miércoles, 22 de enero de 2014

BOGOMILOS, EL ENIGMA DE LOS COMIENZOS

EL ENIGMA DE LOS COMIENZOS DE LOS BOGOMILOS
El tiempo y el lugar preciso de los orígenes del Bogomilismo son desconocidos, aunque Macedonia y Tracia son tradicionalmente vistas como la cuna del nuevo movimiento dualista. Un posterior anatema contra los Bogomilos localiza el centro inicial de sus actividades en la “Macedonia Búlgara” y la zona cerca de Filipopolis (Plovdiv) en Tracia(1). La cristalización y expansión de las enseñanzas Bogomilas aparentemente le deben mucho al celo misionero personal y dotes sincretistas del heresiarca del movimiento, el sacerdote Bogomilo. Se asume ampliamente que el “turbulento sacerdote” había sintetizado elementos de las tradiciones herejes tempranas, identificadas normalmente como Paulicianas y Masalianas, influencias Marcionitas o separadas Gnósticas también se supone ejercieron su impacto en la formación del dualismo Bogomilo(2). A parte de la acostumbrada fórmula “Herejía Maniquea”, las autoridades Ortodoxas Medievales respecto al Bogomilismo tendían a denunciar esta herejía como una mezcla de Maniqueísmo y Paulicianismo, Paulicianismo y Masalianismo y también Maniqueísmo y Masalianismo. Aunque la influencia sobre el Bogomilismo de movimientos anteriores anti-eclesiásticos y herejes es indiscutible, las definiciones simplistas son extremadamente engañosas. Hay considerables diferencias entre el dualismo Bogomilo y el Pauliciano, tanto en la fórmula dualista subyacente como en sus elaboraciones mitológicas. En lo que respecta a la influencia Masaliana sobre el Bogomilismo, la misma existencia de Masalianos auténticos en el mundo medieval Balcano-Bizantino es dudosa y el epíteto Masaliano parece haber sido aplicado indiscriminadamente a teológos y disidentes herejes heterodoxos. Dadas todas sus complejidades y controversias, la evidencia del Bogomilismo temprano indica que en lugar de ser una evolución natural del Paulicianismo o del elusivo Masalianismo, el Bogomilismo surgió en el siglo décimo como movimiento dualista distinto y autóctono, con enseñanzas y propósitos diferentes.

La tendencias recientes en la búsqueda de los orígenes del Bogomilismo y la acelerada formación de la teología, cultura y conocimiento Eslavo-Bizantina Ortodoxa presentan fuertes argumentos a favor de que la creación y elaboración del dualismo teológico Bogomilo le debe mucho a este diversificado proceso, cuando las Escrituras fueron traducidas a un lenguaje más o menos cercano al vernáculo, animando las tensiones implícitas en las complejas interrelaciones entre ortodoxia, alfabetización y herejía en el Cristianismo Medieval(3). En los índices Eslavos de libros apócrifos prohibidos los sacerdotes locales eran a menudo condenados por poseer y hacer circular estos textos, una situación que refleja ciertamente también las tempranas etapas del desarrollo de la cultura Eslavo-Bizantina y explica la amplitud de la traducción y difusión de textos apócrifos en esta fase inicial. Los maestros heterodoxos y herejes podían fácilmente difundir sus enseñanzas copiando nociones de esos textos y versículos del Nuevo Testamento y predicándolos en vernáculo. En el clima religioso del siglo décimo en el estado Búlgaro, había una prominencia de la vocación monástica acompañada de una búsqueda de la vida e ideales ascéticos inspirados en el Nuevo Testamento, y mediante las ya existentes influencias dualistas, fuesen Cristianas heréticas u otras, se pueden discernir los factores que llevaron a la formulación de una nueva versión del dualismo Cristiano, estimulado por el influjo de enseñanzas, temas y nociones re-descubiertas en los recién traducidos tratados apócrifos antiguos.

Ha habido intentos de relacionar los comienzos del Bogomilismo en los Balcanes con el comienzo de una nueva diáspora Maniquea desde Babilonia en los comienzos de la agitación religiosa y política que tuvieron lugar durante el aniversario de Zoroastro a comienzos del siglo décimo(4). Las antiguas conexiones entre los Búlgaros y los pueblos de Asia Central y las estepas también han sido mencionadas para relacionar el Bogomilismo temprano con supuestas misiones Maniqueas de los Maniqueos del imperio Uigur que siguieron al colapso de este en el 843(5). Los mismos Búlgaros pueden muy bien haber encontrado misiones Maniqueas durante su periodo en Asia Central y Sogdiana, que sirvieron como escalón para la introducción del Maniqueísmo en China. No hay, sin embargo, evidencia de influencias directas Maniqueas sobre los Búlgaros en los Balcanes, aunque los Búlgaros del Volga son mencionados usando la escritura Maniquea antes de aceptar el Islam. Las siguientes oleadas de nómadas del Asia Central y la estepa pueden también haber traído influencias Maniqueas a los Balcanes, aunque hasta la fecha estos lazos entre el Maniqueísmo del Asia Central y el dualismo Medieval en los Balcanes siguen siendo conjeturas.

La trinidad Bogomila de Dios el Padre y su hijo mayor y menor, Satanael y Jesucristo, está muy cerca de su análoga Zurvanita, la trinidad de Zurván, Ahriman y Ohrmazd en tal medida, que a pesar de la falta de evidencia histórica, nada menos que autoridades en historia religiosa del nivel de R. Zaehner y M. Eliade han argumentado a favor de que ésta derivaba de las tradiciones Iraníes(6). De manera más controversial, se ha sugerido que el Bogomilismo temprano puede haber sido afectado por residuos del Mitraísmo en los Balcanes(7), aunque posteriores referencias al Mitraísmo parecen aludir generalmente al paganismo; tan tarde como en el siglo once el filósofo Michael Psellus acusó a monjes de Quios de iniciar rituales y misterios similares a los de Mitra.

Los templos característicos pre-Cristianos de los Búlgaros y el marcado impacto Iraní sobre su arte ciertamente hacen surgir la posibilidad de influencias Zoroastrianas o Zurvanitas en su religión. Una variedad local de Zurvanismo se puede observar en la vida religiosa de Sogdiana, un hábitat de los Búlgaros, y no es del todo imposible reconstruir un desarrollo religioso dentro de la religiosidad Búlgara que lleve desde la triada Zurvanita a la triada dualista Bogomila Cristianizada. Sin embargo, con la evidencia de la que actualmente se dispone, tales desarrollos religiosos siguen siendo especulativos y cuando se buscan los orígenes del Bogomilismo uno necesita enfatizar, en particular, el impacto de herejías más tempranas Bizantinas, resultantes de la agitación religiosa durante la Cristianización de Bulgaria, del acelerado influjo de la literatura tanto canónica como apócrifa en este periodo, y de la expansión del monasticismo y del ideal de la vida apostólica, aunque hay que dejar abiertos caminos para buscar otros factores posiblemente contribuyentes.

En lo que concierne al sugerido legado de la religión pre-Cristiana Eslava en el Bogomilismo, de nuevo, la existencia de un dualismo proto-Eslavo entre un dios malo y otro bueno sigue siendo muy cuestionada, y su supuesto papel en la expansión del Bogomilismo en el mundo Ortodoxo Eslavo sigue siendo meramente hipotética. Más significativa es la persistencia de la cosmogonía dualista del “buzo-de-tierra” en las creencias populares en el sur y el este Eslavo y la identificación del “buzo-de-tierra” con el Diablo como segundo demiurgo, un topos que puede haber sido afectado tanto por la demonología ortodoxa así como por influencias directas o indirectas dualistas Bogomilas. Hay una evidencia incontestable de que las cosmogonías populares Eslavas y la teología dualista Bogomila interactuaron en el periodo medieval, aumentando así tanto la atracción popular hacia el Bogomilismo como su impacto en el folclore Eslavo y Balcánico.

Lo que aumenta la ambigüedad que rodea los orígenes del Bogomilismo es la escasez de evidencia acerca de su fundador, el sacerdote Bogomilo. Éste puede ser visto como el “gran heresiarca de la Edad Media” aunque no es cierto que su nombre sea, como se ha asumido, una traducción Eslava del Griego “Teófilo” (Amado de Dios), dado que la mayoría de las palabras Eslavas que contiene la raíz “bog”(Dios) se habían formado principalmente bajo influencias Iraníes(8). Además de “Amado de Dios” el nombre Bogomilo también ha sido traducido como “digno de la Gracia de Dios”, “alguien que ruega a Dios” o “implora la Gracia de Dios”. Además de ser reconocido como heresiarca del dualismo en los Balcanes, en testimonios tardíos Ortodoxos el sacerdote Bogomilio fue anatemizado por predicar la enseñanza Docetista que la Pasión de Cristo y su Resurrección eran ilusorias y por rechazar la veneración de la cruz. Las tradiciones Ortodoxas pueden haber descrito al sacerdote Bogomilo y sus discípulos como encarnaciones de Janes y Jambres, los legendarios magos Egipcios que se opusieron a Moisés durante el Éxodo, aunque no arrojan ninguna luz sobre la vida mundana del heresiarca. Vagas leyendas relatan que a la muerte del Bogomilo sus seguidores erigieron una capilla en el lugar de su sepulcro donde se reunían para orar. Finalmente, a diferencia de su gran antepasado espiritual, Mani, la trayectoria y ascenso del Bogomilo como heresiarca sigue envuelta en opaca oscuridad.

El sacerdote Bogomilo ha sido identificado algunas veces con otro notable y elusivo sacerdote, que vivió y escribió obras heterodoxas apócrifas en la Bulgaria del siglo décimo. El sacerdote Jeremías vendría a ser el más popular y denunciado escritor apócrifo en el mundo Ortodoxo Eslavo y su famosa compilación apócrifa, “La Leyenda de la Cruz”, circuló y fue leída ampliamente desde Bosnia hasta Rusia. La posibilidad que Jeremías fuese el “alter ego” del Bogomilo ha sido ampliamente debatida, dado que en las tradiciones Ortodoxas Jeremías también fue denunciado como “hijo” y discípulo del Bogomilo, él mismo condenado como autor de obras apócrifas. Lo que es indiscutible es el lazo entre la cristalización de la doctrina Bogomila y el influjo de una rica y apócrifa literatura en el siglo décimo en Bulgaria, parte de la cual vino a ser adoptada para ser usada como propaganda Bogomila(9).

Aparte de los sacerdotes Bogomilo y Jeremías, hay registros Ortodoxos que aluden a dos personajes más misteriosos aún acusados de haber introducido libros herejes en Bulgaria –Sydor Fryazin (Sydor el Franco) y Jacob Tsentsal, también descrito como “fryazin”(Franco)(10). Los nombres de estos dos herejes sugieren que venían del oeste pero el tiempo de su supuesta actividad y el carácter de sus libros heréticos son desconocidos. Permanece, sin embargo, la intrigante posibilidad de un temprano intercambio entre herejes del este y del oeste anterior a la primera aparición seria de la herejía en la Cristiandad de occidente.

Otro importante problema referente al Bogomilismo es la organización y jerarquización del movimiento Bogomilo. En su forma madura tanto el Bogomilismo como el Catarismo estaban divididos en dos clases principales, la élite de los “perfecti” y el grado inferior de los creyentes, detrás de éstos existía aparentemente otra clase inferior –la de los oyentes. Se ha argumentado que estos grados se desarrollaron dentro del Bogomilismo tardío, pero parece probable que era un rasgo del Bogomilismo temprano. La presencia de una élite de Bogomilos “perfecti” está implícita en el “Sermón Contra los Herejes” y pronto apareció un claro testimonio Ortodoxo de distintas divisiones e iniciaciones dentro de la secta Bogomila junto a un relato distorsionado del rito que convertía al creyente dualista en un “perfectus” –el bautismo espiritual, conocido en occidente como el “consolamentum”. De manera similar, dada la escasa evidencia, no se puede establecer con certeza cuando el Bogomilismo desarrolló su jerarquía. Fuentes posteriores se refieren a los líderes religiosos Bogomilos, llamados “maestros” o “primeros maestros”, que eran asistidos por un grupo de “apóstoles” aunque no está claro si esto aludía al movimiento Bogomilo como un todo o a una comunidad –o Iglesia- Bogomila separada. Según una de las reconstrucciones, desde sus comienzos el movimiento tuvo un líder religioso asistido por un círculo interno de apóstoles(11). Sin embargo, este escenario tampoco puede ser verificado aunque encaja con posteriores datos acerca del heresiarca Bogomilo del siglo doce Basilio y sus doce apóstoles, cuyo dato, aparte del obvio paralelo con el Cristianismo, tiene cercana semejanza con la jerarquía superior Maniquea –el líder (archegos) y el rango siguiente de doce apóstoles.

La intriga que rodea la organización del movimiento Bogomilo temprano también se extendió a los datos de formación de las primeras comunidades –o iglesias- Bogomilas que posteriormente fueron vistas por las autoridades inquisitoriales como la fuente de todas las iglesias dualistas de Europa. Lo que sí es cierto es que solo unas cuantas décadas después el Patriarca Teófilacto Lecapeno envió su panoplia de anatemas anti-herejes al Zar Pedro, el Bogomilismo se había difundido en Bizancio y su expansión en el imperio se aceleró con la reconquista Bizantina de los Balcanes.               
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1.     (103)Texto en una versión Serbia del Synodicon of Orthodoxy, publicado por V.A. Moshin, “Srbskaia redaktsiia Sinodika v Nedeliu Pravoslaviia”, VV, 17(1960), pp. 347-8.
2.     (104)Para el punto de vista que el Bogomilismo representa una continuación directa del antiguo Maniqueísmo, ver, A. Sharenkoff, “A Study of Manichaeism in Bulgaria with Special Reference to the Bogomils”(New York, 1927); para una visión que el Bogomilismo deriva del Mesalianismo, ver J.C.L. Gieseler, “Lehrbuch der Kirchengeschichte, II” (Bonn, 1848), p. 679; para una visión que el dualismo Bogomilo estuvo predominantemente influenciado por el Paulicianismo, ver Runciman, “The Medieval Manichee”, pp. 66-8; para una influencia dual Pauliciana-Masalina sobre el Bogomilismo, ver Obolensky, “The Bogomils”, p. 110; para el punto de vista que el Bogomilismo representaba una continuación directa de herejías previas en Anatolia tales como los Athinganos, ver Loos, “Dualist Heresy”, pp. 60(y en otras publicaciones de Loos); para argumentos a favor de una fuerte tendencia Gnóstica en el Bogomilismo, ver Söderberg, “La Religion des Cathares” p. 68.
3.     (105)Lidia Denkova, “Bogomilism and Literacy”, EB,I(1993), pp. 90-7; “Les Bogomiles: ontologie du Mal et orthodoxie orientale”, Heresi, 13-14(1990)pp. 65-81; P. Dimitrov, “Bogomil and Bogomilski skazaniia i legendi”, en Petur Chernorizets(Sjumen, 1995), resp. Pp. 116-40, 140-67; D. Dimitrova, “Tainata kniga na bogomilite v sistemata na starobulgarskata literatura”, Preslavska knizhovna shkola I (Shumen, 1995), pp. 59-69; Angelov, “Bogomilstvoto”, pp. 76-9, 161-3 (en un cambio de énfasis respecto a obras más tempranas, Angelov afirma que las doctrinas Bogomilas estuvieron originalmente conceptualizadas en “un pequeño círculo de teólogos”- la mayoría sacerdotes y monjes, p. 135); sobre el papel de la literatura apócrifa en la formulación y elaboración de las doctrinas Bogomilas, cf. Ivanov, “Bogomiliski knigi i legendi”; E. Turdeanu, “Apocryphes bogomiles et apocryphes pseudo-bogomiles” en RHR, 138(1950), No. I, pp. 22-52, Nº 2, pp. 176-218; N. Minissi, “La tradizione apocrifa e la origini del bogomilismo”, RS, 3(1954), pp. 97-113. Así pues, la noción del Diablo como ángel primogénito de Dios puede haber sido tomada por los Bogomilos de la obra apócrifa, “The Questions of Bartholomew”, texto Griego en “Questiones s. Bartholmei apostoli”, ed. A. Vassiliev, “Anécdota graeco-Byzantina”(Moscú, 1893), pp. 17-21; para los manuscritos Eslavos de la obra, ver A. De Santos Otero, “Die handschriftliche Überlieferung der altslavischen Apokryphen”(Berlin and New York, 1981), vol. 2, pp. 58-9. 
4.     (106)E. Esin, “The Conjectural Links of Bogomilism with Central Asia Manichaeism”, en “Bogomilstvoto na balkanot vo svetlinata na najnovite istrajuvanja”(Skophe, 1982), p. 108.
5.     (107)Ver, I. Dujcev, “I Bogomili nei paesi slavi e la loro storia”, en “L´Oriente Cristiano nella storia della civiltà”(Roma, 1963), p. 628.
6.     (108)Zahener, “Zurvan”, pp. 70, 450, donde la doctrina relacionada de los tres principios de los “Euquitas” Tracios es definida como dependiente del Zurvanismo; Eliade, “The Two and the One”, pp. 83-4; los paralelos entre el Zurvanismo y el Bogomilismo también los señala Toynbee, “Constantine Porphyrogenitus”, p. 657, donde las mitologías de los dos sistemas religiosos son definidas como “idénticas en esencia”, aunque la afiliación entre ellas ha sido siendo rechazada.
7.     (109)I. Dujcev, “Aux origines des courants dualistes à Byzance et chez les Slaves méridionaux”, Revue des Études Sud-est Européenes, I(1969), pp. 57.
8.     (110)Sulimirski, “Sarmatians”, pp. 7-8; “Bogomilopuede haber sido además un nombre asumido que indicaba el haber alcanzado un estatus espiritual elevado; cf. El punto de vista de Obolensky, “The Bogomils”, pp. 119-20; Puech, “Le Traité”, pp. 27, 282-3; E. Werner, “Theophilos-Bogumil”, BS 7(1966), pp. 49-60.
9.     (111)Runciman, “The Medieval Manichee”, p. 91, considera a Jeremías como “co-fundador de los Bogomilos” junto con Bogomilo, mientras que D. Mandié, “Bogomilska crkva bosanskih krstjana”(Chicago, 1962), p. 127, argumenta que Jeremías fue el primer líder de la iglesia hereje en Bosnia bajo el nombre de Eremis. Jermías es más comúnmente visto, sin embargo, como autor y copilador de leyendas apócrifas; cf. Obolensky, “The Bogomils”, pp. 271-4.
10.   (112)La evidencia de las actividades de los dos “Francos” aparece en un índice de libros prohibidos y está reimpresa y discutida en Ivanov, “Bogomilski knigi i legendi”, pp. 50-1.
11.   (113)D. Angelov, “Rationalistic Ideas of a Medieval Heresy” en Bulgaria´s Share in Human Culture (Sofia, 1968), p.69; para una consulta de la evidencia concerniente a la herejía Bogomila, ver D. Dragojlovic, “Bogomilstyo na Balkanu i u Maloi Aziji, II Bogomilstvo na pravoslavnom vostoku”(Belgrado, 1982), pp.162-6; Angelov, “Bogomilstvoto”, pp. 238 ff.; K. Onasch, “Zur Frage der Hierarchie in der Bogomilenkirche”, en Studien zum Menschenbild in Gnosis und Manichäismus (Halle, 1979), pp. 211-22; sobre el problema de la datación de la adopción del gobierno episcopal por parte de los Bogomilos, ver A. Borst, “Die Katharer” (Stuttgart,1953), pp.202-3(datada en la primera mitad del siglo doce y relacionada con la expansión misionera de la obra Bogomila); para una datación similar, ver Hamilton, “Historical Introduction”, HCDH, p. 44; cf. M. Lamberte, “The Cathars”(Oxford, 1998),p.34.














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