YAHVÉ Y EL
El dios original de Israel era El. Se puede inferir esta reconstrucción de dos piezas de información. Primero, el nombre de Israel no es uno Yavista con el elemento divino de Yahvé, sino un nombre de El, con el elemento, *´el (el asterisco –una estrella- es el símbolo en el Medio Oriente para indicar que se está hablando de un dios). Este hecho sugiere que El era el dios jefe del panteón Israelita. Segundo, Génesis 49:24-25 presenta una serie de epitetos de El separados de la mención de Yahvé en el versículo 18. Ahora bien, desde muy temprana fecha, Yahvé es entendido como el dios de Israel en distinción a El. El Deuteronomio 32:8-9 presenta a Yahvé como uno de los hijos de El, llamado aquí ´elyon.
Este versículo presenta un orden en el cual cada deidad recibe su propia nación. Israel era la nación que Yahvé recibió. También sugiere que Yahvé, originalmente un dios guerrero que viene del Sinaí/Padan/Edom/Temán, era conocido separado de El en una fecha temprana en Israel. Posiblemente debido al comercio con Edom/Midian, Yahvé entró secundariamente en la religión de los montes de Israel. Versículos como los del Deuteronomio 32:8-9 sugieren un vestigio literario de la asimilación inicial de Yahvé, el dios guerrero del sur, en un panteón más amplio dirigido por El; otros textos señalan a Asherah (consorte de El) y a Baal y otras deidades como miembros de este panteón. Con el tiempo, El y Yahvé fueron identificados, mientras que Yahvé y Baal coexistieron y más tarde compitieron como dioses guerreros. Un elemento en esta competición involucraba la asimilación del lenguaje y motivos originalmente asociados con Baal.
Una indicación de que Yahvé y El eran identificados mutuamente en época temprana es que no hay polémica bíblica contra El. En una época temprana, la tradición Israelita identificó a El con Yahvé o presupuso esta ecuación. Por esta razón la Biblia distingue raramente entre El y Yahvé. El desarrollo del nombre EL (*el) en un nombre genérico que significaba “dios” también era compatible con la pérdida del carácter distinto de EL en los textos religiosos Israelitas.
El tratamiento teológico sacerdotal de la temprana religión Israelita en Éxodo 6:2-3 identifica al antiguo dios El Sadday con Yahvé. En este pasaje Yahvé se le aparece a Moisés: “Yo soy Yahvé. Me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como El Sadday; pero mi nombre de Yahvé no se lo di a conocer”. Este pasaje refleja el hecho que Yahvé era desconocido para los patriarcas. Más bien, éstos, adoraban al dios Cananeo, EL.
Yahvé es descrito entronado en medio de la asamblea de seres divinos (1 Re. 22:19; Isa. 6:1-8; Sal. 29:1-2; 82:1; 89:5-8; Jer. 23:18, 22; Zac. 3; Dan. 3:25). Daniel 7:9:14,22, describe a un Yahvé barbudo como el “anciano de los días”, y “el Altísimo”. Está entronado en medio de la asamblea de las huestes celestiales, llamadas en el versículo 18 “los santos del Altísimo”, qaddîsê élyonîn (Esdras 2:42; Apocalipsis 7). Esta descripción para las huestes angélicas deriva del antiguo uso del Hebreo qedosîm, “ los santos” para el concilio divino (Sal. 89:6; Os. 12:1; Zac. 14:5). La tradición del dios barbudo entronado aparece también en una moneda del periodo Persa marcada yhd, “Yehud”. La iconografía pertenece a un dios, aparentemente Yahvé.
La tradición Cananea/Israelita del concilio divino deriva del establecimiento de la corte real y evolucionó de acuerdo con la terminología cortesana del poder real dominante.
Otros rasgos del concilio divino en la literatura de Israel reflejan desarrollos políticos posteriores. Algunas innovaciones bíblicas en la terminología de la corte celeste en el periodo post-exílico pueden haber sido modeladas de acuerdo con la corte del poder reinante en Mesopotamia. La descripción de Satán en Job 1-2 y Zacarías 3 ha sido trazada hacia burócratas neo-Babilonios o Persas. Similarmente, Teixidor ha sugerido que el término angélico, ´îr, “vigilante” (Dan. 4:10, 14, 20), estaba basado en espías que vigilaban el imperio en beneficio del gobernante Persa.
Yahvé y El exhiben una disposición compasiva similar hacia la humanidad. Como el Amable El, el Compasivo (ltpn ´il dp´id), el padre de la humanidad (´ab ´adm), Yahvé es un dios de gracia, de cariño, ´el-rahum wehannun (Exodo 34:6; Salmos 86:15), y un padre (Deut. 32:6; Isa. 63:16, 64:7; Jer. 3:4, 19; 31:9; Mal. 1:6, 2:10). Tanto El como Yahvé se aparecen a los humanos en sueños-visiones y funcionan como su patrón divino. Como El (KTU 1.16 V-VI), Yahvé es un dios que sana (Gen. 20:17; Num. 12:13; 2 Reyes 20:5, 8; Sal. 107:20; ref. al nombre personal, repa´el, en 1 Crónicas 26:7). Además, la descripción de la residencia de Yahvé como tienda (´ohel; ej. Salmos 15:1; 27:6; 91:10; 132:3), llamado en la tradición del Pentateuco el Tabernáculo de la reunión (´ohel mô´ed; Exod. 33:7-11; Num. 12:5, 10; Deut. 31:14, 15) recuerda a la tienda de El, explícitamente descrita en la narrativa Cananea de Elkunirsa. El Tabernáculo de Yahvé tiene qerasim, normalmente entendido como tableros/tablas (Ex. 26-40; Num. 3:36; 4:31), mientras que el habitáculo de El es llamado qsr, tabernáculo/pabellón (KTU 1.2 III 5; 1.3 V 8; 1.4 IV 24; 1.17 V 49). Además, la residencia de El, está situada en medio de las aguas cósmicas (KTU 1.2 III 4; 1.3 V 6; 1.4 IV 20-22; 1.17 V 47-48), un tema mencionado en la descripción de la residencia de Yahvé en Jerusalem (Sal. 47:5; 87; Is. 33:20-22; Ezeq. 47:1-12; Joel 4:18; Zac. 14:8).
Las caracterírsticas de Yahvé en el Deuteronomio 32:6-7 incluyen algunos motivos que pueden ser trazados hasta las descripciones tradicionales de El:
Así pagais a Yahvé,
Pueblo loco e ignorante (lo hakam)?
No es él tu padre (´abika), que te creó,
El te hizo y te estableció (wayekoneneka)?
Acuérdate de los tiempos antiguos (Olam),
Considera los años de muchas generaciones (senot dor-wador);
Pregunta a tu padre, y él te declarará;
A tus ancianos, y ellos te dirán.
Como dice J.C. Greenfield, cada línea de este pasaje contiene un elemento familiar con descripciones de El, conocido como el Toro El su Padre, El el rey que establece, tr ´il ´abh ´il mlk dyknnh (KTU 1.3 V 35-36; 1.4 I 4-15 etc.). Como El, Yahvé es el padre (*´ab) que establece (*kwn) y crea (*qny). El verbo qny recuerda el epíteto El, creador de la tierra, ´l qny ´rs. La tradición Cananea del segundo milenio, conservada en un texto Hitita, atribuye este título a El. Génesis 14:19 así mismo aplica este título a ´el ´elyon, este mismo un viejo epíteto. La frase también se encuentra en inscripciones neo-Púnicas en Leptis Magna en Libia (KAI 129:1). Mientras que el Deuteronomio 32:6-7 aplica algunos rasgos tradicionales de El a Yahvé, también emplea otros rasgos de El para resaltar el carácter de la gente, de acuerdo con Greenfiel. La gente, por ejemplo, es (inconsciente, sin conocimiento, ignorante) lo´ hakam, a diferencia de El. Finalmente, (eternidad) ´olam evoca el mismo epíteto de El, y (los años de muchas generaciones( senot dor-wador, hacen referencia al título de El, ´ab snm, (padre de los años).
Como algunas descripciones de Yahvé, algunos de los epítetos de Yahvé pueden ser trazados hasta los de El. Las tradiciones concernientes al lugar cultual de Siquem ilustran el proceso cultural detrás de las inclusiones Yahvistas de los antiguos títulos de El, dicho de otra manera, la asimilación Yahvista a los antiguos lugares de culto de El. En la ciudad de Siquem el dios local era ´el berit, (El, de la alianza. Jue. 9:46; ref. 8:33; 9:4). Esta palabra ‘ilbrt, aparece en la tardía Edad de Bronce como título de El en KTU 1.128.14-15. En las narrativas patriarcales, el dios de Siquem, ´el, es llamado ´elohe yisra ´el, dios de Israel, se entiende que es Yahvé. En este caso un proceso de reinterpretación parece estar siendo realizado. En la temprana historia de Israel, cuando el culto de Siquem se convirtió en Yahvista, heredó y continuó las tradiciones de El para con este sitio. De esta manera Yahvé recibió el título de ´el vertí, el antiguo título de El. Todo esto demuestra hasta que punto las tradiciones Cananeas/Israelitas fueron transmitidas. El conocimiento por parte de Israel de las tradiciones religiosas de otras deidades no era debido solamente al contacto entre Israel y sus vecinos Fenicios en la Edad de Hierro. Más bien, como una función de la identificación de Yahvé-El en lugares de culto a El tales como Siquem y Jerusalem, el antiguo saber popular religioso acerca de una deidad como El fue heredado por los sacerdotes de Yahvé en Israel. Ezequiel 16:3, dice: Dirás: Así dice el Señor Yahvé a Jerusalem: Por tu origen y tu nacimiento eres del país de Canaán. La inclusión Israelita de Yahvé en la más antigua figura de El no fue un sincretismo puesto que El pertenecía a la herencia religiosa original de Israel. Si hubo algún sincretismo, fue un sincretismo de las varias nociones Israelitas, un sincretismo que aplaudieron los Profetas. B. Vawter señala: El hecho que los profetas lucharan contra la Canaanización los hace defensores del sincretismo mediante el cual los títulos paganos fueron apropiados para Yahvé. Ahora bien, incluso esta Canaanización, por usar el término de Vawter, era parte de la herencia de Israel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario