GNOSIS II
GONOSIS: LA CONTRIBUCIÓN HELENA
De gran importancia para el desarrollo de la Gnosis fue el
mundo de las ideas Griegas, el cual influenció el Oriente gradualmente más y
más desde los tiempos de Alejandro Magno. No
fue tanto la tendencia religiosa-tradicional del pensamiento Griego, sino más
bien la de la Ilustración filosófica. El
individualismo y universalismo, liberados por la desintegración de la antigua
religión de la “polis” que marcó la época
Helénica hasta finales de la antigüedad clásica, también vino a ser un
pre-requisito decisivo para la génesis de la Gnosis. Esta influencia del
pensamiento Greco-Heleno ya se puede notar temprano en el Judaísmo(1). El escepticismo del Eclesiastés no puede ser
completamente entendido sin el racionalismo Griego y la temprana filosofía
popular Helena. El resto de la literatura sapiencial también ej. Eclesiástico,
muestra su receptividad a la filosofía popular Helena. Incluso el Judaísmo
tradicional en Palestina, como se ha sabido durante un cierto tiempo estuvo
fuertemente influenciado por el pensamiento Heleno, de tal manera que las
investigaciones recientes se niegan cada vez más a separar estrictamente el
Judaísmo Heleno del Palestino. La lengua Griega, la terminología e
interpretación influenciaron profundamente a todas las tradiciones Orientales y
contribuyeron a su transformación en una nueva era, la Helena. Siria
(Antioquia), donde se pueden encontrar los comienzos de la formación de
comunidades gnósticas, y Alejandría, donde la Gnosis tuvo su mejor florecimiento,
eran al mismo tiempo centros bien conocidos centros de cultura Greco-Oriental
(Judía), donde los representantes de la Gnosis se vieron enfrentados por los
filósofos y movimientos religiosos contemporáneos.
Bastante apartada del lenguaje Griego donde la mayoría de
los escritos Gnósticos fueron compuestos, de hecho tuvieron que ser compuestos
en orden a alcanzar amplia influencia, un componente que no ha de ser pasado
por alto es el vocabulario de la mayoría de los sistemas Gnósticos, incluso los
aparentemente más antiguos, derivan del lenguaje conceptual de la filosofía
Griega. Sin este la Gnosis, como indica la palabra misma, es impensable. Esta
impresión es reforzada especialmente cuando uno considera los sistemas
Gnósticos más importantes del siglo 2 d.C. que se originaron casi
exclusivamente en Alejandría, pues aquí los problemas tratados están muy de
cerca relacionados con la filosofía Griega Platónica(2).
LA GNOSIS Y LA TRADICIÓN PLATÓNICA
En la cuestión de la construcción del mundo y la teología,
la Gnosis Alejandrina era un lazo importante
en la tradición del Platonismo Medio que unía
al Platonismo temprano y al tardío. Hay que mencionar los problemas de la
transición de la unidad divina a la diversidad del
cosmos en el sentido de un desarrollo hacia abajo desde el espíritu a la
materia, que es igual a una alienación del espíritu mismo. Toda una serie de
temas de este tipo es compartida por el pensamiento gnóstico y filosófico de la
era del imperio temprano(siglos primero y segundo): Dios
y el alma, el demiurgo, el “Dios desconocido”,
el origen del mal, el descenso y retorno del alma,
coerción(destino) y libertad. Incluso cuando esos problemas son
resueltos de diversas maneras y la solución que ofrece la Gnosis es algo
excéntrica, el catálogo indica un clima similar de cuestiones y pensamiento. La
Fe en la proximidad de Dios respecto al hombre, una cierta actitud hostil hacia
el cuerpo y el mundo, así como la comprensión de las limitaciones de la vida
terrena y su lucha eran parte y parcela de la filosofía de la era del imperio.
El dualismo Platónico de espíritu y materia, alma y cuerpo, Dios y el mundo,
también tuvo considerable importancia para la Gnosis. Le dio a la Gnosis puntos
de partida y contacto para la concepción de su visión del mundo y material para
su teología.
LA HERMÉTICA
Un testimonio importante de la existencia de un sistema de
pensamiento gnóstico-Heleno no-Cristiano la ofrece la Hermética.
Tiene su origen en los dos primeros siglos d.C. en Egipto(Alejandría?) y
contiene una extraña mezcla de rasgos gnósticos, gnostizantes y no-gnósticos.
Le ha sido dado el nombre de “Platonismo proletario”(W.
Theiler), una designación que caracteriza sólo un aspecto. El carácter
misterioso Teosófico, que incluye sabiduría esotérica revelada que tiene como
fin la salvación y visión de Dios, y la tendencia gnóstica anti-cósmica
presenta otro aspecto. En cualquier caso, la Hermética (que también contiene
reminiscencias del Judaísmo) nos informa acerca del terreno en el que creció la
planta gnóstica.
LOS MISTERIOS HELENOS
En esta conexión también es necesario indicar la parte que
en esto tienen las religiones de los misterios Helenas en la formación de la
Gnosis. Es bien sabido que la organización de las comunidades gnósticas no era
muy diferente a la de las religiones de los Misterios. Las ideas básicas de las
religiones de los misterios individuales que fueron pocas veces resumidas en
una teología propia(ej. En los Misterios Egipcios
de Isis) encontró cierto eco en la Gnosis; se expandieron de manera
favorable a la enseñanza gnóstica adelantando así su propagación(cf. La llamada
Homilía de los Nasenos). No es imposible que
tradiciones específicas de las religiones de los misterios encontrasen
aceptación en algunas comunidades gnósticas(Ofitas, Nasenos), las tradiciones
que abarcaban el destino común de la divinidad y los fieles y que buscaba
realizar la salvación mediante medios cultuales como era el caso de los cultos
mistéricos.
EL ORFISMO
Puede ocurrir lo mismo con la supuesta contribución realizada
por el Orfismo, una antigua escuela
teosófica Griega conectada con el culto a Dionisos que ejerció su influencia
más en secreto que en público. Su teología, derivada del sabio Griego Orfeo, contiene una serie de afinidades con la
teología gnóstica: el destino del alma llena de sufrimiento en el mundo
corpóreo causado por el destino desastroso en el comienzo primordial, cuando
partículas de la divinidad (Dionisos) secuestradas por los Titanes entraron en
el cuerpo humano, de manera que el cuerpo fue llamado el sepulcro del alma, en
el que como en una prisión el alma ha de soportar el ciclo de los tiempos. Sólo
el iniciado que lleve una vida justa y observe una dieta libre de
carne(vegetariana) encontrará la salvación, mientras que el impío está condenado
a la eterna trasmigración de las almas y los castigos del infierno. No hay
alusiones directas en los textos gnósticos a este mito, el cual no aparece en
su forma desarrollada antes del siglo 3 d.C. Ni Orfeo ni Dionisos son
mencionados en la Exégesis sobre el Alma(3).
Sólo se pueden rastrear concordancias generales alrededor de la idea del
destino del alma.
EL SINCRETISMO GRECO-ORIENTAL
Cuando se considera la historia de las religiones dentro del
Helenismo desde el siglo 4 a.C. en términos generales, encontramos una
característica fundamental que es la conexión de las
tradiciones o ideas Orientales y Griegas. El poder de penetración
inicial del elemento Griego se encuentra desde el siglo 2 a.C. en adelante con
la resistencia cada vez mayor del Oriente, un movimiento que se manifiesta en
el cambio artístico así como en los eventos políticos, o sea la oposición de
los pueblos e imperios Orientales a Occidente, al poder de Roma. A pesar de
esto, queda una mezcla del cuerpo de fe Oriental y
Griego que no puede ser separado fácilmente. Este sincretismo, que ha de
ser considerado sin ningún intento de evaluarlo(dado
que cada religión es estrictamente hablando un producto del sincretismo, las
religiones puras sólo existen como construcciones teóricas de los estudiosos),
demostró tener una gran vitalidad que se hizo sentir hasta finales de la era de
la antigüedad clásica y más allá. Las religiones Helenas caracterizadas por
este, al que pertenece la Gnosis, están
dominadas por un dinamismo sorprendente que comprendía
cambio y conservación al mismo tiempo. Por un lado, dejaron atrás su
tierra natal, sea Irán, Asia Menor, Siria o Egipto, para expandirse a lo largo
del mundo de aquellos tiempos(podrían ser llamadas por lo tanto “religiones ecuménicas”), por otro lado conservaron
muchas de sus tradiciones originales que a menudo tienen un matiz arcaico,
refiriéndose conscientemente a estas en orden a reinterpretarlas desde el punto
de vista Heleno. Esta flexibilidad, que corresponde a todo el flujo de la
civilización mundial Helena, puso en lugar de lo antiguo, aparentemente
estático, las religiones populares con sus fuertes lazos colectivos con la
tradición y costumbre, un individualismo religioso que hizo posible el
surgimiento de religiones confesionales con carácter misionero.
INDIVIDUALISMO Y ESOTERISMO
Este cambio en el carácter de las religiones que está
ejemplificado de manera impresionante en el Cristianismo también llevó a la
división de las comunidades religiosas en un circulo de fieles interno y otro
externo. El esoterismo es en gran medida una
característica de esas religiones. En el fondo están
marcadas por una religiosidad que se concentra en la redención y un salvador.
La salvación del individuo es mediada a través de la participación en la vida y
ejemplo de la divinidad. La salvación ya no es más primariamente buscada en
este mundo, como era el caso con la mayoría de los antiguas religiones
cultuales(incluso si era, como en Egipto, una forma de este mundo que era
proyectada en el otro mundo), sino en otro mundo
eterno y espiritualizado en el cual el cambio y la ansiedad de este
mundo desaparecen. Los medios favoritos para alcanzar esta meta son, además de
las prácticas cultuales tradicionales aunque a menudo reinterpretadas, la fe, el conocimiento, la sabiduría, i.e.
actitudes intelectuales.
ESPIRITUALIZACIÓN
La tendencia a espiritualizar las antiguas religiones y las
ideas cultuales es otra característica de la época que ha sido pasada por alto.
La creciente tendencia a ver a Dios como expresión de lo divino como tal y como
la suma de todas las divinidades y poderes divinos que dan forma y controlan el
universo se mueve en la misma dirección. Esta idea monoteísta ya se puede
encontrar en el Helenismo temprano, como el himno a Zeus a cargo de
Cleantes(ca. 300 a.C.) demuestra.
Las características aquí enumeradas, a las que se podrían
añadir algunas más, demuestran que la religión gnóstica no era más que un caso
especial en un modificado paisaje de la historia de las religiones.
CONDICIONES ECONÓMICAS Y SOCIALES
Respecto al lugar y tiempo del origen
de la Gnosis, el punto de comienzo es el cambio que comenzó con el
Helenismo, fue una presuposición decisiva para la Gnosis. En el tren de la
campaña de conquista de Alejandro Magno en Oriente, había mercaderes Griegos,
artesanos y artistas. Una red de ciudades (polis)
formada o transformada sobre los modelos Griegos comenzó a surgir y vino a ser
el meollo de la vida económica e intelectual Helenística. Algunas de estas
crecieron y se convirtieron en grandes ciudades, como por ejemplo
Seleucia-Ctesifonte en el Tigris, Antioquia en el Orontes, Éfeso y
especialmente Alejandría en Egipto. Un experto escribe(4):
“En ellas algo nuevo toma forma, la esencia especial
de la metrópolis con sus mezclas de hombres de muchos países que están
divorciados del resto del país mediante una vida y experiencia común y están
concentrados en una unidad propia, tal como vemos hoy metrópolis que son
distintas de su país de origen y han adoptado el estilo de vida común de la
metrópolis…. El Este y el Oeste están abiertos económicamente, comercian
mutuamente y crecen convirtiéndose en una comunidad, los exponentes de los
cuales son de nuevo los hombres y las ideas del Helenismo ”. Así surgió
una civilización mundial que no puso límites al intercambio de ideas. Pero este
es sólo un aspecto, el otro, más oculto, es el contraste que se hace notar
dentro de las ciudades así como entre ciudad y país. Aunque la relativamente
pequeña clase gobernante que estableció el modelo consistía sea de Griegos o de
nativos gobernantes absorbidos por estos, la gran masa de la población
trabajadora (los “laoi” y esclavos) eran, no
obstante, indígenas, i.e. de descendencia Oriental. Esta es la situación
verdadera del país real. M. Rostovtzeff dice: “La masa de nativos nunca fue
absorbida por la cultura Griega ni fue Helenizada. Se mantuvieron firmes en sus
tradiciones y estilo-de-vida, a sus peculiaridades religiosas, sociales,
económicas, legales, y culturales. Nunca se sintieron parte de una unidad más
grande cuya clase dominante estaba formada por la “burguesía”
Griega y los Helenizados(5). Aunque falta un conocimiento detallado acerca de
la situación en la mayoría de las zonas, es cierto que el antagonismo de clases
en los estados del Este fue reforzado y complicado por diferencias nacionales y
culturales-religiosas. “Externamente el Mundo
Heleno era una unidad, pero internamente estaba dividido en dos parte
no-iguales, una Griega y otra nativa; una tenía su centro en las ciudades, la
otra vivía dispersa en el país en sus pueblos, aldeas y templos”.
LA SITUACIÓN DE LAS CLASES
INFERIORES
La situación de la clase dependiente de siervos(campesinos)
y esclavos no cambió en principio con las monarquías Helenas comparada con
tiempos anteriores. La dependencia y explotación continuaron, es más en algunos
lugares (especialmente demostrable en Egipto) aumentó debido a la nueva forma
de administración organizada por los Griegos(burocracia). Además y sobretodo de
los impuestos a ser pagados a la corona, se añadieron los que había que pagar a
las ciudades que ejercían derechos sobre la propiedad de terreno y a los
terratenientes residentes en ellas. Así la mayoría de
las clases bajas vivía en la pobreza y no tenía acceso a la riqueza proverbial
con la que, por ejemplo, estaba acreditada Siria. Esto es verdad
primariamente para la población del país cuya migración a las ciudades, en la
medida que era posible, encuentra aquí su explicación. Cuando Siria vino a
estar sujeta a Roma en el siglo 1 a.C., la situación económica no empeoró al
comienzo. Los hombres de negocios Romanos estaban notablemente activos, y los
gobernadores buscaron cortar el declive del mercado en las ciudades Sirias,
incluso argumentando con los recolectores de impuestos oficiales. Pero las
crecientes cargas, tasas, impuestos y acantonamiento de tropas, especialmente
durante las guerras civiles y las campañas contra los reinos del Este, por
ejemplo, los Nabateos y los Partos, arruinaron la economía del país. El
comercio tan esencial económicamente de las caravanas, se hizo difícil. No es
sorprendente, pues, que descontentos y revueltas surgieran, la mejor conocida
de ellas fue la de los Judíos en el siglo 1 d.C. que desembocó financieramente
en la Guerra Judía(65-70). Estos movimientos
no fueron, como se ha pensado, de naturaleza puramente religiosa; en ellos
hicieron erupción al mismo tiempo los conflictos sociales de la época(6). Al igual que la religión, especialmente en la vida
de los nativos oprimidos, “jugó un papel muy
importante, su descontento tomó la forma de lucha a favor de los dioses
antiguos contra los nuevos que recibían culto en las ciudades”(7). Ya los eventos que dieron lugar al establecimiento
del estado Judío bajo los Hasmoneos en la lucha contra la política de
Helenización de los Seleucidas (163/164 a.C.) han de ser tratados como este
tipo de reacción, de hecho como el más importante en el Cercano Oriente. Estos
eventos permiten estudiar particularmente bien los contrastes arriba
mencionados en las interrelaciones sociales, religiosas, y nacionales. No se puede siempre separarlos unos de otros con
claridad, sino más bien enlazarlos de una manera que no es poco común en la
antigüedad.
LA EXPANSIÓN DE LOS CULTOS
ORIENTALES
De naturaleza más pacífica fue la arriba mencionada
expansión hacia Occidente de los cultos Orientales vestidos externamente al
estilo Heleno, pues sólo así podían entrar y esperar ser entendidos, pues la
Helenización era la expresión de toda la civilización de este periodo. En el
año 204 a.C., Cibeles, la gran madre, fue
oficialmente introducida en Roma desde Asia Menor como la primera divinidad
Oriental. Otros cultos Orientales siguieron, después de superar una
larga resistencia del estado Romano, como ocurrió, por ejemplo, con el culto a
Isis que había sido diseminado desde el siglo 2 a.C. entre los esclavos
Italianos y hombres libres, aunque sin obtener la concesión de un templo
estatal antes del 38 d.C. El comercio de esclavos Sirio así como los mercaderes
Sirios trajo formas nativas de religión a Roma y al Occidente Latino. Entre
ellos el del “sol invictus” Dios Sol
Invencible conquistó eventualmente todo el imperio en el siglo tercero d.C. A
través de Siria y los Balkanes llegó Mithras, el dios Persa de la alianza de
lealtad, sin duda en un formato muy cambiado y
Helenizado, que le hizo un dios muy popular de los soldados. En esta
serie no hay que olvidar la expansión del Judaísmo a lo largo de todos los
centros del imperio Romano, y en este tren la expansión del Cristianismo(desde
aproximadamente mediados del siglo 1). Se puede demostrar que las religiones Orientales obtuvieron importancia y
reconocimiento desde abajo hacia arriba, aunque
esto no fuese exclusivamente así. Su expansión, también, fue
primariamente sostenida por las clases más desfavorecidas, i.e. los obreros,
oprimidos y explotados y fue modelada de acuerdo a
sus deseos, esperanzas y expectativas. Una serie de profecías
existentes, oráculos y revelaciones del siglo primero a.C. y del siglo primero
d.C. se expresan de manera diferente, más directa, aunque derivan de la misma
raíz, como por ejemplo la Sibila Judía, el oráculo de Hystaspes (con un obvio fondo Parto) y
otros Apocalipsis Judeo-Cristianos, en los
que los rasgos anti-Romanos, en general anárquicos, no pueden ser pasados por
alto. Roma será destruida, predice la profecía de Hystaspes(un rey Iraní
legendario), y con ella todos los malos e impíos mediante un fuego mundial,
después llega el gran rey como un sol desde el Este para establecer el reino de
justicia y liberar a los oprimidos
y débiles. Esto es entendido como la victoria de Oriente sobre Occidente.
LA GNOSIS COMO RELIGIÓN DE LA CIUDAD
Si se sitúa la Gnosis en el ambiente socio-económico con sus
tensiones sociales, el punto de partida es el hecho que era esencialmente una
religión de ciudad. Se encuentra en la mayoría de los centros del mundo de este
periodo(Antioquia, Éfeso, Alejandría, Roma, Seleucia-Ctesifonte), más
exactamente en la frontera entre el Oriente Heleno y Roma, con tendencia a
declinar hacia el Occidente Latino, el centro de gravedad es Oriente(Siria,
Mesopotamia, Asia Menor, Egipto). Incluso si los líderes individuales o
fundadores de las escuelas gnósticas tuvieron su origen en el campo(ej. Simón el Mago de Gitta, y su díscipulo Menandro de
Capparetaea, ambas en Samaria), sus actividades estuvieron ligadas a las
ciudades. En su mayoría los Mandeos tienen fuertes lazos con el campo, aunque
representan un desarrollo especial y a lo largo del tiempo nunca renunciaron a
sus lazos con la ciudad, que aún hoy ocupa un lugar importante . La cara dual
de los sistemas gnósticos, su vestimenta Helena sobre un cuerpo Oriental-Judío,
puede ser fácilmente explicada por la situación tal como está esbozada en las
ciudades Helenas donde ambas tradiciones se encontraron. Además, hay que
recordar las características críticas del orden social y del gobierno y la
probable composición de la mayoría de las comunidades Gnósticas. Según esto se
puede inferir que la Gnosis representaba originalmente una ideología
relacionada con las clases dependientes de las ciudades Helenas que trataba de
contribuir al establecimiento de una nueva identidad después que su mundo
intelectual se hubiese derrumbado. La Gnosis tuvo completamente en cuenta esta
situación de varias maneras: ofrecía apoyo al individuo, incluso una cierta
cercanía a Dios a través de la idea de un núcleo divino en el hombre. Una relación más cercana a Dios se hizo posible incluso
para el “hombre de la calle” si mediación de sacerdote, sin templo y sin
prácticas cultuales, teniendo en cuenta la movilidad del tráfico del
comercio; lugares de culto fijos ya no eran necesarios. La idea del Dios “Hombre”, además, ayudó de manera esencial a la
auto-identificación del hombre que se había hecho consciente de su autonomía e
independencia, al menos teóricamente. La dependencia, por otro lado, fue
explícitamente vista como un orden de existencia terreno-celestial, el cual al
ser “desorden” era de naturaleza
transitoria. En oposición al “logos” Griego con el
que la clase gobernante se identificaba, la Gnosis estableció un concepto de
cognición y conocimiento que sirvió para la salvación, de hecho la incluía.
En este punto, la cercanía a y la distancia del mundo Helenístico de las ideas
son particularmente obvias. Aunque las otras religiones Helenas también ofrecen
la salvación de este mundo, la soteriología
Gnóstica está muy de cerca relacionada con una estricta actitud de
negación-del-mundo, que es la más radical de su clase en toda la
antigüedad. Aquí el estado de ánimo de cansancio de la vida de la población
Oriental, afligida por los problemas internos y las guerras, parece haber
encontrado expresión y llevado a la consecuencia que el sentido de la vida ya
no era visto en actividades de este mundo.
LA GNOSIS Y LA PROTESTA SOCIAL
Sino en una lucha comprometida
con el sufrimiento y la perseverancia para superar este mundo en conformidad
con la situación social real. Hay que tener en cuenta que a la situación
social de los oprimidos y explotados no se le prestaba mucha atención en ningún
lugar en la antigüedad(los Cínicos representaban
una sabiduría de locos en lugar de captar los verdaderos problemas). Los
esquemas utópicos presentados por muchos letrados y filósofos Griegos como
Zenón, Hecateo, Euhemero, o Iambulo eran meros ideales que no tenían una
práctica efectiva. Sobre este tema, por lo tanto, las clases dependientes, sin
apoyo alguno y debido a su aislamiento ideológico, desarrollaron sus propios
conceptos esperando encontrasen eco ligándolos a la tradición religiosa. Así la apocalíptica y el esoterismo Judío y la fe
Oriental en la salvación en forma de religiones de los misterios también vino a
ser un medio de expresión de protesta social. La Gnosis era sin duda la
voz más radical en este circulo. Su rechazo de la tradición moral y del mundo
visible del gobierno (incluyendo lo sobrenatural) es
un intento de resolver los problemas sociales de la época bajo una bandera
inequívocamente religiosa, o sea mediante la superación total del mundo.
Esta es su “protesta contra el misterio real”(K.
Marx). La Gnosis, pues, puede ser ampliamente entendida como una ideología de
la insignificante dependiente burguesía que se sentía llamada a la libertad en
el plano religioso-ideológico. Esto produjo, o puso
en funcionamiento, al mismo tiempo un intercambio necesario de tradiciones Orientales
y Griegas en un nuevo espíritu.
EL INTELECTUALISMO RELIGIOSO
Pero hay que tener en cuenta otro aspecto. La formulación y composición de las doctrinas y sistemas
Gnósticos no fue obra de gente sin cultura sino de expertos en las tradiciones
más antiguas(ej. De las tradiciones Judías) incluyendo algunas partes de
la educación Helenística. Hace más de un siglo y medio, Max Weber, llamó la atención de la importancia del intelectualismo en la
religiosidad de salvación en el Helenismo del Medio Oriente, especialmente para el “intelectualismo
de los laicos” de origen Judío(8). En su opinión, las religiones de salvación, entre
las cuales incluye explícitamente la Gnosis y el Maniqueísmo, son “religiones específicamente intelectuales en lo que
concierne a sus fundadores así como a sus importantes exponentes, y también
respecto al carácter de su doctrina de salvación”. Ve la causa de este
desarrollo en la “despolitización del
intelectualismo”, que podía tener lugar sea mediante la fuerza o
voluntariamente. Según Weber, este intelectualismo ya era efectivo en tiempos
pre-Cristianos en el Oriente Heleno a lo largo de los estratos sociales,
produciendo, mediante alegorías y especulaciones, dogmas soteriológicos en los
diferentes cultos sacramentales de salvación. Esos comentarios son ampliamente
aptos, pero desafortunadamente no han sido muy tomados en cuenta. Se puede
asumir que el gobierno ejercido por en las regiones del Este del Mediterráneo,
primero por los Griegos y después por los Romanos, llevó a una pérdida de poder
político de una gran parte estrato medio de educación, al cual pertenecían los
funcionarios, o al menos a la disminución de su influencia. Gracias a su
familiaridad con las tradiciones más antiguas mitológicas, religiosa y
filosófica y a un vivo interés religioso, que incluía algunas veces dones
proféticos, estaban en posición de operar en la forma descrita por M. Weber. De
esta manera se puede entender una buena parte de los productos gnósticos y su
eco en las clases bajas. Es incluso posible ir más lejos y referirse a la
relación de la Gnosis con la tradición Sapiencial escéptica y con la
Apocalíptica arriba mencionadas. Sin duda, los círculos de este tipo, escuelas
Sapienciales Judías e instituciones de conocimiento Escribal, jugaron un papel importante
en la formación del pensamiento gnóstico. Escribas y hombres sabios ya se
habían unido en tiempos pre-Cristianos en la clase de “escriba”
Judío, un intelectualismo escribal-religioso de descendencia laica, en contraste con el sacerdocio. En la tradición
posterior Rabínica, hay cierta evidencia que sugiere que la ocupación en
problemas cosmológicos era considerada como enseñanza esotérica que llevaba a
caminos peligrosos que los rabinos rechazaban violentamente.
Desafortunadamente, poco de todo esto ha sobrevivido, aunque lo poco que lo ha
logrado señala hacia la dirección indicada, hacia lo esotérico “seductor” así
como hacia interpretaciones gnósticas de la escritura.
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1.
Cf. M. Hengel, “Judentum
und Hellenismus”, Tübingen 1969,1973(ET London 1974) y su estudio “Juden Griechen und Barbaren”.
2.
Cf. “ThR 38”(1973),
12ff. Sobre la importante obra de W. Theiler y J.J. Krämer, y A.H. Armstrong, “Gnosis and Greek Philosophy”, en B. Aland (ed.), “Gnosis. Ffestschrift Jonas”, 86-124.
3.
NHC II 6.
4.
W. Schubart, “Glaube
und Bildung im Wandel der Zeiten”, Munich 1947, 37f. Para un relato
detallado y básico ver M. Rostovtzeff, “Social and
Economic History of the Hellenistic World”, 3 vols., Oxford 1941
(German, Darmstadt 1955/56; Stuttgart 1955/56, “2” 1962). Cf. También ahora
E.C. Welskopt(ed.), “Hellenische Poleis”, 4
vols., Berlin 1974.
5.
“Social and Economic
History”, vol. II, 1106.
6.
H. Kreissig “Die
sozialen Zusammenhänge des Judäischen Krieges”, Berlin 1970(Schriften z.
Gesch. U. Kultur d. Antike 1); F.M. Heichelheim, “Geschichte
Syriens und Palästinas”, en B. Spuler (ed.), “Handbuch
der Orientalistik” II, 4: Orientalische Geschichte von Kyros bis
Mohammed, Lief. 2, Leiden 1966, 178ff.; H.G. Kippenberg, “Religion u. Klassenbildung im antiken Judäa”,
Göttingen 1978(Studien z. Umwelt des NT 14).
7.
Rostovtzeff, “Social
and Economic History” vol. II, 1105.
8.
“Wirtschaft und
Gesellschaft”, ed. J. Winckelmann, Tübingen 1972, I. Halbband, 304-310.
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