OSIRIS, HORUS Y SETH
El tratamiento Egipcio del par luz y tinieblas justifica
generalmente el punto de vista que la teología temprana Egipcia estaba
“completamente libre de aquellas lógicas que eliminan uno de los dos conceptos
contradictorios y empujan las ideas religiosas a los dogmas”(1), ofreciendo más evidencia de la “profundamente enraizada
tendencia Egipcia para entender el mundo en términos dualistas como una serie
de pares de contrastes centrados en un incambiable equilibrio”(2). En la religión Egipcia luz y tinieblas son vistas
como partes de la misma totalidad cósmica y una tendencia pronunciada en
mantener o alcanzar equilibrio, simetría entre los dos elementos de otras
polaridades o dualidades se puede observar en otras esferas de la vida
religiosa Egipcia.
La reconstrucción del dinamismo religioso y la realidad
teológica o histórica detrás de este legendario ciclo se hace difícil dadas las
inevitables oscuridades que rodean las primeras formas y evolución de los
cultos a Osiris, Horus y Seth en el antiguo Egipto. Tanto Osiris como Seth eran
miembros de la Gran Enéada, los nueve dioses de la cosmogonía de Heliópolis y
ambos eran hijos del dios de la tierra, Geb, la diosa del cielo, Nut, quien
primero generó a Osiris y su hermana-esposa, Isis, y después esto trajo a Seth
y su hermana-esposa, Nephtys. Tanto los Textos de las Pirámides como Plutarco
afirman que ya desde su nacimiento, Seth manifestó su funesta proclividad al
desorden y violencia.
En tanto que dios pre-dinástico antiguo, representado por su
enigmática apariencia animal-híbrida,(3) Set
estuvo asociado con el Alto Egipto. La Teología Menfita registrada en la
“Piedra Shabaka”, relata que el dios de la tierra, Geb, actuó como juez entre
Horus y Seth. Para acabar con el enfrentamiento entre ambos, dividió Egipto en
dos partes, el Bajo Egipto perteneciente a Horus y el Alto Egipto a Seth. Esta
división tenía como objetivo la paz, pero el segundo decreto de Geb ensalza a
Horus como único gobernante sobre todo Egipto, dado que Horus era el hijo de
Osiris.
Esta legendaria división de Egipto entre Horus y Seth ha
sido interpretada tanto en términos cosmológicos como políticos. Una línea
influyente de investigación dentro de la lectura histórico-política de este
separación Horus-Seth trata de explicarla como reflejo de un conflicto que tuvo
lugar hacia finales del Periodo pre-dinástico(5300-3100 a.C). Este supuest
conflicto entre devotos de Seth en el Alto Egipto y devotos de Horus en el Bajo
Egipto parece haber ocurrido antes de la unificación de Egipto bajo Manes o
Narme (3100-3050 a.C.)habiendo estado precedido por una unión pre-dinástica de
Egipto bajo un rey histórico devoto de Osiris(4).
Los seguidores de Horus en el Bajo Egipto son vistos algunas veces como
forasteros en la zona del Delta; se ha conjeturado ocasionalmente que Osiris
fue su rey humano que fue asesinado
por compañeros de Seth del Alto Egipto que fueron, sin embargo, a su vez
vencidos por los forasteros del norte.
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1.
R. Anthes, “Egyptian
Theology en the Third Millennium B.C.”.,JNES, 18:3, 1959, July, p. 170.
2.
H. Frankfort, “Kingship
and the Gods: A Stuydy of Ancient Near Eastern Religion and the Integration of
Society and Nature”(Chicago, 1948), p. 19; Cf. H. Kees, “Ancient Egypt, A Cultural Topography”, tr. I.F.D.
Modrow (London, 1961), p. 150. I.M.E. Shaw and P.T, Nicholson, “British Museum Dictionary of Ancient Egypt”,
Duality(London, 1995), p. 88; B.J. Kemp, “Ancient
Egypt: Anatomy of a Civilization”(London, 1989), pp. 27-8, 50-1; M.
Rice, “Egypt´s Legacy: The Archetypes of Western
Civilization 3000-30BC”(London 1997), pp. 35-6, 95.
3.
ver P.H. Boussac, “L´animal
sacré de Set-Typhon et ses divers modes d´interpretation”, RHR, 82,
1920, pp. 189-208; P.E. Newberry, “The Pig and the
Cult-Animal of Seth”, JEA, 14, 1928, pp. 211-25; H. Te Velde, “Seth, God of Confusion” (Leiden, 1967), pp.
13-27.
4.
Ver K. Sethe, “Urgeschichte
und älteste Religion der Ägypter”(Leipzig, 1930), pp. 70-133; cf. Los
argumentos referentes a Seth como dios principal del Alto Egipto indígena de la
zona de Ombos (cerca de la moderna Nagada)antes de su supuesta sujeción por una
raza dinástica que daba culto a Horus en W.B. Emery, “Archaic
Egypt”(Harmondsworth, 1961), pp. 120; cf. También, S.A.B. Mercer, “The Religion of Ancient Egypt”(London, 1949), pp.
50, 57-8.
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