lunes, 20 de enero de 2014

BOGOMILOS: LA ASCENDENCIA DE LA OSCURIDAD MANIQUEA

LA ASCENDENCIA DE LA OSCURIDAD MANIQUEA
El Bogomilismo dio sus primeros pasos en los Balcanes bajo el reinado del hijo de Simeón, Pedro(927-69), famoso como "el reinado monástico". En el 927 Simeón murió súbitamente siendo su muerte adscrita a un extraño acto de regicidio mágico orquestado por el emperador Romano Lecapeno en Constantinopla(1). Recién muerto Simeón la tradicional segregación de la familia imperial Bizantina quedó rota  en un tratado de paz con Pedro que aprobaba matrimonios mixtos dinásticos entre las casas reales Búlgara y Bizantina que reconocía el título de emperador a Pedro(Zar). El tratado dio lugar a otro cambio en el equilibrio de poder en los Balcanes –Serbia, foco de rivalidad entre los imperios Búlgaro y Bizantino, salió fuera en el 931 del control de la esfera Búlgara aceptando el dominio Bizantino. Además, nuevos nómadas de las estepas, los Pechenegos, que son a menudo vistos como recipientes y portadores de influencia Maniqueas del Asia Central(2), pronto comenzaron a realizar incursiones en los Balcanes desde sus asentamientos en el sur de Ucrania.

Con el inevitable aumento de influencias Bizantinas en Bulgaria, como en Bizancio, tuvo lugar un sorprendente aumento del monasticismo que fue patrocinado por el Zar, él mismo alabado como “maestro de la Ortodoxia” y “Roca del Cristianismo”. Pedro adoptó el papel de defensor de la fe en un clima religioso aparentemente plagado con tensiones –la Bizancianización de la vida eclesiástica, las repercusiones de la inusual expansión del monasticismo y los primeros signos de agitación herética. Los residuos paganos aún eran fuertes y el hermano menor de Pedro, Príncipe Benjamin (Boyan), quien habría de convertirse en uno de los famosos ocultos personajes, era una figura enigmática, reminiscente del tradicional “mago príncipe de sangre” que a comienzos de la Edad Media era aún visto como una amenaza potencial contra la Iglesia. La escasa evidencia acerca del Príncipe Benjamin se centra esencialmente en su experiencia mágica y su persona ha atraído inevitablemente mucho romance y especulación que lo relacionan con el paganismo Búlgaro, magia Bizantina y demonología e incluso con el surgimiento del Bogomilismo(3).

Aunque las primeras etapas del Bogomilismo no son básicamente conocidas, no hay duda alguna que a mediados del siglo décimo ya había asumido la forma de movimiento hereje organizado y rápidamente expandido. Ante el amplio progreso de esta herejía, Pedro hubo de escribir dos veces al patriarca primado de Constantinopla, Teofilacto Lecapeno, de quien se decía que pasaba más tiempo con sus caballos que en la catedral. El patriarca reconoció, no obstante, esta “antigua y nueva herejía” como “Un Maniqueísmo mezclado con el Paulicianismo” y urgió a Pedro quemase “las malas y amargas raíces” de esta enseñanza en el fuego santo de la verdad, armando al Zar con una lista de doce anatemas(4). Poco después de esto Teofilacto sufrió un grave accidente mientras montaba a caballo y en los pocos años que vivió no pudo llevar a cabo la batalla contra la nueva herejía en los Balcanes, o dicho con sus propias palabras, “contra la serpiente de muchas cabezas, hidra, de la impiedad”, que anunciaba el resurgimiento del dualismo en la Cristiandad de oriente.

Teofilacto Lecapeno no estaba destinado a ser el heresiógrafo del nuevo movimiento dualista, éste heriógrafo apareció en la persona de un presbítero Búlgaro, Cosmas, cuyo vehemente “Sermón Contra los Herejes”(c.967-72)(5) descubrió la identidad de su fundador, el sacerdote Bogomilo, acusado en las posteriores tradiciones Ortodoxas con la propagación de la “tiniebla” Maniquea o herejía en Bulgaria. El “Sermón Contra los Herejes” materializó un sorprendente cuadro de las tensiones sociales y religiosas, las cuales, junto con los fuertes remanentes paganos, permitieron una rápida expansión de la nueva herejía. Los predicadores herejes aparentemente practicando el “ayuno” de manera hipócrita eran por dentro como lobos voraces que podían engañar a los Ortodoxos sea mediante una predicación hereje o mediante una ingeniosa simulación de Ortodoxia. Las homilías herejes, harto ambiguas e intrigantes para los presbíteros, comprendían aparentemente parábolas, alegorías e interpretaciones no ortodoxas de los Evangelios. El significado de los Evangelios podía ser transformado completamente de acuerdo con sus propósitos misioneros, y los milagros de Jesús eran interpretados alegóricamente y el pan y el vino Eucarístico fueron puestos como representación de los evangelios y Hechos de los Apóstoles. Su dualismo hereje que reconocía al Diablo como ángel caído y creador del cielo, de la tierra y del hombre también fue expandido mediante interpretaciones alegóricas de las parábolas del Evangelio. El Diablo era explicado como el injusto mayordomo según la famosa parábola en Lucas 16:1-9, mientras que en la lectura herética de la Parábola del Hijo Pródigo Lucas 15:11-32 Cristo era explicado representando al hermano mayor y el Diablo al hermano menor. El concepto del Diablo como creador del mundo y dueño del mundo visible, como “Señor del cielo, sol, aire y las estrellas”, fue inevitablemente reforzado con las alusiones al “príncipe de este mundo” en el cuarto evangelio.

Los herejes también fueron descritos negando la Ley de Moisés y los profetas del Antiguo Testamento, denunciando el culto a los iconos y las reliquias de los santos, y condenando a la jerarquía de la Iglesia y el ceremonial. La cruz misma era rechazada como “enemigo de Dios” y para Cosmas esta repudiación de la cruz hacía que los herejes fuesen peores que los demonios, pues los demonios temían la cruz, mientras los sectarios eran acusados de haber hecho pedazos Cruces para hacer herramientas para ellos. No sólo fueron mutiladas las cruces, sino que hasta los herejes fueron acusados de maldecir a la Virgen María con “palabras ofensivas” y tratar a Juan el Bautista no como predecesor de Jesús sino como precursor del Anticristo.

En el tratado los predicadores herejes son retratados como extremadamente ascéticos, absteniéndose del matrimonio, carne y vino, que eran condenados como procedentes del Diablo (Mammon). Algunos misioneros herejes fueron también procesados por enseñar a sus seguidores a desafiar la autoridad del Zar y la aristocracia, aunque no hay tangible evidencia para implicar que el Bogomilismo se acercase a nada parecido a un movimiento social mayormente campesino(6), dado que todos los datos disponibles apuntan a una secta dualista con una fuerte atracción por los círculos monásticos y el clero inferior. El tratado ofrece un cuadro vago y discrepante de las enseñanzas Bogomilas y su escasez está predeciblemente justificada porque cae bajo la autoridad de San Pablo –“Sólo el mencionar las cosas que ellos hacen ocultamente da vergüenza”, Efesios 5:12, BJ). Pero, aunque confuso y escaso, lo divulgado de la doctrina Bogomila ofrece algunas importantes pistas de su dualismo, que es claramente del tipo monárquico –el creador malo no es un principio eterno e independiente, sino un ángel caído, secundario e inferior a Dios. El carácter monárquico del dualismo temprano Bogomilo contrasta claramente con el posterior dogma dualista radical Pauliciano de los dos principios, el creador malo de este mundo y el Señor bueno del mundo a venir. De manera confusa en el “Sermón Contra los Herejes” el dualismo Bogomilo trata a Cristo como hijo mayor de Dios y al Diablo como su hermano menor, mientras que en la primera promulgación pagana –las enseñanzas Maniqueas acerca del Diablo, éste es representado como hijo mayor de Dios. Versiones posteriores del dualismo Bogomilo y Cátaro veían tradicionalmente al Diablo como hijo mayor de Dios, el cual, sin embargo, perdió su primogenitura debido a su rebelión y caída, después de la cual Cristo fue elevado al estatus de primogénito de Dios. Es bastante probable que la posición del Diablo en el esquema dualista en el Sermón Contra los Herejes refleje el estatus quo anterior a su caída cuando la primogenitura fue transferida a Cristo(7).

A parte de esta altamente intrincada y reversible primogenitura del Diablo en el dualismo monárquico medieval, el “Sermón Contra los Herejes” ofrece un sorprendente testimonio de los comienzos del movimiento Bogomilo en el cual la militancia anticlerical e iconoclástica iban de la mano con un fuerte fervor misionero y ascético. Pero la formación e historia temprana del Bogomilismo sigue siendo complicada y oscura, los orígenes del Bogomilismo es quizá el problema más controversial relacionado con el surgimiento y expansión del dualismo medieval.                         
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1.     Según Teófanes Continuato, “Chronographia”, pp. 411-12, Romano Lecapno fue persuadido por un astrólogo de que una de las estatuas en el barrio Xerolofo en Constantinopla era en realidad el doble de Simeón y ordenó su decapitación, la cual causó la muerte inmediat de Simeón.
2.     Argumentos a favor de influencias Maniqueas entre los Pechenegos se pueden encontrar en V.G. Vasilevskii, “Vizantiia i Pechenegi 1048-1094” en Trudi (St. Petersburg, 1908), pp. 38-57. Cf. Los puntos de vista de O. Pritsak, “The Pechenegs: A Case of Social and Economic Transformation”(Lisse, 1976), p. 24, e Ivanov, “Bogomilski knigi i legendi”, pp. 19-20 (con sugerencias de influencias Zoroastrianas sobre los Pechenegos); E. Tryjarski, “Les religions des Petchenégues”, en “Traditions religieuses et para-religieuses des peuples altaïques”(Paris, 1972), pp .139-49.
3.     En la “Antapodosis”(3:29), Liudprand de Cremona, Otto el Grande embajador en Constantinopla, retrata a Benjamin (Boyan)como adepto a la magia, que podía transformarse en lobo o en cualquier otra forma: ver “Die Werke Liudprands von Cremona”, ed. J. Becker (Hanover and Leipzig, 1915), p. 88. La figura del “del príncipe mago” ha sido discutida en V. Flint, “The Rise of Magic in Early Medieval Europe”(Princeton, 1991), pp. 350-55. I. Dujcev, “Boian Magesnik” en “Prouchvaniie vurhu bulgarskoto srednovekovie”(Sofia, 1945), pp. 9-51, asocia los intereses del Príncipe con las artes secretas Bizantinas V. Pundev, “Boian Magiosnik”(Sofia, 1925), p. 18, trata de relacionar al Príncipe con la herejía Bogomila.
4.     Teofilacto en su carta al Zar Pedro, ofrece la más temprana y cierta evidencia del surgimiento del Bogomilismo, editada y discutida en I. Dujcev, “Medioeva bizantino-slavo”(Roma, 1965), vol, I, pp. 283-315; ver la traducción del texto en HCDH, pp. 98-102. Sólo dos de los anatemas en la carta de Teofilacto no derivan del texto de Pedro de Sicilia sobre los Paulicianos y se aplican, por tanto, específicamente a los nuevos herejes: uno de ellos condena su enseñanza moderadamente dualista de que el Diablo es el creador y gobernante de la materia y del mundo visible, mientras que la otra denuncia su rechazo del casamiento la procreación.
5.     Nueva edición del texto en Iu. Begunov, “Kozma prezviter v slavianskikh literaturakh”(Sofia, 1973). Traducciónn al Francés y comentarios en H.C. Puech y A. Vaillant, “Le Traité contre les Bogomiles de Cosmas le prêtre”(Paris, 1945); traducción parcial de la sección anti-Bogomila del tratado al Inglés en E. Peters (ed.), “Heresy and Authority in Medieval Europe”(London, 1980), pp. 108-17; nueva traducción de la sección anti-Bogomila del tratado en HCDH, pp. 114-34.
6.     La afirmación de que los predicadores Bogomilos enseñaban a sus seguidores a desafiar al Zar y la nobleza ha sido desarrollada de manera exagerada por los historiadores Marxistas, quienes han tratado la sexta Bogomila como un amplio movimiento social contra la opresión feudal, mientras que la noción de los Bogimilos como vehículos de protesta social tiene lugar solamente en algunas obras generales sobre la historia de Bulgaria y los Balcanes. La falta de evidencia para semejantes tesis y para especulaciones de que los Bogomilos eran un fuerte movimiento social de campesinos ha sido bien demostrada en J. Fine, “The Bulgarian Movement”, East European Quaterly, 11:4(1977), pp. 385-412.

7.     Puech and Valliant, “Le Traité contre les Bogomiles”, pp. 190-2.

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