sábado, 20 de diciembre de 2008

ISRAEL Y LA ESTELA DE MERENPTAH

EL NOMBRE DE ISRAEL

La más antigua mención de Israel en tanto que entidad colectiva aparece en la estela de Merenptah. Alessandra Nibbi (1994) ha argumentado recientemente que la entidad Ysry3r/l en la estela de Merenptah, no ha de ser en absoluto igualada con la región de Canán ni el Israel bíblico. Argumenta que ysry3r/l puede ser interpretado como “los que llevan la coleta” (rasgo distintivo que consistía en un mechón de pelo que se dejaba crecer sobre la cabeza rapada como distintivo de los jóvenes que aún no habían alcanzado la pubertad, la cual se alcanzaba a los 14 años). Su sugerencia ha sido virtualmente ignorada, y ella admite que se debe a un argumento desde el silencio. Mantiene que todas las entidades mencionadas en la estela se encuentran en Egipto. Los nombres de “Jesqrn” y “dr” que también aparecen en esas dos últimas líneas no pueden ser aceptados como Askalón y Gezer (Nibbi 1996). Esta drástica reinterpretación ha encontrado poca aceptación, al estar basada en su asunción de que son errores de escribas en un número de casos. Los relieves de Karnak re-fechados por Yurco en el reino de Merenptah también ofrecen una seria dificultad para la hipótesis de Nibbi. En estos, Askalón aparece con la idéntica ortografía silábica encontrada en la estela y es claramente una localidad en Asia Occidental como evidencia la iconografía de los habitantes defendiendo la ciudad descritos como Asiáticos.

El punto de vista de vista de que el término ysry3r/l es un posible territorio dentro de Canán aunque no asociado con el Israel bíblico fue propuesto por Othniel Margalith (1990). Sus conclusiones están basadas en la sugerencia de G.R. Driver (1948) de que la (s) egipcia también podía representar la Hebrea zayin (z). Así, el nombre ysry3r/l podía ser traducido como Iezreel, lo que podía ser una manera inexperta de traducción de Yezrael, el valle al norte del país. Como otros han señalado, el intento de Margalith de identificar ysry3r/l con Israel o Yezrael mediante la vocalización Ugarítica y un título de un rey Sumerio no son convincentes para una inscripción Egipcia con un claro contexto para esta entidad en Canán.

La sugestión de igualar la ysry3r/l de la estela con Jezrael ha sido tomada de nuevo en consideración Hjelm y Thompson (2002) sin ninguna referencia a las discusiones anteriores. La identificación está llena de dificultades. Primero, el signo Egipcio para “pasador” y “paño doblado” en el Antiguo Egipto representaba el sonido (s). En el Reino Nuevo, la zayin Hebrea es traducida como (d) o (t) en egipcio, no (s). Segundo, ysry3r/l no incluye el equivalente Egipcio de ayin, necesario para leer yzr´l. Tercero, la lectura de “Jezrael” debe asumir que el determinativo para pueblo usado con ysry3r/l fue un error del escriba, puesto que no encaja en la designación de una localización geográfica. Las razones ortográficas y filológicas mitigan la lectura de ysry3r/l como Jezrael, (Kitchen 2004).

Sharon/Yesharun/`Asher. Hjelm y Thompson (2002) dicen que el “nombre regional Sharon y el nombre bíblico Yesharon no pueden ser excluidos” sin realizar un argumento para explicar por qué este topónimo ha de ser considerado. Por una cosa, todavía permanece el problema del determinativo para ysry3r/l que designa claramente a un pueblo y no una entidad geográfica. Además, desde una perspectiva ortográfica otra vez el “paño doblado” en e Antiguo, Medio, y Tardío Egipcio representaba el sonido “s”, no “sh”. El sonido para “shin” en Hebreo era producido con el de “estanque del jardín” o, más apropiadamente en este caso, “estanque con flores de loto”, como es evidente en la designación s3sw, “shasu”. Las mismas razones mitigan la reanimación a cargo de Hjelm y Thompson de la teoría de Rowley, de que ysry3r/l puede ser igualado con Asher “la tribu bíblica del hijo de Jacob”. Además el determinativo para pueblo es un hombre y una mujer sentados sobre tres trazos para el plural, indicando que esto no puede referirse a una persona tal como el hijo de Jacob. Hay que tener en cuenta que un conocimiento del lenguaje Egipcio y ortografía de las sílabas es esencial cuando se trata con textos Egipcios.

Israel. De hecho, los egiptólogos han, la mayoría, identificado exclusivamente la entidad ysry3r/l como Israel basados en la ortografía silábica del nombre y el más amplio contexto de la unidad final himno-poética de la estela. En esta identificación, el peso de las consideraciones tanto filológicas como contextuales es importante.

Localización de Israel. El Israel de Merenptah ha sido localizado en varias áreas geográficamente dentro y fuera de Canán. Algunos sugieren que Israel estaba todavía localizado en Egipto, un punto de vista que puede ser descartado hoy día basado en estudios recientes, estructurales de la unidad final himno-poética. Aquellos que reconocen que la estructura de las secuencias geográficas requiere que Israel sea localizado en Canán han tratado de identificarlo más específicamente (1) como un territorio en la parte montañosa opuesta a la costa de Canán; (2) como un grupo socio-étnico en Transjordania; (3) como un grupo socio-étnico en la parte central montañosa del país. Otros insisten que no es posible saber donde estaba localizado Israel dentro de Canán.

En 1985, G, Ahlstom y D. Edelman argumentaron que el Israel de Merenptah estuvo en paralelo con Canán, que representaba dos subregiones que juntas comprendían el área más estrecha de Cisjordania. En su magnum opus publicado después de su muerte, Ahlstom afirma que “Canán se refiere a áreas urbanas y culturales, pero el nombre Israel –que en el poema lleva el determinativo para pueblo- se refiere a los altos boscosos donde casi ninguna ciudad con importancia militar existía. Estas sugerencias recibieron una fuerte oposición por sus muchas inconsistencias y cuestiones sin resolver. Su suposición de que la culpa del desafortunado uso del determinativo para pueblo la tiene los errores de los escribas, no está basada en los datos que indican la alta fiabilidad de la estela específicamente en uso de los determinativos Egipcios en el Nuevo Reino generalmente.

Grupo socio-étnico en Transjordania. Nadav Na`aman realizó un estudio sobre al localización de Yeno`am y sugirió que Israel estaría localizado en la región de Basan basado en la mención del sitio en (1)una carta de Amarna (EA 197) indicando una localización en Jordania; (2)un listado entre topónimos sirios de Amenhotep III; y (3)otro listado de Ramses II, en el cual aparece después de Qatna y Tahshi. Basado en esta evidencia, identifica el Yano`am con el Tell es-shihab, situado al este de Edrei en río Yarmuk (Na`aman 1977, 1994). Él cree que si seguimos el orden de los topónimos en el pasaje, ha de ser buscado en la misma área.

Larry Herr (1997, 1998, 1999) expande la conclusión de Na`aman en una seria de artículos acerca de la transición de la tardía Edad de Bronce a la Edad de Hierro informa de una excavación de una casa con cuatro habitaciones, jarros para el almacenamiento, y diversos objetos de cerámica similares a la alfarería del área de Siquem. El sitio sufrió una gran destrucción y se ven señales de conflagración. Esto le lleva a sugerir que “hay que mirar hacia el este en lugar del oeste” para dar con el Israel de Mernptah. Cree que el “tan discutido determinativo delante de la palabra Israel indicando un pueblo en lugar de una ciudad se podría aplicar a un grupo de asentamientos que los Egipcios conocían primariamente como una entidad tribal o alianza en lugar de una ciudad estado a la manera Cananea”. Herr intenta conectar la cultura material de Transjordania con la cultura material de Cisjordania y el Israel temprano parece estar garantizado basado en al cultura material y datos arqueológicos “Umayri”. De todas maneras, su conclusión histórica parte de la hipótesis de F.M. Cross, quien veía a la tribu de Rubén como la primera en asentarse, tan pronto como el siglo 13 a.C., seguida algún tiempo después por las tribus Israelitas, una teoría que ha recibido un apoyo limitado. Además, la evidencia arqueológica puede ser importante para expandir el territorio atribuido a los primeros Israelitas por los arqueólogos hacia Transjordania (Dever 1998). Ahora bien, queda por ver si esto se puede asociar con el Israel de Merenptah basados en la sugerencia de Na`aman.

Primero, la identificación de Na`aman de Yeno`am en Basan no ha recibido un amplio apoyo dado que la mayoría de los estudiosos ha identificado a Yeno`am con el Tell en-Na`am (Tell Yin`am) al este de la baja Galilea. Segundo, como el mismo Na`aman admite, “es igualmente posible… que el autor mencionase las ciudades primero y la gente después, y que no hay orden secuencial en el listado basado en la geografía. Tercero, la estructura del final de la unidad himno-poética con las ciudades e Israel situados dentro de Canán y Kharu sugiere que todas las entidades han de ser buscadas en Cisjordania. O sea, aunque surja una evidencia adicional que demuestre que el Israel temprano se extendió hacia la meseta Transjordana tan pronto como el siglo XIII a.C., los egipcios, como describe la estela de Merenptah, pueden haberlos encontrado sólo en Cisjordania. Incluso la presencia de prisioneros Shasu puede indicar una extensión de la campaña en Transjordania, pero, esos prisioneros son específicamente identificados como “adversarios de los Shasu”, no Israelitas. Una posterior investigación arqueológica será indudablemente una adición significativa respecto a los datos de la Edad de Bronce tardía en Jordania.

La cadena montañosa central es donde la mayoría de los escolares prefieren situar al Israel de Merenptah. Roland de Vaux (1978) basó sus conclusiones en el orden del final de la unidad himno-poética. Conjetura correctamente que las entidades Canán y Karu eran sinónimas y que las ciudades e Israel están entre éstas. Empareja Askalón y Gezer como “lugares situados en el sur del país y Yenoam en el norte, de manera que Israel debe estar en el norte o en el centro”. J.K. Hoffmeier ha reconstruido recientemente la estela de Merenptah en una secuencia geográfica desde el sur hacia el norte. En su estructura, “las ciudades de Gaza, Askelon, y Gezer representan una estupenda unidad geográfica dentro de un área limitada que sería posteriormente conocida como Filistina…. Las tribus de Israel parecen haber estado localizadas en las montañas del centro del país y Galilea superior”. Esta sugerencia tiene ciertamente méritos aunque la estructura propuesta deja abiertas algunas cuestiones. Kitchen (2003) dice que el Israel de Merenptah está al “oeste de Askalón” y Gezer, y al sur de Yenoam, por lo tanto en las montañas del centro de Canán”. W.G. Dever (1992,95,98, 2001; 2003) ha sido el que ha propuesto con más énfasis la identificación del Israel de Merenptah con sus “Proto-Israelitas” de las montañas. Más recientemente ha argumentado que “existe en Canán un pueblo que se llamaba a sí mismo “Israel”, y así llamado “Israel” por los egipcios –quienes después de todo son parcializados bíblicamente, y no pueden haber inventado un pueblo tan específicamente único como “Israel” para sus propios propósitos propagandísticos… Qué es lo que queda en Canán ca. 1200 a.C. en tanto que enclave Israelita excepto las montañas centrales? Si el Israel de Merenptah no estaba ahí, dónde estaba? Esta última pregunta es la más importante, porque sugiere una asunción más profunda basada no tanto en la estela, que localiza claramente a Israel en el territorio de Canán/Karu, sino en información geográfica conocida por otros textos egipcios, las cartas de Amaran, y la Biblia Hebrea.

En todo este tema, la naturaleza del Israel de Merenptah también es una cuestión crucial. La opinión de M. Noth (1960) de que es “imposible decir con certeza alguna qué era el Israel aquí referido” ignora las indicaciones que tenemos de los textos egipcios y relieves. I. Finkelstein (1988) va más lejos, afirmando que “el problema es que no podemos identificar la localización de este grupo”. Aunque este no cita a ningún Egiptólogista ni datos Egipcios para apoyar su afirmación. Brevemente sumariza la evidencia que tenemos. La distinción crítica de los determinativos indica que Israel es una entidad socio-étnica. El determinativo, un hombre y una mujer sentados sobre tres trazos indicando el plural, no dice nada referente a si este pueblo es sedentario o seminómada. Los grupos con esta designación incluían aquellos que eran sedentarios y los que no lo eran. La interpretación de que la semilla de Israel era grano, como Spiegelberg, Steindorff, y Breated sugirieron hace tiempo (1896), puede sugerir que Israel vivía agrícolamente de la tierra y llevaba una vida sedentaria desde 1209 a.C. (contra Reiney). Ciertamente, la descripción de Israel en los relieves corresponde a la representación de Israel como pueblo no atado al sistema de una ciudad estado (Hasel 2003). A pesar de estas distinciones, Israel es lo suficientemente significante como para ser incluido en el listado de las grandes ciudades amuralladas tales como Askalón y Gezer, así como la ciudad norteña de Yeno`aman. El actual escepticismo referente a la naturaleza de Israel y su conexión con el posterior Israel monárquico no es debido a la ambigüedad en la información contenida en la información en la estela de Merenptah, sino que puede ser de hecho el resultado de la fecha del siglo XIII acerca de la campaña de Merenptah y la falta aparente de correlación arqueológica que demuestre esta continuidad en la mente de algunos intérpretes. Si la evidencia de la estela de Merenptah se refiere no obstante a “un pueblo agrícola establecido”, en palabras de Spiegelberg (1986), entonces las cuestiones han de ser reformuladas respecto a la evidencia cronológica y arqueológica del asentamiento en las montañas.

La implicación cronológica de la referencia de Merenptah a Israel vino a ser un tema de seria discusión poco después que Sir W. Flinders Petrie hizo su descubrimiento de la estela en 1896. La estela de Merenptah tiene implicaciones cronológicas en relación a (1) éxodo y conquista; (2) infiltración pacífica; (3) origen Indígena; y (4) teorías revisionistas.

Los principales proponentes de la fecha tardía para el Éxodo citaron a Merenptah como faraón del éxodo (Rowley 1938, 1942; Droiton 1955; de Wit (1960)) o creído que Israel vino al país antes de esta fecha (Albright 1939; Wright 1962; Bright 1972; Finegan 1959) Sin embargo, muchos minimizaron o fallaron en reconocer las implicaciones cronológicas de la estela para con los detalles bíblicos involucrados en el Éxodo. R.K. Harrison (1969) escribió, “parece según la evidencia disponible que una fecha a mediados del siglo XIII a.C. es requerida para el cruce del Jordán. Esta conclusión se apoya en la evidencia de la estela de Merenptah, la naturaleza de la cual demanda la presencia de Israel en Canán cerca del 1200 a.C.” Pero en la actualidad, la estela de Merenptah no apoya ninguna fecha particular per se; simplemente sirve como un “terminus ante quem” para Israel en Canán: Israel debe haber sido localizado en Canán cerca de 1209 a.C. (o antes si uno sigue las cronologías media o alta).

J.P. Hyatt (1971) reconoció el problema que presentaba la estela de Merenptah a la hora de identificar sea a Merenptah o Ramsés II como el faraón del Éxodo. Éxodo 2:23 afirma que el faraón murió durante los 40 años de estancia de Moisés. Pero a pesar de la duración de la estancia, no hay faraón que hubiera muerto en la mitad de los 67 años de reinado de Ramsés II. Hyatt opta sea por un Éxodo durante el reinado de Ramsés II (en cuyo caso, Ex. 2:23 ha de ser descartado) o Merenptah como faraón del Éxodo (en cuyo caso los 40 años de Israel en el desierto serían imposibles). Merenptah tenía 66 años cuando subió al trono y reinó 10 años solamente.

J.W. Jack (1989) escribió dos años después que la estela fuese descubierta y publicada que “la estela ha sido una seria dificultad para los que mantenían la teoría de una fecha tardía para el Éxodo, porque es claro que, si los Israelitas dejaron Egipto…. Durante el reinad de Merenptah y estuvieron vagando 40 años por el desierto no podían haberse establecido en Palestina el quinto año de su reinado”. Reconociendo este problema, K. Kithchen (1966) prefiere datar el Éxodo temprano en el reino de Ramsés II. Pero Kitchen no cuenta con Ex. 2:23, el cual indica la muerte del faraón y la opresión durante el exilio de Moisés, o Ex. 7:7 donde se afirma que Moisés tenía 80 años cuando habló al faraón. Algunas cuestiones permanecen sin resolver. Quién era el faraón que ordenó asesinar a todos los niños varones? Quién era el faraón de la opresión, y si murió mientras Moisés estaba en el exilio, quién era el faraón del Éxodo? Por estas y otras razones, egiptologistas y escolares bíblicos tales como C.R. Conder (1896), G. Steindorff (1896), K. Sethe (1904), H.T. Obbink (1909), y otros insistieron en que la estela de Merenptah apoyaba sólo una fecha del siglo 15. J. Orr (1897) fue más lejos, al afirmar que la estela de Merenptah hacía saltar por los aires la hipótesis de un Éxodo durante el reinado de Ramsés II o Merenptah “tanto por arriba como por abajo, la teoría que pone el Éxodo en la dinastía 19 se rompe cronológicamente”, ver también Peer (1922); Garstang (1931); Robinson (1931), y Engel (1979). Un siglo más tarde, M. Chavalas y M. Adamthwaite (1999) afirman: “Simplemente no hay tiempo para que Israel saliera de Egipto, pasara 40 años en el desierto, conquistara el país, y entonces, sea durante o después de la conquista, entablara un combate con un ejército Egipcio bien equipado bajo Mernptah en su quinto año”.

Hay que admitir que si los datos bíblicos se toman al pié de la letra –la muerte de un rey mientras Moisés estaba en el exilio y 40 años vagando por el desierto siguiendo al Éxodo de Egipto –la fecha tardía no puede ser acomodada. Claro, estos argumentos asumen que el Israel de la estela ha de ser igualado con el Israel bíblico. Estos temas pueden ser parcialmente esquivados si un toma la posición de J. Bright, posición que señala que “desafortunadamente, no podemos estar seguros que este Israel es parte del grupo que salió de Egipto porque es posible (aunque no hay evidencia) que un grupo tribal llamado Israel ya vivía en Palestina”. La reinterpretación de Israel en esta estela lleva a varias explicaciones alternativas que sea consideran a grupos múltiples que pueden ser descritos como “Israel” o conquistas múltiples (Meek 1936; Rowley 1942; Malamat 1998).

Modelos de infiltración pacífica. Los modelos propuestos por A. Alt (1953). Los modelos propuestos por A. Alt (1953) y M. Noth (1960) argumentan que Israel surgió de clanes nómadas y seminómadas que emigraron desde Transjordania estableciéndose pacíficamente en Canán durante un periodo de siglos. Las implicaciones cronológicas de la estela de Merenptah fueron minimizadas argumentando que no era posible saber si había alguna relación entre el Israel de Merenptah y el Israel del Antiguo Testamento. Un desarrollo posterior de esta hipótesis iguala a Israel con los habitantes seminómadas de Shasu de los que se dice que emigraron desde Transjordania a las montañas centrales del país. El topónimo t3S3w yhw es un elemento crucial cuando es igualado con el nombre divino, YHWH, y el origen del monoteísmo Israelita (Görg 1976; Goedicke 1994). Pero la hipótesis Madianita-Kenita no es conclusiva. Se puede decir con alguna certeza si el topónimo t3 S3sw y hw se refiere a una región, ciudad, o montaña (Axelsson 1987)? Es posible establecer conclusivamente una conexión lingüística directa entre el Egipcio yhw y el Hebreo yhwh? Este es un elemento clave para aquellos que asocian los adversarios de Shasu con Israel (Giveon 1971; Fensham 1964; de Moor 1990; Rainey 2001; pero de Vaux 1969).

Rainey (1991; 1992; 2001; 2003) ha defendido recientemente que la conexión entre Israel y los Shasu puede ser establecida basados en los datos y relieves de la estela de Merenptah. Su seria consideración de esas dos fuentes importantes es digna de elogio, pero seis puntos mitigan la ecuación de Israel con Shasu (para la documentación estos puntos, ver Hasel 2003; Yurco 1991). Primero, la estela describe a Israel en Canán, pero los Shasu se originaron en el sur de Transjordania y Edom. Segundo, la escena 4 en la “Cour de la Cachette” (Patio del escondrijo) en Karnak, que Rainey identifica con Canán describe a gente no asociada con un sistema de ciudad estado. Pobne la hipótesis que una ciudad puede haber sido descrita en los ladrillos que faltan en su parte superior, pero esto es pura especulación, y estos ladrillos pueden haber contenido una inscripción describiendo a Israel con más detalle. Tercero, si la escena 4 es identificada como Canán, hay una importante ruptura en la secuencia de los relieves. Esta es una seria consideración a la luz de varios estudios nuevos e importantes de las secuencias narrativas de los relieves Egipcios (Muller 2001; Heinz 2001). Cuarto, la estela describe acción militar contra las cuatro entidades de Askalón, Gezer, Yenoam, e Israel. Pero los “enemigos de Shasu” no son mostrados en la batalla en los relieves. Están descritos atados y de regreso a Egipto en las escena de retorno. Las primeras cuatro escenas son las únicas escenas de la batalla que corresponden a la estela. Quinto, hay una distinción en los nombres. Israel no es llamado Shasu y los “enemigos de Shasu” no están en ningún texto identificado como Israel. Sexto, Israel es designado com un pueblo con el uso del determinativo para “pueblo”, pero Shasu es descrito con el signo “país montañoso” más frecuentemente en los textos del Nuevo Reino y específicamente en los relieves de Karnak. Esto indica una entidad geográfica en lugar de un pueblo (Lorton 1971-72). Esas distinciones hacen la ecuación Israel-Shasu muy difícil. Aunque puede ser posible que Israel absorbiera algunos de los “enemigos de Shasu” en sus rangos mezclados-multitudinarios, la evidencia corriente de los textos Egipcios y relieves no permiten una conexión directa entre las dos entidades. Al final, la estela de Merenptah y los relieves nada dicen de nómadas en migración sino que establecen claramente a Israel como un pueblo socio-étnico ya viviendo en la tierra de Canán durante el quinto año de Merenptah. (Vokman Fritz (1987) retrasa la llegada de Israel al siglo 15 y 14 a.C., pero aún hay una migración del sur hacia el norte con poco conflicto o conquista. En término de tiempo, la “teoría de la simbiosis permitió al Israel nómada devenir sedentario en un periodo más largo.

Teoría de los orígenes indígenas. Las teorías del origen indígena han incluido una variedad de modelos influencia por las disciplinas arqueológicas, antropológicas, sociológicas, y políticas. G. Mendenhall (1962,73,83) reconstruyó el surgir de Israel como alianza de grupos rurales Cananeos, los cuales eran un grupo de esclavos que trajeron con ellos el mito de la liberación. Su vínculo era su creencia común en Yahvé y la alianza con esta deidad. En este punto de vista, no hay conquista de Canán sino más bien una revuelta de campesinos centrados en una ideología común, más una “revolución cultural e ideológica que una política”. N. Gottwald (1979) construye sobre la idea de Mendenhall, con una mayor diferencia. En lugar de basar el origen de Israel en la religión y alianza con Yahvé, Gottwald lo entiende como una revolución en términos marxistas. Ambas teorías están en línea con perspectivas bíblicas antropológicas y arqueológicas (Hauser 1978; Lemche 1985; Halpern 1992; Younger 1990, 1999; Dever 2001, 2003). Desde entonces una plétora de nuevas aproximaciones han argumentado a favor de un origen indígena tan pronto como el siglo XIII, otros en el siglo XII o más tarde (para una mejor valoración de los puntos de vista, ver Provan, Long, Y Longman 2003); Dever 2003). La referencia de Mernptah a Israel tiene poca relevancia en los argumentos de estas teorías, excepto la de establecer que Israel ya estaba en la tierra de Canán en esas fechas.

Teorías Revisionista. Los revisionistas tales como Neils-Peter Lemche, Philip R. Davies, Keith Whitelam, y Thomas L. Thompson, sugieren que el antiguo Israel es una construcción social con poco o ningún fundamento en la realidad de la Edad de Bronce tardía. Lemche (1988) es el defensor más cauto pero todavía minimiza la mención de Israel y su identificación con Merenptah. Para Lemche, la estela de Merenptah atesta “cierta clase de unidad étnica”, identificable desde el momento que tenía su propio nombre, Israel (pp37-38). Poco se puede decir acerca de este Israel, y Lemche concluye, “El Israel de la Edad de Hierro resultó ser muy escurridizo, en los documentos históricos así como en los restos materiales, donde difícilmente algo lleva el sello étnico que ayude al investigador a decidir lo que es Israel y lo que no es Israel”. Davis (1992) declara que “el determinativo no es ambiguo” aunque no podemos tener certezas de lo que en realidad era Israel. Whitelam (1996) afirma que “la estela representa una percepción particular del pasado que expresa importantes afirmaciones ideológicas y políticas a favor del Faraón Egipcio”. Thompson (1992) afirma que “comenzar con los orígenes del Israel bíblico con Merenptah….. sobre el fundamento de que tenemos testimonios extra-bíblicos en lugar de bíblicos es intencionadamente tendencioso”. En su libro popular, declara categóricamente que el Israel de Merenptah “no corresponde a las montañas de Israel ni a ningún Israel bíblico” (1999). Y, más recientemente, afirma con Hjelm (Hjelm y Thompson 2002), “la estela nos ofrece la evidencia más temprana del uso del nombre Israel como epónimo: como una realidad literaria. No se refiere a un pueblo específico en la historia, sino metafóricamente es un epónimo para la población de Hurru”. Pero este argumento no tiene ninguna base en la evidencia objetiva egiptológica disponible.

La estela de Merenptah no es un mero documento literario. Es, de hecho, el relato de una campaña encontrado en un contexto arqueológico claro con una realidad geofísica detrás del texto. Argumentar que Israel es meramente un epónimo no tiene base en comparación con las otras entidades conocidas en la estela. Son Gezer, Askalón, y Yeno`am epónimos metafóricos? Excavaciones arqueológicas en esos sitios demuestran que no. Whitelam (2000) preguntó recientemente qué ocurriría si, de hecho, el escriba de Merenptah estaba en lo correcto –si este “Israel” fue completamente eliminado? Su sugerencia oculta el más profundo deseo de los minimalistas (Whitelam 2000), que esta temprana referencia y el pueblo a que se refiere pudieran simplemente haber desaparecido, porque el problema en aceptar la cita de Merenptah es que es demasiado temprana para algunos estudiosos en su reconstrucción del Israel histórico (Younger 1999; para tratamiento similar Halpern 1997).

Al final, las teorías del origen indígena se enfrentan a dos desafíos principales: (1) algunas no conectan satisfactoriamente los datos cronológicos con el Israel de Merenptah, dejando que los estudiosos minimalistas descuenten, reinterpreten, o releguen la estela a una metáfora literaria; y (2) otros estrechan los datos arqueológicos en su cronología para encajar la realidad histórica de la estela (pero sólo escasamente) y, actuando así, no tratan de manera igual cuestiones antropológicas significantes. Como pudo un pequeño grupo socio-étnico apareciendo en los siglos 12-11 a.C. haber ya sido conocido como Israel por los escribas de Merenptah en el siglo XIII? Además de ser conocido e identificado, como es que son percibidos como una amenaza tan seria hasta el punto de ser mencionados al lado de ciudades tan importantes como Askalón y Gezer? Los estudios antropológicos más recientes acerca de la etnicidad reconocen el reconocimiento externo de un grupo como uno de los indicadores de una etnicidad establecida (Jones 1997). En esta vena, Kenton L. Sparks (1998) dice contundentemente, “Israel no es un término Egipcio y por consiguiente no puede ser visto bajo ninguna circunstancia como éxonimo acuñado por otros semitas occidentales para identificar al grupo llamado Israel. Pero si esto es así, y Egipto reconoció a Israel como una entidad de esta clase, cuanto tiempo fue necesario para que tuviera lugar el complejo proceso de la etnogénesis? Qué duración fue requerida para que en realidad Israel poseyera la tierra? Las reconstrucciones en curso actualmente del origen de Israel parecen no tener en cuenta los complejos procesos que fueron necesarios para su surgimiento. O sea, no ofrecen el tiempo o factores necesarios para que un reconocimiento étnico interno y externo semejante pueda ser realizado. A este respecto, la estela de Mernptah, pasado casi un siglo después de su descubrimiento, todavía corta a través de las reconstrucciones de los estudiosos y su retórica con una declaración simple: Israel existe como pueblo socio-étnico localizado en la tierra de Canán cerca del 1209 a.C. Sigue siendo la tarea de estudios futuros conectar firmemente el Israel de Merenptah con las realidades de los registros arqueológicos en el debate en curso acerca de los orígenes del antiguo Israel.

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