BAAL, DE LA MUERTE A LA VIDA
Hemos concluido que Baal se supone que muere. Cómo fue su estancia en el mundo subterráneo?
Está claro que el lugar donde fue encontrado el cadáver de Baal por Anat estaba situado en algún lugar en los márgenes del mundo civilizado: en los límites de la tierra, los límites de las aguas, el agradable país del interior, el bello campo del ámbito de la Muerte (1.5.VI:3-10). Parece difícilmente recomendable entender esto como un significado de que Baal nunca muere, que sólo desaparece a la manera de Telepinu. Aunque pueda parecer según otro pasaje que la descripción se refiere a las afueras de la tierra, y no al mundo subterráneo, la lista no es otra cosa sino una serie metáforas eufemísticas para referirse al desierto y la estepa como regiones donde la civilización y el Mundo subterráneo se encuentran. Baal es ahí encontrado, en una zona liminal, una con afinidades cercanas al ámbito de Mot.
Además, está claro según un número de otras observaciones que Baal es pensado como haciendo un descenso al Mundo subterráneo. De ahí la invitación de Mot a Baal para que tomara sus nubes etc. Y descendiera a dicho mundo. La parte final de este pasaje dice:
Dirígete a las montañas de mi entrada,
Levanta (una) montaña sobre (tus) manos.
Después desciende al lugar de reclusión
(dentro) de la tierra,
has ser contado con los que descienden
dentro de la tierra
y los dioses sabrán que está muerto.
Las montañas a la entrada del Mundo subterráneo son un motivo también conocido en la literatura Mesopotámica (Gilgamesh, tableta IX).
El vientre de Mot es descrito como enormemente grande. Mot mismo confiesa a Anat que se ha tragado a Baal. Un pasaje que es seguido de la fórmula para la sequía. Así, la laguna entre 1.5.V y VI lo más probable es que narrase como Baal obedece a la invitación de Mot. La referencia al descenso de Baal al Mundo subterráneo es una metáfora de su muerte, como bien se puede deducir de la circunstancia de que la palabra mt, “morir”, es usada frecuentemente acerca de Baal en 1.5.VI y 1.6.1.
La reacción entre los dioses también apunta a una clara indicación de que Baal está realmente muerto. Una larga sección describe en detalle como El y Anat realizan los ritos de duelo para Baal; la implicación es que está muerto. Además, tanto El como Anat dicen que Baal está muerto (mt) y de que van a descender detrás de él al Mundo Subterráneo. Anat y Shapsh toman el cadáver de Baal y lo llevan a la cima del monte Sapan donde lo entierran y realizan sacrificios (1.6.I:15-31). El texto continúa narrando como El realiza que Baal debe tener un sucesor. Athtar es seleccionado pero es deficiente en vitalidad. La secuencia de la épica es el duelo –entierro-, sacrificios funerarios – sucesor, Baal está muerto!
También hay que considerar el hecho que el papel de Shapsh en el conflicto de Baal-Mot ha de ser visto a la luz de su conexión con el Mundo subterráneo y lo muertos. Su calor que quema es debido al poder de Mot, de acuerdo con la formula para la sequía. Cada noche ella viaja a lo largo del Mundo subterráneo. Rashap es su portero a la entrada a través de la que ella pasa a la puesta de sol (KTU 1.78). Shapsh es al mismo tiempo la que todo lo ve, el que escala su órbita cada día y el que conoce el Mundo subterráneo, puesto que lo atraviesa cada noche. Además, Shapsh tiene el papel de psicopompo, el conductor de las almas (KTU 1.161). Shapsh es el compañero ideal de Anat cuando encuentran y entierran a Baal. Indirectamente, su participación en los eventos confirma que Baal está en poder del dios del Mundo subterráneo, Mot. Haríamos bien en traducir algunas líneas centrales de la siguiente manera: “Después de Baal (Anat y Shapshu) descenderán al mundo de abajo. Hacia él desciende la Luz Divina Sahpshu” (1.6.I:7-9).
El arco que comienza, en la composición, con la invitación de Mot termina con el sueño de El acerca de las próximas lluvias de otoño. Esas lluvias son el signo de que Baal ya no está muerto sino que “vive” y “existe”. Por lo tanto, el contraste básico en el conflicto Baal-Mot es el de entre la muerte y la vida. El “periodo de vida” de Baal describe la secuencia vida-muerte-vida.
El mito de Baal-Mot ha de ser tomado para describir a Baal no sólo como un dios que muere sino también como uno que retorna del Mundo subterráneo, e incluso reasume su poder real. El mito contiene los mitomas de su muerte y retorno o resurrección. Dicho esto, permanecemos al nivel del mito. Si éste conlleva algún ritual es un tema más difícil.
Se ha sugerido que hay una tensión entre la idea de Anat encontrando el cadáver de Baal en algún lugar en los márgenes del mundo inhabitable (la estepa, el desierto), y la idea de Baal habiendo entrado el Mundo subterráneo. A nivel épico de la narrativa uno puede encontrar una tensión. No hemos de olvidar, sin embargo, que el descenso es una metáfora para la muerte: los humanos van al Mundo subterráneo y dejan su cuerpo detrás. No hay, pues, ninguna contradicción entre la noción de Baal descendiendo al Mundo subterráneo y estando presente en los límites del mundo como cadáver. En Mesopotamia se pensaba que el Mundo subterráneo estaba directamente bajo la tierra, paro también hay indicaciones que se creía que estaba localizado en las montañas al Noreste. A nivel de fenomenología general, podemos referirnos a la observación de Burkert acerca de la mitología Griega en la que “las Contradicciones eran libremente toleradas; algunas veces, como en la Odisea, el reino de la muerte está localizado lejos, al borde del mundo más allá de Ocenaos, y algunas veces, como en la Ilíada, está bajo la tierra.
Algunas notas y sugerencias basadas en KTU 1.161.- Hemos visto que en 1998 M. S. Smith avanzó la teoría que el destino de Baal está modelado de acuerdo al destino percibido de los reyes Ugaríticos tal y como lo conocemos según la liturgia funeraria real en KTU 1.161. Smith argumenta sobe un profundo impacto del las costumbres funerarias reales sobre la narrativa Baal-Mot. Es una sugestión fascinante. Debe pues quedar claro que Baal desciende al Mundo subterráneo y retorna de allí. La conclusión de Smith, interesante como es, no es de vital importancia en este estudio; pertenecen más bien al fondo, a los motivos del descenso y retorno a la vida.
Sumarizando en tres puntos:
1. No fue un substituto, sino Baal mismo quien estuvo bajo el poder del dios del Mundo subterráneo.
2. El esbozo del conflicto entre Baal y Mot comprende los mitomas del descenso y retorno. Baal pasa de la muerte a la vida.
3. Los eventos del mito reflejan los cambios estacionales en la vida de la vegetación en Siria. A nivel funcional se ha interpretado el mito como un paradigma para las condiciones metereológicas. Es una etiología para la sequía del verano. (el descenso de Baal) y las lluvias de invierno (retorno a la vida de Baal).
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