SIRIO
El solsticio de verano fue elegido para inaugurar el año. Constituye el principio de la época más calurosa. Los días empiezan a ser más cortos y las noches más largas. Se anhela la noche. Un comienzo de año por estas fechas sólo se comprende en Egipto. Después de alcanzar el nivel más bajo en el mes de Mayo, el Nilo empieza a crecer de manera visible en Junio. Sería un nuevo comienzo en la tierra, aunque el cielo nada nuevo dijera. La primera crecida del Nilo coincidió durante nueve siglos con la salida de la estrella Sirio al amanecer. El día señalado era, hasta muy entrado el primer milenio antes de Cristo, el 19 de Julio del calendario Juliano.
Algunos lugares Sagrados y de primer orden en Grecia, tales como Olimpia, Delfos, Atenas y Epidauro eligieron el mes de salida temprana de Sirio como primer mes del año. Sería la más extraña de las curiosidades de no ser porque los griegos la heredaron de una cultura anterior cuya relación con Egipto era más estrecha que la de la Grecia histórica. La cultura mediadora era en este caso la Minoica. La arquitectura palaciega se orientaba por Sirio.
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