SÍMBOLO Y EXPERIENCIA
Llamar algo un símbolo significa tomarlo tanto
literalmente como metafóricamente.... pues un símbolo en sentido propio
participa en lo que significa. En este sentido, el símbolo "Espíritu
Santo" sirve como expresión lingüística de la experiencia de poder.
La historia del Cristianismo temprano es la
historia de ideas teológicas o instituciones sociales, una historia del
desarrollo de teorías que han tratado de compensar la falta de evidencia. En
una empresa así entendida y tan limitada, el lenguaje de la experiencia
religiosa aparece como algo meramente subjetivo y evasivo en orden a apoyar la
causa de la reconstrucción histórica.
Considerada demasiado molesta para el supuesto
espíritu científico, la experiencia religiosa en las primeras comunidades
cristianas ha sido obviada por la mayor parte de Estudiosos y Académicos.
Aunque, claro está, para nada es neutral este supuesto método
científico-histórico.
Si la esencia original del Cristianismo es la
mera enseñanza moral de Jesús o el simple principio teológico de justificación
por la gracia, qué habría que hacer con la enorme cantidad de citas en los
primeros escritos que hacen referencia a la experiencia trascendente? Por citar
algunos: (Luc. 24:49; Hechos 1:8; 8:18-19; 10:38; Romanos 1:4; 8:26; 15:13,19;
1 Corintios 2:4; 5:3-4;; 12:11; ; 2 Corintios 4:13; Gálatas 3:1-5; Efesios 2:2;
3:16; 6:18-20; 1 Tesalonicenses 1:5; Hebreos 2:4........etc.)(1).
Como bien reconoció la
"religionsgeschichtliche Schule", el Cristianismo no es ante todo la
compilación de proposiciones teológicas sino más bien la expresión de
experiencias y convicciones religiosas. W. Bousset dice del culto Cristiano en
Antioquia: "Aquí tenemos no una noción, una idea pensada y después
propagada por unos individuos, sino algo que yace mucho más profundamente , con
una convicción que surge de la inmediatez del sentimiento religioso".
Si los símbolos religiosos son tomados como
epifenómeno respecto a la lucha humana por posición social y política, entonces
el poder, en lugar de la realidad trascendente toma prominencia y se convierte
en instrumento de control en beneficio de intereses partidistas. Las
pretensiones de experiencia de un poder trascendente deben ser desmistificadas
como camuflaje para tomar posición política dentro de las tradiciones
religiosas.
Las lecturas específicas de la literatura del
Nuevo Testamento que han sido generadas por la hermenéutica de la sospecha no son para nada
satisfactorias. Es simplista: es difícil mantener la fantasía que toda producción
literaria no es sino ideológica. Además son reduccionistas: insistiendo que el
lenguaje de la experiencia religiosa tiene solamente importancia mistificante
que no mística, fallan en reconocer la forma específica y la función de los
símbolos fallando en reconocer la dimensión específicamente religiosa del
Cristianismo temprano.
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1. Ver el tendencioso intento teológico de A.
Harnack de extraer el "núcleo" de la esencia del Cristianismo
utilizando el método histórico.
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