos 38 “debe
referirse a la conquista final de Idumea
en el 125 a.C.”(17). Los fragmentos de Qumran requieren una fecha no
posterior al 100 a.C.(18). Jubileos, pues, es un
producto del periodo temprano Hasmoneo, e indirectamente de la crisis Macabea.
La crisis percibida en Jubileos, no obstante, no es la crisis política de la
persecución, que domina el libro de Daniel. Es más bien la crisis piadosa,
ocasionada por el abandono del calendario solar y la indiferencia hacia las
leyes. La crisis es primariamente dentro de la comunidad Judía: de ahí la
llamada a la autoridad de Moisés y el intento de re-escribir la ley para
incorporar los intereses especiales de Jubileos. Jubileos responde a la crisis
no sólo reafirmando la ley de Moisés y adjudicándole a éste sus propias
disputadas leyes (o mas bien, más allá de Moisés, al ángel y las tablas celestiales).
También ofrece una visión del cosmos y de la historia donde los ángeles buenos
y sus seguidores prevalecerán y los pecadores serán condenados a un juicio
inevitable.
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1. VanderKam, “Enoch Traditions”, 229-45. Para
el texto Etíope de Jubileos, ver VanderKam, The Book of Jubilees: A Critical Text (Leuven:
Peeters, 1989).
2. Hay también diferencias entre los varios
libros de Enoch. Según el Apocalipsis Animal
(89:6), los descendientes de los Vigilantes
perecieron en el diluvio. 1 Enoch 98:4-5
insiste que el pecado no ha sido enviado sobre la tierra, sino que fue creado
por los humanos. Ambos puntos contradicen implícitamente el Libro de los Vigilantes.
3. Ver M. Testuz, Les Idées Religieuses du Libre des Jubilés
(Paris: Menard, 1960) 101-19; Nickelsburg, Jewish Literature, 73-80.
4. Ver J.C. Endres, S.J., Biblical Interpretation in the Book of
Jubiless (CBQMS 18; Washington, D.C.: Catholic Biblical Association
of America, 1987.
5. En el texto Etíope Moisés es algunas veces
considerado el autor del libro, otras veces el ángel, pero esta confusión puede
ser un problema de traducción. VanderKam argumenta que en el Hebreo original
Moisés sólo escribió lo que le dictó el ángel (The Putative Author of the Book of Jubilees.
JSS
26 [1081] 209-17).
6. R.H. Charles, The Book of Jubilees or the Little Genesis
(London: Black, 1902) 25; J.C. VanderKam, Textual and Historical Studies in the Book of Jubilees
(HSM 14; Missoula, MT: Scholars Press, 1977) 262-63.
7. La tradición de que la Ley fue dada por los
ángeles se encuentra en el Nuevo Testamento (Hechos
7:53; Gal. 3:19; Heb. 2:2)
8. Es interesante señalar que el Testamento
(Asunción) de Moisés comienza donde termina Jubileos. El título “Testamento de
Moisés” precede una cita de Jubileos en el Catena de Niceforo (Charles, APOT,
2:2). Una conexión entre las dos obras es posible, aunque muy hipotética.
9. Nickelsburg, Resurrection, 31-33; G.L.
Davenport, The
Eschatology of the Book of Jubilees (Leiden: Brill, 1971) 32-46.
10. Testuz, Les Idées Religieuses, 75-92;
VanderKam, Textual and Historical Studies, 265-67.
11. Charles, APOT 2:2. El título “Apocalipsis de
Moisés” es aplicado de manera más común a una variante de la Vida de
Adán y Eva (Nickelsburg, Jewish Literature, 253-56).
12. Testuz, Les Idées Religieuses, 12.
13. Comparar Rowland, The Open Heaven, 51-52.
14. VanderKam, Textual and Historical Studies,
217-24.
15. Ibid., 258-80; Testuz, Les Idées Religieuses, 179-95;
K. Berger, Das
Buch der Jubiläen (JSHRZ 2/3; Gütersloh: Mohn, 1981) 295-98.
16. VanderKam, Textual and Historical Studies,
283. Comparar Testuz, Les Idées Religieuses, 33; A. Jaubert, La notion
d´alliance dans le Judaisme (Paris: Seuil, 1963) 93-94, 115, 475.
17. D. Mendels, The Land of Israel as a Political Concept
in Hasmonean Literature (Tübingen: Mohr-Siebeck, 1987) 80. Cf. Jub
38:14: “Y los
Edomitas no han podido quitarse el yugo de servidumbre que los doce hijos de
Jacob le impusieron hasta hoy”.
18. VanderKam y Milik, “Jubilees”, en H. Attridge et
al., eds., Qumran
Cave 4-VIII: Parabiblical Texts (DJD 13). Nickelsburg prefiere una
fecha cerca del 168 dado que Jubileos 23 no
contiene mención de Antíoco Epífanes (Jewish Literature, 77; comparar J.A.
Goldstein, “Jewish
Acceptance and Rejection of Hellenism”, en E.P. Sanderes, A.I.
Baumgarten, and A. Mendelson, eds., Jewish and Christian Self-Definition [3 vols.;
Philadelphia: Fortress, 1981] 2:64-87). B.Z. Wacholder también argumenta a
favor de una fecha anterior a la revuelta (The Dawn of Qumran [New York: Ktav, 1983]
41-42). Berger argumenta a favor de una fecha entre 145 y 140 (Das Buch der
Jubiläen, 300). Davenport distingue tres etapas: el cuerpo de la
obra está datado con anterioridad a la revuelta Macabea; 1:4b-26, parte de
1:29, 23:14-31, y 50:5 están datadas en 166-160; 1:27-28 y algunos otros
versículos fueron añadidos posteriormente (Eschatology). Las razones de este división no
son convincentes. Finalmente, hay que señalar los comentarios cautelares de R.
Doran, The
Non-dating of Jubilees: Jub 34-38; 23:14-32 en Contexto Narrativo,
JSJ 20 (1989) 1-11.
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